Lamento venir a actualizarles con esto, cuando las ideas me llegan así de firmes y claras, me gusta plasmarlas al momento para no perderlas.

Igual es comento que para la próxima semana actualizo Secrets, así que no desesperen, ok? Muchas gracias por seguirme :*

Pd. Los personajes de Yurio on Ice no me pertenecen, de ser así habría más yaoi, y Otabek y Yurio serían canon :P

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- ¡Suéltame, idiota! - le gritó Yurio a Otabek cuando este intentó sujetarle para que no se alejara

- Tranquilízate, creo que has mal interpretado las cosas - le dijo con tranquilidad el kazajo, forcejeando ligeramente con el rubio

- ¡No lo he malinterpretado! ¡Me has dicho que no quieres saber más de mi! - gritó de nuevo el menor, girándose para confrontarlo

- Te he dicho que no es sano que sea tu único amigo, porque ni siquiera vivimos en el mismo lugar, porque no podemos vernos siempre - le quiso aclarar el mayor

- ¡Estás harto de mí! ¡Por eso quieres que conozca más gente! - reclamó, entonces comenzó a golpearle en el pecho

- Yuri, escucha lo que te estoy diciendo - pidió el otro buscando mantener la calma, mientras detenía sus manos

- ¡Estoy harto de ti! ¡Yo soy el que no quiere verte! - gritó de nuevo con saña el ruso, mirándole directamente a los ojos

Otabek se sintió adolorido ante esas palabras, y sin querer creer que estás eran ciertas, buscó los labios del otro para besarle con firmeza

Al inicio Yurio se negó, buscando girar su rostro, pero con su mano libre el mayor tomó su rostro por la barbilla, y le mantuvo firme para recibir sus labios, el rubio le mordió entonces el labio inferior, y ante la forma en que Otabek aprisionó su cuerpo contra la puerta tras de él, el rubio se sintió estremecer, entonces liberó sus manos, esta vez no para golpearlo, si no para colgarse a su cuello, y ser ahora quien le robara el aliento en un desesperado beso.

Solo al sentir ese tipo de respuesta, es que Otabek puso suspirar tranquilo dentro del beso, pues aunque no lo demostrara, realmente le preocupaba cuando peleaba con Yuri, le preocupaba que en alguna ocasión, en uno de esos tantos arranques el menor este hiciera algo que pudieran lamentar los 2, o peor aún, que dejara de quererle.

Luego de varios minutos, muchos minutos robándose el aliento uno al otro, fue que se separaron con la respiración agitada.

- No vuelvas a decirme alguna otra tontería - le ordenó Yurio al mayor, aún sobre sus labios y sin abrir los ojos, disfrutando de la cercanía del castaño, de sentirse seguro luego de esos minutos que fueron una agonía para él al escuchar lo que el otro le decía.

- Te quiero, nunca lo dudes - pidió el kazajo al rubio, porque era verdad, porque era real y porque muchas veces no sabía como expresarlo, solo tenía eso, la firmeza de sus brazos para no dejarle ir, la calidez de sus labios para demostrar su amor, y la eterna paciencia para dejar a su Yuri ser ese joven rebelde que tanto amaba.

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No me parece que esto pueda tener continuación, así que creo que lo dejaré ahí, igual se aceptan sugerencias.

Saludos y de nuevo gracias por leerme!