Dramas familiares

Intentaba resolver el problema de calculo que estaba en la pizarra, el maestro nos hizo trabajar en equipos de 4 integrantes.

Hermoso... Asier, Paola, Renan y yo. Un tiempo atrás hubiese estado sola, por que nadie me quería en su equipo.

Confesión del día, me dolia saber que me iban a ignorar, por lo que siempre levantaba la mano antes de que el profesor acabase y pedía trabajar sola.

Era horrible el nudo que se formaba en mi estómagos cuando insistían en que debía trabajar con el resto, de que debía ser más abierta, y mil veces callé el hecho de que no era yo la del problema.

—¿Cuánto te salió el ejercicio 4?—Pregunta Asier extendiendo se sobre su silla para ver mi tableta.

—Cuarenta y cinco —Digo mientras verifico el resultado.

—¡Genial a mi también!—Irrumpe Renan.

—¿No les salio 789?—Pregunta Paola casi, casi con rabia.

—No,—Asier responde más por compromiso que por otra cosa—Debiste olvidar cambiar el signo al hacer tu despeje.

—¿Despeje?—Paola mira su tableta, luego a nosotros.

Yo levanto una ceja, y no sé si debo ayudar o no, nunca trabajé en equipo, pero algo dentro mío me rogaba hacerlo.

—Mira...—Hablo sin prestar atención a su cara de Asco—Aquí, y aquí —Apunto en mi tableta —El paso para resolver este ejercicio parte en como hagas este despeje. De este lado de la ecuación a este. Si este signo que acompaña al número es positivo, cuando lo lleves del otro lado... así —Arrastro el número con mi lapiz—Ahora lo transformas a negativo, porque cambió de lugar.

—Ahhhh, OK,OK, no estaba haciendo eso. ¿Le costaba tanto al profesor explicar así? —Ella vuelve a bajar la cabeza para corregir su ejercicio, cuando me percato de que soy el blanco de las miradas de Asier y Renan.

—Eres buena profesora —me susurra Asier.

La verdad, es que lo acabo de descubrir, no sabia que lo era.

—¿Te importaría enseñarme?—La voz de Renan hace que Asier deje de verme a mi y mire a su hermano, quién estaba con el lapiz apoyado sobre su labio.

—¿Necesitas ayuda? ¿Tú? El genio de las matemáticas —Asier acusa a su hermano, y la verdad se ve que el chico no necesita ayuda.

—No ayuda, pero he leído que las personas que enseñan aprenden más, y me gustaría aprender la técnica de la enseñanza...

—Mentiroso—Acusa Asier cuando Paola me pasa su tableta ignorando por completo el show de lo chicos.

—¿Es así?—se toma el brazo derecho parece estar feliz, la verdad es que Paola nunca se destacó en lo estudios.

Es bien sabido que sus padres gastan millones haciéndola estudiar con tutores para que pase de curso cada año.

También decido que me importa más controlar el ejercicio de Paola que responder a Renan.

No puedo evitar sonreír al ver que hizo bien sus ejercicios, y resolvió correctamente un tercero que era mucho más complejo.

—¡Está súper bien!

—Genial... se lo mostraré al profesor...

Wow, ella nunca entrega sus tareas, me imagino lo genial que se debe sentir como para ni siquiera mirarme con desprecio cuando toma la tableta de mi mano.

Aparta la silla y va junto a profesor. Éste mira a la chica y la felicita. Lo triste del caso, fue la burla que se armó por parte de mis compañeros, en vez de celebrar el logro de Paola, se reian por ser la primera vez que entregaba una tarea en casa.

Mis ojos cayeron en Federico y Giorgio, que estaban tras Asier en otro grupito. Lo que me molestó, fue que comenzaron a hacer comentarios irreproducibles, como qué la chica estaba usando sus encantos con el profesor para fingir entregar su tarea.

Estaba por decir algo, porque veo que Paola está volviendo a su lugar a tomar asiento, y no me parecía justo que ella escuchara semejante insulto, pero antes de que hablase, la voz de Renan se hizo sobre el salón.

—¿Cuál es su problema chicos?—Dice fuerte—,Asier gira hacia Federico y Giorgio a quienes asesina con la miarada.

—¿Disculpaaaaa?—Federico levanta una ceja mientras se acomoda para mirarnos. —¿Cuál es el problema de ustedes? ¿Acaso nos metemos nosotros en la conversación de ustedes?

—¿A caso hablamos nosotros de uno de ustedes?—Refuta Renan. — Si quieren, a la salida podemos ir a resolver esto...

—¡Basta!— susurra Asier— ¡Tú no vas a generar grescas!— apunta a su hermano— y ustedes dos, más vale que dejen de ser una porquería Humana, porque no sólo puedo hacer que tengan más sabados de trabajo, si no que lograré que los expulsen. Una palabra más, sobre algún miembro de este grupo y será mejor que estén dispuestos a abandonar más fiestas.

—Un día Asier—Habla Giorgio— La diplomacia se va a acabar, no estaremos en este colegio, y te juro que te voy a romper la cara.

—Un día Giorgio, espero que lo intentes, a ver quién sale con el rostro desfigurado.

—¿Qué pasa allí?—el profesor se levanta y viene hasta nosotros.

—Absolutamente nada—Renan voltea a responder—,Sólo fraternizamos.

—Fraternicen menos, trabajen más.

El maestro volvió a su lugar, y yo la verdad me sentí feliz de que tanto Asier como Renan hubiesen defendido el honor y la integridad de Paola, aunque ella no tenga la menor idea de ello.

Volvimos a nuestras labores, pues habían más ejercicios que terminar.

Mostré a Paola dos o tres cosas más, y ella consiguió realizar y completar las siguientes tareas.

La hora de matemática acabó, y volvimos a nuestros lugares, o al menos la idea era que cada uno pusiera su silla de nuevo en su lugar, cuando estaba por hacerlo, Renan se apresuró a ayudarme.

—No hacía falta—Le aseguro—Soy autosuficiente.

—Es sólo un gesto de amabilidad, Gala.

—Entonces, Gracias.

—De nada.

La hora del recreo dio justo cuando Renan iba a decirme algo más.

En este colegio, no tenemos campanillas, ni timbres, aquí, hay un reloj en la pared sobre la pizarra, y esta da un pequeño pitido para avisarnos el cambio de hora.

—Oye...—La voz de Paola interrumpe la mirada de Renan. Volteo a verla, y ella está con lls brazos cruzados.

—¿Si?

—¿Qué puedo hacer para que lograr que me enseñes?

—¿Yo? ¿A ti?

Este era el momento de venganza perfecto, podria decirle a Paola que no, no pensaba ayudarla, humillarla y dejarla por el suelo, pero la verdad es que, no, nl tenía el corazón para hacerlo.

¿A caso no queria ser una chica rebelde? Sí, pero, es que siento más satisfacción enseñando de lo que me hubiera imaginado. Sin embargo, aún no quiero darle una respuesta a la chica.

—Déjame pensar...

—Ok... por de pronto, quiero comenzar con una disculpa.

— También... déjame pensar en ello.

Paola se cruzó de brazo y salió del salón sin más. Ahora me doy cuenta, que es verdad lo que le dije esta mañana, la chica popular, está sola, sin amigas...

Miro en el salón, par percatarme que su pequeño ex grupo la ve salir y comienzan a cotillear entre ellas. ¿Qué estará pasando en la vida de Paola para pasar de ser la reina a la solitaria?

—¿Me enseñas el colegio?—Pregunta Renan.

—¿Eh?

—Una pena hermano—Asier me toma del hombro y me comienza a empujar para salir del salón — ella tiene cosas que hacer conmigo, ya encontraras mil voluntarias para tu tour.

Me encojo de hombros mientras salimos  con Asier del salón, si bien es cierto, tiene razón en que el chico va a encontrar voluntarias, a mi no me desagradaba la idea de ser yo quien sea su guía, pero no le diré eso a mi nuevo y único amigo.

—¡Dios! No no lo voy a soportar, ni siquiera entiendo porqué decidió salir de  Kuwait... debió quedarse por allá.

—Al parecer hay muchos dramas familiares al rededor de Renan.

—Los hay, pero hoy, no te los voy a decir... vamos que tenemos que conseguir el permiso de Alanis para llevar nuestro proyecto mañana al colegio... ¡Ya estoy lleno de emoción! ¿Y tú?

—La verdad... estoy deseosa de que termine este día y comience mañana, espero que los niños lo aprecien.

—¡Te juro que lo van a hacer! Y mira nada más, les vas a dar esperanzas a ser alguien más.

Sonrio, porque en verdad me siento bien con esto, no lo podia creer, estaba haciendo algo real, algo, único.

Aunque mamá odie que pierda mi tiempo en esto, yo creo que lw voy tomando cada vez más el gusto a esto.

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