Confesiones
—Necesito que me cuentes la verdad—Pregunta Renan al ver que entro a la casa con la cara larga—, esa expresión no es muy común en tí a no ser que yo sea la causa, y estoy seguro que aún no hice nada.
Él está parado en las escaleras comiendo un helado de Paleta mientras me habla, no puedo evitar poner los ojos en blanco, pero creo que no me queda de otra más que decirle a mi hermano la verdad de una buena vez.
—Vamos a mi cuarto, te lo voy a contar todo.
—¡Uhhh! ya estoy emocionado.
Renan sube las escaleras y yo lo sigo con pesar, mientras miro la pantalla del celular y me cuestiono por qué llevé al extremo tan rápido a Gala, quizás y si hubiera sido más cauteloso no iba a tener semejante reacción de la chica.
O tal vez lo que debí ser es honesto, al fin y al cabo, si se iba a enojar, hubiera sido mejor con la verdad que con media verdad.
Llegamos a la habitación, arrojo mi celular en la cama, para luego tirar mi cuerpo sobre el sofá de una pieza, alzo mis piernas sobre el porta brazo, mientras Renan le da un último mordisco a la paleta y arroja el palito de helado al basurero, para luego tirarse a mi cama como si fuera suya.
—Escucho hermanito...
Odio que me llame así, pero ahora no tengo otra persona en quién confiar, y algo me dice que esto no es información para mamá, pero la verdad es que creo que Renan merece saber la verdad.
—Ya sabes que ando buscando información sobre el padre de Gala... pero lo que no sabes es que lo hago por papá, aparentemente, el señor De la Sierra tiene algo que ver con que él... esté fugitivo.
—¿La malversación de fondos y las acusaciones de estafa?—Renan levanta una ceja—, oye, puedo entender que el mundo se mueve de forma sucia, pero necesito entender, papá fue acusado de malversar fondos estatales por el tema de las licitaciones de combustibles para diplomáticos, ¿Qué tiene que ver eso con Gala y los De la Sierra?
—Aparentemente todo. Según mamá...Lo que el agente de la interpol que nos está ayudando, descubrió unos vínculos entre los De la Sierra y la petrolera, ahora sabemos que ellos la compraron... pero lo que sospecha el de la interpol es que... usaban los canales de comercio de papá para otro negocio ¿Qué? no lo sé, ellos tampoco me lo quieren decir, pero es un poco más que obvio ¿No lo crees?
—Por supuesto que es Droga... No hay dudas.
Afirmo mientras aprieto mis labios con algo de resentimiento, la palabra me tensiona, porque no es que haya sido fácil para mi alejarme de ese mundo oscuro al que las calles y el hambre nos empuja de a poco. Si estas sospechas se confirman, no sé si tenga la fuerza de continuar con la investigación.
Mis ojos se sienten pesados, y de repente observar el piso se volvió en una actividad relajante, porque me desconecta de la horrible verdad.
—En resumen, De la Sierra tiene algo que ver con que papá haya ido a la cárcel, y que ahora sea un fugitivo, por otro lado, tenemos un negocio del que no tenemos idea, peros sospechamos que hay venta de drogas. Todo bien... Ahora ¿Estás usando a Gala?
—No. Gala está metida en esto, pero por otra cosa, estamos averiguando el desvío de fondos de colegios que apadrina nuestro instituto, justo ahora acaban de anunciar que cerraran, creemos que su padre tiene algo que ver... el problemas, es que metí la pata, y la presioné a acusarlo si es que descubrimos su culpabilidad.
—¡Eres idiota la verdad!—Dice Ranan —, estás pidiendo a Gala que entregue a su padre, cuando tú estás haciendo cosas para salvar al nuestro... es que ¿Cómo es posible Asier?
—¿Y qué se supone que debo hacer?
—Contarle la verdad, tal cual, así como me lo estás contando a mi.
—¿De verdad?
—Por Díos Asier, me extraña que lo preguntes, ¿Si nadie en su familia está siendo sincera con ella no es mejor que tú lo seas? puede que te odie un tiempo, pero al menos sabrá la verdad de tu parte.
—Creo que tienes razón...
Renan se encoge los hombros y una sonrisa se instala en su rostro, obvio, esa es su victoria, haberme dado un consejo en medio de la incertidumbre, se acaba de posicionar de nuevo sobre mi.
Mi celular comienza a sonar, Renan lo toma y lo mira con extrañeza, levanta una ceja y cuando me lo arroja por los aires, cuando lo tomo también me sorprende, deslizo mi dedo y pongo la llamada en altavoz.
—¿Hola?—Pregunto mientras mi sentidos de alarma se encienden.
—Asier ¿Cómo estás? Nada más llamaba para confirmar si aún quieres que cocine en tu fiesta.
—¡Oh! Eire ¡Claro! pero sabes, creo que Gala no vendrá... y honestamente no sé si quiera festejar mi cumpleaños así. —Renan me hace un gesto de sospecha, creo que a él también le sienta mal esta llamada.
—¿Están peleados?—Alzo una ceja, me cruzo de brazos y es evidente que lo sabe, a mi no me engaña.
—Algo así...—La voz me sale a penas, y solo contesto porque Renan me hace un gesto para que conteste con naturalidad.
—No te preocupes, la voy a convencer de estar allí...—Ahora sí, Renan y yo dejamos salir nuestra mirada asesina, obvio, los celos son una fuerza poderosa.
—¡Oh! me encantaría ver cómo convences a la terca—mi tono sale engreído, quizás lo logre, quizás no, pero creo que le será difícil convencer, sin embargo yo me encargaré por mi parte de lograrlo—, pero, mira, si lo consigues, hacemos la fiesta como debe ser este fin de semana, y de paso, le hacemos la despedida ¿Te parece?
—¡Por supuesto! ¡Nos vemos Asier!—Cuelga la llamada y en ese momento mi espalda se tensiona, no me huele nada bien esa llamada repentina ¿Eire sabe cosas?
—Raro ¿No?—Dice Renan—. Ese es el chico con el que casi me matan con los ojos en el campo de tenis.
—El mismo...
—Se notaba extraño... como si él y Gala...
—No lo digas...
—Entonces sí es así, Gala tiene algo con él ¿Quién es?
—El Jardinero, se llama Eire...
—Mmmm, creo que tengo alguien a quien investigar...—Renan se pone de pie—, bueno ahora que tengo tu confesión en mano, confieso que ya lo sabía todo, con el link que mandé hackee tu celular, lo siento, pero agradezco que no me hayas ocultado nada...
—Idiota—Digo negando.
—En fin, otra cosa, el padre de Gala está limpio hasta lo que tengo, o trabaja muy bien, o es otra víctima...
—¿Lo dices enserio?
—Obvio... pero te sorprenderá quienes sí me saltan en los desvíos irregulares del fondo de los colegios apadrinados.
—¿Quienes?
—La familia de Giorgio y Federico...
Eso sí me sorprende, sabía que eran idiotas de raíces, pero ni siquiera estaban en mi panorama.
—Entonces puedo decirle la verdad a Gala... y contarle eso.
—Claro campeón, pero admite que me lo debes, y la única razón por la que te digo es por que veo tu cara de muerto viviente a causa de amor...
—¿Es muy evidente que estoy perdido por ella?
—Demasiado, porque si fueras frío e indiferente ya hubieras tenido esta información hace rato... te conozco. Bueno, te dejo para que pienses cómo vas a reconquistar a tu damicela.
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