Mudanza
"Oh dios, ¡esto es emocionante!"
Miré a Harry, que sujetaba mi mano con fuerza. Su pícara sonrisa se extendía por su cara, revelando un par de hoyuelos.
"Quiero ir dentro."
Tiré de su brazo para que él se moviera por los escalones de nuestro nuevo piso. Cuando estuvimos fuera de la puerta, la cabeza de Harry se inclinó para mirarme.
"¿Lista?"
Asentí ansiosa y él puso la llave en la cerradura antes de abrir la puerta. El apartamento no era muy grande, pero era nuestro. Nuestro primer sitio juntos. Corrí por el pasillo al salón vacío. Era increíble. No podía creer que fuese nuestro. Harry estaba de pie sonriendo en el umbral de la puerta cuando me giré.
Le sonreí de vuelta, corriendo hacia él antes de que el me agarrara cuando salté. Rozó su nariz contra la mía, haciéndome reír.
"Te quiero." Susurré.
Harry besó brevemente mis labios antes de responder.
"Yo también te quiero."
Mi cuerpo se deslizó del suyo; Harry entrelazó sus dedos con los míos mientras mirábamos como el repartidor traía las primeras cajas.
***
Una vez que todas nuestras pertenencias estuvieron dentro, los repartidores nos dejó con el desmoralizante trabajo de desempaquetarlo todo. Harry les había ayudado a mover los muebles mientras yo supervisaba la operación. Así que ahora era cuestión de agarrar cosas y colocarlas es su nuevo lugar.
Tiré una de las cajas de nuestra habitación al baño. Un suspiro de satisfacción salió de mi boca cuando miré a la pequeña habitación. Inclinándome, mis dedos abrieron el cartón para encontrar todos nuestros objetos de baño, la mayoría mis cosméticos. Harry siempre se quejaba de cuantos botes de crema y exfoliantes llenaban mi baño en mi anterior casa. Yo no entendía a qué se refería hasta que tuve que recogerlos y empaquetarlos todos. Pero nunca se lo admitiría.
La repisa del baño fue llenada lentamente cuando me agaché para agarrar otro bote. Mis ojos se abrieron cuando vi una forma negra en la esquina de la habitación cerca de la puerta. Chillé y salté hasta la tapa del retrete. El bote que tenía agarrado en mi mano se cayó al suelo. La araña estaba ahí, mirándome. Me daba escalofríos y estaba bastante segura de que solo tenía siete patas.
"¡HARRY!" Grité.
Oí pasos correr rápidamente por el pasillo a nuestra habitación.
"¡Teddy!" Gritó. "¿Dónde estás?"
"Aquí."
La alta figura de Harry apareció en la puerta del baño. Su respiración era un poco superficial mientras sus ojos escaneaban la habitación.
"¿Qué pasa? ¿Te hiciste daño?" Dijo.
Segundos después sus cejas bajaron frunciendo el ceño mientras la confusión llenaba sus rasgos.
"¿Qué estás haciendo ahí?" Gesticuló a mi posición.
"Ar-araña." Señalé a la amenazadora criatura de la esquina.
Los labios de Harry se curvaron en una sonrisa, sus hoyuelos marcados profundamente en sus mejillas. Le miré expectante, suplicándole hacer algo. Él movió la cabeza, sus rizos moviéndose mientras se reía. Miré atentamente cómo se inclinaba, ahuecando sus manos alrededor del bicho. Con cuidado, Harry salió del baño, sin querer que eso escapara. Miré por la puerta, sin moverme de la seguridad de mi alto nivel. Dejé de verle cuando fue a la ventana de la habitación y tiraba al huésped no solicitado.
Él me sonrió cuando volvió a entrar.
"¿Se-se ha ido?"
"Si." Se rió.
"Gracias."
Suspiré con alivio cuando Harry agarró la botella que había tirado antes y la colocó a un lado. Se rió de mi. Harry estaba delante de mi y me incliné para besar su mejilla. Dejé escapar un jadeo cuando su brazo estuvo debajo de mis piernas, el otro sujetando mi espalda mientras me sujetaba como una novia.
"Mi héroe." Dije con entusiasmo.
"¿Qué harías sin mí?"
"Probablemente hubiera estado ahí mucho tiempo."
***
Estaba en la cocina desenvolviendo platos y vasos del envoltorio de burbujas y colocándolos en las estanterías. La estantería de arriba estaba lejos de mi alcance, así que me senté en la fría encimera colocándolas con cuidado. Giré mi cabeza para echar un vistazo a Harry llevando dos cajas, una encima de la otra mientras pasaba por delante de la puerta. Me reí viéndole dar un par de pasos hacia atrás y volviendo a mi vista. Sonrió, guiñándome un ojo antes de volver a su camino por el pasillo.
Pronto y después de que la cocina fuera desempaquetada, herví agua, teniendo que mirar en un par de armarios antes de recordar dónde había puesto las cucharillas.
Mis dedos agarraron dos tazas de té, caminando hasta el salón. Encontré a Harry sentado en el suelo, unos trozos de madera estaban desperdigados a su alrededor mientras mirada concentrado un trozo de papel que concebía, lo que parecían instrucciones. Su cabeza se movió hacia arriba y me vio caminar hacia él.
"Ten cuidado, está caliente." Le avisé, tendiéndole la bebida.
"Gracias."
Sopló el líquido antes de dar un sorbo y colocarlo en el suelo a su lado.
"¿Cómo vas?" Gesticulé al desastre.
"Bien."
Dejé escapar una risa, intentando taparla con mi mano mientras Harry me miraba.
"¿Qué?"
"Harry, tú y yo sabemos que odias hacer cosas como esta porque eres horrible."
"¡Puedo hacerlo!" Proclamó moviendo un destornillador en el aire.
Le vi intentar encajar un trozo de mueble un poco más antes de que bufara, tirando las instrucciones.
"¡Desisto!"
Caminé hacia él, agarrando su cara en mis manos y dándole un ligero beso en los labios. Agarré el destornillador de su mano, sentándome cuando él se levantó. Una risita se escapó de mi boca, dándome cuenta de que Harry había estado sujetando las instrucciones al revés. Justo antes de que saliera del salón llamé su nombre. Él se giró para mirarme.
"Cariño, puede que debas ir a ordenar los cojines de la cama en vez de esto."
Pensé que era bastante divertido; Harry, por la otra parte, no estaba divirtiéndose. Frunció el ceño y giró la cabeza a un lado.
"¿A que hora se supone que llega el edredón?"
"Umm, por la mañana." Contesté.
Se quedó pensativo un segundo.
"Les llamaré."
***
Mi estantería de libros empezó a tomar forma rápidamente mientras Harry llamaba a la gente de la cama.
"No, no, se supone que estaría hoy." Le oí protestar en el teléfono.
"Bueno, ¿qué vamos a hacer esta noche?"
Moví mi cara a la puerta. Harry apareció con el teléfono todavía en su oreja.
"Si, muchas gracias." Contestó sarcásticamente antes de colgar.
"El colchón no estará aquí hasta mañana por la mañana."
"¿Dónde vamos a dormir esta noche?" Pregunté.
"¿Qué sofá prefieres?" Contestó calmado con una pequeña sonrisa.
Dejé escapar un gruñido, no quería pasar la primera noche en nuestro nuevo apartamento en sofás separados.
***
Sabía que no tendríamos todo desempaquetado en un día pero por lo menos esperaba dormir acurrucada contra Harry. Suspiré, mirando al techo del salón, luego a Harry dormido, estirando en el otro sofá. Me hacía gracia que su cuerpo fuera demasiado largo para los asientos, tumbado boca arriba, sus pies apoyados en uno de los reposabrazos.
Aparté la manta, arremolinándola en mis pies. Me bajé del sofá y caminé hacia Harry. Mis pies pasaron sobre el suelo rápidamente
"Harry." Susurré, moviéndole suavemente.
Él gruñó intentando girarse.
"Harry."
Sus ojos se abrieron para verme de pie a su lado.
"¿Qué pasa?" Su ronca voz dijo.
"¿Puedo dormir contigo, por favor?" Sonreí.
"Claro."
Él apartó sus mantas, colocando sus manos en mis caderas. Me ayudó a pasar por encima de él al otro lado del sofá. Yo me retorcí, Harry volvió a colocar las mantas sobre nosotros. Estaba bastante apretada, pero lo prefería a dormir sola. Mi espalda se presionó firmemente contra su pecho mientras sus manos se envolvían alrededor de mi cintura.
"Buenas noches, Harry."
Él besó la parte superior de mi cabeza antes de murmurar algo que no pude descifrar. Su calor me tranquilizaba, mis ojos empezaron a cerrarse rápidamente mientras sentía su pecho subir y bajar.
***
Mis ojos se abrieron para encontrar un fuerte brazo envuelto en mi cintura. Sonreí, girándome en su agarre. Había olvidado que no estábamos tumbados en la cama, en vez de eso, los dos estábamos en el sofá. Maldije cuando Harry se cayó del asiento. Soltó un gruñido cuando su cuerpo chocó con el suelo con un golpe seco.
"Mierda, Harry, lo siento." Dije.
Rápidamente me asomé por el sofá para encontrar a Harry tumbado en su espalda. Me puse encima de él, una rodilla a cada lado de su cintura. Sus ojos estaban cerrados mientras se quejaba.
"¿Dónde te duele?"
Sus ojos verdes se encontraron con los míos cuando me incliné sobre él.
"Aquí." Dijo con la voz ronca.
Él elevó su codo y lo señaló con su dedo índice, haciendo un puchero. Besé su codo dañado antes de separarme.
"¿Dónde más?"
"Aquí."
Sus largos dedos se elevaron para tocar su hombro. Miró atentamente cómo me inclinaba, dejando un rastro de besos húmedos a través de su piel. Empecé a sospechar que no estaba tan dolorido como hacía parecer cuando sus dedos me guiaron a sus clavículas. Mordí la dura piel ligeramente, escuchándole suspirar. Harry no habló pero tocó sus labios con su dedo, inocentemente. Sonreí cuando puse un ligero beso en su boca.
"¿Y aquí?" Pregunté.
No esperé su respuesta antes de chupar la piel donde su mandíbula se unía a su cuello. Él murmuró cuando me moví por su cuello y a través de su pecho. Besé uno de sus pezones mirándole. Sus ojos estaban cerrados pero asintió.
"Ahí." Confirmó.
Sonreí antes de inclinar la cabeza otra vez y chupar su pezón. Un gemido vibró en su pecho. Mi mano serpenteó por su estómago hasta la cinturilla de sus pantalones de chándal. Sonreí cuando dejó escapar un gruñido gutural, mi pequeña mano le agarró a través del material.
"Mierda." Maldijo.
No pudimos terminar porque el timbre de la puerta sonó. Salí de encima de Harry, para su disgusto, y caminé hacia la ventana, apartando un poco la cortina.
"¡Si! Es el hombre de la cama."
Corrí por el pasillo con mi camiseta y shorts, Harry dijo mi nombre detrás de mi. Abrí el cerrojo de la puerta y la abrí, sonriendo al hombre del escalón.
"Buenos días."
Sus ojos bajaron de mi cara a mi pecho.
"Buenos días para ti también, amor."
"Eh." Una voz gruñó detrás de mi.
Harry caminó para colocarse detrás de mi, acercándome ligeramente detrás de él. Chascó los dedos en la cara del hombre en un intento de llamar su atención.
"La mirada en alto, colega."
La intimidación cubrió la cara del hombre cuando vio a Harry sin camiseta antes de sonreír.
"La habitación está al fondo del pasillo." Señaló Harry.
"Vale."
Harry agarró mi mano y me llevó al salón. Los dos hombres llevaron el colchón a la habitación. Harry se inclinó un poco y yo salté. Mis pechos se presionaron firmemente contra su espalda mientras él agarraba mis piernas, que estaban envueltos alrededor de su cintura. El segundo hombre asintió a Harry antes de pasar por la puerta principal. El primer hombre volvió mirando por encima del hombro de Harry a donde yo estaba. Me guiñó un ojo.
"¿Te das cuenta de que acabas de dejar el colchón en el que voy a colocarla y...?"
"Harry." Le corté abruptamente, sabiendo exactamente lo que iba a decir.
No pude evitar soltar una risita en la nuca de Harry mientras la sonrisa desaparecía al instante en la cara del hombre. Las manos de Harry apretaron ligeramente mis muslos. Él rápidamente caminó hacia la puerta sin decir nada.
"¡Adiós!" Dije desde la puerta mientras se metían en la furgoneta.
"¡Voy a llamar a tu jefe para quejarme!" Amenazó Harry antes de cerrar la puerta.
"Pajillero." Murmuró antes de posarme en el suelo.
"No es como si no hubiera pasado antes, Harry."
Me arrepentí tan pronto como las palabras dejaron mis labios. Me giré rápidamente intentando alejarme de él.
"No, no, no, no vas a ninguna parte."
Agarró mi brazo antes de acercarme a él.
"¿Qué quieres decir con 'no es como si no hubiera pasado antes'?" Preguntó.
"Bueno, ya sabes, cuando mis amigas y yo vamos de copas..." Dije lentamente.
Su cara expresó enfado mientras yo lo miraba.
"Harry, no te preocupes, mis chicas y yo sabemos defensa personal." Le pegué juguetonamente en el brazo para demostrárselo.
Él elevó sus cejas y una sonrisa se extendió en su cara.
"Bueno, hemos visto Miss Agente Especial suficientes veces para saber qué hacer. Y además, las chicas te miran todo el rato." Contraataqué.
"Que puedo decir, son los rizos." Sonrió.
"Bastardo engreído." Murmuré bajo mi aliento.
"¿Qué?" Sonrió, sabiendo claramente lo que había dicho.
"N-Nada."
"Voy a por ti." Amenazó juguetonamente.
Rápidamente me giré, corriendo por el pasillo hacia la habitación. Harry me pisaba los talones y me agarró y tiró a la cama. Sus manos viajaron a mi camiseta antes de que las apartara.
"Harry, todavía no podemos hacer nada. No hay sábanas."
"Vale." Bufó.
Estiró las brazos, aumentando el espacio entre nosotros mientras seguía encima de mi. Me revolví debajo de él, probando el colchón. Él se rió.
"Es bastante elástico." Sonrío.
"Ted, eso es bueno. Lo vamos a necesitar para lo que he planeado hacer después." Me guiñó un ojo mientras sonreía.
"Harry." Chillé juguetonamente antes de golpearle en el brazo.
***
Pasé un tiempo buscando entre los botes que había colocado en la encimera ayer, reorganizándolos. Di un paso hacia atrás admirando mi trabajo. Ahora estaban en grupos específicos, cuerpo cara y pelo. De todas maneras, probablemente no se quede así de organizado, Harry era bastante desordenado con las cosas del baño. Colgué la toalla en el enganche tras la puerta. Mis pies caminaron hasta el espejo, mis dedos pasaron a través de mi pelo intentando ordenarlo. Moví mi cabeza por su poca voluntad de cooperar. Giré mi mano, buscando el dobladillo de mi camiseta antes de que la puerta se abriera. Harry apareció, una sonrisa con hoyuelos en su cara.
"Voy a darme una ducha."
Él no contestó, metiéndose en el baño y cerrando la puerta. Mi cabeza se giró para mirarle cuando se acercó a mi. La cabeza de Harry se inclinó y capturó mis labios con los suyos. Grandes manos fueron colocadas en mis caderas y me acercó a él. Se apartó mientras su manos agarraban mi top.
Elevé mis brazos, la ropa fue quitada rápidamente y tirada sin cuidado en el suelo. Los ojos de Harry bajaron a mi pecho un segundo. Un jadeo se escapó de mi boca cuando ahuecó uno de mis pechos. Besó ligeramente la pálida piel del otro, antes de tomar el pezón en su boca. Mis dedos se enredaron en su pelo rizado, mis ojos se cerraron por su toque.
Harry movió sus dedos a la parte superior de mis shorts, bajándolos por mis piernas antes de que yo saliera de ellos. Mis manos viajaron por su pecho desnudo. Los músculos se tensaron cuando me acerqué más a la parte superior de sus pantalones. Sentí su cálido aliento en mi hombro, su cabeza se inclinó cuando pasé mi pulgar sobre el pequeño rastro de vello de su ombligo.
"Por favor." Susurró Harry.
Me reí por su desesperación. Él no esperó por mi, Harry se bajó los pantalones, dándoles una patada. La distancia entre nosotros fue cerrada rápidamente; las manos de Harry se deslizaron por mi espalda, forzándome contra él. Dejé escapar un silencioso gemido cuando nuestros pechos desnudos se presionaron juntos. Él movió mi cabeza a un lado, sus labios tocando mi cuello mientras daba besos húmedos contra la piel.
"H-Harry." Balbuceé.
Mi mano se apartó entre nosotros, finalmente encontrando el manillar de la puerta de la ducha. La abrí antes de que mis dedos revolotearan en los bóxers de Harry. Él se separó de mi cuello. Nuestros ojos se encontraron cuando quité lentamente la última pieza de ropa de su cuerpo. Mi mano se envolvió a su alrededor, moviéndose gentilmente arriba y abajo. Sus labios se separaron, dejando salir un gruñido.
"Mierda."
Moví mi pulgar sobre su punta antes de que su gran mano agarrara con urgencia mi muñeca.
"No, por favor." Suplicó mientras apartaba mi toque.
Mi ropa interior fue bajada suavemente por mis piernas. Harry me guió de espaldas en la ducha antes de cerrar la puerta entre nosotros. El agua caía, nuestros cuerpo empezaron a mojarse rápidamente. Mi pelo se pegó a mi espalda mientras mis dedos apartaban los rizos mojados de Harry de su frente. Vi atentamente como las pequeñas gotas hacían rastros en su cuello, antes de caer por su fuerte pecho hacia las líneas de su estómago. Él me miró cuando me incliné hacia delante, mis dientes mordieron la piel de sus clavículas. Si pecho subió rápidamente antes de que me separara lentamente. Me ofreció una sonrisa adorable, la cabeza de Harry se inclinó hacia la mía. El beso era caluroso, sus manos vagando por mi parte delantera.
Jadeé contra sus labios cuando sus dedos tocaron con cuidado ahí. Mi boca dejó la suya para echarse hacia atrás. No pude evitar soltar un gimoteo mientras el pulgar de Harry rozaba mi punto más sensible. Mis húmedas pestañas se batieron cuando metió un dedo dentro de mi. Tuve que agarrarme a sus hombros mientras él lentamente lo metía y sacaba. Mi respiración dejó mi cuerpo con jadeos mientras el agua seguía cayendo sobre nosotros.
"Eres preciosa." Susurró en mi oído.
Harry retiró su toque segundos después, decidiendo que estaba lista. Mi espalda se presionó en la fría pared de azulejos. Jadeé por el cambio de temperatura. Mirando hacia arriba, vi los labios de Harry convertirse en una sonrisa, una profunda risita sonando en el pequeño espacio. Le devolví la sonrisa antes de besarle.
"Te quiero."
"Yo también te quiero."
Su punta rozó contra mí, los ojos se Harry mantuvieron el contacto mientras empujaba cuidadosamente. Mis ojos se cerraron cuando agarró mi muslo en su gran mano, atrayéndola alrededor de su cintura. Gimoteé, las caderas de Harry empujando más profundo hasta que estuvieron presionadas contra las mías. Nos quedamos así un segundo mientras Harry esperaba a que me ajustara. Sus labios dejaron besos por mi piel en un intento de relajarme.
Mis brazos se movieron hacia arriba así que pude envolverle alrededor de su cuello. Él elevó mi otra pierna a su cintura antes de sacarla un poco y volverla a meter lentamente. Su cuerpo se presionó contra el mío, manteniéndome contra la pared.
Mi cabeza cayó hacia delante en su hombro mientras continuaba sus profundos movimientos. Harry gruñó roncamente cuando mordí su cuello. Los dientes trazándose a través de la mojada piel, dejando una marca inconfundible. Mis uñas se hundieron en su espalda, urgentemente queriendo tenerle más cerca.
"Ted." Jadeó sin aliento.
Eché mi cabeza hacia atrás antes de que Harry presionara desesperadamente su boca contra la mía. Su lengua pasó por mi labio inferior, le di acceso mientras exploraba mi boca. Nuestros cuerpos mojados se movieron juntos, el agua cayendo entre nosotros. Moví mis caderas hacia delante para encontrarse con las de Harry. Su boca se apartó de la mía cuando soltó un profundo gemido.
Mantuve su mirada, mi mano derecha apartando el pelo de su frente una vez más antes de que Harry me diera un, particularmente profundo empellón. Se rió ya que la acción hizo que agarrara sus rizos en un puño. Cómo podía ser tan sexy pero tan adorable a la vez.
"Oh Dios."
La boca de Harry hizo contacto con mi hombro, chupando la piel. Me retorcí, estaba claro que iba a dejar marca. En vez de calmar la roja piel con su lengua, se retiró, dejando que el agua caliente pasara por el trozo dolorido. Sus dedos presionaron mis muslos, un jadeo salió de mis labios.
"Harry." Gimoteé.
Él sabía que estaba llegando rápidamente. Sus manos se deslizaron entre nosotros, rozando con su pulgar mi clítoris. Jadeé, los ojos de Harry no dejaron los míos mientras me miraba luchar por respirar. Él continuó moviendo sus caderas, mis talones presionando su trasero, haciendo que sonriera.
Agarré su nuca, forzando sus labios contra los míos mientras el intensa sensación se extendía a través de mi cuerpo. Olas de placer surgieron, enviando cosquilleos por mi piel. Mis músculos se tensaron a su alrededor y fue cuestión de segundos hasta que fue forzado al límite.
Un elevado número de blasfemias salieron de sus labios mientras apretaba los ojos. Le sentí liberarse dentro de mí, su cálida respiración chocando contra mi húmeda piel. Mis dedos rozaron sus mejillas cuando abrió los ojos. Harry acercó su cara a la mía y yo me reí cuando rozó su nariz contra la mía. Una sonrisa con hoyuelos se extendió en su cara, sus labios presionando mi boca por un beso final antes de que saliera lentamente.
Me deslicé por su cuerpo mojado hasta que mis pies hicieron contacto con el suelo de la ducha. Harry agarró mis manos en las suyas, acercándome.
"Eres preciosa." Susurró.
***
Terminados me ducharnos bajo el agua caliente antes de apagar la ducha. Él me pasó la toalla que había colgado antes y yo la envolví alrededor de mi cuerpo. Me giré para ver a Harry hacer lo mismo con la suya pero alrededor de su cintura. Me guiñó un ojo antes de abrir la puerta de la ducha, dejando que el vaho saliera. Salí y caminé hasta las cajoneras para agarrar ropa interior. Harry me giró, besando mi mejilla.
"Mira."
Rápidamente me di cuenta de lo que estaba hablando. Había hecho la cama. Me reí cuando me di cuenta de que los cojines habían sido organizados ordenadamente en la parte superior. Lo tuvo que haber hecho mientras yo estaba ordenado el baño. Harry, juguetonamente chocó contra mi cadera mientras me miraba con una sonrisa pícara.
"¿Sabes? Todavía tenemos que probar el colchón." Dijo sugerente.
Chillé, riéndome cuando Harry agarró mis caderas antes de colocarme en la cama y colocarse encima de mi.
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