Mermelada
"¿Dónde está?" Preguntó Harry excitado.
Mi hermana se rió cuando el pasó por delante mi a través de la puerta principal. En cuestión de segundos, había desaparecido en el salón.
"No te preocupes cariño. Yo llevo las bolsas." Dije detrás de él, moviendo la cabeza.
Chloe sonrió, acercándome en un abrazo. Su pelo rubio hizo cosquillas en mi mejilla cuando me apretó.
"Muchas gracias por hacer esto, de veras necesitábamos un descanso." Sonrió.
"Sin problema, hermana. Harry estaba tan emocionado por ser niñero que casi conduce sin mi esta mañana."
Ella seguía riendo cuando agarramos las bolsas del portal y las colocamos en el hall. Chloe agarró mi mano y me llevó al salón. Mi mirada confusa se encontró con la de Craig mientras él se reia. Seguí su línea de visión a donde Harry estaba tumbado en el suelo. Sus manos sujetaban a la pequeña Eve mientras ella se sentaba en su pecho, intentando tocar sus hoyuelos.
"¿Todo bien, Ted?" Dijo Craig.
"Nada mal, ¿estás deseando tener un fin de semana libre?"
"¡Definitivamente!" Sonrió antes de que su mirada cayera en Chloe.
Me sentí levemente avergonzada, sabiendo exactamente cómo estarían pasando su fin de semana. Mi atención volvió a Harry que estaba ocupado haciendo caras gracionas para divertir al bebé sentado encima de él. Los chicos se quedaron en el salón mientras mi hermana me llevaba a la cocina.
"Estos son los números de emergencia, el hotel, el del médico y tienes nuestros móviles."
Asentí mientras ella seguía hablando.
"Todas las cosas de Eve están en su habitación, pañales, juguetes... la comida está en la nevera, tomar lo que queraís. Si hay algo más solo llamarnos. ¿Me he olvidado de algo?" Dijo rápidamente.
Desde que tuvo el bebé, el instinto maternal de mi hermana se había disparado. Su pequeña niña lo significaba todo para ellos. Y ella y Craig confiaban en Harry y en mí para cuidarla mientras tenían un merecido fin de semana fuera. Mi hermana parecía un poco acalorada mientras escaneaba la habitación para algo más sobre lo que informarme. Agarré sus manos.
"Chloe todo va a estar bien. Ve y disfruta un par de días." Sonreí.
"Tienes razón, tienes razón." Repitió.
"Harry y yo lo tenemos controlado." Apreté sus manos.
La llevé fuera de la cocina donde Craig estaba esperando en el pasillo con sus bolsas. Harry estaba de pie sujetando a Eve en la puerta del salón. Uno de sus pequeños brazos alrededor de su cuello, sus dedos jugando con los rizos de su nuca. Seguimos a mi hermana y a su marido a la puerta principal.
"Se buena con Ted y Harry." Dijo Chloe, sus labios conectando con su mejilla.
Craig besó los pequeños rizos rubios en la cabeza de su bebé. Ella se rió, apartándose en el hombro de Harry. Los vimos meter las bolsas en el maletero antes de entrar en el coche.
"Mermelada, despídete de mamá y papá." Alentó Harry.
Su pequeña mano copió nuestro gesto mientras ellos conducían por la carretera. Harry había puesto un mote cariñoso a Eve, Mermelada. Fue el resultado de que su cara y manos estuvieran constantemente pegajosas. Ella nunca se mantenía limpia. Cuando el vehículo despareció, entramos, Harry jugaba con Eve en el salón mientras yo luchaba por llevar nuestras bolsas a la habitación de invitados.
Cuando volví al salón estaban sentados en el suelo. Solo había estado lejos unos minutos pero ya había juguetes esparcidos sobre la, una vez ordenada, alfombra.
"Harry." Mis ojos se abrieron por el desastre.
"Espera, espera." Dijo, callándome con sus dedos.
Fruncí el ceño, caminando cerca y sentándome en el borde del sofá.
"¿Qué pas.."
"Va a decir Harry." Dijo excitado antes de girarse hacia el bebé que había apoyado contra cojines.
"Vamos Mermelada. ¿Cuál es mi nombre?... Harry." Sonrió.
Su cara giró un poco mientras apretaba su osito.
"Ri, ri, ri, ri." Repitió.
Él se giró hacia mi, con una leve decepción en sus labios. Me reí, moviendo sus oscuros rizos. Me incliné para besar su mejilla. Una sonrisa se extendió en mi cara cuando me di cuenta de lo que estaba intentando decir. Harry observó cómo me senté con ellos, haciéndome un hueco entre los juguetes. Con cuidado, eleve al bebé para que se sentara en mi regazo. Su pequeña mano se agarró alrededor de mi dedo índice cuando señalé a Harry.
"Rizos." Susurré.
Ella se rió contenta, aplaudiendo antes de buscar a 'Rizos'. Él sonrió, mostrando sus profundos hoyuelos a las dos. Sus grandes manos sujetador al bebé mientras sonreía, tumbándose en la alfombra con Eve en su pecho. Les dejé jugando mientras ella tiraba del pelo de Harry.
***
"¡Teddy!" Harry sonaba un poco desesperado.
"¿Qué pasa?" Pregunté.
Cerré la puerta de la nevera tras fisgonear algo para comer.
"Te necesito, ahora mismo." Contestó desde el salón.
Sonreí por su elección de palabras, riéndome por el tono sugiriente. Pero cuando entré en el salón, me di cuenta pronto de su desesperación. Estaba de pie sujetando a Eve a distancia, su pecho hacia mí mientras seguía riéndose. La nariz de Harry estaba arrugada.
"Mermelada huele mal." Dijo Harry.
"Bueno, puede que debas cambiarla." Sugerí.
"No, no, yo la cambié la última vez." Puso pucheros, negando furiosamente con la cabeza.
"Si, una vez, comparado con las muchas que yo tuve que hacerlo." Contesté.
Harry cuidadosamente, la colocó en el sofá. Ella se recostó contra los cojines, uno de sus juguetes en su boca mientras nos miraba interactuar con diversión. Estábamos de pie delante de ella mirando hacia abajo, su risa de bebé llenó el aire. La miramos un segundo antes de que Harry hablara.
"¿Piedra, papel o tijera?" Sugirió Harry con esperanza.
"Vamos."
Acepté su reto mientras nos poníamos cara a cara, una muy notable diferencia de altura entre nosotros. Colocando nuestros puños en nuestra palma, miré a Harry.
"1, 2, 3." Conté, golpeando nuestras palmas mientras los números ascendían.
"¡Siiiiiiii!" Elevé mi puño en el aire, mi elección de piedra ganando a las tijeras de Harry.
Él parecía un poco derrotado, echando su cabeza hacia atrás.
"Oh, no me jo..." Empezó Harry pero rápidamente cubrí su boca con mi mano, sabiendo exactamente la palabrota que se le iba a escapar.
Rápidamente miré a Eve que seguía observando con su oso. Sus pequeñas manos aplaudieron mientras se reía, encontrando la situación obviamente humorística. Mi mano cayó de la boca de Harry mirándolo en plan 'vigila lo que dices, hay un bebé en la habitación'.
"Lo siento." Murmuró. "¿Al mejor de tres?" Sugirió con una sonrisa pícara.
"Vale." Bufé.
Repetimos nuestras acciones, solo que esta vez cambió su elección.
"Mierda." Gruñí.
Harry se irguió orgulloso, su papel cubriendo mi piedra. Aparté su mano mientras él se reía.
"Todo o nada, Styles." Amenacé juguetonamente.
Observé mientras Harry estiraba su cuerpo dramáticamente como se se estuviera preparando para correr las Olimpiadas. No pude evitar reirme, pegándole ligeramente en el brazo para que parara. Hasta Eve estaba callada mientras respirábamos profundamente antes de empezar el tenso juego. Es como si ella supiera que estábamos en medio de una competición. El perdedor tenía que cambiar su pañal.
"¡Campeona!" Grité, tras derrotar a Harry con mis tijeras.
"Oh, vamos." Bufó.
Un segundo después el teléfono empezó a sonar. Mis ojos se movieron a la cara de Harry, su mirada en mis ojos antes de girarse hacia el teléfono. Instantánemanete sabía que intentaría contestar la llamada en vez de cambiar el pañal.
"Lo tengo." Empezó a correr hacia el sonido justo afuera de la puerta del salón.
No dudé en saltar sobre su espalda en un intento por agarrarle. Mis brazos se envolvieron alrededor de su cuello, intentando deternerle pero él se seguía moviendo.
"Harry, no." Me quejé, todavía en su espalda.
Su gran mano agarró el teléfono pero no tuvo tiempo de apretar el botón de descolgar cuando me incliné hacia delante. Mis dedos quitaron el dispositivo de su agarre antes de que contestara.
"H-hola." Mi voz tembló ligeramente mientras Harry intentaba conseguir el teléfono de nuevo.
"Ted." Suplicó.
Mi cuerpo se deslizó del suyo hacia el suelo. Me aparté mientras él se movía hacia mi, sujetando mi mano derrotado.
"Harry, estoy al teléfono." Le miré con suficiencia.
Él entrecerró sus ojos, con sus cejas juntándose. Mi mano tapó el teléfono antes de decir.
"Eve te está esperando." Me reí, señalando a la puerta.
Seguí a Harry al salón. El cambiador estaba enrollado antes de que él cogiera a Eve que se seguía riendo y la colocó en el suelo.
"¿Cómo va todo?" Preguntó mi hermana por el teléfono.
"Todo va genial. Umm, Harry está cambiando a Eve ahora." Saqué mi lengua hacia él y él giró su cabeza para mirarme.
"Genial, cogiendo práctica para cuando tengaís vuestros propios niños."
Tosí por su frase, a lo que ella se rió. Harry me miró confundido antes de que negara con la cabeza murmurando 'nada'.
"Bueno, me alegro de que tod... Craig para, estoy al teléfono." Se rió mi hermana.
"Ugh, eso es asqueroso." Contesté.
"Oh, es adecuado que nosotros os oigamos a ti y a Harry en la habitación al lado cuando estuvimos de vacaciones aquella vez pero esto te da asco." Se rió.
"Tienes razón." Contesté.
***
Nos habíamos quedado en la casa el resto del día. La lluvia chocando contra la ventana nos había forzado a quedarnos dentro. Habíamos comido uno de los platos que mi hermana había dejado en el frigorífico para el fin de semana. Ahora era por la tarde. Eve había hecho honor a su mote; me sorprendía que hubiera entrado algo de comida en su boca, la mayoría estaba alrededor de su cara y sus manos. Tuve la maravillosa labor de limpiarla.
Contenta, froté mi barriga, satisfecha con la cocina de mi hermana. Mis ojos encontraron a Harry mientras caminaba con Eve al lado más alejado de la habitación.
"Mermelada, ¿qué quieres ver?" Preguntó.
Él la colocó en frente de la fila de DVDs bajo la televisión. Sus dedos pasaron por las tapas de colores brillantes. Harry se agachó a su lado, seleccionando el que Eve estaba intentando agarrar en sus pequeñas manos.
"¿Este?" La miró.
Ella abrió su boca, extendiendo sus brazos para que Harry la sujetara.
"¿En serio?" Harry se quejó, su cara arrugándose por la película elegida.
Él me miró, pero me encojí de hombros. Tenía la sensación de que estaba esperando que eligiera una película de acción. No se por qué, probablemente pensara que era una fan entusiasta de Bruce Willis, conociendo a Harry.
Colocó el DVD en el reproductor y Harry caminó de nuevo al sofá donde Eve y yo ya estábamos sentadas. Ella se sentó en el medio mientras empezaba la película, sus manos aplaudiendo con emoción.
***
Nunca había visto algo tan extraño en toda mi vida. Y viendo a Harry tuve la sensación de que estábamos pensando lo mismo. No había ningún argumento más que muchas canciones. En mis ojos, unos cuantos personajes tenían un aspecto amenazante. Agradecí que tenía a Harry para protegerme si uno de ellos salía del armario por la noche.
"En serio, ¿es esto lo que ven los niños ahora?" Harry me susurró.
Soportamos unos cuantos dolorosos minutos más antes de que Harry girara su cabeza hacia la mía otra vez, susurrando 'Es un montón de mierda'. Me reí, amortiguando mi estallido con mi mano.
"No puedo ver esto más." Gruñó, levantándose del sofá.
Las manos de Eve se extendieron desesperada por el calor de Harry. Él se inclinó, parando el DVD y sacándolo. Mis ojos se abrieron cuando oi la respiración de Eve cambiar levemente. Sabía exactamente qué iba a ocurrir. Sus ojos empezaron a humedecerse antes de que llorara como protesta, grandes lágrimas rodaban por sus mejillas. Harry se giró inmediatamente. Yo la agarré, sus pequeñas manos agarraron mi camiseta mientras gimoteaba.
"No, no, Mermelada. No llores, bebé." Suplicó Harry. "Podemos ver otra cosa, pero por favor, esto no."
Ella le ignoró mientras yo acariciaba su espalda, intentando calmarla. Elevé mis cejas hacia Harry.
"¿Mi villano favorito?" Sugirió Harry.
El lloro de Eve fue más fuerte. Le miré, negando con fuerza la cabeza. Él rápidamente volvió a buscar otra película.
"¿Los increíbles?"
Me quejé cuando sus pequeñas manos apretaron mi camiseta en un puño, pellizcando mi piel.
"No, no, no." Dije rápidamente, deseserada por apartar sus dedos de mi.
"¿Y..." Los dedos de Harry pasaron rápidamente por las carcasas. "umm, 'Buscando a Nemo'?"
Con cuidado, limpié las mejillas de Eve de las lágrimas mientras ella tenía hipo. Ella paró de llorar casi al instante. La miré sorprendida. Puede que fuera más lista de lo que pensáramos. Cuando no hubo signos de desacuerdo, miré a Harry.
"Esa. Esa. Rápido, ponla." Le urgí.
Harry agarró la carcasa, abriéndola y colocando el disco en el reproductor. Pronto volvimos a nuestra posición previa en el sofá. Eve estaba tranquilamente sentada entre nosotros mientras jugaba con una de mis pulseras. Cuando pasamos los anuncios, empezó la película. Mis ojos se movieron a una mata de pelo rizado. La cabeza de Harry se giró hacia mi, sintiendo mi mirada en él. Cuando sentí las yemas de sus dedos rozando con cuidado en mi mejilla, sabía que se acordaba. La tarde que habíamos visto esta peli en su viejo apartamento. Fue esa noche cuando hicimos el amor por primera vez.
El toque de Harry bajó a mi cuello mientras sonreía con timidez, trazando cuidadosamente patrones en mi piel descubierta una vez que apartó la tela sobre mi hombro.
"Te quiero." Murmuró, consciente de que la televisión estaba encendida.
Iba a inclinarse para besar mi mejilla cuando Eve decidió que era un buen momento para saltar en su regazo. Una profunda risa hizo eco en la habitación cuando intentó cerrar su boca alrededor del pulgar de Harry. Me reí, observando como intentaba colocar al bebé.
"Mermelada." Se rió Harry.
Cuando consiguió que la niña se sentara tranquilanete sujetando el dedo índice de Harry, su atención se puso en la pantalla de la televisión. Descansó la cabeza en su estómago, cómoda con las subidas y bajadas uniformes del torso de Harry. Yo me moví más cerca de ellos. El brazo libre de Harry se colocó alrededor de mi hombro, acercándome a su lado.
Poco tiempo después decidí poner a Eve a dormir. Ella se había movido en el torso de Harry, su cara presionada contra su estómago mientras él acariciaba con cuidado su espalda. Me reí cuando la aparté de él, su boca había dejado una mancha de saliva en su camiseta. La cabeza de Eve descansaba contra mi hombro, todavía dormida. Pero me detuve cuando vi a Harry todavía sentado en el sofá. Una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios mientras nos miraba con afecto, pero había algo más escondido en su mirada.
"¿Q-qué?" Sonreí con timidez, mis mejillas ruborizándose levemente.
Sus rizos se apartaron de su frente cuando negó con la cabeza, la curva de sus labios todavía elevaba. Pero sus ojo seguían manteniendo la misma emoción cuando me vio salir por la puerta con Eve dormida.
"Eh...umm.. vale." Tartamudeé.
Rápidamente salí antes de que Harry pudiera decir nada. Nunca le había visto mirarme así antes y el sentimiento causó un extraño calor a través de mi cuerpo. Mi boca se curvó con una tímida sonrisa que no pude evitar.
***
Había llevado mi pijama conmigo al baño mientras Harry cuidaba de Eve. Me cambié antes de buscar mi cepillo de dientes que estaba al lado del de Harry. El cepillo colgaba de mi boca mientras ataba mi pelo lejos de mi cara cuando él entró. Me sonrió con el pecho desnudo, pantalones de chándal tentativamente bajos. Juguetonamente, chocó su cadera con la mía mientras nos lavábamos los dientes juntos.
"Necesito usar el baño." Dije.
Había terminado con mi cepillo, colocándolo a un lado.
"Vale." Harry parecía un poco confundido, la pasta caía por la comisura de su boca.
No hizo ningún esfuerzo por moverse mientras le miraba.
"Bueno, quédate fuera entonces." Me quejé.
"Ted, ya lo he visto todo." Se rió, escupiendo en el lavabo antes de seguir con sus dientes.
"No quiero que me veas hacer pis." Me quejé, un evidente sonrojo en mis mejillas.
Él parecía auténticamente confundido, su cejas se juntaban mientras me miraba. Yo junté mis piernas para mostrar mi urgencia.
"Tú me has visto hacer pis." Me informó.
"Eso es porque eres un chico y eres asqueroso... y no fue mi elección." Dije rápidamente.
Sabía que Harry recordaba el incidente con las esposas cuando una sonrisa se formó rápidamente en su cara. Había sido al comienzo de nuestra relación y solo había visto a sus amigos un par de veces. Esa tarde en particular, los chicos, Louis principalmente, pensaron que era una buena idea 'probar los límites' de nuestra relación como él lo dice. Harry y yo fuimos forzados a estar juntos por nuestras muñecas, lo que todo el mundo encontró divertido. Ni siquiera quería imaginarme de dónde había sacado Louis las esposas y mucho menos para qué las usaba. Pero como media hora después, Harry se arrepintió rápidamente de las dos Coronas que se había bajado. Terminamos en el baño de abajo juntos, la situación un poco rara para maniobrar por la anormal falta de espacio. El baño estaba hecho para una persona. Mi espalda estaba pegada a la pared, teniendo que negociar con un segundo cuerpo en un acto humano necesario que solo requería una persona. Había visto demasiado para una pareja que estaba empezando una relación y cuando Harry preguntó si necesitaba usar el servicio me negué hasta que Louis descubrió milagrosamente el lugar donde había 'perdido' la llave.
Mis recuerdos fueron rotos por la risa ronca de Harry. Mis manos empujaron su pecho, caminando hacia delante mientras él tropezaba hacia la puerta. Le hice esperar fuera hasta que hubiera acabado en el baño, permitiéndole entrar. Mis manos se apoyaron el el lavabo y me subí mientras veía como Harry se enjuagaba y se lavaba la cara. No pude evitar reirme cuando hizo gárgaras antes de escupir al lavabo. Sus manos se colocaron en mis muslos cuando se colocó entre mis piernas, sonriéndome con picardía. Suavemente, besó mis labios, su aliento era refrescante y mentolado. Arrugué la nariz cuando se rozó dulcemente la suya contra la mía.
"Vamos a la cama Ted." Sonrió.
Fui elevada del lavabo, Harry entrelazó nuestros dedos. Mientras caminábamos juntos por el tenue pasillo, deslicé mi otra mano alrededor del bíceps de Harry, mis dedos presionando en su cálida piel. Nada más llegar a la habitación de invitados, Harry encendió la luz. Le solté, corriendo hasta un lado de la cama y subiéndome a ella. Él sonrió ampliamente desde la puerta cuando asentí, indicándole que estaba lista para que apagara la luz. La habitación se envolivó en la oscuridad, forzándome a meterme más en las mantas.
"¿Harry?"
No hubo respuesta.
"Harry, no es gracioso." Empecé a desesperarme un poco.
Unos cuantos segundos después, solté un chillido, su peso se presionado contra mí contra saltó encima mío.
"Idiota."
Le pegué en el brazo, intentarlo apartarlo de mí. Su ronca risa hizo eco en la habitación, ganándose otro golpe mío.
"¿Por qué tienes que hacer siempre eso?" Bufé.
"Porque es divertido."
Sentí su cálido asiento en mi piel, su cuerpo ahora cubría el mio. El tenue contorno de su cara se acercó más mientras besaba la punta de mi nariz. Mi mano se alzó y agarré su nuca, acercándole una vez más. Presioné mis labios con fuerza contra los suyos. Harry me besó de vuelta con avaricia, un pequeó gruñido se liberó de su garganta. Agarré su labio inferior entre mis dientes. El gemido que emitió, esta vez más alto, cuando tiraba con cuidado. Una vez supe que estaba completamente cachondo, agarré sus hombros, apartándolo de mi.
"Teddy." Suplicó.
Estaba claramente confundido cuando giré sobre mi lado lejos de él. Sentí la gran mano de Harry en mi brazo intentando que me volviera a girar, pero me negué.
"Eso te enseñará." Me reí.
Le oi maldecir antes de caer en la colcha derrotado. Siguió murmurando mientras se movío, girándose en las mantas a mi lado. Mi espalda estaba presionada firmemente contra el pecho de Harry mientras él colocaba un brazo alrededor de mi cintura, acercándome más. Sus piernas se entrelazaron con las mias y sentí calientes chorros de aire contra mi cuello.
"Eso no fue justo."
Me reí antes de cerrar mis ojos, todavía con una ligera sonrisa en mis labios.
***
Sentí la cama moverse pero en mi estado adormecido no pensé en ello. Perezosamente me giré esperando encontrar a Harry. Pero no estaba ahí. Mis ojos se abrieron en la oscura habitación mientras me movía y miraba el reloj brillante.
"3:12"
Fruncí mi ceño preguntándome por qué se había levantado. Eso fue hasta que oi su ronca voz. Me confundió un segundo, todavía sin estar completamente consciente de mi alrededor antes de que mi mano alcanzara el monitor de bebé en la mesita de noche.
"Isn't she lovely, isn't she wonderful..."
Sonreí, apartando las mantas y sacando mis piernas de la cama. Mis pies descalzos caminaron por la alfombra y el pasillo. La puerta de Eve estaba abierta. Me apoyé contra el marco, observando la vista delante de mi. La luz de su mesita de noche iluminaba tenuemente la habitación. Harry sujetaba gentilmente a Eve contra su pecho desnudo. Sus pequeñas manos agarraban el colgante de plata de su cuello. No pude evitar sonreir mientras le escuchaba cantar mientras la acunaba con cuidado. Eran adorables, el pelo rizado de Harry caía sobre sus ojos mientras besaba ligeramente su cabeza. Eso fue cuando me vio en el marco de la puerta.
"Hey." Susurró.
Sonreí antes de avanzar. Mis dedos apartaron los tirabuzones de su frente.
"Estaba llorando y no quería desperate."
"Parece que estás haciendo un trabajo bastante bueno." Bostecé.
Los ojos de Eve estaban ahora cerrados, su cabeza descansaba en el pecho de Harry. Él la movió hasta la cuna, tumbándola. Me reí en silencio observando como soltaba sus pequeños dedos de su colgante, antes de dejarla. Mis pies caminaron hacia delante, mi cuerpo quedándose a un lado de Harry antes de envolver mis brazos en su cintura. Él me sonrió, moviendo su fuerte brazo alrededor de mi espalda. Me incliné hacia delante mientras besaba suavemente su mejilla. Vimos a Eve dormir unos minutos antes de que Harry agarrara mi mano y me llevara a la habitación.
***
"¿Harry?"
Me giré para verle tumbado boca arriba. Eve estaba estirada en su pecho desnudo, una de sus grandes manos descansaba en su espalda. Los ojos de Harry estaban cerrados, pero me asintió. La luz de la mañana atravesaba la ventana, brillando contra sus suaves rizos.
"Mhmmm, sigo escuchando." Me aseguró.
Me giré hacia el espejo mientras seguía sugiriendo qué hacer durante el día mientras me vestía e intentaba domar mis grandes rizos.
"¿Qué crees?" Pregunté, esperando que le gustaba mi idea del parque.
El único sonido que oí fueron los balbuceos de bebé de Eve. Mi atención siguió al sonido. Me moví más cerca de la cama, la respiración de Harry se había ralentizado. Una sonrisa se formó en mis labios mientras le miraba dormir, obviamente cansado de la noche anterior. Eve se escurrió de su mano mientras caminaba por su pecho. Sus manos encontraron los rizos de Harry. Sus pequeños dedos jugaron con ellos mientras reía.
Todavía con sus ojos cerrados, los labios de Harry se curvaron en una sonrisa. El chillido contento de Eve llenó la habitación mientras sus dedos tocaban el hoyuelo que estaba profundamente situado en la mejilla de Harry.
***
No me había dado cuenta al principio pero cada vez que llevaba la cuchara cerca de la boca de Eve, la mía se abría. Subconscientemente, probablemente estaba intentando alentarla. Su cabeza se giraba continuamente mientras yo intentaba alimentarla desesperadamente. Los sonidos de queja salían de su boca. Para ser sincera, no no estaría tentada por la papilla que acababa de agarrar del bote. Podía entender su resistencia.
"Eve, vamos." Pedí. "Vamos a ir al parque cuando acabes. Quieres ir al parque, ¿no?" Pregunté con esperanza.
Sus pequeñas manos chocaron contra la mesa de su atril. Cerré mis ojos cuando la comida de bebé voló por todos lados. Cuando volví a mirar a la niña, estaba rompiendo en risas. Posé la cuchara, quitando la horrible papilla naranja de mi mejilla. Mirando hacia abajo, mi camisa roja estaba cubierta. Fue ese el segundo en el que Harry decidió aparecer, duchado y cambiado.
Su risa profunda se unió a la de Eve.
"Cállate Styles." Elevé mi mano. "Ahora tienes la labor de alimentar al bebé."
Rápidamente me levante de la silla. Bufé cuanso él se apartó rápidamente de mi, con cuidado de no arruinar su ropa con lo que estaba encima de mi.
Mis dedos desabrocharon mi camisa mientras iba a la habitación de invitados, sacándola por los hombros. Me había puesto una camiseta cuando oi un ruido en la cocina.
"¡Mermelada nooooo!" Se quejó Harry.
Su queja fue seguida por la risa de Eve de nuevo. No tuve que imaginar el estado en el que estaba. Sus pasos subieron las escaleras antes de que la puerta de la habitación se abriera. Harry entró enfadado, con Eve sujeta en sus manos a un brazo de distancia.
"¿Te llenó a ti también?" Pregunté con suficiencia. "No es tan divertido ahora, ¿no rizitos?"
Él me ignoró, tumbando a Eve en la cama mientras se quitaba la camiseta y tirándola encima de mi camisa arruinada minutos antes.
"Oh Jesús. Está en mis vaqueros tambén." Gruñó Harry.
Su hebilla sonó mientras se quitaba los pantalones, encontrando rápidamente sus pantalones azules y poniéndoselos. Miré a Eve que estaba riendo de felicidad sobre la manta, feliz sujetando el osito que apenas dejaba fuera de vista. Harry hurgó en su bolsa, intentando buscar una camiseta limpia. Caminé detrás de él, mis brazos envolviéndose alrededor de su cintura. Estaba caliente. Mis labios se presionaron con su espalda morena, los músculos se contorneaban bajo su piel.
"Mmm." Murmuró con apreciación.
Juguetonamete le apreté antes de que Harry se moviera, forzándome a soltarle para que pudiera girarse. Él me sonrió, su nariz se rozó dulcemente contra la mia.
"Te quiero." Susurró mi voz.
Brillantes ojos verdes se iluminaron, sus labios rellenos dejaron besos aleatoriamente sobre mi cara mientras me reía. Le acerqué para un abrazo, sus manos cayeron a la parte baja de mi espalda hasta que descansaron sobre mi trasero. No pude evitar el chillido que escapó de mis labios cuando pellizcó mi trasero.
"Harry."
Mi mano le apartó mientras se reía profundamente.
***
Con cuidado, subí a Eve en su cochecito.
"Vamos al parque." Sonreí a Eve. "¿Puedes decir 'parque'?"
La miré atentamente, pero su única respuesta fue una risa que escapó de la comisura de su boca. Quité la baba con una toallita. La lengua de Eve salió mientras intentaba lamerla.
"Esto no es para comer." Me reí, haciéndole cosquillas.
"¿Estás lista para irnos?" Preguntó Harry detrás de mi.
Me giré para mirarle. Estaba vestido con pantalones cortos, converse y una camiseta azul simple. Un par de gafas de sol colgaban del cuello de la camiseta. Era guapísimo. Todavía no me podía creer que estaba prometida con el chico alto y con rizos delante de mi. No podía imaginar mi vida sin él. A riesgo de parecer una tonta enamorada, admitiría felizmente que Harry me completaba. El pensamiento de no tenerle conmigo traía un dolor indescriptible a mi pecho. Era el único.
Una risa pícara se formó en su boca cuando se dio cuenta de que estaba juguetenando con el anillo de mi mano izquierda. La elevó a su mano, besando la palma.
"Te quiero." Murmuró contra mi piel.
Fuimos interrumpidos por Eve haciendo pedorretas con su lengua. Harry apartó su toque, caminando hacia el bebé en el cochecito. Me reí, presenciando como acercaba su cabeza hacia ella. Su pequeña mano tocó su cara cuando él besó su mejilla.
"También te quiero a ti, Mermelada."
Habíamos llegado al parque, Eve se movía con cada ardilla que veía. Lo que era a menudo. El sol estaba particularmente caliente y yo me aseguré de que su gorro estuviera seguro en su cabeza mientras caminábamos intentando encontrar un sitio con sombra donde sentarnos.
"¿Y bajo ese árbol?" Harry señaló un gran roble.
Asentí de acuerdo, moviéndome hacia la parte delantera del cochecito para sacar a Eve. Sus pequeñas manos se cerraron alrededor de mi cuello mientras la acercba a mi cuerpo. Las dos observamos como Harry empujaba el carricoche, luchando contra la negativa a doblarse.
"Esto debería venir con instrucciones." Murmuró gruñón.
Me reí mientras empezaba a caminar por la hierba, Eve miraba sobre mi hombro a Harry que había doblado finalmente el carricoche. Curiosamente me giré al oírle empezar a hablar con alguien.
"Teneís una familia preciosa." Dijo una señora mayor, mirando hacia mí y el bebé que sujetaba. Nuestras bolsas colgaban del hombro de Harry y él luchaba por llevar el cochecito con él.
"Oh, um, Eve no es nuestra." Se sonrojó ligeramente, mirándome. "Es la sobrina de Teddy."
"Oh bueno, sereís unos padres maravillosos algún día."
La mujer mayor sonrió antes de seguir su camino con su bastón. Harry se tumbó en la hierba con nosotras. No mencionó la corta conversación, así que preferí olvidarlo. Ya había tomado un sitio en la extensión verde bajo el gran árbol. Eve estaba sentada en mi regazo sonriendo mientras Harry tiraba nuestras cosas a mi derecha. No nos llevó mucho asentarnos, los tres lejos del salor protegidos por la sombra.
"Harry." Asentí a Eve.
"¿Qué?" Me miró confundido.
"Harry, Eve." Mi voz un poco más urgente.
"Oh, mierda."
Rápidamente la detuvo antes de que se metiera un puñado de hierba en la boca que seguía abierta mientras se inclinaba hacia delante, chupando el meñique de Harry. Él se rió, Eve empezó a sonreir mientras Harry le había cosquillas, su boca liberó su dedo.
"Eve, la hierba es para las vacas... y-y las ovejas." Confirmó Harry.
"La lección del día." Me reí.
Harry estaba a punto de apartar la margarita que arrancó Eve de la hierba, asustado porque intentara comérsela también. Pero se detuvo cuando ella me la extendió. Sonreí agarrándola de su pequeña mano regordeta.
"Gracias."
Su feliz chillidos llenó el aire antes de que se sorprendiera calléndose hacia atrás. Harry se rió, una gran mano sujetando su espalda, ayudándola a sentarse de nuevo. Ella observó como hacía con cuidado en agujero en el tallo de la pequeña flor. Otra margarita salió de la explanada verde en la que nos sentábamos. Pero estab vez se la ofreció a Harry. Hizo una pedorreta con su lengua cuando él se inlcinó para besar su cabeza. Luchó por hacer un agujero en su tallo.
"Eve, los chicos no son buenos haciendo collares de margaritas. Sonreí orgullosa, sujetando el aro completo antes de colocarlo sobre la cabeza de Eve. Parecía una pequeña princesa. Los mechones de pelo rubio sobresalían, su adorable sonrisa se extendía a través de su cara.
Harry se movió, buscando su teléfono en el bolsillo.
"Ted."
Agarré a Eve, sus pequeñas manos se sujetaron a mi cuello. Mis labios se presionaron contra su mejilla mientras Harry nos hacía una foto. Bajó lentamente su móvil, mirándonos atentamente mientras una pequeña sonrisa cruzaba su cara.
"Q-qué?" Tartamudeé.
"Nada." Contestó rápidamente
Su mirada bajó a la hierba mientras agarraba unas hojas con sus largos dedos. Harry parecía estar perdido en sus pensamientos mientras yo sacaba el osito de Eve de su bolsa. Sus ojos curiosos de iluminaron cuando le tendí el juguete que abrazó con fuerzo contra su pecho, sus pequeños dedos acariciaban el peluche mientras hablaba consigo misma.
Mis ojos se movieron a Harry una vez más, solo para encontrar que él estaba mirándome atentamente. Mi atención se puso ne él, la suya se movió rápidamente a Eve. Miré con humor como jugaban a cu-cú. Harry escondía su cara tras sus manos antes de revelar una cara graciosa que hacía a Eve reír. Su pequeña mano fue colocada en su mejilla mientras intentaba acercarse. La risa feliz de Eve me hizo sonreír.
Poco tiempo después, el cansacio del juego se hizo aparente en el bebé rubio. La mantita estaba tendida en la hierba. Harry y yo boca arriba mientras Eve empezaba a dormirse, extendida entre nosotros. Giré mi cabeza a un lado, mirando cómo Harry se sentaba. Se subió la camiseta. Sus rizos oscuros golpearon contra su frente. Dobló la tela y sonreí cuando la él elevó cuidadosamente a Eve para colocar la ropa bajo su cabeza. Ella gorgoteó antes de dejar que el sueño pudiera con su pequeño cuerpo.
Besé el final de mis dos dedos. Harry sonrió cuando me incline hacia él, presionando mis yemas contra sus dedos.
"Te quiero." Murmuré, su sonrisa se iluminó en su preciosa cara.
Seguimos hablando en silencio mientras la pequeña dormía la siesta entre nosotros, compartiendo un helado que Harry había insistido en comprar. No pude evitar el sonrojo en mis mejillas cuando me ofreció la onza de cholocate del cono. Recuerdo como había hecho exactamente lo mismo en una de nuestras primeras citas. Pero nunca tuve el corazón de privar a Harry de lo que él siempre insistía que era el mejor trozo. Di un pequeño mordismo al final del dulce cholocate antes de elevarlo a sus labios. Él sonrió aceptando con gusto la oferta.
***
"Harry, ¿dónde está Eve?"
Estaba tirado en la hierba una vez más, esta vez en el jardín de detrás de mi hermana y su marido. Sostenía un libro sobre su cara, un abrazo doblado sobre su cabeza y los tobillos cruzados. Sus largas piernas se extendían mientras el sol bronceaba su piel. Mi pregunta le llamó la atención, dejando su novela a un lado mientras se quitaba las gafas de sol.
"Está aqu..."
Me puse de pie mientras era testigo de sus ojos abrirse muchísimo. Harry miró rápidamente alrededor, buscando frenéticamente al bebé. Se levantó de la extensión verde en un segundo.
"Mierda."
"¡Mermelada!" Gritó, girando sobre su eje.
Mi visión escena desesperada el jardín. Intenté asegurarme de que no podía haberse ido muy lejos. Solo acababa de aprender a gatear pero mi mente empezó a imaginar temor cuando pasaron unos segundos. Harry estaba a cuatro patas buscando entre los maceteras con flores.
"Dios mío. ¡Hemos perdido el bebé de mi hermana!" Dije en pánico. "Harry, van a volver en cualquier minuto."
El completo horror me atravesó cuando oí a mi hermana llamarnos desde la casa. Las maldiciones salían de la boca de Harry.
"Encuentra a Eve." Le susurré rápidamente.
Corrí a la puerta trasera, entrando rápidamente en la habitación. Chloe me estaba sonriendo contenta, Craig llegó detrás con las maletas mientras entraban a la cocina. Solo se habían ido una noche pero mi hermana insistió en llevarse casi todo su armario.
"¡Hey!" Saludé a mi hermana con un abrazo.
Ella besó mi mejilla mientras yo intentaba actuar lo más calmada posible. Pero su siguiente pregunta me dejó congelada en el sitio.
"¿Dónde está Eve?" Sonrió Chloe.
Mis palabras tartamudearon antes de poder ordenarlas, forzándome a formar una frase correcta.
"Umm, Harry y Eve están en el jardín." Dije. "Pero, ¿no quieres tomar algo primero?" Intenté devsiar su atención.
"Oh no, está bien. Tomamos agua en el viaje." Miró detrás de mi curiosa.
Yo imité sus acciones cuando ella se movió a un lado, siendo obstaculizada. Me miró extraña pero eligió dejar pasar mis extrañas acciones. Incluso cuando eramos pequeñas yo siempre tendía a ser la hermana peculiar.
"¿Teddy?"
Empecé a tener un poco de pánico cuando mi hermana me pilló con la guardia baja, pasando por delante de mi. No pensé que me había movido tan rápido y juzgando por la cara de sospresa de Chloe, ella tampoco. Mi cuerpo bloqueó la puerta que da al jardín.
"¿Dónde vas? ¡No hemos hablado de vuestro viaje!" Dije un poco acalorada.
Tenía la sensación de que ella sabía que estaba intentando detenerla, intentando desesperadamente darle a Harry unos segundos vitales más. Chloe elevó sus cejas.
"Um, no creo que quieras oir eso, pasamos la mayor parte en la habita..."
"Oh Dios." Interrumpí. "¡Harry!" Le llamé.
"¡Ahí estáis!" Dijo dramáticamente.
Mi hermana parecía un poco confundida. No fui lo suficientemente rápida para deterla cuando pasó por debajo de mi brazo. Pero corrí rápidamente detrás de ella. Mis ojos se abrieron cuando vi la apariencia de Eve. Harry la mantenía contra su pecho. El barro cubría sus piernas, probablemente por gatear por la hierba. Harry estaba alisando su ropa mientras ella intentaba jugar con sus rizos. Bloqueé al bebé de la vista, ayudando frenéticamente a Harry a deshacerse de las trazas de hierba y hojas de su pelo rubio. Mis acciones cesaron cuando oí a alguien aclararse la garganta detrás de mi, un gesto deliberado para llamar nuestra atención. Me giré lentamente para ver a Chloe frunciendo el ceño, su mano apoyada en su cadera. Fue entonces cuando maldije a Harry por no tener la capacidad de juzgar un momento tenso.
"¡Aquí está! Justo como la dejaste." Le tendió a Eve en sus brazos.
Una vez que el bebé estuvo de vuelta en los brazos de su mamá, le di un codazo a Harry en las costillas. Él ahogó un grito, diciéndome que no estaba completamente al tanto del hecho de que prácticamente le había dicho a mi hermana que habíamos perdido temporalmente a su hija. Íbamos a tener una charla de camino a casa.
***
Me senté sobre la área, Harry a mi lado. Habíamos decidido hacer un pequeño viaje a la playa al ir hacia casa, yendo por la costa. El clima británico se mantenía, la tarde calurosa dejaba una sensación de comodidad. Él se acercó, moviendo su fuerte brazo alrededor de mi esplda. Mi cabeza se apoyó en su pecho mientras observábamos las olas azules acercarse y alejarse. Sonreí cuando un niño pequeño pasó sobre la orilla delante nuestro antes de correr hacia su familia. Una chica, que parecía su hermana, hacía castillos de arena con un cubo morado y una pala. Harry siguió mi línea de visión sonriendo.
"¿Crees que algún día tendremos una familia?" Pregunté.
Un pequeño grito escapó de mi boca cuando Harry giró y me atrapó en la arena. Me reí mientras él empezaba a espolvoreae besos húmedos por mi cara y mi cuello. Mis manos le pegaron jugando.
"¡No quiero decir en este momento! Podría ser un poco raro para cualquiera presente."
Mi cabeza gesticuló al decreciente número de personas de la playa. Harry se rió profundamente mientras me miraba. El brillante verde de sus ojos chispeaba mientras humedecía sus labios.
"Me encantaría hacer bebés y proseguir con la especie humana contigo." Sonrió.
Harry rozó su nariz contra la mía.
"Eres un idiota." Me reí.
"Tú lo eres." Contestó.
Sus labios hinchados se acercaron a mi. El besó era provocador cuando se apartó. Agarró mi labio inferior entre sus dientes, tirando juguetonamente antes de dejarme ir.
"Sal de encima, pesas." Me reí.
Conseguí rodar lejos de él y me puse de pie rápidamente para empezar a caminar. Su cabeza se giró, mirando a Harry que seguía tumbado en la arena. Al instante reconocí la traviesa mirada que surcaba su cara, la que me decía que iba a tener que correr. Se puso de pie en un segundo, dando largos pasos en mi diracción. No pude una distancia considerable antes de que un par de brazos se envolvieran en mi cintura.
"Te tengo." Su voz ronca susurró en mi oído.
Me reí cuando me giró para mirarle a la cara. Sus manos agarraron mis caderas antes de que me elevara sobre su hombro. Le oí reírse mientras empezaba a caminar por la playa.
"¿A dónde vamos?" pregunté.
"Creo que tenemos que practicar en el departamento de hacer bebés."
"¡Harry!" Chillé.
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