Fuerte de edredones

La puerta delantera se abrió segundos después de que llamaran. Miré para ver a Harry, una pícara sonrisa extendida en su bonita cara, relevando unos hoyuelos adorables. Llevaba vaqueros y una camiseta azul claro simple. Su oscuro y rizado pelo sobre su frente cuando se acercó y agarró mi mano.

"Hola guapa." Dijo su rasgada voz.

Se inclinó hacia delante, sus labios rellenos presionaron los míos. Mis ojos se cerraron y envolví mis brazos alrededor de sus hombros. Mis dedos jugaron con los pequeños rizos de su nuca antes de que nos separáramos, los dos sin aliento.

"Hola a ti también, guapo." Sonreí. "¿Louis está?"

"No, se ha ido a casa de Danielle toda la tarde. Así que me tienes todo para ti esta noche." Guiñó un ojo.

Me llevó por el cálido apartamento que compartía con uno de sus mejores amigos. Harry me ayudó a quitarme el abrigo, lo colgó en un perchero mientras yo desanudaba y me quitaba mis zapatos.

"Vamos."

Fui llevada al conocido salón. Miré alrededor sonriendo. Siempre que venía sin avisar había bols sucios y ropa tirada por el suelo. Harry me hacía esperar fuera del salón mientras limpiaba antes de dejarme entrar.

"Ordenaste."

Miré a Harry que seguía sonriéndome.

"Si." Sonrió orgulloso.

Caminó hacia mi, chocando mi cadera con la suya.

"Es tu turno para elegir la película de esta noche."

"¡Si!" elevé mis manos en el aire.

"Pero nada que sea demasiado para chicas." Bromeó.

"Vale." Bufé.

Me puse de rodillas delante de la inmensa colección de DVD que Harry y Louis habían acumulado. Mi dedo índice pasó a través del lomo de las carátulas. Un par de minutos después me había decidido por Buscando a Nemo, no era demasiado femenino, pensé. Me levanté de la alfombra y me giré para enseñarle a Harry mi elección pero no estaba ahí.

"¿Harry?" Llamé.

No hubo respuesta así que me senté en el sofá esperando a que volviera. Miré por la ventada dándome cuenta de lo oscuro que se había vuelto fuera. Las melancólicas nubes se estaban moviendo mientras yo caminaba hasta el piso. Me levanté de mi asiento y me moví hacia la ventana. Pequeñas gotas de agua aterrizaron en el cristal y bajaban por el panel. Mis manos agarraron las cortinas y las cerraron rápidamente. Me giré y me sobresalté un poco cuando Harry me sorprendió de pie en el umbral. Tenía mantas y sábanas en sus manos.

"Mira lo que encontré." Sonrió. "Pensé que podríamos hacer..."

"¡UN FUERTE!" grité emocionada.

Se rió cuando caminé hacia él y tomé algunas de las mantas de sus manos.

"¿Cómo vamos a hacerlo?"

Él frunció el ceño antes de hablar.

"Espera, agarra esto."

Colocó las sábanas en mis brazos, luego caminó hacia uno de los sofás. Miré por encima de la pila que sujetaba y le vi agacharse un poco.

"Espera, déjame ayudar..." dije con entusiasmo.

Pero antes de que pudiera terminar mi frase, Harry ya había empujado el pesado sofá lejos de la pared. Hacía que no pareciera un esfuerzo. Me quedé de pie mirándole, impresionada por su fuerza. Me encontré admirando tus músculos tonificados de su espalda que eran visibles a través de su camiseta. Sus fuertes brazos se flexionaron cuando giró el sofá, así que la parte de atrás ahora miraba al lado contrario. Negué con la cabeza y él me guiñó un ojo, sonriendo. Obviamente siendo muy consciente del hecho de que le estaba observando.

Tiré las mantas al amplio espacio entre los dos sofás y luego cubrí la parte superior con las sábanas, cuando terminé de reorganizar la tela, gateé hasta nuestro pequeño fuerte. Esperé por Harry mientras apagaba la luz principal y dejaba una pequeña lámpara encendida. Levantó la sábana antes de pasarme el portátil y gatear dentro. Planté un beso en su mejilla antes de que pusiera la peli.

"No he hecho esto desde que era pequeña." Le sonreí.

***

Harry estaba sentado, apoyándose contra la espalda del sofá. Yo había colocado un cojín en su regazo donde descansaba mi cabeza. Mientras veíamos la película, sus largos dedos pasaban por mi pelo, jugando con las puntas. Su profunda risa vibraba en su pecho cada tanto a medida que avanzaba la peli.

La peli terminó, Harry se inclinó hacia delante y cerró el portátil antes de levantar la sábana y deslizarse fuera de nuestro fuerte. Me sonrió cuando me senté a su lado. Mi mano fue a su cara, descansando en su mejilla antes de pasar mi pulgar por sus labios. Me retiré momentos después, colocando una mano en su muslo e inclinándome hacia su boca. El beso era gentil, haciendo que mi cuerpo se estremeciera. Me levanté un poco y luego me senté en su regazo, a horcajadas. Nuestros labios quedaron conectados hasta que sentí sus manos en mis caderas. Viajaron por los lados de mi cuerpo. Un escalofrío pasó a través de mi piel cuando él me tocó los hombros. Los dedos de Harry bajaron cuidadosamente los tirantes de mi sujetador y el cuello de la camiseta un poco. Le permitió colocar besos con la boca abierta sobre la inobstaculizada piel de mis hombros. Su pelo rizado hacía cosquillas en mi cuello mientras él seguía. Mi boca se abrió, cerrando mis ojos y liberando pequeñas respiraciones cuando sus dientes empezaron a morder la tensa piel a través de mis clavículas. Agarré sus manos, colocándolas en el dobladillo de mi camiseta.

"H-Harry." Tartamudeé, intentando alentarle.

Él retiró su boca de mi piel, mirándome a los ojos.

"¿Estás segura?" preguntó con cuidado.

Asentí. Harry, con vacilación, agarró el dobladillo de mi camiseta, subiéndolo por mi cabeza. Una vez que lo tiró en el suelo, se inclinó hacia delante y colocó besos mojados a través de la parte superior de mis pechos. Mis dedos se enredaron en sus rizos mientras él seguía chupando la suave piel. Me confundió cuando se separó.

"Vengo ahora." Dijo.

Me senté sobre las mantas, con el ceño fruncido mientras esperaba a que él volviera. Apareció unos segundos después. Unos cojines estaban colocados bajos sus brazos cuando entró de nuevo. Me reí cuando él me guiñó un ojo, un envoltorio plateado entre sus dientes.

"Toma." Dijo.

Harry colocó un cojín detrás de mi y lentamente me empujó para que me tumbara. Miré divertida como reorganizaba el resto. Colocó el envoltorio plateado a un lado antes de volverse hacia mi. Sonreí cuando el gateó encima de mi. Sus brazos se flexionaron sujetando su peso encima de mi. Sus labios esponjosos se presionaron contra los míos y yo abrí mi boca cuando su cálida lengua pasó por mi labio inferior. Nuestros suaves gemidos fueron ahogados cuando agarré sus brazos.

Él se separó y me miró a los ojos. Sentí sus largos dedos cosquillear en mi estómago antes de aterrizar en mis vaqueros. Jadeé un poco cuando él abrió el botón y deslizó la cremallera hacia abajo. Elevé mis caderas, permitiendo a Harry quitar los vaqueros de mis piernas. Él tiró la ropa a un lado. Sentí como si la temperatura hubiera subido en nuestro pequeño escondrijo. La cara de Harry volvió a la mía y yo besé su mejilla cuando me sonrió. Mis dedos agarraron el borde de su camiseta, subiéndola. La bronceada piel de su tonificado estómago y pecho apareció lentamente. La camiseta se unió a mis vaqueros en una montón a un lado. Él me sonrió pícaramente cuando mis manos descansaron con duda sobre sus fuertes hombros. Le sorprendí, forzándole a apoyarse en su espalda. Sus ojos se cerraron cuando mis dedos vagaron por su torso. Sentí las levas líneas definidas de su estómago, luego tracé la forma de V de sus caderas. Bajé mi cabeza colocando besos en su estómago. Sus manos temblaron, desabrochando su cinturón antes de ayudarme a quitarle los vaqueros. Un gemido vibró en su pecho cuando me moví, mi boca chupando gentilmente uno de sus pezones. Mi nombre salió de sus labios separados en un jadeo. Sus grandes manos agarraron mis caderas y me colocó debajo de él de nuevo.

Harry se dio cuenta de que mi respiración se aceleró cuando llegó a mi espalda. Puso un suave beso en mis labios antes de liberar el enganche de mi sujetador. Lentamente, los tirantes se bajaron de mis brazos y quitó la tela de mi cuerpo. Harry miró a la nueva carne revelada. Sus ojos verdes miraron mi pecho subir y bajar rápidamente. Mordí mi labio inferior mientras me sonrojaba, mis manos subiendo a mi pecho para intentar taparme. Él frunció el ceño, sujetando mis muñecas y colocando mis brazos a mis lados. Las duras yemas de sus dedos tocaron delicadamente la curva de mi pecho. Gimoteé cuando sentí su dedo índice trazar círculos en el pezón.

"Eres muy guapa." Susurró.

Mis ojos se cerraron cuando Harry colocó besos calientes sobre mi pecho. Los masajeó con cuidado antes de moverse hacia abajo por mi cuerpo. Un jadeo se escapó de mis labios cuando sentí sus dedos serpentear dentro de mis braguitas. Sus ojos viajaron a los míos, asegurándose de que estaba bien antes de que yo le asintiera. Harry delicadamente bajó la ropa interior por mis piernas.

"Dobla las piernas para mi, Ted." Su ronza voz pidió.

Acerqué mis piernas a mi pecho. Él presionó sus dedos en mis muslos para abrirlos. Sentía que no podía respirar, los labios de Harry viajaron por el interior de mis muslos. Gimoteé cuando su lengua se deslizó por mi abertura. Sus fuertes brazos se enrollaron alrededor de mis piernas, impidiéndome mover mis caderas. Su boca se presionó en mi punto más sensible mientras chupaba.

"Harry." Jadeé.

Su lengua se movió contra mi clítoris cuando metió con cuidado un dedo en mi. Mis manos agarraron instantáneamente su pelo. Harry lo metía y sacaba lentamente haciendo que me retorciera debajo de él. Él se retiró un poco después, decidiendo que ya estaba lista. Descansó entre mis piernas mientras se movía de nuevo por mi cuerpo. Sus labios estaban húmedos por mi excitación. Cuando presionó su boca con la mía, busqué entre nosotros y apreté con titubeo su entrepierna. El gemido de Harry fue amortiguado contra mis labios mientras yo continuaba mi toque y le sentía endurecerse. Me sorprendió cuando apartó de repente mis muñecas de él.

"Te necesito, por favor." Suplicó.

Rápidamente se quitó sus boxers, tirándolos sin cuidado al fondo de nuestro escondrijo. Mis ojos se abrieron cuando vi su tamaño, jadeando cuando me incorporó con él. Se sentó, apoyándose contra la espalda del sofá conmigo una vez más sentada a horcajadas en su regazo. Vi como agarraba el paquete plateado con su mano derecha. Harry lo llevó a su boca y lo abrió con sus dientes antes de desenrollarlo por su longitud. Sus grandes manos fueron a mi espalda. Harry me acercó más a su cuerpo. Nuestros labios se rozaron levemente mientras nuestros pechos desnudos se personaban el uno contra el otro. Mis ojos se cerraron por la nueva sensación. Eché la cabeza hacia atrás; Harry se aprovechó colocando suaves besos en la piel expuesta de mi cuello.

"Teddy." Susurró en mi piel.

Moví la cabeza de nuevo para mirarle. Sus ojos nunca dejaron los míos cuando sus grandes manos agarraron mis caderas, levantándome y luego ayudándome a bajarme en él. Agarré sus hombros con fuerza, hundiendo mis uñas en su piel. La respiración de Harry empezó a profundizarse. Suspiros escaparon de mi boca cuando él me llenó lentamente. Me besó los labios.

"¿Estás bien?" susurró.

Asentí. "Solo dame un segundo."

Sus grandes ojos verdes me miraron un momento antes de que moviera mi cabeza hacia un lado con la suya. Sus labios mullidos besaron gentilmente y chuparon la cálida piel a través de la parte superior de mi pecho. Los dedos de Harry quitaron mi pelo de mi hombro, dejando que cayera en cascada en mi espalda. Sus rizos hacían cosquillas en mi mejilla, luego trazó una línea de besos sobre mi hombro.

Le sentí jadear a través de sus dientes cuando elevé un poco mis caderas y las volví a bajar. La segunda vez, dejó escapar un gemido en mi oído. El subió sus piernas, doblando sus rodillas. El movimiento acercó más nuestros cuerpos. Me atravesaban temblores mientras nuestros pechos desnudos se presionaban el uno contra el otro de nuevo. Mi boca se abrió cuando él empezó a subir sus caderas para encontrarse con las mías. Mis manos agarraron su cara, forzando urgentemente mis labios con los suyos. Mi gemido fue amortiguado mientras continuaba moviendo lentamente mis caderas.

Me aparté de la boca de Harry. Vi como pequeñas gotas de sudor nacían en su frente, sus rizos pegados a su piel. Sus ojos se fijaron en los míos y me sonrió, algo que hice igualmente. Harry se dio cuenta de que estaba agotada mientras agarraba sus hombros en un intento de continuar mis movimientos.

Él se salió de mi rápidamente. Fui cuidadosamente tumbada sobre mi espalda, mi cabeza descansando en la almohada de nuevo antes de que lentamente entrara en mí. Los dos gemimos en silencio por el nuevo ángulo, sus caderas moviéndose hacia delante en mí. Agarré su nuca, atrayéndole hacia mi. Mis labios se presionaron en la pegajosa piel de su hombro. Un gemido salió de su boca cuando mis dientes trazaron su piel. Las grandes manos de Harry agarraron la parte de atrás de mi rodilla y la llevó a su cadera, empujando más profundo. Le sentí reírme cuando mi talón presionó en su trasero, queriéndolo más cerca.

"Oh Dios." Dije sin aliento.

La mano de Harry se movió entre nosotros. No rompió el contacto visual conmigo mientras continuaba entrando y saliendo. Su pulgar presionó en mi clítoris, rozándolo suavemente, causando que yo gritara. Vio como luchaba por respirar, sus labios llegaron a mi oído.

"Córrete para mí, Teddy." Susurró con la voz ronca.

Solo había tenido un novio antes que Harry pero él nunca me había hecho sentir así antes. La intensa sensación me atravesó. Arqueé mi espalda a Harry, nuestros pegajosos pechos presionados juntos. Mis uñas se hundieron en sus hombros, arañando su espalda. Mis ojos se cerraron mientras me relajaba, solo para abrirse momentos después. La sonrisa en la cara de Harry había desaparecido rápidamente al verme gimotear bajo él. Su boca ahora estaba abierta, un número de blasfemias salían haciendo que me riera. Él se tensó encima de mi, sus movimientos volviéndose irregulares. Los ojos de Harry se cerraron, escondiendo sus bonitos ojos verdes de mi. Me dio un último empellón profundo antes de colapsar encima de mi.

Su respiración salía en rápidos jadeos contra mi cuello. Sus labios se presionaron con los míos en un ligero beso antes de que él rodara lejos de mi. Me reí cuando se tumbó a mi lado. Nuestros pechos subían y bajaban mientras luchábamos desesperadamente por aire.

"joder." Maldije.

Harry se rio, sus manos me buscaron. Yo giré y él me acercó a su lado.

"Eso fue... increíble."

Mis dedos apartaron algunos rizos mojados de su frente. Sonreí cuando colocó una manta sobre nosotros. El corazón de Harry latía en mi oído mientras descansaba mi cabeza en su pecho. Él jugó con las puntas de mi pelo, girándolas alrededor de sus largos dedos. Nuestras respiraciones se regularizaron y mis párpados empezaron a pesar.

"Teddy." Susurró Harry.

"Mmm."

"¿Quieres ir a la cama?"

"No, quedémonos aquí." Negué con la cabeza contra su pecho.

Le sentí reír mientras me acercaba más. Me gustaba el hecho de que estábamos en nuestro pequeño mundo, las sábanas nos daban una barrera a todo lo demás. Harry besó mi cabeza. Yo sonreí y encontré su mano, entrelazando nuestros dedos y apretándola suavemente.

***

Me levanté con alguien besándome en la cara, me reí intentando apartarle.

"Buenos días dormilona." Se rió.

Abrí mis ojos para encontrarme a Harry inclinado sobre mi. Me dio un último beso en los labios antes de girar a su lado.

"Te conseguí algo de ropa."

Giré mi cabeza a la derecha, sonriendo y agradeciéndole. Él agarró m mano, atrayéndola a su boca antes de besara gentilmente.

"Te dejaré para que te cambies."

Levantó la sábana y se fue. Yo me quité la manta de encima, agarrando la camiseta y subiendo los boxers por mis piernas. Aparté mi pelo de la cara antes de gatear fuera de nuestro fuerte de edredones del salón.

Encontré a Harry en la cocina, sus pantalones de chándal colgaban de sus caderas revelando la cinturilla de sus boxers. Admiré los músculos de su espalda que se expandían y contraían bajo su morena piel cuando se movía. No pude evitar sonreír, su pelo rizado era un desastre. Caminé detrás de él y coloqué mis brazos alrededor de su cintura.

"Buenos días."

"Hola guapa."

Mi corazón revoloteó al oír su voz. Me moví a un lado para ver lo que estaba haciendo.

"Ooh ¡tortitas!" sonreí.

"Bueno, es un intento de tortitas."

"No te preocupes, te ayudare."

Golpeé su cadera juguetonamente y recibí una sonrisa como recompensa.

"Bueno, parece que a los dos os falta sueño."

Harry y yo giramos rápidamente para encontrar a Louis caminando a través de la cocina.

"Lou."

Dijo Harry antes de caminar delante de mi. Su figura protectora escudaba mi cuerpo de la mirada de Louis.

"Hey Lou." Sonreí, mirando a través de Harry.

"Bueno Ted. ¿Te lo pasaste bien con mi chico anoche?" Preguntó guiñando un ojo.

Las manos de Harry se movieron hacia atrás y se sujetaron firmemente mis caderas.

"Si, gracias. Lo hice."

Pellizqué ligeramente el culo de Harry, sacando una risa que intentó cubrir por su sorpresa tosiendo.

"¿Disfrutaste tu noche con Danielle?" Elevé mis cejas.

Louis se movió extraño.

"Umm, s-si, eh..." Entonces se aclaró la garganta. "Voy a mi habitación."

Me reí mientras él salía rápidamente de la cocina.

"Te veo luego, Louis."

Le oí murmurar en respuesta antes de que su puerta se cerrara, Harry se giró rápidamente mirándome y sacando su labio inferior.

"¿Qué pasa?"

"Quería ser el único que te viera con mi ropa." Dijo en un puchero.

Sonreí por su adorabilidad antes de colocar mi mano en su hombro desnudo e inclinarme a su oído.

"Si, pero serás el único que me vea sin ropa." Susurré.

Me retorcí cuando sus manos ahuecaron mi rasero, elevándome a la encimera. Sus dientes mordieron mi lóbulo haciéndome sollozar, mis ojos se cerraron.

"Me gusta como suena eso." Murmuró en mi cuello.

Mis dedos se enredaron en su pelo rizado antes de que mis ojos se cerraron otra vez.

"¿Puedes oler eso?" fruncí el ceño.

Harry no se inmutó, siguiendo besando mi cuello. Sus manos empezaron a viajar bajo mi camiseta.

"¡Mierda!"

le aparté por los hombros, saltando rápidamente de la encimera. Me derrapé para encontrar una tortita muy crujiente pegada en el fondo de la sartén. Caminé hasta la papelera, pisando el pedal y tirando el lío quemado en la papelera.

"Puede que debamos hacer tostadas." Sugirió.

Harry se inclinó en la encimera sonriendo mientras cruzaba sus tonificados brazos a través de su pecho.

"Probablemente sea buena idea."

Espero que os haya gustado.
X.

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