HARRY POTTER Y SAKURA CARD CAPTORS

Capítulo 8: Un cuento de gemelos, una expedición al bosque y la imagen de mamá

Sakura se encontraba desayunando cuando vio que en la mesa de Griffindor sucedía un tumulto, al parecer al centro de este, se hallaban los gemelos Weasley. Sakura decidió acercarse a ver qué pasaba.

―Te lo digo, Neville, era un pastilla crece narices, pero gigante ―decía Fred o ¿era George?

―No, era un dulce de pedos pero eso sí, era gigante ―le contestaba el otro gemelo.

―¿Qué sucede? ―preguntó Sakura.

―Sucede que los gemelos fueron al bosque prohibido para obtener ingredientes para sus bromas y ahora nos vienen con un cuento ―le explicó Hermione.

Meiling, Tomoyo y Rika también se acercaron.

―¿Qué es eso de una pastilla crece narices? ―preguntó Meiling.

―Eso, es uno de los mejore inventos que hemos creado, y por el módico precio de...

―Oye, no intentes venderle tus bromas a nuestras invitadas ―le criticó Hermione.

―¿Podrían decirnos de qué estaban hablando? ―preguntó Tomoyo.

―¡Hay fantasmas raros en el bosque prohibido! ―exclamó Ron.

―No se sabe si son fantasmas, sólo se sabe que cosas raras se les está apareciendo a los estudiantes que se atreven a ir al bosque prohibido, lo cual por su puesto está prohibido ―dijo Hermione mientras miraba a los gemelos.

―¿Qué clase de criatura podría hacer eso? ―preguntó Rika.

―Tal vez una especie de fantasma ―dijo Harry.

―Fa, Fantasmas ―balbuceó Sakura.

―Chicas, ¿qué les parece si vamos a investigar? ―sugirió Ron

―Parece divertido ―dijo Tomoyo.

―No, no creo que debamos ir, recuerden lo que dijo Hermione, está prohibido ―dijo Sakura quien ya se estaba poniendo azul.

―Tranquila, yo te protegeré ―le dijo Meiling―, cualquier fantasma que quiera importunarte sabrá acerca de mis mil años de técnicas de arte marcial.

―Pero doña reglitas nos acusará si vamos al bosque prohibido―dijo Ron

―Pensándolo bien, si sea una buena idea ir al bosque, no muy profundo claro, sólo recorrer el limite externo, y no soy doña reglitas.

―Oye, ¿no que estabas en desacuerdo antes? ―le dijo Ron.

―El bosque prohibido está prohibido, sin embargo, puede que la causa de este misterio no se deba a algún fantasma, sino más bien a una carta Clow.

.

.

Sakura, Tomoyo, Meiling, Rika, Hermione, Ginny, Syaoran, Harry, Ron y Neville fueron al día siguiente al bosque. Ron discutía con Meiling.

―¿Y qué puedes hacer con tu quarate contra un fantasma?

―Primero, es Karate, no quarate; segundo, yo no sé karate, yo practicó el kung fu.

―Es lo mismo, no se preocupen, mejor confíen su seguridad a alguien que si tiene una varita ―les dijo Ron mientras les sonreía en lo que él consideraba una sonrisa seductora, que mal que el pelirrojo no se había lavado los dientes.

―Serás idiota ―le dijo Ginny―. Ahora que Meiling es una bruja, ya puede usar la varita y te aseguro que la usa mejor que tú.

―Bueno, pero sólo es temporal, además, lo que siempre cuenta es la fuerza masculina ―insistía Ron.

―Ya me tienes harta, Weasley. Ginny, tú no intervengas.

―Adelante, no seas suave con él ―le dijo Ginny de forma aburrida

La belleza china se abalanzó contra Ron y aunque no le golpeó, si le aplicó cuanta llave de lucha sabía. Ron quedó humillado, Meiling se había quedado con su túnica.

―¡Despojos de batalla! ―gritó triunfante. Ron quiso quitársela pero al ver la mirada de odio que le lanzó la chica, desistió, seguro de que está vez recibiría golpes de verdad.

―Te dije que no fueses blando con él, ¿qué te parece, Meiling, si te enseño mi maldición de los moco-murciélagos?, podríamos practicar con ron.

―Sería estupendo ―le respondió la china.

―Permítanme filmarlo todo ―dijo soñadora, Tomoyo.

―Yo preparare los pastelillos―dijo de forma elegante Rika.

―Oigan, que eso no es un espectáculo ―dijo Harry. En ese momento, el fenómeno misterioso hizo su aparición.

Ron quien hace un momento se hacia el machito, fue el primero que corrió y todos los demás le siguieron.

.

.

Al comparar lo que habían visto, notaron que cada uno de los chicos vio algo diferente y para nada atemorizante, sólo corrieron jalados por el instinto al ver al pelirrojo correr.

―No puedo creerlo ―dijo Syaoran―, huimos como niños pequeños.

―¿Y qué fue lo que viste Sakura? ―preguntó Rika.

―Vi a mi mamá.

Todos miraron a Sakura, sabían que su madre falleció hace tiempo.

―Yo también vi a mis padres ―dijo Harry.

.

.

La mañana siguiente, Sakura se internó en el bosque oscuro y en eso vio un resplandor, la chica corrió presurosa y vio que Harry estaba cerca de un precipicio engañado por la carta Clow. Sakura podía ver como "los padres de Harry" conducían al muchacho cada vez más cerca del precipicio.

No podía perder más tiempo e invocando su báculo, capturó a la carta clow: La Ilusión.

―¿Estás bien?

―¿Sakura?, ¿qué pasó?

―La carta clow casi te hace caer por el acantilado, tomó la forma de tus padres y casi caes en la trampa.

―¿Pudiste ver a mis padres?

―Sí... Ahora que lo pienso, ¿Cómo pude verlos?, la carta tendría que mostrarme la imagen de mi madre, no la de tus padres.

―Gracias, te debo la vida.

―Tú me salvaste antes, no iba permitir que cayeses.

Harry abrazó a Sakura y luego se levantó ayudando a su amiga a ponerse de pie, entonces le dio un beso en la mejilla.

«¿Por qué estoy tan nerviosa?», pensaba Sakura.

«¿Por qué le di un beso?, yo no soy tan valiente con las chicas», pensaba Harry.

Los dos muchachos volvieron al castillo en silencio y muy sonrojados.

CONTINUARÁ...