Los semidioses ya estaban llegando al aeropuerto, se habían despedido de sus tres nuevos amigos y, aunque no lo admitieran, los iban a echar de menos.

Estaban apurados creían que iban a llegar tarde, se habían entretenido demasiado despidiéndose, de hecho llegaron tarde.

La puerta de embarque estaba cerrada pero con un viaje por las sombras estaban todos dentro.

Habían comprado billetes en un avión lujoso para tener más privacidad, a parte de ellos solo iban 4 personas más.

El avión despegó y entonces se acordaron que no pudieron sedante en algún batido para x personas.

Por suerte los tranquilizaron llendo cada dos para un pequeño compartimento que tenían en el avión, solo serían dos metros cuadrados y una pequeña cama pero suficiente para ellos.

Dos horas después todos se reunieron en la habitación de Hazel y Frank. Estaban todos más tranquilos después de dormir junto a sus parejas.

- Vale, cuál es el plan? - Preguntó Piper.

- Plan, que es eso? Se come? - Dijo Leo.

Todos se rieron a pesar de que sabían que, por una vez, necesitaban un plan.

- A ver, necesitamos ir al Olimpo eso seguro. Lo único es que necesitamos es que todas las diosas estén allí. - Dijo Jason.

- Sobre todo las diosas menores, son las que seguramente estén detrás de esto, por lo menos son las que tienen más motivos. - Razonó Anabeth.

- Y cómo hacemos para saber que no nos mienten?- Comento Hazel.

- Pues... Que tal obligarlos a que juren por el río Estigio? - Propuso Leo.

- No es mala idea. - Respondió Percy .- Pero habrá que avisar a los dioses que vamos al Olimpo para que así los convoquen a todos.

- Toca llamar a mi padre.

Percy movió un poco de agua delante de la ventana y apareció un arcoiris, Jason lanzó una moneda a dicho arcoiris y dijo:

- Diosa Iris acepta mi ofrenda, muéstrame a mi padre.

Entonces todos los semidioses vieron al dios del cielo y los truenos.

- Que queréis? - Dijo con su típica voz profunda.

- Hola, padre. Mañana tenemos que ir al Olimpo para una investigación. Necesitamos que todas las diosas estén allí, todas y cada una de ellas.

- Incluso las que nadie conoce?

- Si, tío/suegro incluso las que nadie conoce.

- No lo/me llames tío.- Dijeron padre e hijo a la vez.

- Bueno supongo que podré conseguirlo, le daré a Apolo las invitaciones y las repartirá en su carro solar.

- Gracias, señor. - Dijo Frank.

- Por eso es el que mejor me cae. - Dicho esto Zeus cortó la conexión.

Ya habían pasado 3 horas del viaje pero aún faltaban 4. Decidieron ver todos juntos la película de Hércules.

Digamos que la cosa no acabo muy bien y que Disney tendrá como mínimo 10 cartas de quejas por la película de Hércules, todos se indignaron por la pinta de sus padres y otro dioses.

Después de que el avión casi se estrellado por culpa de turbulencias ocasionadas por cierto semidios llegaron a Nueva York. Fueron con Argos hasta el campamento Mestizo.

Llegaron muy cansados pero eso no era excusa para el resto de campistas, los bombardearon a preguntas justo después de pasar la Atenea Partenons.

Tuvieron que decirles que le responderían luego, después de ver a Quirón. Así fue, se dirigieron hacia la casa Grande para explicarle todo el alboroto.

Cuando acabarom de contárselo parecía que tenía 50 años más. Es normal hace tiempo había paz, ni una sola guerra y en 10 años ya vamos por la tercera.

- Me parece un gran plan, sin lugar a duda. Y qué tal con los magos habéis encajado?

- Se podría decir que si. - Dijo Hazel.

- Solo que hay un estúpido. - Refunfuñó Nico.

- Nada que no podamos controlar. - Dijo Jason con una pequeña risa recordando la mejor clase de vuelo con escoba.

- Lo dices porque no estás en su casa. - Le reprochó Piper.

Eso era verdad y nadie se lo podía discutir, los de la casa Slytherin son los que más tienen que soportarlo.

- Bueno chicos, un adolescente no es lo peor del mundo. Venga iros que todos quieren haceros preguntas.

No se lo pensaron y se fueron hacia la hoguera, ese fue su error allí estaban todos, incluso las cazadoras, para preguntarles cosas sobre su estancia en Howarts.

- Chicos en dos semanas tendréis que venir no hace falta que nos ahogueis. - Exclamó Percy después de media hora de interrogatorio.

Esa respuesta no pareció calmarlos todos cuchicheaban.

- Os explicaré, el lunes vendrán los jefes de cabaña para explicar sus poderes a los magos y al día siguiente vendrán el resto de las cabañas. - Dijo Reyna.

- Estoy deseando gastar les bromas a los magos. - Dijo Travis.

- No harás nada. - Le respondió enfadada Katie.

- Jo, Kit Kat.

Los diez semidioses decidieron que tenían que ponerse al día con los cotilleos y parejas del campamento Mestizo, y eso que apenas habían estado fuera.

- Así que el ladrón robó la flor. - Dijo Leo pervertida mente.

Los mencionados no pudieron hacer otra cosa que sonrojarse. Y con esa escena los protagonistas se fueron a dormir, sabían que el día siguiente tenían que estar con mucha energía.

No tenían idea de cuánta.

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Espero que os este gustando, es el único libro que he actualizado y me hace ilusión escribir, a parte del de One-shots.

De hecho creo que voy a borrar el otro libro. (◕ᴥ◕) ⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾

Besos,
Yo.