Sagrados Veintiocho
La lluvia caia con intensidad en Hogwarts en la madrugada, ningun alumnos se encontraba despierto. La señora Norris no rondo por los pasillos en la noche, como si algo malo presintiera.
Marcos Street dormia abrazando una almohada con tranquilidad antes de ser jalado bruscamente de la cama sin tirarlo haciendolo despertar. Observo de un lado a otro en la habitacion, todos estaban dormidos.
Lentamente bajo de su cama con sigilo y camino hacia la ventana. Al asomarse una figura corria al interior del pasillo. Marcos se alejo con miedo de la ventana, la sombra era de un niño quien corria de un lado a otro.
El chico intrigado tomo su saco y salio de la habitacion, corrio bajando las escaleras del castillo hasta llegar a la entrada del castillo. Marcos se abrazo debido al frio y camino bajo la lluvia hacia donde habia visto al niño.
Pero ya no habia nada.
-¿Hola?- pregunto el chico con lentitud observando de un lado a otro.
Un rayo ilumino el cielo seguido de un trueno. El chico se giro al bosque prohibido donde vio al niño, este lo miraba con atencion, pero Marcos no podia ver su rostro.
El niño fue jalado al interior del bosque con brusquedad, Marcos abrio los ojos con temor y camino con lentitud hacia atras sin dejar de ver por donde el niño habia desaparecido, hasta que choco con algo, o mejoe dicho alguien...
-¿Vas a alguna parte?- preguntaron a sus espaldas.
Marcos sin girar respiro con velocidad, jamas habia escuchado esa voz pero le dio miedo escucharla. Sin tiempo de razonar, el chico corrio hacia el castillo sin importarle que lo seguian.
-Atrapenlo- ordeno una voz.
Los pasos crujian mientras seguian a Marcos, este miraba en todas direcciones, no solamente lo seguian hombres enmascarados, tambien gigantes, hombres lobos y vampiros.
Observo la barrera azul que protegia el castillo, con dificultad saco su varita y apunto a ella para poder traspasarla.
Los mortiferos que lo seguian se pararon de golpe y miraron la barrera.
-Demonios- grito uno.
-¡Atrapen al chico!- grito alguien en los brazos de una mortifago- ¡Necesito su alma!
Varios encapuchados se observaron para ver quien seria el primero en obedecer la orden. Nadie se movio.
-¡Bola de inutiles!- grito la persona en brazos- ¡Los sagrados veintiocho estan en riesgo! Debemos matarlo.
Pero nadie se movio.
-Amo, mejor dejaremos que los chicos salgan, tarde o temprano podran ser todos suyos- sonrio una chica pelinegra.
Uno de los mago alzo una orden y se retiraron del lugar, no sin antes mandarle una mirada asesina a Marcos. Cuando ya no hubo nadie a su vista, este solto el aire contenido y camino de vuelta al castillo mirando de un lado a otro. Al entrar la señora Norris lo recibio con un maullido.
-Callate gata- pidio Marcos mientras esta se restregaba en sus piernas.
El pelinegro se agacho y con miedo cargo a la gata quien enseguida ronroneo en sus brazos, observo de un lado a otro encontrandose con la oscuridad. La señora Norris aburrida se bajo de los brazos del chico y corrio por el pasillo, subio las escaleras y lo observo desde ahi.
-Lumus- murmuro Marcos siguiendola.
La gata maullo mientras caminaban por los pasillos hasta que se detuvo en una pared y se quedo observando. Marcos con sigilo se acerco al gato y lo ilumino, esta no corrio o se alarmo por la luz cosa que intrigo al chico.
-Por favor niño, dejame dormir- hablo una pintura bostezando.
-Si, hemos trabajado todo el dia- hablo otro restregandose los ojos.
Marcos ignoro a las pintura e ilumino la pared. Esta estaba llena de color escarlata lo que sobresalto al chico, la sangre aun estaba fresca cuando la toco.
-Los sagrados Veintiocho han regresado, nunca hubieran destruido la maldicion, la muerte sera el mejor de los castigos para los mestizos, ya tenemos a unos pero dentro de poco tendremos a todos, en especial a una persona: Harry Potter.
Marcos ilumino en la pared buscando algo mas, pero solo habia un nombre, un nombre que para cualquiera podria ser insignificante pero para el no.
Dolores Umbridge.
-Imposible- murmuro este- Hermione lo sabria, es la primer ministra...- se quedo pensando- Al menos que...- observo la pared y toco las letras de sangre, ya habia visto esas letras antes, no eran de Umbridge- Bellatrix.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top