8.El callejón Diagon- Valery:

-Aquí estas Hadrid, ella es Valery- dijo la profesora Mc Gonagall

Valery miró hacia arriba, frente a ella había un enorme hombre, tenía una gran y espesa barba que ocultaba una sonrisa bonachona, sus ojos se veían alegres. Traía un enorme abrigo y botas. El gigante tomó su mano y la sacudió, moviéndole todo el brazo.

-Luego de 10 años pequeña Valery, eres idéntica a tu madre pero con los ojos de tu padre.- ese comentario la hizo sonreír

-Gracias-dijo al gran hombre

-Rubeus Hadrid, guardián de las llaves de Hogwarts, creo que nos veremos muy seguido. Puedes llamarme Hadrid- Valery asintió

-Hadrid, ¿ya tienes lo de Dumbledore?-pregunto McGonagall

-Sí, de echo Harry y yo ya nos íbamos a hacer la compras. Ten la llave.-le entregó a McGonagall una pequeña llave dorada

-Gracias, te veo al final del día-tomo a Valery de los hombros y se la llevo

Valery pensó que Gringotts era un lugar hermoso, hasta entrar a los carritos que llevaban a las bóvedas secretas. Al llegar, el gnomo que las llevo, Griphook, abrió una puerta con la llave que les dio Hadrid. Valery no lo creía. Montañas de monedas de oro, monedas de plata y montañas de knuts de bronce.

-Casi todo aquí es tuyo Valery, no creíste que tus padres te dejarían sin nada conociendo a tu tío- ella sonrió y metió una cantidad en una bolsa.

El camino de vuelta fue otra pequeña tortura, pero con suerte no duro mucho. Ambas salieron al Callejón Diagon, Valery no sabía a qué vitrina mirar, todas le fascinaban.

-Tendrás que conseguir primero el uniforme- dijo McGonagall señalando «Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones» - Entra tú, necesito un respiro, odio esos carros.- Así que Valery entro sola y muy nerviosa.

-¿Hogwarts, linda?- Madame Malkin la arrastró a los probadores con su sonrisa y la hizo esperar.

Valery se dio cuenta que al otro lado de su cortina había un niño, estar allí la ponía nerviosa, ¿ese niño sería mago? A los segundos vio a  Madame Malkin darle algo y luego retirar la cortina. Un niño de rostro pálido y puntiagudo estaba sobre un escabel, Madame Malkin le deslizo una túnica sobre la cabeza y comenzó a medirla.

-Hola-dijo el niño- ¿También Hogwarts?

-SÍ-respondió Valery

-Soy Draco, Draco Malfoy. Sangre pura. Es mi primer año en Hogwarts, ¿tú eres?- la miro de pies a cabeza.

-Valery Osoris, también es mi primer año- respecto a la sangre, Valery no sabía a qué se refería ese niño.

-¿Y tus padres?- miró hacia afuera

-Ellos están muertos-respondió con pocas palabras

-Oh, lo siento-dijo el otro- pero, ¿eran de nuestra clase?

-Eran un mago y una bruja si es a lo que te refieres-dijo clavando sus oscuros ojos en los de él, este niño comenzaba a caerle antipático

Madame Malkin terminó con Valery y esta salio rápido de la tienda, la irritó un poco ese niño. Después de comprar libros en una tienda llamada Flourish y Blotts, y las demás cosas de la lista, McGonagall la llevó hasta una tienda con el título «Ollivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 382 a.C.»

-Valery, esta es la última parada. Aquí compraras tu varita mágica y creo que es algo muy personal como para que esté presente así que adelante, te esperaré aquí.

Valery abrió la puerta y entro a la tienda, una corriente de aire le agitó su trenza y levantó un poco su flequillo, enseñando la cicatriz. Un hombre viejo y con ojos tristes se acercó a ella.

-Valery Osoris, esperaba verte pronto, eres idéntica a tu madre: Azura, su apellido de soltera es un misterio, 27 cm, flexibe, de sauce- se acercó y miró fijamente sus ojos- pero con los ojos de tu padre: Benjamín Osoris, 29 cm, elástica, caoba. Una poderosa varita

Valery se quedó sin habla, Olivander sonrió amablemente. Camino hacia unas estanterías y trajo muchas cajas con varitas dentro.

-Ten, prueba las que quieras- ella cogió una varita blanca, pero apenas la tocó esta la levanto del suelo así que la soltó.

Todas las que tocaba causaban un desastre, cada vez se preocupaba más pero Ollivander solo sonreía más; luego de como 20 varitas una llamo su atención, estaba en una caja vieja. La tomó. Sintió un súbito calor y al subirla y bajar por el aire esta arrojo chispas doradas y rojas, como fuegos artificiales. Ollivander sonrió.

-Es de acebo, pluma de fénix, 28 cm, bonita y flexible. Tenía la intuición de que serías su dueña. Aunque también es triste saber que fue su hermana la que te hizo esa cicatriz que ocultas.-Valery abrió los ojos

-¿A que se refiere?-preguntó en un susurro

-Recuerdo cada varita que vendo y resulta que la cola de fénix de donde salió la pluma de tu varita dio 2 plumas idénticas más. Recuerda, la varita escoge al mago, Voldemort hizo grandes cosas, malas pero fueron grandes. Creo que lo mismo esperamos de tu y el otro poseedor de la otra varita, estoy seguro que lo veras en Hogwarts, están conectados.

Los oscuros ojos de Valery se entristecieron un poco, no sabía casi nada de su cicatriz y parecía más importante de lo que creía. El señor Ollivander se inclinó a su altura.

-Esta cicatriz oculta mucho, pequeña- levantó su flequillo- soy de los pocos que conocen la verdad y por ahora se quedara así, Dumbledore se encargará luego de decírtelo, pero por ahora nadie tiene que saberlo-cubrió su cicatriz y se levantó.

Luego de pagar Valery salió de Ollivanders, donde vio a la profesora McGonagall y a Hadrid, este último sostenía una pequeña jaula donde dentro había un bonito gato negro durmiendo. Sonrió.

-Sabía que te gustaría, yo pensaba regalarte una lechuza pero la profesora McGonagall la escogió

-Gracias, a ambos-dijo Valery

-Es tu regalo de cumpleaños de mi parte-dijo McGonagall con una sonrisa

Hadrid se agacho y con una de sus manos desató la trenza de Valery, su cabello era tan largo que llegaba hasta su cintura de un negro brillante y oscuro.

-Así te pareces aún más a tu madre- Valery sonrió.- y sobre tu cicatriz, por el momento nadie debe saber de su existencia, pero habrá un momento en el que el mundo mágico conocerá toda la verdad, te lo prometo.

Valery asintió, luego Hadrid le entregó la caja y desapareció en segundos. McGonagall la llevó hasta el metro, le compró su boleto y antes de abordar le entrego un sobre.

-Tu billete para Hogwarts, el 1 de septiembre en King Kross, todo está en el billete...Te veré pronto Valery

Valery subió al metro y se sentó cerca de la ventanilla, pensó en todo lo que había pasado y tocó su cicatriz sonriendo. El metro arrancó, ella volteo a ver la ventanilla y como se lo esperaba, solo vio un gato atigrado que se alejaba.

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Hola Lector@s:

New chapter! xD Sobre Valery, en el próximo capitulo se conocerán :D hasta yo me emocione escribiendo ese momento. Dejen su estrellita y su valioso comentario porfa, en multimedia esta el gato de Valery :3. Por cierto, si os gustan las historias con protagonistas extraños y buen concepto divertido, os invito a leer: "Los hermanos Kavanagh". Gracias, nos leemos luego wattpaderos!

Always


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