7. El callejón Diagon - Harry:

Harry se despertó temprano aquella mañana. Aún tenía los ojos cerrados.

"Ha sido solo un sueño-se dijo-Soñé que un gigante llamado Hadrid vino a decirme que iré a una escuela de magia. Cuando abra los ojos estaré en mi alacena".-se escuchó un golpe.- "y esa es tía Petunia llamando a la puerta". Pensó Harry, aun sin abrir los ojos.

-Está bien-rezongó- Ya me levanto

Se incorporó y se le cayó el gran abrigo de Hadrid al suelo. La cabaña estaba iluminada por el sol, Hadrid dormía en el sofá y una lechuza golpeando con su pata la ventana, traía un periódico en el pico. Harry se puso de pie feliz, corrió a la ventana y la abrió. La lechuza entro y dejó el periódico sobre Hadrid. Entonces se posó en su abrigo y comenzó a picotearlo.

-No hagas eso- Harry trató de apartarla, pero está cerró el pico y continuó atacando el abrigo- ¡Hadrid!-gritó Harry- Aquí hay una lechuza...

-Págale-gruño Hadrid- Quiere que le pagues por el periódico, saca 5 knuts de mi abrigo.

-¿Knuts?

-Esas pequeñas de bronce

Harry busco en los bolsillos hasta sacar un puñado de monedas extrañas, conto 5 y la lechuza extendió la pata para que él pudiera ponerlas en una bolsita de cuero que llevaba atada, luego salió volando por la ventana. Hadrid bostezó y se sentó.

-Es mejor irnos ahora Harry. Tenemos muchas cosas que hacer hoy. Debemos ir a Londres a comprar tus cosas del colegio.

-Mm... ¿Hadrid?

-¿Si?-dijo Hadrid colocándose sus botas y abrigo

-Yo no tengo dinero y ya oíste a tío Vernon anoche, no va a pagar para que aprenda magia-dijo con tristeza

-No te preocupes por eso, ¿No creerás que tus padres no te dejaron nada? Nuestra primera parada es Gringotts. El banco de los magos.

-¿Los magos tienen bancos?

-Sólo uno. Gringotts. Lo dirigen los gnomos. Uno tendría que estar loco para intentar robarlos. Nunca te metas con ellos, Harry. Gringotts es el lugar más seguro del mundo para guardar cosas, excepto tal vez Hogwarts. Además tenía que ir a Gringotts, asuntos de Hogwarts.- dijo con orgullo- Dumbledore sabe que puede confiar en mí, ¿lo entiendes todo? Pues vamos.

Ambos salieron fuera y subieron al bote con el que vino Hadrid, con ayuda de la magia del paraguas rosa llegaron en minutos a la estación de trenes. Harry compró los billetes, la gente los miraba por lo enorme que era Hadrid. Se sentaron dentro del tren.

-¿Todavía tienes la carta, Harry?- Harry sacó su carta

-Bien- dijo Hadrid- Hay una lista con todo lo que necesitas

-¿Podemos comprar todo esto en Londres?-preguntó Harry mientras leía la lista con los ojos muy abiertos.

-Sí, si sabes dónde ir-respondió Hadrid

Al bajar caminaron por casi todo Londres hasta llegar a una tienda casi desapercibida.

-Es aquí-dijo Hadrid- El Caldero Chorreante. Es un lugar famoso

Entraron. Era un bar diminuto y de aspecto mugriento, estaba oscuro y destartalado. Todos parecían conocer a Hadrid. Lo saludaban y sonreían,el cantinero buscó un vaso diciendo:

-¿Lo de siempre, Hadrid?

-No puedo Tom, estoy aquí por asuntos de Hogwarts-respondió Hadrid poniéndole la mano en el hombro de Harry

-Válgame Dios, ¿Este es...puede ser...?-Hadrid asintió- Harry Potter...todo un honor

El cantinero corrió a estrecharle la mano, Harry se quedó helado y Hadrid estaba radiante. Se produjo un gran movimiento de sillas y, al minuto siguiente, Harry estrechaba manos a todo el Caldero Chorreante. Un joven pálido se adelantó, muy nervioso. Con un tic en el ojo

-¡Profesor Quirrell!-dijo Hadrid- Harry, el profesor Quirrell te dará las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts

- N-no es al-algo que t-tú n-necesites, ¿verdad, P-Potter?-soltó una risa nerviosa.

La multitud casi tumba al profesor Quirrell así que luego de 10 minutos Hadrid se llevó a Harry hasta un patio detrás del bar, donde había un cubo de basura y hierbajos. Le sonrió.

-Te lo dije Harry, eres muy famoso- Hadrid comenzó a contar lo ladrillos de la pared- Tres arriba... dos horizontales...correcto. Un paso atrás, Harry.- dio 3 golpes a la pared con la punta del paraguas.

El ladrillo se estremeció, se retorció y en el medio apareció un pequeño agujero, que se hizo cada vez más ancho. Un segundo después había un pasaje abovedado, que llevaba a una calle con adoquines.

-Bienvenido-dijo Hadrid-al callejón Diagon

Harry estaba asombrado, deseó tener 8 ojos más, leía todos los rótulos que podía mientras caminaban y analizaba cada escaparate con asombro. Escaparates repletos de bazos de murciélagos y ojos de anguilas, tambaleantes montones de libros de encantamientos, plumas y rollos de pergamino, frascos con pociones, globos con mapas de la luna...

-Gringotts-dijo Hadrid

Habían llegado a un edificio blanco enorme. Delante de las puertas de bronce pulido, con uniforme carmesí y dorado había...

-Sí, eso es un gnomo- dijo Hadrid en voz baja mientras subían lo escalones de piedra. Era una cabeza menos que Harry y tenía dedos y pies muy largos.

Al entrar Harry notó algo grabado encima de las puertas de plata:

Entra, desconocido, pero ten cuidado

Con lo que le espera al pecado de la codicia,

Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,

Deberán pagar en cambio mucho más,

Así que si buscas por debajo de nuestro suelo

Un tesoro que nunca fue tuyo,

Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado

De encontrar aquí algo más que un tesoro

-Buenos días-dijo Hadrid a un gnomo-Hemos venido a sacar algún dinero de la caja de seguridad del señor Harry Potter.

-¿Tiene su llave, señor?

-La tengo aquí-dijo Hadrid, hurgó sus bolsillos y saco una pequeña llave dorada junto con un sobre y se los entregó al gnomo- la carta es del profesor Dumbledore, sobre lo-que-usted-sabe, en la cámara 713.

-Muy bien-dijo luego de leer la carta- Hare que alguien los acompañe a las cámaras. ¡Griphook!

Griphook apareció y los guio hasta otra puerta que llevaba a un estrecho pasillo de piedra, iluminado por antorchas. Silbó y un carrito llegó hasta ellos, subieron y se pusieron en marcha. Harry trataba de recordar en camino, pero le era imposible; el veloz carro conocía su camino. Llegaron pronto y Griphook abrió la cerradura de la puerta. Harry no lo creía. Dentro había montículos de monedas de oro. Montones de monedas de plata. Montañas de pequeños knuts de bronce.

-Casi todo aquí es tuyo, Harry- él lo miró confundido y Hadrid tosió. Luego lo ayudo a poner un poco en una bolsa.

-Las de oro son galeones-explicó- 17 sickles de plata hacen un galeón y 29 knuts equivalen a un sickle, es muy fácil. Creo que esto será suficiente para un curso o dos, dejaremos el resto.-miró a Griphook- Ahora a la cámara 713 por favor.

Fueron más abajo y a mayor velocidad. Llegaron entre sacudidas tambaleos, Griphook colocó uno de sus largos dedos en la puerta y esta desapareció. Algo extraordinario debía estar en esa cámara, pero al abrirse Harry vio un paquetito sucio en el suelo. Hadrid lo recogió y lo metió en su abrigo

-Vamos, regresemos al banco. Creo que ella ya está aquí.

Al llegar a la superficie Hadrid le pidió que se quedara quieto en la puerta. Harry lo vio acercarse a una mujer de aspecto severo, cruzaron un par de palabras y le entregó la llave dorada. Detrás de la mujer había alguien más, pero no logró distinguir quien era. Hadrid llegó dando zancadas. Ambos salieron al callejón Diagon.

-Tendrás que comprarte el uniforme-dijo Hadrid señalando hacia "Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones"- Iré al Caldero Chorreante un momento, odio esos carros- Harry entró a la tienda solo y algo nervioso.

-¿Hogwarts, guapo?-dijo Madame Malkin, una bruja sonriente y regordeta, vestida de malva- Tengo muchos aquí... otro muchacho se está probando ahora.

En el fondo de la tienda, un niño de rostro pálido y puntiagudo estaba de pie sobe un escabel, mientras otra bruja le ponía alfileres en la larga túnica negra. Madame Malkin puso a Harry en un escabel a su lado, le deslizó por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcarle el largo apropiado. El niño solo lo miró con superioridad y giró su cabeza de vuelta al espejo. Pasaron varios minutos hasta que la puerta volvió a sonar.

-¿Hogwarts, linda?- escuchó la voz de Madame Malkin de nuevo y luego a su lado supo que había un niña, pero no la vio por una cortina.

A los segundos Madame Malkin le dio su túnica a Harry y este salió de la tienda, luego fueron a Flourish y Blotts, una tienda donde compraron todos los libros que necesitaría en Hogwarts. A esta le siguió la tienda de calderos y por último la droguería, tan fascinantes como Gringotts.

-Solo falta la varita... Ah, sí, y todavía no te he buscado un regalo de cumpleaños. Mira allí esta Ollivander, iré por tu regalo mientras tú eliges la varita.

Harry leyó en el letrero de enfrente "Ollivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 382 a.C". Al volverse Hadrid no estaba, tragó saliva y entró.

-Buenas Tarde-dijo una voz amable. Una anciano estaba frente él; sus ojos, grandes y pálidos, brillaban como lunas y lo miraban con bondad. Harry dijo un torpe "hola"

-Harry Potter, pensaba verte pronto. Tienes los ojos de tu madre, Lily Evans; 26cm, elástica, de sauce. Una preciosa varita para encantamientos.- el señor Ollivander se acercó a Harry- Pero eres idéntico a tu padre, James Potter; 28cm, caoba, flexible. Un poco más poderosa y excelente para transformaciones.

Ollivander sonrió un poco y se puso a buscar por los estantes.

-Esto ya está- dijo y le dio una varita a Harry- Vamos pruébala

Harry cogió la varita y la agitó a su alrededor, pero él se la quitó casi de inmediato. Lo mismo pasó con la demás que probó, pero con más varitas sacaba, se le veia más feliz.

-Que cliente más difícil, no te preocupes, encontraremos tu pareja perfecta por aquí. Me pregunto..., por qué no. Acebo y pluma de fénix, 28 cm, bonita y flexible.

Al tocarla, Harry sintió un súbito calor. La levantó y la hizo bajar por el aire, una corriente de chispas rojas y doradas estallaron como fuegos artificiales. Ollivander puso la varita de Harry en su caja y la envolvió, murmurando: "Curioso...muy curioso"

-Perdón, pero ¿Qué es tan curioso?- dijo Harry, Ollivander fijó su pálida miranda en él.

-Recuerdo cada varita que he vendido señor Potter. Y resulta que la cola de fénix de donde salió la pluma de tu varita dio 2 plumas identicas más. Me resulta curioso que estés destinado a esa varita, cuando fue una de sus hermanas la que te hizo esa cicatriz.

Harry tragó, si poder hablar.

-Sí, 28 cm. Ajá. La varita escoge al mago, recuérdalo... Creo que debemos esperar grandes cosas de ti, Harry Potter... Después de todo, Voldemort hizo grandes cosas...terribles,pero grandiosas. Creo saber quién será la dueña de la tercera varita, espero que la veas en Hogwarts.

Pagó 7 galeones y salió de allí, fuera lo esperaba Hadrid con una hermosa lechuza blanca dentro de una jaula, Harry se pasó todo el camino hasta el metro agradeciéndole a Hadrid pero al llegar al andén se calló. Hadrid le compró una hamburguesa y se sentaron a comer, había pasado el mejor cumpleaños de su vida, pero no sabía que decir. Hadrid desapareció por un momento.

-¿Estas bien Harry? Te veo muy silencioso- dijo Hadrid apareciendo de la nada.

-Todos creen que soy especial- dijo- Pero no sé nada de magia, soy famoso y ni siquiera puedo recordar por qué. No sé qué sucedió cuando Vol... Perdón, la noche que mis padre murieron- Hadrid lo miró, con una sonrisa muy bondadosa.

-No te preocupes, Harry. Aprenderás muy rápido. Todos son principiantes cuando empiezan Hogwarts. Vas a estar muy bien, solo sé tú mismo. Sé que es difícil pero vas a pasarlo muy bien, además conocerás a alguien muy especial pronto Harry

Hadrid lo ayudó a subir al metro y le entregó un sobre

-Tu billete para Hogwarts-dijo- El 1 de septiembre, en Kings Cross. Está todo en el billete, cualquier problema con los Dursley me envías una carta con tu lechuza, ella sabrá encontrarme... Te veré pronto Harry

El metro arrancó de la estación. Harry deseaba ver a Hadrid hasta que se perdiera de vista. Se levantó del asiento y apretó la nariz contra la ventanilla, pero parpadeó y él ya no estaba, solo había un bonito gato atigrado que se alejaba.

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Hola Lector@s :D

Nuevo capitulo! Wujuuuu ya estan cerquisima a conocerse, el próximo cap será de Valery y si son observadores descubrirán algo sobre su pasado. Esa niña guarda más secretos de los que parecen. Un favor chicos, mi amiga y editora ha comenzado a subir su propia historia :D Se llama "Los hermanos Kavanagh" y créanme es súper interesante (yo ya se un poco más de lo que pasará jeje). Se las dejo en los comentarios y si pueden se pasan por ella. :D. Gracias!

And remember, más comentarios, más rápida actualización. Nos leemos luego wattpaderos.


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