Narra Valery:

Harry y yo bajamos casi corriendo hacia la fiesta en el Gran Comedor, la señora Pomfrey nos había retrasado al darnos una última revisión antes de dejarnos ir.

— ¿Listo para el mar de miradas? —le dije a Harry al llegar frente a la puerta

—Supongo que sí—empujó la puerta

Todo el Gran Comedor se giró para vernos entrar, al principio se quedaron en silencio pero mientras nosotros caminábamos comenzaron a cuchichear entre las 4 diferentes mesas. Harry logró escurrirse en un asiento al lado de Ron pero yo no tuve la misma suerte, alguien atrapó mi muñeca antes de que me sentara.

—Al fin puedo verte, Valery—sonrió de lado mientras me soltaba con suavidad

— ¡Cedric! —Exclamé—Me alegro de verte, quería agradecerte por los chocolates, estaban deliciosos

Él asintió levemente y clavó sus ojos en los míos, por un momento me sentí intimidada y ese sentimiento incremento cuando me atrajo a su cuerpo sorpresivamente para estrecharme entre sus brazos. Para tener 14 años, era fuerte. Respondí a su abrazo al principio de forma tímida pero luego puse más presión, escondí mi cabeza en su cuello y me permití cerrar los ojos por un instante. Sonará estúpido pero, estar así con Cedric me hacía sentir tan...bien, tan segura, tan cómoda, es algo que aún no me explico.

Abrí mis ojos lentamente, mirando por encima de su hombro y me topé con los ojos de miles de alumnos. Creo que todo el Gran Comedor se había quedado en silencio, porque no escuchaba ruido alguno, me sonrojé de tal manera que rompí nuestro abrazo de una forma un poco brusca.

—Lo siento—murmuramos al mismo tiempo. Se formó un silencio incomodo que afortunadamente fue roto por el bullicio de las demás casas al ver que nuestra escena había terminado

—Bueno, creo que será mejor que me vaya a sentar—comenzó a decir—Disfruta la cena

—Si...también haré eso, igual tu

Y ambos fuimos a nuestras respectivas mesas, los amigos de Cedric hicieron escandalo durante un rato al igual que algunas Gryffindors al ver que me sentaba entre Harry y Hermione, bueno de hecho todas las chicas de las demás casas me miraban. Con suerte la aparición de Dumbledore me salvó de ser el centro de atención por aun más tiempo.

— ¡Otro año se va! —Dijo alegremente—Voy a aburrirlos un rato con mi charla de viejo antes de comenzar con el banquete. ¡Qué año hemos tenido! Espero que sus cabezitas estén más llenas que cuando llegaron...ahora tienen todo el verano para dejarla bonitas y vacías antes de que comience el próximo año. Bien, hay que entregar la copa de las casas y los puntos ganados son: en cuarto lugar, Gryffindor, con 252 puntos; en tercer lugar, Hufflepuff, con 352; Ravenclaw tiene 426 y Slytherin, 462.

Una tormenta de aplausos se desató, bueno la diferencia entre nuestra casa y Slytherin era increíble. Vi a Malfoy golpear su copa en la mesa y luego mirarme haciendo una mueca despectiva, me giré de inmediato.

—Sí, sí, bien hecho Slytherin. Sin embargo los acontecimientos recientes deben ser tomados en cuenta.

Todos se quedaron inmóviles. Las sonrisas de los Slytherins se apagaron poco a poco.

—Así que tengo unos puntos de última hora que me gustaría agregar—dijo Dumbledore—Primero, para el señor Ronald Weasley por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa de Gryffindor con 50 puntos.

Ron se puso tan colorado como un tomate mientras que toda la mesa Gryffindor explotaba en virotes, los gemelos se le lanzaron encima.

—Es mi hermano, ¡Mi hermano menor! ¡Consiguió pasar el ajedrez gigante de McGonagall! —se oyó que Percy les decía a los prefectos.

Por fin se hizo silencio otra vez

—Segundo...a la señorita Hermione Granger, por el uso de la fría lógica al enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.

Abracé a Hermione con mucha fuerza y fui correspondida de igual forma, al separarnos, comenzó a lagrimear un poco pero de felicidad. La tabla de puntuaciones crecía de a poco.

—Tercer...al señor Harry Potter...—continuo Dumbledore. Toda la sala quedó en silencio—...por su temple, valor y ayuda en momentos críticos, premio a la casa Gryffindor con 60 puntos.

Y el bullicio comenzó nuevamente, todos le sacudían el cabello a Harry y lo felicitaban, incluyéndome.

—Cuarto...a la señorita Valery Osoris...por su valentía, su osadía y lealtad. Ah, y por uno de los secretos mejores guardados de la historia—vi que me guiñó un ojo—Le doy a la casa Gryffindor 60 puntos

El estrepito fue total. Recibí tantas palmadas en la espalda y despeinadas que los lentes se me cayeron sobre la mesa y tuve que mantener una mano sobre mi frente para no dejar ver la cicatriz. En el marcadora habíamos igualado a Slytherin en puntaje, si tan solo Dumbledore me hubiera dado un par de puntos más. Dumbledore alzó una mano y la sala recuperó la calma.

—Hay muchos tipos de valentía—dijo sonriendo—Hay que tener un gran coraje para oponernos frente a nuestros enemigos, pero hace falta aún más valor para hacerlo frente a nuestros amigos. Por lo tanto premio con diez puntos al señor Neville Longbottom.

Cualquiera que pasaría cerca del Gran Comedor pensaría que había una explosión por el sonido de aplausos y gritos. Hermione, Ron, Harry y yo nos paramos para vitorear a Neville, yo me lancé a abrazarlo y el me respondió aun medio aturdido. Estaba blanco de la impresión. Ron nos dio un codazo y señalo a Malfoy con la cabeza, el rubio estaba atónito y con cara de haber sufrido un hechizo de inmovilidad total.

—Lo que significa—gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque Hufflepuff y Ravenclaw estaban celebrando la derrota de Slytherin— que hay que hacer un cambio en la decoración.

Dio una palmada. Al instante los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorado y la gran serpiente se desvaneció para dar paso a león de Gryffindor. La profesora McGonagall estrechó la mano de Snape, él traía una horrible sonrisa forzada. Cruzamos miradas por un segundo, la suya era tan fría pero al mismo tiempo ligeramente atrayente y...cálida. Ignoré ese hecho y seguí celebrando con los demás.

—Ya deja de bailar así, George—rio Hermione

—Es el baile de "¡En su cara Slytherins!" —hizo caso omiso a Hermione y siguió con los suyo

Fred se le unió y ambos siguieron haciendo ese bailecito raro mientras todos los que observaban se reían. Bien, parecía que la vida iba a volver a la normalidad en el próximo año, o al menos a la normalidad típica de Hogwarts.

Aquella fue la mejor noche de mi vida, mejor que cuando anotó puntos en un partido de quidditch y luego ganamos al coger Harry la snitch, o que la Navidad, o pelear con un monstruo gigante, o el bizarro calor en el estómago que me producía Cedric Diggory...

Nunca, jamás, olvidaré esa noche...y sé por algún motivo, que Harry piensa exactamente lo mismo que yo.

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Hola :)

Ahora este sí es el ultimo capitulo xD Falta el epílogo y listo. Bueno, no olviden votar y comentar <3 Los amo.

∞Always∞