01 - Cazando Relámpagos.
Ésta es una obra de fanfiction, que utiliza personajes del mundo de Harry Potter, una marca registrada de J.K. Rowling
No reclamó ninguna propiedad sobre ellos o el mundo del que se habla.
Derechos de publicación de HARRY POTTER y ANIMALES FANTÁSTICOS © J.K. Rowling. Rowling. J.K. J.K. ROWLING'S WIZARDING WORLD (EL MUNDO MÁGICO DE J.K. ROWLING) es una marca registrada de J.K. Rowling y Warner Bros. Entertainment Inc. Los personajes, nombres y todo lo relacionado con PORTKEY GAMES, HARRY POTTER: HOGWARTS MYSTERY (HARRY POTTER: EL MISTERIO DE HOGWARTS), HARRY POTTER y ANIMALES FANTÁSTICOS son marcas registradas y propiedad de Warner Bros. Entertainment Inc. Todos los derechos reservados.
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HARRY POTTER
UNA OSCURIDAD ASCENDENTE
• 1 •
Cazando Relámpagos.
Ж
[La ambición jamás se detiene ni siquiera en la cima de la grandeza.]
Napoleón Bonaparte
Ж
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31 de octubre de 1994.
Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Gran Salón.
—¡HARRY POTTER!
Con un atronador grito, cuál rugiente trueno atravesando la noche tormentosa, fue dado el nombre del hechicero adolescente más controversial que el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha tenido en sus últimos años. Un nombre que sacudía las mareas del colegio con cada año que pasaba. Alguna vez retratado como un héroe, otras como el villano. Pero, el día de hoy ese nombre había transformado el ambiente del Gran Salón, de la algarabía y los cantos de celebración en un absoluto y tenso silencio.
—¡Harry Potter! —repitió el director Dumbledore con voz amplificada mágicamente, mirando hacia la mesa de Gryffindor—. ¡Harry! ¡Levántate y ven aquí, por favor!
Cada una de las miradas en el Gran Comedor se posaron sobre el mencionado, el cual se encontraba estático y pálido como las velas que flotaban dentro de las calabazas flotantes sobre ellos. Sin demorar ni un segundo más los murmullos estallaron entre las mesas, acrecentando con el pasar de los segundos como un ruido furioso, como si un avispero gigante hubiera sido sacudido.
Y entre todo el caos había alguien quien veía esto con una sonrisa divertida e intereses críticos. De piel clara, con un cabello largo rubio platinado que llega hasta sus caderas, bajo una diadema verde menta.
La bella, recta y arroganteestudiante de cuarto año; llamada por muchos como la Reina de Hielo de Slytherin y miembro de una de las más importantes Casas Antigua y Nobles de toda la comunidad mágica de Gran Bretaña: Daphne Isabelle Greengrass.
—Interesante —pensó mientras descansaba su rostro sobre una de sus manos, mirando al tembloroso Gryffindor murmurado con urgencia hacia sus dos mejores amigos, rogando por algo—. Así que tenemos a la superestrella internacional del Quidditch, a mi dulce y hueca prima francesa, el niño bonito residente de Hogwarts y al "Cretino que Vivió".
Al parecer las cosas no serían tan aburridas como las creyó en primer lugar, aunque ahora la pregunta que estaba en el aire sería: ¿Cómo lograría el aclamado "salvador del mundo mágico" salir adelante cuando tenía que hacer frente a tres competidores 3 años más capacitados?
Por lo que ella sabía, Potter no destacaba en nada más que en Quidditch; era un buscador excepcional y había ganado cierto musculo y altura en este cuarto año haciéndolo lucir presentable, no podía negárselo. Pero esas habilidades no serían tan conmensurables cuando tenías que enfrentarte a una trampa mortal disfrazada de gloria y honor.
Bueno, eso tendría que haberse cuestionado cuando fue tan engreído y crédulo como para poner su nombre en ese cáliz, ahora debía cargar con las consecuencias de sus infantiles y egoístas decisiones. Si le pidieran su opinión, ella podría augurar a Potter como un hombre muerto de una vez y ahorrarles la sorpresa cuando llegara su tan anunciada muerte. Solo era cuestión de mirarlo: tembloroso y asustado, patético y débil.
El charlatán de poca monta no inspiraba ningún tipo de seguridad mientras se ponía de pie y se acercaba a Dumbledore, el cual le susurró un par de palabras al oído y le indico que se dirigiera hacia la misma puerta detrás de la mesa de los profesores que llevaba a la sala contigua, donde el resto de los seleccionados del torneo se habían dirigido.
—Un knut por tus pensamientos —la voz jovial de su mejor amiga llamó su atención, devolviéndole a la realidad dónde el mar de murmullos en que se había convertido el Gran Salón reinaba.
Tracey Davis era una adolescente menuda, de piel ligeramente bronceada, con gafas delgadas sobre dos ojos color ámbar, labios finos, pelo largo castaño cenizo atado en dos coletas trenzadas, flequillo en el lado derecho de la frente y una capa de pecas sobre su pequeña nariz respingada. Y para complementar el aire de dulce inocencia, enmarcando su bonito rostro en forma de corazón había un gorro de lana de color magenta, el cual usaba casi todo el tiempo desde su primer año.
—¿Divertida por la nueva locura de ese cretino? —le pregunto con una sonrisa traviesa.
—Nada interesante de lo que deba discutir —contestó ella simplemente. Su voz era suave y profunda, como un océano en calma; un tono de voz entrenado para ser controlado, frío y ligeramente soberbio siempre se escuchaba regio cuando salió de sus delicados labios adornados con un tono de lápiz labial azul celeste. Incluso en su forma de hablar, Daphne mostraba abiertamente su ascendencia aristocrática con orgullo.
—Yo solo espero que esta tontería no se alargue —alegó Tracey reprimiendo un bostezo mientras daba un vistazo rápido al chico Potter el cual caminaba hacia la antecámara contigua como si de un condenado a la horca se tratase—. Cuando Potter se involucra solo cosas ridículas pueden suceder.
—Oh vamos Trace, admitamos que esto será divertido. Potter es una fuente de entretenimiento bastante confiable, y ahora vamos a verlo tratar de salvar su patético pellejo ante la mirada de todos y sin pagar entradas —agregó con malicia Theodore Nott, un chico alto, delgado, y con apariencia delicada—. Las apuestas van a ser tan divertidas que hasta me daría pena cobrarle al que adivine cuánto durará Potter en el torneo.
—Yo apostaría aquí y ahora 10 galeones a que no duraría ni 10 minutos —se unió a la diversión Tracey—. Así que ve preparando mi dinero Nott.
Daphne solo giró los ojos y regresó su mirada al mencionado, no siendo participe de la efusiva y cruel platica de sus amigos sobre el destino de Harry Potter en el torneo.
Bueno, por lo menos ellos lo encontraron divertido. Ella simplemente quería que toda esta comedia terminará para regresar a las mazmorras y poder dormir.
Pero entonces algo llamó su atención: el mismo Harry Potter.
No supo lo que sucedió, no supo ni por qué ocurrió en primer lugar. Pero cuando sus ojos miraron hacia la espalda de Potter, justo cuando todo el mundo miró hacia otro lado, en ese momento el chico se detuvo frente a la puerta de la cámara anexa y se quedó ahí por unos instantes.
Ella no debería ni siquiera haber sido capaz de verlo, estaban en esquinas opuestas. Pero lo hizo. A pesar de la distancia y la oscuridad del Gran Salón, cuando él se giró Daphne pudo ver su rostro.
Fue un solo instante, solo algunos segundos, pero solo eso bastó. Harry Potter miraba a todos con una locura oculta detrás de sus brillantes gemas de color verde que tenía por ojos.
Una corriente eléctrica cruzó el cuerpo de Daphne, como si en el instante en que ella se perdió en sus preciosos ojos verdes —porque ella no podía negar que le gustaban los ojos de Harry Potter. Se le hacían como piedras preciosas que sería feliz de arrancar de sus cuencas y conservarlas en un frasco lleno de formol, y verlos en la calma de su habitación— sintió como si de alguna forma ella y él se conectaron. Era difícil de explicar.
—¿Daphne?
La chica parpadeó sacudiendo su cabeza, unos instantes después de haber estado perdida en sus pensamientos. Su mejor amiga le devolvía la mirada con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Sí?
—El banquete terminó —le informó Tracey en voz baja y sería no muy común en ella. La sospecha estaba retratada detrás de sus ambarinos ojos—. Dumbledore dio un par de palabras de despedida y se dirigió a toda prisa detrás del tramposo junto al comité del torneo, McGonagall, Snape y el chiflado de Moody lo siguieron después —Daphne miró a su alrededor y vio que efectivamente el Gran Salón ya estaba casi completamente vacío—. ¿Todo bien? —le pregunto arqueando una ceja.
—Sí —murmuró poniéndose de pie ¿Cuánto tiempo estuvo atrapada en sus pensamientos? —. Me disculpo, mi mente se espacio solo unos instantes.
—¿Tú crees? —murmuró con sarcasmo Tracey dándose la vuelta y siguiendo a sus compañeros—. No lo había pensado.
Mientras ella también se dirigía a las mazmorras, la mente de Daphne se había vuelto a perder, centrándose en él joven de ojos verdes y cabello alborotado. Había algo raro sucediendo sobre Harry Potter que había despertado su curiosidad, una curiosidad que Daphne aceptaba era insaciable, ella reconocía que está incertidumbre que estaba embargando su mente no desaparecería hasta que logrará desentrañar el misterio que se ocultaba, si es que había uno, solo así podría tener paz.
Tal vez este cambio de visión de último momento sobre Potter podría ser algo que un verdadero Slytherin debería monopolizar de alguna forma.
• • •
—¡Bien, suelta la sopa!
Después de regresar del Gran Salón juntó con el resto de los Slytherin, el grupo de amigos de Daphne no volvieron a tocar el tema y en el momento en que los cuatro entraron en la sala común, se dieron las buenas noches y se dirigieron a sus respectivos cuartos para descansar sin decir más. Pero, ahora ya en su habitación Tracey solo espero a que sus compañeras de cuarto se habían ido a dormir, para cruzar el dosel de la cama de Daphne y comenzar el interrogatorio sobre su reciente actitud tan extraña.
—¿Suelta la sopa dónde? — murmuró con descarada indiferencia una Daphne ya en pijama. Siempre había encontrado entretenido la forma de hablar de su mejor amiga, como una jerga rimada digna de la clase trabajadora— Recuerda que a veces las expresiones de la gente común y corriente son difíciles de comprender para mí, Tracey —sus ojos estaban clavados en la más reciente revista de moda del mundo mágico.
Ella tenía una ligera sospecha sobre lo que Tracey quería indagar, no pensaba darle las cosas tan fácilmente, sobre todo cuando entró a su espacio personal sin pedir permiso alguno.
—¡Dulce Morgana! —dijo levantando un poco la voz, sin mirar aún a Tracey que comenzaba a enojarse por ser ignorada— André Egwu lanzará por fin una exclusiva línea Haute Couture de temporada. Por lo que veo por fin encontró un inversionista, aunque me conmociona que fuera capaz de promocionarse tan rápido a nivel internacional. Es más que obvio que quien está detrás de él es alguien con mucha influencia —le informó—. ¡Qué desasosiego el mío!, si mi padre hubiera aceptado la propuesta que le hice de invertir en Egwu cuando era un don nadie, hubiéramos podido asegurar para nosotros al más prometedor diseñador de modas de la década —suspiro con un ligero puchero en su rostro—. Con una inversión así, las arcas de nuestra fortuna hubieran aumentado considerablemente. Podríamos haber abierto una rama del Gremio de Exportación Greengrass centrada exclusivamente en el sector textil —mirando con ojos celosos algunos diseños de vestido que se anunciaban en la revista—. Además, qué no sería para nada malo tener un guardarropa tan espectacular sin tener que pagar el mismo precio que los demás, aunque —por fin miro a Tracey, dándole una sonrisa petulante, agrego— soy una Greengrass, el dinero no es ningún problema.
—¿Me vas a decir qué dementores te pasa? —confrontó inquisitiva Tracey cruzándose de brazos y frunciendo el ceño— Llevas toda la noche actuando rara que ni siquiera te tomaste el placer de molestar a Malfoy y su grupo de perdedores; y eso es algo que nunca dejas que se te pase. Sobre todo, cuando la molesta amenaza que puede ser tu hermana está presente para verlo —y tomando la revista, se las quitó de las manos recibiendo una mirada desagradable de la rubia—. No vas a salir de esta hablando de tontos modistas y su ridícula ropa, Daphne.
—No sé a lo que te refieres, querida Tracey —dijo Daphne nuevamente indiferente quitándole la revista y siguiendo con su lectura—. Sabes que soy una gran aficionada de la moda. Pensé que como mi mejor amiga me conocerás lo suficiente para saber que estos temas son muy importantes.
—Oh te conozco Daphne —le dijo molesta por la completa falta de seriedad del asunto—. Quizás más que tu propia familia y sé que nunca actúas como lo estás haciendo ahora. Esa cabecita loca tuya se la pasa pensando y pensando, pero nunca dejas que nada te distraiga del presente —señaló. No le agradaba que estuviera así, se sentía distante, distraída y sospechaba que tenía que ver con los sucesos de la selección de campeones, específicamente sobre el inesperado cuarto campeón—. Así que si has estado callada desde el banquete es porque algo muy grande está trabajándose aquí —picoteando su cabeza con el dedo.
Daphne apartó la mano de Tracey con un manotazo y le dio una mirada fría de molestia, pero sin pronunciar ni una sola palabra.
El ceño de Tracey se frunció.
—Así que así vamos a estar ¿eh, Daphy? —escupió agriamente ante el frío silencio.
Daphne gruñó.
Detestaba que se dirigieran a ella de una forma tan indecorosa, acortando su hermoso nombre o peor aún, usando un insultante apodo. Solamente a Tracey le permitía semejante atrevimiento. Pero cuando ella lo usaba como una forma de mofarse, allí su enfado realmente se mostraba.
—¡Si tienes el descaro suficiente de acusarme de algo, ten la suficiente valentía para decírmelo de una vez y dejar de darle vueltas a este insulso asunto! —le recrimino fastidiada, dejando por fin la revista a un lado.
—¡Oh, por Merlín! —arremetió Tracey levantando las manos con frustración— No te hagas como que no sabes Greengrass, ¡Esto es por Potter! —la acusó con un dedo levantado hacia ella— Lo vi. No apartabas la mirada de él desde que lo nombraron campeón. Y no fueron tus características miradas heladas de bruja con el corazón peludo, sino una de mucho interés. Así que contesta, ¿por qué la reciente atención a Potter? —encarándose mientras se acomodaba las gafas en su rostro— En todos estos años jamás un chico te ha llamado la atención, mucho menos el ridículo Cretino Que Vivió —siseó con molestia mirando hacia la tela del dosel—. Ni siquiera cuando Blaise llego con una sarta de rumores sobre sus locas aventuras. Ahora inexplicablemente la Reina de Hielo siente un repentino interés sobre él. Así que dime ¿qué está pasando?
Daphne exhaló aire apretando el puente de su nariz con frustración.
—¡No está pasando nada Tracey!
—¡A otra idiota con ese cuento! —volvió a la carga con un rostro malhumorado— La verdad no entiendo que te podría llamar la atención de ese tarado, ¿qué tiene de bueno? —escupió amargamente con la mirada oscura— Solo falta que me digas que te enamoraste de él —agregó con murmullo lleno de desprecio ante la idea.
Afortunadamente —para la salud mental de Daphne— esta conversación estaba siendo retenida por los encantamientos de privacidad que ella misma había puesto sobre las cortinas de su dosel de cama, algo que había puesto permanentemente este año, una nunca sabía cuándo hay gente afuera escuchando y es mejor evitar que todas se enteren cuando una adolescente estaba descubriendo ciertas cosas sobre ella.
Pero ahora no trataba sobre ese tipo de cosas, no, ahora trataba de un enojo creciente por la sarta de tonterías que sus oídos tenían la desdicha de estar escuchando. Tonterías que ella pondría fin en estos momentos.
—¿Este es otro de tus episodios infantiles de celos? —la cuestiono ácidamente, provocando que la reacción de Tracey fuera igual a haber recibido una bofetada en la cara— Porque estoy hasta la coronilla —señalando lo alto de su cabeza— de tus ridículas nociones sobre quién puede llamar mi atención o no, ¡no eres mi madre, Davis! —reitero con fuerza aumentando la mirada herida de la chica del sombrero de lana.
Desde que habían sido amigas, Tracey había demostrado un ligero sentimiento de posesión sobre ella, como si no quisiera que nadie le arrebatara su lugar como la más especial en su vida, algo que ni sus padres o la detestable de su hermana menor podían alegar. Podía resultar tierno si no se volviera algo agotador, celando cualquier intento de interés de otra persona hacia ella. Por ejemplo, Daphne aun recordaba lo que sucedió con Runcorn, la infeliz no volvió para el segundo año.
—No estoy enamorada de Potter, ni siquiera lo conozco y lo poco que ha mostrado no es suficiente para merecer que le dé una mirada. Pero aun si fuera, no es de tu incumbencia cuestionar en lo que yo pongo mi atención —la enfrentó con una mirada cargada de frialdad, y aún sin admitir completamente si su mente había estado pensando en el chico de Gryffindor—. Sabes muy bien que detesto que alguien se imponga sobre mí y si te tolero estos desplantes es porque valoro tu amistad, pero no me provoques más de la cuenta.
—¡Bien! —exclamó Tracey ofuscada. Su rostro pasó de estar dolido a estar rojo de indignación—. Haz lo que te venga en gana, pero si esto regresa para morderte el trasero no vengas llorando, Greengrass —le dijo. Irguiéndose sobre la cama, miró a Daphne con enojo grabado en sus ambarinos ojos detrás de los cristales de sus gafas, una sombra oscura de furia y reproché se podía observar en ellos—. Y te aseguro que lo hará, la absurda vida revoltosa de Potter no es algo en lo que quieras meter tus narices.
—Tonterías —desestimó obstinadamente con un movimiento de mano, mirando hacia otro lado—. No veo porqué estás tan en contra de que vea alguna curiosidad en Potter, no es como si pasara algo malo ¿verdad?
—¿Eso crees? —le dijo con una sonrisa cínica— Bien ya lo averiguarás por ti misma cuando te adentres en la vida de ese desastre andante. Te niegas a creer en rumores porque no hay veracidad ni prueba en ellos ¿eh? —le dijo señalándole con el dedo, casi tocando su nariz— Bueno, esta será tu oportunidad de averiguarlo, veamos si la Reina de Hielo es tan valiente como dice ser cuando esté alrededor del chico que se rumorea asesinó a un profesor —levantando un dedo—, aquel que es un hablante de parsel y que al parecer, sabe dónde está ubicada la cámara de los secretos y lo que hay dentro de ella —levantó otro dedo—, el que se enfrentó a un convicto prófugo y venció a decenas de dementores con un solo hechizo —y otro—, y todo eso con la ayuda de una simple sangre sucia y un inepto traidor a la sangre como compinches —dijo cruelmente—. Si quieres ser una tonta Gryffindor adelante, mi sofocante preocupación de mamá gallina no estará ahí para salvarte el trasero esta vez, y cuando vengas con la cola entre las patas —toco la nariz de Daphne con un dedo—, lo voy a gozar como no lo puedes imaginar —susurro con voz cargada de burla.
—¡Te lo advierto por última vez, Davis! ¡Cuida mucho el tono con el que te diriges a mí! —dio el ultimátum mirándola fieramente a los ojos. No le gustaba para nada cuando alguien le hablaba de mala manera. Ella era una Greengrass y no tolerará semejantes desplantes.
—Tómalo como quieras Greengrass —fue la respuesta desdeñosa de la chica la cual se levantó y antes de salir del dosel miró a Daphne seria—. Si quieres involucrarte con un loco como Potter allá tú. Sabes bien que te ayudaré en lo que necesites y me pidas, pero quiero reiterar que esto te estallará en la cara de alguna forma. Potter es peligroso, mi instinto lo dice y tú sabes que nunca me equivoco sobre eso. Y te lo aseguro, estaré diciéndote «te lo dije» más rápido de lo que él idiota de Malfoy hace sentir a un hipogrifo ofendido.
Sin decir nada más, dejó a su amiga sola.
Daphne miró con el ceño fruncido el dosel, enojada de la actitud tan antagonista que había tomado Tracey hacia ella, algo que encontraba una exageración sin sentido. Encontraba bastante extraño como ella despreciaba al chico de Gryffindor prácticamente desde el primer año. Cada mención, cada comentario aludido a él, hacía que Tracey murmurara pestes contra su persona. Como si ambos hubieran sufrido por una situación desagradable entre ellos en el pasado, algo completamente imposible ya que Tracey jamás había conocido a Harry Potter hasta que ambos llegaron a Hogwarts hace cuatro años, y nunca habían intercambiado ni una sola palabra.
Además, con qué derecho ella podía llamar peligroso a Potter cuando Tracey misma era la persona más mortalmente inestable que conocía, en fin, la hipocresía.
Si era franca consigo, todo este asunto parecía ser solo una tontería que no debía ni tomar en cuenta y desechar como un viejo e inservible elfo doméstico. Pero no podía sacar de su mente todo ese extraño evento que ocurrió en el Gran Salón, sentía que su visión sobre lo que creía conocer de Harry Potter era errónea y eso la tenía intranquila, no conocer algo era intolerable para Daphne Greengrass. Necesitaba respuestas, respuestas que le revelarán si había algo oculto detrás de la leyenda del Niño Que Vivió. Y si no lo había, aún podría sacar algún provecho.
Recostandose sobre su almohada dejó que su mente comenzara a tejer planes sobre Harry Potter y qué provecho podría sacarle, aún así, recordó vívidamente la advertencia que le dio Tracey. Pero decidió que no le daría importancia, aún si era verdad que su amiga tendía a tener razón en sus instintos, Daphne quería creer que esta vez estaba equivocada.
Bueno, ya mañana sería un buen día para trabajar en Potter, se dijo mientras se preparaba para pasar una noche de descanso.
Tendría que involucrar a sus amigos en esto, serían de mucha ayuda, aún si renegaba Tracey estaría abordo, ella haría lo que se le pidiera hacer. Y confiaba en que Nott y Zabini se sumarían de la misma manera, esos dos podrían servir de algo si veían beneficios en el horizonte.
Tenía una buena sospecha de que todo iría viento en popa.
Por favor, ella era Daphne Greengrass ¿qué podría salir mal?
• • •
La mañana del domingo había llegado con un ambiente tranquilo, distinto a la agitada tormenta de acontecimientos que habían ocurrido la noche anterior. El asunto de la incorporación de Harry Potter al Torneo de los Tres Magos seguía en la boca de todos en el castillo; el consenso general de los estudiantes era que Harry solo quería llamar la atención, provocando que el odio del colegio entero recayera sobre él. Realmente las repercusiones habían sido bastantes grandes que todos podían asegurar que ya podría sorprenderlos.
Pero estaban equivocados.
—¿Escuchaste los rumores? —dijo un alumno cualquiera de Hufflepuff a su amigo mientras ambos se dirigían hacia el Gran Comedor.
—¿Sobre qué?
—¡Expulsaron a Potter de Gryffindor!
—¡Que bien! —aplaudió el otro chico con indiferencia— Se lo merece por lo que hizo.
—No viejo, no entiendes. ¡Lo expulsaron de la casa completamente, no solo de la torre! —aclaro haciendo que su amigo se detuviera en el acto y lo mirara totalmente sorprendido— ¡Ya no es un Gryffindor! —continuo— ¡Ya no pertenece a ninguna de las casas de Hogwarts!
—Pero ¿cómo? —exclamó lentamente pensando en la situación. Sonaba tan extraña, tan difícil de creer— ¿Eso es posible?
—Al parecer sí, según los rumores —fue la confirmación reanudando el camino—. A lo que escuche ayer hubo una especie de asamblea general en su sala común y entre todos los Gryffindor decidieron que era una deshonra que Potter haya entrado de forma ilegal al torneo —le explico mientras giraban por un pasillo y casi terminaron chocando con la figura desaliñada de una chica, que extrañamente aún iba ataviada con su uniforme escolar en un domingo. Iba furiosa en dirección a la Gran Escalera murmurando pestes—. Al final decidieron que no querían esa mancha en el legado de su casa y expulsaron a Potter bajo el «Juicio Del León».
—¿Juicio del León? —repitió confundido el chico.
—Si. Según me contaron fue una ley que instauró en su casa Godric Gryffindor en caso de que alguien de alguna forma ultrajara los valores que caracteriza a los miembros de la casa. Se supone que el que cae en esa ley, debe hacer un acto de valor asombroso para poder regresar y recuperar su honor.
—Wow es muy duro —murmuró. No es que quisiera tener simpatía con el tramposo, pero sonaba a un castigo bastante excesivo, incluso para Potter.
—Tú crees que eso fue duro —le dijo con una sonrisa, deseoso de soltar la bomba que tenía preparada—. Lo peor fue que el mismo Weasley fue el que solicitó el juicio. Él, McLaggen y Johnson.
—¡No me jodas! —se elevó la voz del chico sin poder creerlo— ¿Su mejor amigo y su compañera de equipo? —pregunto y cuando recibió la confirmación silbo sorprendido— Viejo, enserio siento pena por Potter
—Ya se. Puedo entender a McLaggen y Johnson, estos dos lo hicieron como castigo porque creían que Potter solo lo hizo para robarles la oportunidad de brillar para Gryffindor por cuenta propia, pero ¿Weasley?, él solo lo hizo por celos —aclaró mientras daban un último giro por un pasillo. Las puertas del Gran Comedor estaban a unos pasos—. Yo realmente no entiendo lo que busca Weasley con esto. Es un hecho que sin Potter él no es nada —dijo despectivamente.
—Lo sé —afirmó—. Hablando de ello, ¿Granger no dijo o hizo algo para ayudarlo? —pregunto extrañado al recordar a la otra mejor amiga de Harry Potter.
—No que yo sepa — dijo encogiendo los hombros mientras los dos por fin cruzaban la puerta del comedor. Por segunda ocasión, una figura se cruzó en su camino, a punto de chocar con ellos, esta vez era la de la Profesora McGonagall, que, ignorando, salió con rapidez del comedor—. Aunque escuché que ella y Longbottom no dijeron nada en su favor, no lo defendieron o abogaron por él. Aparte ya existen rumores de que Granger está atraída por Weasley, de seguro no dijo nada para ganarse su cariño o algo.
—¿Enserio? —dijo con tono de descortés sorpresa—. Pero ¿Qué le puede ver a Weasley cuando tiene a Potter a su lado? —pregunto— Vamos, Potter podría ser un renacuajo flaco y pequeño, pero tiene una casa prestigiosa que lo respalde y la fama del que venció A Quien Tú Sabes. ¿Acaso Granger tiene algún problema de autoestima y cree que se merece una poca cosa como Weasley?
—Pues quién sabe —murmuró—. Pero al final de cuentas ¿a quién le importa lo que Granger piense? —sentenció mientras pasaba por detrás de la mesa de Slytherin, su conversación había sido escuchada por cuatro personas que ya habían escuchado los más recientes rumores que estaban sacudiendo el castillo.
—Como claramente lo han escuchado, Potter está solo y vulnerable —dijo Daphne sonriendo mientras se sentaba al lado de Tracey y frente a Theo y Blaise Zabini—. Claramente es una señal de los cielos anunciando algo grande para nosotros.
—Así que es verdad ¿eh? —hablo Theo levantando su rostro de su desayuno—. Tracey hablo de que al fin tu estéril corazón ha comenzado a latir por alguien que no seas tu misma, y que el afortunado, o desafortunado depende de la opinión, es el famoso Niño Que Vivió.
Daphne le dio una mirada sucia a su mejor amiga, la cual devolvió con una sonrisa divertida y mejillas infladas por la comida. En cuanto los tres estuvieron sentados en la mesa de Slytherin para el desayuno, Tracey les había contado, con lujo de detalles y una visión sesgada, que Daphne tenía cierto interés por Harry Potter.
—Sabes me siento un poco en conflicto sobre ello —siguió el chico—. El que te enamores de alguien desecha por completo todas mis teorías de que eras un ser asexual incapaz de sentir emociones por otro ser humano y que su único medio de reproducción era escupiendo enormes huevos por la boca.
Daphne giró los ojos antes las payasadas de Nott. Este cretino jamás se tomaba en serio las cosas cuando era necesario, sino fuera porque ambos compartían estatus social, y aún tenía sus usos, ya se habría deshecho de él desde hace tiempo.
—Lo que yo no entiendo es ¿por qué Potter? —habló por primera vez Blaise Zabini, un chico alto de color, con pelo corto ondulado y pómulos marcados— Jamás espere que la Reina del hielo estuviera tan desesperada por el calor humano, que recurriría a tan mal partido.
—¿Celoso Zabini? —contestó Daphne con una sonrisa descarada. Sirviéndose su propio desayuno, algo de tocino y pan francés— El que haya escogido a Potter sobre ti, te mata por dentro ¿cierto?
—Si claro, no sé cómo podré continuar con mi vida si ya no estás disponible en el mercado, «cara mia»—dijo con un fingido tono teatral—. Pero la verdad se ve que te mueves bastante rápido Greengrass, ayer apenas descubriste que podías sentir atracción por otro ser humano y hoy ya estás dispuesta a admitir tu amor hacia Potter —dándole una mirada astuta—. ¿Ya tienes planes para tratar de llevarlo a un armario de escoba o a una de las mazmorras olvidadas?
—Claro, no puedo aguantar los escalofríos que recorren mi cuerpo cada que pienso en lo que haré con Potter —dijo con sarcasmo poniendo los ojos en blanco—. Solo es cuestión de observarlo: con ese pelo alborotado y ropa de pordiosero. Es el sueño de toda dama de clase alta hecho realidad —se burló, provocando la risa de sus amigos.
—¡Palabras fuertes viniendo de ti Greengrass! —dijo una voz arrastrando las palabras que ella y el resto de su grupo despreciaban.
Daphne suspiró, al parecer las molestas moscas no podrían apartarse del camino cuando todo iba bien.
—Lo que se me hace de mal gusto, es que una mujer de tu categoría se rebaje a sentir algo por un sucio mestizo como Potter cuando hay mejores partidos, alguien como yo, por ejemplo —dijo una voz arrogante arrastrando las palabras.
Detrás de ellos se encontraba Draco Malfoy, acompañado de su club de fans habitual, dos torpes figuras grandes conocidas como Crabbe y Goyle, además de su aduladora favorita: Pansy Parkinson, la cual gruño ofendida porque Draco se le insinuara a una tonta y fea como Greengrass, según su opinión claro.
—Lamento traer este tema tan desagradable a colación, pero el ambiente de un momento a otro se ha viciado con un desagradable aroma. ¿Acaso lo que huelo es a fracasó mezclado con basura? —murmuró Daphne con sorna sin darse la vuelta.
—No lo creo. Se perfectamente que huele a un troll de montaña —dijo Theo siguiendo el juego, luego volvió a aspirar y agrego sin miramientos—. No, lo siento. Creo que son dos.
—¿De qué hablan? —replicó Tracey acomodando sus gafas redondas. Aspiro sonoramente antes de resoplar con fingido desagrado— ¡Yowie Wowie!, ¡Qué peste! —gimió— Huele a zorra barata de burdel de mala muerte del callejón Knockturn. Ya sabes, aquellas que deben ponerle una bolsa de papel para no ver su desagradable rostro cuando sacuden la cama y al final te quedas insatisfecho porque ni para calentar pollas sirven.
—SUFICIENTE —gruñó molesto Draco con las mejillas rojas de la humillación hacia él y sus amigos.
Daphne riendo se dio la vuelta y miró a su compañero de Slytherin levantando una ceja.
—¡Oh Draco! —fingiendo apenas darse cuenta de su llegada—, ¿Cuál es la desagradable razón con la que nos maldices con tu repulsiva presencia en un día tan bonito?
—¡Mucho cuidado Greengrass! —reprochó en voz baja— Más te vale que me des el honor que merece mi nombre, porque hasta el día de hoy la casa de los Malfoy son una familia de respeto perteneciente a los «Sagrados Veintiocho».
—Eres tan silvestre Malfoy —río Daphne dándole una mirada despectiva al resto de los acompañantes. Ninguno valía la pena, eran un trio de incompetentes que seguían a un idiota con aires de grandeza—. Solo te aclaro que los Sagrados Veintiocho son solo nombres de familia sangre pura. Simple y llanamente —su sonrisa se marchitó y su mirada se volvió helada y mortal, dando una demostración de porque era apodada la Reina del Hielo de Slytherin—. A diferencia de tu simple "familia noble", los Greengrass somos parte de las 12 únicas casas que son llamadas «Antiguas y Nobles», un verdadero título que el dinero de tu padre no puede comprar —inquirió con veneno—. Así que te pido amablemente que nunca vuelvas a hacer insinuar que somos iguales, ya que no estamos al mismo nivel —dijo con un lenguaje tranquilo pero que podía hacer sentir el frío más invernal de la historia.
—Si quieres compararte con alguien —habló Theo con una mirada llena de burla y malicia. Su familia también pertenecía a las 12 Casas Antiguas y Nobles—. Podrías hacerlo con otro miembro de los Sagrados Veintiocho, ¿Qué te parece con los Weasley?
Draco se puso totalmente rojo del enojo.
—¿Me estás comparando con esos asquerosos traidores a la sangre? —escupió furioso, sus manos temblaban por la rabia que quería explotar.
—Nadie está declarando eso, Draco. Solo estamos ayudándote a entender tu lugar —dijo Daphne como si fuera la cosa y regresó su vista hacia la mesa sin volver a prestarle atención—. Probablemente deberías hablar con tu padre y pedirle que contraté un tutor para que te enseñe esos conceptos básicos en vez de que pases horas colgado de las faldas de tu madre.
Draco simplemente resoplo ofendido y se fue a sentar lejos de ellos, sus amigos lo siguieron detrás de él, Pansy le dio una última mirada de muerte a Daphne que no tomó importancia.
—Hoy ha sido un buen día, descubrimos que nuestra querida Reina del hielo tiene sentimientos más allá del odio a todo lo que no sea ella misma —empezó a decir Theo divertido, ganando un resoplido de Daphne—, y ahora acabamos de verla hacer gala de sus talentos en su deporte favorito: humillar a Malfoy. Vamos chicos esto sucede una vez en la vida, hay que pedir un deseo.
—Muy gracioso, Nott —le dijo Tracey echando atrás sus coletas—. Pero a diferencia de ustedes dos; Blaise y yo no somos parte de las Casas Antiguas y Nobles, es más, no somos parte ni de los Sagrados Veintiocho, sería un suicidio burlarnos de Malfoy sin nada que nos respalde —agregó con un resoplido tomando un pedazo de pan y siguiendo con su desayuno—. Podemos meternos con Parkinson y el par de trolls, pero acarrear la ira de los Malfoy sería un problema a largo plazo, sobre todo si ustedes deciden ya no estar ahí para protegernos de represalias.
—Descuida mi lady —dijo Theo con voz suave dirigiéndose a Tracey, y tomando su mano—. Yo seré tu caballero de brillante armadura y te protegeré de cualquier represalia del sucio bastardo —dándole una sonrisa coqueta.
—Si claro, imbécil —gruñó la chica apartando su mano rápidamente—. Tu solo dices eso para poder entrar en mis bragas. ¿Acaso no fue lo mismo que le dijiste a esa chica de Ravenclaw?
—Los rumores apuntan que le dijiste lo mismo a las gemelas Carrow en la fiesta de bienvenida —agregó Blaise con una sonrisa descarada. Sirviéndose más huevos con tocino.
—Eres un degenerado Nott —escupió Tracey mirando a su amigo como si fuera un insecto. Ella despreciaba con todo su ser a los pervertidos y personas que carecían de pudor. Sino fuera porque Theo era "amigo" de Daphne y tenía poder e influencia en el bajo mundo de Hogwarts, ya lo hubiera hecho pedazos desde hace mucho—. Esas chicas tienen 11 años y acaban de entrar a Hogwarts llenas de sueños y esperanzas, lo menos que necesitan es un desagradable tipejo detrás de ellas.
—Esos rumores son falsos y realmente me ofende que mis amigos duden de mi integridad —dijo Theo con un fingido tono de dolor—. Todos saben que mis ojos solo son exclusivos para ti, mi bella señorita Davis —dijo con falsa gallardía, recibiendo un gesto grosero con el dedo anular por parte de Tracey.
—Ignorando este triste episodio donde vemos que la integridad moral de Nott es igual a su cerebro —dijo con desprecio Daphne recibiendo una sonrisa socarrona de Theo—. No tienen por qué temerle al bufón de Malfoy —los animó—. Si quieren mofarse de él, háganlo. Siempre ha sido un pelmazo mimado.
—En eso podrías tener razón. Mi prima Merula me contó que una vez tuvo que hacerse cargo del mocoso por unas horas mientras estaba en Hogwarts —murmuró Tracey.
Merula Snyde era la prima hermana de Tracey, hija de su tío Emir, un miembro que fue expulsado de la familia Davis al ser encerrado de por vida en Azkaban junto a su esposa Morgause Snyde, -que curiosamente también era la hermana mayor de la madre de Tracey: Morgan Davis, de soltera Snyde-,por apoyar al Señor Oscuro.
Para los padres de Tracey, Merula era una mancha para ambas familias y jamás la reconocieron como parte de los Davis aún si era solo una víctima de las malas decisiones de sus padres. No obstante, prohibieron todo contacto entre la pequeña Tracey y su prima mientras esta última se criaba a cargo de la tía Elaine, la segunda de las tres hermanas Snyde.
Pero para desgracia de los deseos de los señores Davis. Tracey y Merula se habían acercado desde hace años, Tracey miraba a su prima como una hermana mayor que amaba y apreciaba con todo su corazón.
—¿El idiota estuvo aquí en Hogwarts antes del primer año? —preguntó con honesta curiosidad Theo.
Tracey se tomó su tiempo para pasar la comida después de un trago de jugo de calabaza.
—Lucius Malfoy vino a Hogwarts a hacer una inspección como miembro de la junta de gobernadores y trajo a su engendró con él. Mi prima y su novia, que en ese entonces era como su rival o algo así, se hicieron cargo del payaso por unas horas —explicó acomodándose los anteojos—. Merula me contó que el mocoso era arrogante, pedante y lleno de sí mismo, que tenía tantas ganas de golpearlo y aventarlo por la torre de astronomía si no hubiera sido porque Maya McDonell la detuvo.
—Siempre ha sido un engreído —aportó Daphne refiriéndose a Draco—. Es por eso que los exhorto a que no le tengan miedo, es solo un perro que ladra, pero no muerde.
—Es fácil para ustedes decirlo —suspiro Blaise—. Ustedes son prácticamente intocables, pero nosotros no podemos ponernos al tú por tú con gente poderosa. «La mia mamma» me mataría si traigo más atención negativa a nuestra familia de la que ella ya genera.
—Potter lo hace, al igual que Weasley —les recordó Theo—. Y ambos siguen vivos y felices... o bueno... tan feliz como un traidor a la sangre pueda vivir en su patético chiquero —se burló.
—Weasley es un idiota que hace las cosas sin pensar en las consecuencias —acordó de forma despectiva Tracey—. Además, esos traidores a la sangre ya no pueden caer más bajo, aún si los Malfoy están en su contra.
—Y Potter, bueno puede que su familia ya no está entre los Sagrados Veintiocho —agregó Blaise preguntándose qué sería de él en estos momentos, no había llegado al desayuno—. Pero no han perdido su estatus de Casa Antigua y Noble. Aún si su madre fuera una sangre sucia, el nombre de los Potter sigue teniendo protección y genera respeto.
—Pero dudo que a Potter le importe su nobleza —dijo Nott evaluando al chico de Gryffindor—. Si no, no andaría luciendo esos trapos simples o estuviera ignorando sus deberes como miembro de una casa respetada y juntándose con la gente inadecuada —señaló.
—Saben... —dijo Daphne feliz de que la plática haya llegado a este tema. Terminó su desayuno y después de limpiar su boca de la forma en que una dama de su categoría debía hacerlo, continuó— ahora que tocan el tema sobre ese advenedizo. Tengo algo que discutir con ustedes. Cómo probablemente Tracey lo haya mencionado —haciendo un gesto con su cabeza hacia la castaña—, Potter ha captado mi atención. Pero no de la forma que sus diminutos cerebros creen, sino de algo más fructífero. Pero antes quiero preguntarles ¿Qué sabemos sobre Harry Potter?
—¿Sobre Potter? —repitió Tracey con una ceja alzada sin entender a lo que quería llegar con esa pregunta—. Solo lo que Blaise ha averiguado.
Si fuera honesta consigo misma. Encontraba a Harry Potter molesto y lo despreciaba sin razón aparente. Aun así, si era más específica podría decir que no veía encontraba nada interesante en él, nunca lo había visto antes y eso no cambiaría ahora. Para Tracey Davis, Harry Potter solo era un idiota sin talento con muchísima suerte. Alguien que no había hecho nada remotamente espectacular que otros no hayan hecho antes y mejor. Admitía que su leyenda podría sonar sumamente interesante, el eliminar al mago oscuro más temible de la época era algo impresionante. Pero lo hizo cuando solo era un bebé y todo lo que había demostrado en sus 4 años de Hogwarts había dejado claro que sí sobrevivió fue por pura suerte.
—No entiendo a qué quieres llegar Greengrass —cuestionó Blaise cruzando los brazos. Estaba en el mismo barco que Tracey—. En un principio creí que solo estaban bromeando, pero ¿realmente estás interesada en Potter? —pregunto— ¿Qué puede haber de interesante en ese «stronzo» que no haya averiguado ya?
—No todo es tan simple cuando se trata de Potter —dijo la chica. Haciendo un rápido movimiento con la mano, su varita apareció en su palma, todo gracias a las ventajas de usar una funda mágica debajo de su antebrazo, un regalo de su padre cuando ella entro a Hogwarts. Además, era una forma de asegurar su protección. Ser una heredera de una de las más grandes familias de sangre pura podía ponerla en peligro en cualquier momento.
Dando un movimiento de su varita al aire, ella colocó una sala de privacidad mágica sobre ellos que evitaba que la gente escuchara lo que ellos discutían haciéndolos oír una conversación totalmente diferente gracias a un encantamiento. Aún si no estaba entre las tres mejores de su año en el ámbito académico como Tracey. Daphne era una prodigio en los encantamientos de la privacidad, siendo capaz de crear un área donde sus conversaciones eran protegidas y alteradas para el oído chismoso. Se enorgullecía de poder lograr tal hazaña ante las narices de grandes magos como Dumbledore, Flitwick y Snape.
—Bueno... él es un engreído que quiere llamar la atención —opinó Blaise mirando hacia la tabla vacía de Gryffindor. Extrañamente ningún miembro de la casa había bajado a comer, y la profesora McGonagall y el director tampoco estaban presentes en el desayuno ¿tendría algo que ver con Potter?, el cual tampoco estaba presente en el Gran Comedor tenía que agregar—. Ya sabes, Malfoy siempre anda diciendo que Potter es un arrogante y lleno de sí mismo.
—Por favor, Blaise —hablo Theo con una mirada irónica—. Todos sabemos que son más grandes los alegres pechos de nuestra querida Tracey que los deseos de Malfoy de decir cosas verdaderas sobre los que no le agradan.
—¡Jodete, Nott! —replicó ofendida arrojándole una pieza de pan a través de la mesa.
No es que fuera plana, ella sabía que estaba bien para su edad. Su cuerpo se estaba desarrollando con calma.
No todas podían ser miembros del Threesome B, o verse tan espectaculares como Daphne quien ya era curvilínea para sus 14 años. La maldita suertuda tenía las proporciones adecuadas en los lugares correctos que la convertían en una de las muchachas más deseables de todo Hogwarts y miembro de las "Chicas Imposibles" (un cuarteto de estudiantes de Hogwarts reconocidas tanto por su belleza como por su inaccesibilidad para que los varones puedan obtener su atención y conseguir una cita de ellas). Algo que Daphne disfrutaba jactarse en cada oportunidad.
—Ignorando su patética comedia —habló nuevamente Daphne dándoles una mirada de fastidio a ambos que los silenció—. ¿Qué más saben de Potter?
—Bueno... —lo medito un poco Theo, tomándose la barbilla y mirando hacia la mesa vacía de Gryffindor—. Es amigo de los traidores a la sangre Weasley y de la sangre sucia. Al parecer pasó el verano con ellos o por lo menos la última parte, ya que Malfoy estaba vomitando tonterías sobre que ellos estaban en el palco del ministro en el mundial de quidditch y los vi llegar juntos a la plataforma 9 3/4.
—Tiene en gran estima al zoquete guardabosques —agregó Tracey con desagrado—. Eso demuestra que no ha de sospechar de su ascendencia o no le importa, que sería muy creíble ya que parece no tener prejuicios, eso explica porque estuvo apoyando a la sangre sucia con su ridículo grupo en favor de los elfos domésticos. Parece ser valiente, amable, decidido y desinteresado —y cuando vio que el resto la estaban mirando con sonrisas en su rostro, se ruborizo—. ¡Ustedes preguntaron! —gruño.
—Parece tener una debilidad por meter sus narices donde no le llaman y a cada rato se está metiendo en problemas —dijo Blaise—. Y como lo dijo Theo, parece que no le importa la etiqueta social.
—Exacto —dijo Daphne de repente señalando a Blaise. Él había dado en el clavo—. ¿Qué pensarían si les dijera que tengo una sospecha de que Potter desconoce sobre esa información?
—Que estás siendo redundante —replicó Blaise dándole una mirada significativa—. Es obvio que no sabe sobre modales y etiquetas.
—¡Eso no, cretino sin cerebro! —gruño Daphne, deseando darle una bofetada por su estupidez— Me refiero al hecho de que Potter parece no conocer sobre su condición de miembro de una de las casas antiguas y nobles.
—Es imposible Daph —dijo Tracey con mirada cansada. ¿Realmente la fijación de su mejor amiga por el Cretino Que Vivió la había enceguecido al punto de decir incoherencias?— Su guardián mágico debió haberle llenado de esa información en cuanto tuvo 8 años. Hasta yo sé eso.
—Pero ¿y si su guardián mágico no lo hizo? —cuestiono con una sonrisa. Al ver las caras escépticas del resto de sus amigos continúo— Véanlo desde este punto de vista: Potter no tiene familia, su único pariente es su padrino y todos sabemos que Sirius Black III parece no sentir ningún sentimiento hacia su ahijado. Además, no olviden que los Potter se caracterizaban por alejarse del centro de atención y siempre mantener sus secretos bien guardados —explicó—. Entonces si no hay un miembro de sangre pura en su familia que le explique sobre quién es y cuál es su lugar en la sociedad, es muy posible que haya llegado a Hogwarts siendo ignorante de sus privilegios y deberes.
—Pero volvemos a lo mismo —inquirió nuevamente Blaise—. Si Black está descartado, de seguro alguien más debió explicarle todo eso; digo vamos, es «Il ragazzo che è sopravvissuto».
—¿Puedes dejar tu falso y fastidioso acento italiano por un minuto y tomarte esta conversación en serio? —replico apretando los dientes.
—¡Bien! —resoplo Blaise, era una ofensa a sus ancestros no hablar su ilustre idioma—. Decía que Potter debería haber tenido alguien que le diera toda esa información, es El Niño que Vivió por el amor de Merlín.
—¿Quién? —recalcó— No tienen ningún pariente vivo mágico más que Black, ¿no escuchaste?
—¿Cómo quieres que sepa? —se defendió el chico con el ceño fruncido. Podía ser el chico que tenía un oído en todos lados, pero no por eso sabría todo ¿verdad?— Pero debió haber pasado por una familia mágica por lo menos. Ellos debieron haberle dicho
—No lo creo —intervino Theo serio. Había algo raro en Potter ahora que lo pensaba mejor. Guardó silencio reflexivo y luego aclaró su punto—. Cualquier familia mágica ya hubiera hecho alarde de haber criado al Niño Que Vivió y hubiera sacado provecho para elevar su estatus. Ahora que lo pienso por la forma en que actúa y se ve comienzo a sospechar que Potter fue criado por...
—... muggles —cayó en cuenta Tracey con los ojos muy abiertos. También había conectado los puntos—. ¡Yowie Wowie!
—¡Exacto! —aplaudió Daphne al oír la característica muletilla de Tracey. Sabía que ella por fin había descubierto su punto, no por nada ella era el genio residente de los Slytherin.
—¡Es imposible que dejarán a El Niño Que Vivió con muggles!, ¡Vamos! —replicó Blaise sin querer dar su brazo a torcer. También había entendido la idea que Daphne quería dar a entender.
—Es muy factible Blaise —dijo Tracey tras una breve pausa—. La madre de Potter era hija de muggles, es muy probable que ella tuviera parientes muggles con vida, que recibieron al niño después de la muerte de sus padres, sobre todo, si era una forma de esconderlo. La guerra había acabado y aunque Potter venció al Señor Tenebroso aún había miembros de su... "círculo de amistades" en libertad y mortalmente peligrosos. Como el papá de nuestro amigo Theo aquí presente —dijo con una sonrisa de burla dirigida a su amigo.
—Tiene razón —admitió sin queja Theo.
—Así que el mejor lugar para esconder al salvador del mundo mágico era exactamente lejos del mundo mágico —dedujo.
—Pero ¿quién sería capaz de ponerlo ahí? —pregunto el chico de color, no podía concebir la idea de un miembro mágico alejado de su mundo, mucho menos el héroe de toda una nación.
—¿Cómo que quién? —dijo Daphne con ironía— Dumbledore.
—Cierto, él sería capaz de hacerlo —concordó Theo entendiendo la idea—. Dumbledore sería el indicado para acusar. Según lo que escuché, los Potter trabajaban en una organización clandestina del anciano que se oponía abiertamente al Señor Tenebroso, es muy factible que cuando murieron y al descubrir la verdadera cara de Black, Dumbledore no tuviera otra opción que mandar a Potter con los muggles por su seguridad. Nadie lo buscaría allí, a ningún purista de sangre le ha de haber importado saber un poco sobre la vida de la madre sangre sucia de Potter, así que no había forma de saber de él si estaba escondido en el mundo muggle.
—Bueno allí van todas mis opciones para refutar esta teoría —suspiro Blaise derrotado y aceptando la opinión de sus amigos sobre el chico de Gryffindor o ex chico de Gryffindor, mejor dicho—. Entonces, ahora todos creemos que Potter no conoce su lugar como miembro noble de la sociedad. Pero la pregunta ahora es: ¿qué nos afecta el saber esto?
—Nos afecta por la forma en que podemos explotar esta oportunidad —dijo Daphne sonriendo astutamente—. Somos Slytherin's, debemos buscar el mayor beneficio cuando vemos una utilidad en alguna información.
—¿Así que todo tu interés con Potter ha sido en buscar aprovecharte de él y su ignorancia? —dijo Tracey por fin entendiendo el plan de Daphne. Era bastante astuto debía admitir y aunque aún sostenía que Potter era alguien en quien no debían rodearse, su curiosidad y ambición la obligó a abstenerse de comenzar a poner peros, estaba dispuesta a ver hasta dónde los llevaría está situación.
—¿Cómo? —agregó Theo con bastante escepticismo, mirando a Daphne.
—Como ya escucharon Potter fue expulsado de Gryffindor —comenzó haciendo énfasis en esa noticia—. En estos momentos está solo y vulnerable, además que claramente no había formado ningún lazo más allá de la sangre sucia y el traidor a la sangre. Ahora que no tiene a nadie a su lado y que gran parte del colegio lo ha censurado, nosotros tenemos la vía libre para acercarnos a él, y como símbolo de buena voluntad tenderle la mano en ayuda. Así podemos influenciarlo a nuestra futura causa.
—Déjame detenerte ahí querida Greengrass —interrumpió Theo dándole un mordisco a una pieza de pan—. Tu plan de adolescente enamorada suena bonito, digno de una novela romántica; pero creo que olvidas a qué casa perteneces. ¿Realmente crees que Potter quisiera relacionarse con nosotros? —le preguntó con semblante serio—. No es para nada difícil creer que él sea reacio a relacionarse con unas serpientes, después de todo lo que ha vivido con Malfoy y sus idiotas. Además, podríamos meternos en problemas con el Triunvirato —agregó refiriéndose a las tres personas que regían las leyes de la cámara de Slytherin.
—En eso él tiene razón —estuvo de acuerdo Tracey mirando a Daphne con ojo crítico—. Esto es muy arriesgado para nosotros si no estamos seguros de que en primera Potter nos permita acercarnos sin prejuicios. El imbécil de Malfoy nos ha dejado mal parados en esa área.
—A decir verdad... —ahora fue Blaise el que interrumpió luciendo pensativo— creo que podría funcionar —miró a Theo y Tracey—. Greengrass y yo hemos trabajado con Potter un par de veces en esto cuatro años y hemos sido cortes, simplemente por etiqueta; pero podríamos usar eso como una manera de que baje sus muros, ya sabes, nosotros no somos como Malfoy y los demás, nunca hemos participado en acciones abiertamente en su contra —agregando con énfasis—. Quizás lo más perjudicial que hemos hecho es el trato cruel que tiene Trace hacia la sangre sucia desde el segundo año. Esperemos que esté lo suficientemente enojado con Granger para ignorarlo.
—¡Es que ella me exaspera! —se justificó Tracey con un puchero— Se cree la mejor simplemente por haber conseguido estar número 1 en la clasificación de primer y tercer año —escupió.
La clasificación académica de estudiantes era, como su nombre lo indica, una lista que clasificaba a los estudiantes por su alto desempeño, tanto en sus capacidades intelectuales como sus habilidades mágicas. Comenzaba siempre en el tercer trimestre del año, por ende, se clasificaba la última mitad del año y la primera del siguiente (por ejemplo: comenzaba en enero del primer grado y terminaba en diciembre del segundo grado, de esta forma los últimos años tenían la última parte del año para enfocarse en sus EXTASIS).
—Ella y Patil son las únicas que han impedido que me corone como la mejor, ¿no sé cómo lo hacen? —chillo con infantil exasperación—. Soy mucho más talentosa y hábil que cualquiera de las dos, soy una prodigio en la asignatura de Pociones obteniendo un extraordinario en cada nota y examen desde el primer día de clases en nuestro primer año. Y he conservado el primer lugar de Encantamientos desde el segundo año; y aun así ambas me superan en la clasificación por un par de puntos. De seguro se la están chupando a alguien o yo que se —dijo con amargura.
—Que femenina eres Tracey —dijo de broma Theo.
—Volviendo al tema —intervino Daphne, queriendo que la conversación no se quedara atascada en el odio infantil que sentía Tracey por la sangre sucia—. Sabemos que fue Weasley quien ayudó a darle el juicio a Potter, y si es verdad que nadie lo defendió, ni siquiera Granger o Longbottom, eso es aún mejor para nosotros.
—Entonces hay que movernos rápido, antes que la sangre sucia y el squib se arrepientan de no haberlo apoyado —murmuró Tracey terminando su cereal—. Lo mejor será poner a Potter en contra de esos dos, principalmente de Longbottom, ellos se suponen que están en una alianza ¿no?
—Es verdad —recordó Nott también terminando su desayuno—. Entonces también hay que mantenerlo apartado de Bones, aun si los Hufflepuff están enojados con Potter, no podemos arriesgar a que la chica tenga un corazón amable y se acerque a él al verlo tan solitario. Y eso me da una idea —sus ojos se enfocaron en Daphne—. Creo que lo mejor sería si Greengrass es la primera en acercarse al chico —le dijo dándole un gesto con la cabeza a la Reina de Hielo—. Podrías hacerlo con el pretexto de creer en su historia y como una forma de entablar una nueva alianza con otro miembro de una Casa Antigua y Noble, obviamente él no sabrá nada y entonces tú le explicas con lujo de detalles los beneficios que podría tener, la extiendes tu mano en signo de amistad y listo —explicó—. Sería la opción más viable, es más fácil que una chica, y sobre todo una bonita, se le acerque a un chico tan necesitado. Además, a diferencia del resto de nosotros, la familia Greengrass no tiene ninguna mancha negra en su historial. Son unos famosos comerciantes y exportadores, incluso creo que tienen tratos con empresas muggles o me equivoco —dijo con una sonrisa traviesa, que provocó un ceño fruncido en la chica—. Eso lo animará a acercarse más. Admitámoslo, el resto tiene tantos puntos negativos que podrían ser un factor que arruine el plan, Blaise —señalando a su amigo—, la reputación de tu santa madre. Tracey ha sido algo cruel con Granger y sus tíos también fueron mortífagos; y yo —se tomó un tiempo para contestar—, bueno ya saben las grandes acciones de mi adorado padre. Tú eres nuestra mejor apuesta Greengrass.
—Vaya, no encuentro fallas en su lógica —reconoció Blaise con admiración.
—Ya lo había pensado, querido Nott —sonrió Daphne—. Pero créeme no pienso solamente conformarme con solo darle la mano como una amiga. Tengo planes, planes mucho más grandes —su sonrisa se hizo aún más pronunciada.
—¿De qué hablas? —susurro Tracey con un peso en su pecho. No le gustaba a donde iba esto.
—Ayer meditando me di cuenta que esta es una oportunidad única en la vida. ¿Por qué solo conformarme con ser amiga del Niño Que Vivió?, creo que puedo aspirar a algo más —sus ojos azules aguamarina brillaban con hambre—. Ese patán es un diamante en bruto, uno que podría volverse la persona más importante de nuestro mundo si es llevado de la manera adecuada. Todas sus oportunidades, todos sus regalos, él tiene todo servido en bandeja de plata y gracias a Merlín nadie se ha aprovechado de ellos, ¿por qué no hacerlo yo? —rio. El resto de sus amigos la miraban sorprendidos por tan inesperada resolución— Verán, he encontrado un objetivo: teniendo a Potter comiendo de la palma de mi mano y guiando cual caballo nada podrá detenerme, nadie podrá igualarme —y una sonrisa ambiciosa gobernó su rostro—. El será mi mejor carta de triunfo en lo que quiera lograr, tanto en Hogwarts como fuera de ella. Díganme, como suena "Lady Daphne Isabelle Potter-Greengrass, regente de la Casa más Antigua y Noble de los Potter y los Greengrass" —dijo con presunción como si el nombre fuera lo más importante del mundo—. Quien sabe, tal vez estás viendo a la futura Primera Dama del Mundo Mágico Británico.
—Así que estamos haciendo todo esto para ser "Lady Potter" ¿huh? —murmuró Tracey con una mueca y una ceja alzada. Tras una breve pausa agregó—. Planeas seducir al Niño Que Vivió y llevarlo a un matrimonio de conveniencia poniéndole un grillete en su pie para toda su vida. Sabes, creo que estoy de acuerdo con Nott esta vez, realmente tu frío corazón marchito se terminó descongelando y ahora es el de una dulce doncella que cree en cuentos románticos —se burló.
—¿Eso es un problema? —le pregunto con tono duro en su voz.
—Nop —ella contestó simple—. Es tu vida y puedes hacer lo que te plazca —encogió los hombros y se acomodó las gafas—. De hecho, suena como un buen plan. Con el nombre de los Potter respaldando podrías asumir fácilmente un puesto en el Triunvirato. No habría nada que te detenga para conseguir lo que quieres —y luego sonrió divertida. No diría nada en contra, si Daphne quería perder el tiempo de todos en tonterías, allá ella—. Eso sí Potter tiene algún interés en ti en primer lugar. Dudo que tú encanto de sirena cautive al que es capaz de resistir la maldición imperius.
—Sí deseo a Potter a mis pies no habrá nada que me detenga. Si se considera a sí mismo como un hombre no podrá negarse a mí encanto. Solo será necesario un par de pestañeos y un poco de palabras dulces y lo tendré comiendo de mi mano —se jactó con arrogancia—. Lo único que necesito de ustedes es que me ayuden a alejarlo de la sangre sucia y del traidor a la sangre, y sobre todo de la sombra de Dumbledore —dijo con seriedad viendo a cada uno—. Debemos hacer creer a Potter que somos sus amigos, que crea que de nuestro lado está la felicidad, y que sería un verdadero tonto no seguirnos y quedarse con los perdedores con los que había estado antes ¿me entienden?
—Como gustes —dijo condescendiente Tracey con una sonrisa. Esto iba a explotarles en la cara y ella estaría en primera fila para ver cómo la Reina de Hielo obtenía su primera lección de que no puedes tener todo en la vida. Será educativo.
—Yo por mi parte lo veo como un buen plan —hablo Theo mirando a Daphne—. Admito que es muy ambicioso lo que dices Greengrass, te felicito, solo encuentro una pequeña discrepancia, nada grave, pero sería bueno tenerla aclarada —dijo solemne—. Verás, yo no estoy en contra de ayudarte, pero tú entiendes, debemos ver algún beneficio que nos motive a hacer el esfuerzo de ser amigables con el mestizo —sonrió—. Tú sabes, los beneficios de ser amigos de la futura pareja más poderosa de Hogwarts.
—Sabía que dirían eso —resopló Daphne girando los ojos—. ¿Cuál es su precio?
Theo le dio una mirada a Blaise como si estuvieran hablando telepáticamente, después de unos segundos hubo un entendimiento y Theo contestó:
—Un puesto de poder en donde sea que tú y Potter gobiernen, porque sé que eso es lo que ambicionas, bruja astuta —le dijo con una mirada significativa—. Así que, queremos estar ahí, sea en Hogwarts o fuera de aquí.
—Y ayuda de tu parte en los planes que podamos tener Theo, Tracey y yo fuera de tu plan principal —agregó Blaise—. Algo más de acuerdo con nuestras propias casas y ambiciones.
—Puede ser negociable, no suena tan mal como lo hubiera esperado —reconoció Daphne como si fuera cualquier cosa—. De todas formas, pensaba ayudar a Tracey, pero no me sería molestia también ayudarlos de alguna forma, pero... —su voz se volvió mortalmente fría y filosa— espero puedan hacer un buen trabajo, si no consigo que Potter adore el piso que camino, no habrá ningún trato ¿entendido?
—Entendido futura Lady Potter —dijo Nott inclinándose ante Daphne como broma.
—Bueno, hay que buscarlo ¿no creen? —les dijo Blaise—. Tenemos que llevar al apuesto galán a conocer a su futura novia. Quien sabe, después del primer beso la bella princesa se convierta en un feo sapo.
—Yo solo espero que el chico no sea un completo idiota y no ponga las cosas difíciles —aportó Tracey jugando con una de sus trenzas—. Porque si se pone en un mal plan, puede que hasta termine evitando que tenga descendencia.
—Esa es una imagen que no me gusta como se ve —le dijo Daphne dándole una mirada rápida de advertencia. Aún si Tracey estaba jugando no podía darse el lujo ni de pensarlo, en sus planes ya había asegurado la necesidad de engendrar un heredero en algún momento de su vida.
—Ya admite que lo amas Greengrass —dijo mientras se estiraba lista para partir—. Pero no pienso arruinar mi camino a la fama como la "mejor amiga de la novia del chico de oro, a menos que tengas el miedo de que pueda robártelo—finalizó con una sonrisa socarrona.
—Dudo mucho que seas capaz de lograrlo —dijo Daphne con una sonrisa despectiva—. Eres linda Tracey, pero no eres Daphne Greengrass.
Tracey resoplo y desvió la mirada, no podía debatir contra eso. Daphne Greengrass era una de las cuatro chicas mas bellas del colegio según la ultima encuesta hecha por un idiota de Hufflepuff.
—Vaya, este plan me está gustando cada vez menos a cada momento —dijo Theo con fingida molestia—. Al parecer le entregaremos a Potter nuestras mujeres en bandeja de plata. Bastardo suertudo —agregó fingiendo limpiarse una lágrima falsa del ojo.
—Lo sé amigo, pero recuerda todo sea por el poder y el prestigio de ser amigos de Potter —explicó Zabini con solemnidad—. Además, quien no dice que no podamos encontrar nuestras propias chicas ardientes siendo parte del círculo de una celebridad.
—Me gusta cómo piensa señor Zabini —dijo Theo con una sonrisa pícara imaginando las posibilidades.
—Si ya terminaron con su insulsa charla —los interrumpió Daphne con voz fría—. Necesitamos ponernos en marcha, debemos buscar a Potter, así que sean discretos, cuando lo encuentren manden un mensaje y yo misma iré a hablar con él. De cualquier forma, nos encontraremos en el patio de la Torre del Reloj en tres horas.
—¡Bien!, manos a la obra señor y señoritas —canto Theo aplaudiendo y poniéndose de pie—. Que el paraíso no se consigue solo, hay que trabajar por él. Andando Blaise, empecemos con el campo de Quidditch —le dijo a su amigo mientras se dirigía a las puertas del Gran Salón seguido de Blaise.
—Trace, nosotras busquemos cerca de la torre de Gryffindor —dijo Daphne. Cuando ambas chicas se levantaron y estaban listas para partir una voz con un claro tono de arrogancia detrás de ellas las detuvo.
—¡Daphne exijo tener unas palabras contigo!
Daphne resopló con fastidio molesta por su suerte. ¿Por qué ahora?
Detrás de ellas había una chica pequeña pelo castaño rubio, ondulado y ojos azules claro mirándolas con indignado enfado.
—Pero ¿si no es nuestra primer año favorita? ¿ocupas algo, cariño? —comenzó a hablar con un molesto tono infantil, como si estuviera hablando con un bebé— ¿Tuviste una pesadilla y necesitas que tu hermana mayor te abrace? ¿Te hiciste pipí en la cama? ¿Tus muñecas ocupan ser peinadas? —le dijo usando una de sus coletas para molestar la nariz de la chica de primer año.
—¡No te dirijas a mi como si fuera una niña!
—¿Qué es lo que deseas? —intervino con cansancio Daphne mirando a su molesta hermana menor.
Quien las viera una frente a la otra dudaría que ambas chicas fueran hermanas cuando eran tan distintas, tanto física como en personalidad.
La apariencia de Daphne con su larga y lacia cabellera rubia platinada y ojos azules vibrantes como la aguamarina era algo inusual en la familia Greengrass, esto debido a que Daphne heredo los rasgos hermosos del lado materno de su familia, específicamente de su abuela Isabelle, de quien recibía su segundo nombre. Mientras tanto Astoria "Tori" Greengrass era la viva imagen de su padre, su abuelo y el resto de las generaciones Greengrass anteriores a ellos, cabello castaño y belleza un poco más modesta. De igual forma, las dos hermanas eran distintas hasta en su forma de ser, mientras Daphne era cerrada y mezquina como lo fue en su tiempo su bisabuelo Eustass Greengrass; su hermana menor era una esnob como cualquier niña sangre pura de esta época: malcriada, egocéntrica, y en opinión de Daphne, una inútil total
—Necesito hablar contigo de un asunto muy importante que debe ser tratado con urgencia —dijo pomposamente y luego le dirigió una mirada de desagrado a Tracey—. A solas —agregó con desprecio.
Tracey levantó las manos divertida y agarró un pedazo de pan y lo puso en su boca.
—Me iré adelantando, te veo allá —murmuró con la boca llena—. Diviértete cambiando el pañal de la princesita. Al parecer eso la puso de mal humor —se burló mientras le daba una mirada de arriba a abajo a Astoria.
—Aishh —chilló irritada la menor de las Greengrass mientras observaba a Tracey partir riendo a carcajadas—. ¡La detesto!
—Y bien, ¿Qué es de lo que quieres hablar conmigo Astoria? —la increpó Daphne con frialdad en su voz— Y esperó que sea bueno, porque estoy malgastando mi valioso tiempo aquí contigo en vez de hacer algo más productivo.
—¡No seas tan hostil conmigo! —le recrimino su hermana pisoteando el suelo— Por actos así, esa poca cosa de Davis cree que puede menospreciarme en frente de todos.
—Pero si tú eres una poca cosa peor, Astoria —le dijo con burla—. ¿Crees que por pertenecer a la familia Greengrass eres valiosa?, pues déjame aclarar que no lo eres. Tú solo formas parte de esta familia hasta que nuestro padre te encuentre un uso, lo más probable como moneda de cambio para un "sangre pura distinguido" en matrimonio, después nos desharemos de ti.
—Solo dices eso porque sabes que soy la favorita de mis padres —contestó la chica con las mejillas rojas de ira—. Obviamente debía ser así ya que yo no soy una rebelde inadaptada que no conoce su lugar como mujer. Incluso nuestra madre me ha revelado que desearía que tú fueras más como yo.
—Oh a ella le encantaría eso —respondió Daphne arrastrando las palabras—. Ella amaría tener otra muñeca de porcelana a la que decir que hacer y qué decir, pero tengo mejores planes que convertirme en una el experimento entretenido de nuestra madre. Por lo menos, nuestra querida Juliette Greengrass de soltera Delacour no es una pobre excusa como esa miserable burla de los Black llamada Narcisa Malfoy.
—¡Daphne! —chilló escandalizada Astoria— ¡Es una mujer de gran importancia en nuestra sociedad de la que estás hablando y merece tu respeto!
—¡Ja, por favor! —se burló con malicia la mayor— Todos saben que Lucius Malfoy se casó con ella solo porque es bonita y podía mantener la boca cerrada, para eso solo sirve ella y el resto de inservibles e intercambiables esposas trofeo a las que tanto admiras. ¿Dónde quedo el orgullo femenino francés en ti que nuestra madre tanto tiempo se esforzó en inculcarnos?
—Estamos en Gran Bretaña y aquí las cosas se hacen de esa manera y sería bueno que aprendieras a admirarlas igual, porque es lo que te espera —le contestó Astoria con veneno.
—Eso desearías pequeña plaga, pero no olvides quien es la heredera. Yo no necesito venderme como un pedazo de carne, yo puedo tener lo que quiera, como siempre ha sido —sonrió descarada—. Pero basta de charla, ¿Qué es lo buscas de mí?
Astoria estaba echando humo, pero trató de calmarse, había venido con un propósito y no debía ceder a sus impulsos, aún si su hermana mayor era exasperante en su opinión.
—¡Quiero que le ofrezcas una disculpa a Draco! —le exigió.
—¿Disculpa? —le dijo levantando una ceja. Realmente esto la tomo con la guardia baja.
—¡Lo que oíste! —dijo con voz fuerte— Lo escuché hablando con sus amigos en los pasillos. Lo que le dijiste fue muy grosero, ¡no fue correcto! —volviendo a dar un pisotón al suelo— Lo único que lograrás es que Draco tenga rencor hacia nuestra familia y no podemos permitir eso. Los Malfoy son una casa de prestigio y merecen respeto, mucho más que cualquiera de tus amistades.
—¿Ósea que viniste a defender al patán? —preguntó Daphne para luego echarse a reír— ¡O por Merlín, esto es hilarante! —tuvo que agarrarse al estómago para tratar de mitigar el dolor por reír tanto— Ese perdedor tiene que ser defendido por una mocosa mimada e inútil ya que él no tiene la hombría para hablar por sí mismo.
—¡NO TE BURLES! —chillo ofendida.
—¡¿Cómo quieres que no lo haga si es tan divertido?! —dijo entre risas mientras se limpiaba las lágrimas que había escapado de sus ojos. Se reprendió por ceder a un acto tan indecoroso como la risa de un plebeyo, pero la situación era tan cómica que no podía serenarse y actuar de acuerdo a su condición de dama.
—¡No me tomes como broma Daphne! —se impuso Astoria tomando las muñecas de su hermana y obligándola a verla— ¡Estoy hablando muy enserio! Quiero que termines tus comentarios groseros hacia él y te disculpes o me encargaré de que nuestro padre se entere de tus conductas tan indecorosas.
—¿Me estás amenazando? —le dijo Daphne. Aún si ya había dejado de reír su rostro tenía una sonrisa. Solo que esta no era para nada una buena señal.
—Claro que sí, soy Astoria Rosalie Greengrass y... —pero lo que tenía que decir murió en su boca cuando sintió la punta de la varita de su hermana en su vientre.
—Escucha niña —susurró su hermana mayor con una voz gélida—. No sé qué te hayas creído, pero estoy cansada de tus juegos de princesa mimada, no olvides que yo algún día seré la encargada de la casa, eso dice que tu insufrible vida me pertenece para decidir qué hacer con ella. Si no quieres que te termine vendiendo a un burdel por un par de knuts aprende tu lugar y deja de exigir cosas. No eres nada si yo quiero que sea así.
—¿Qué tratas de hacer? —dijo Astoria con miedo. Su voz había descendido varios decibeles de un segundo a otro— ¡Estamos en el Gran Comedor! ¡Serás expulsada!
—El cual si no te has dado cuenta está vacío, sin ningún maestro —respondió con malicia Daphne. Astoria miró hacia alrededor y con terror se dio cuenta que era verdad, el Gran Comedor estaba prácticamente vacío y sin ninguna figura de autoridad cerca. Incluso los pocos ocupantes eran ignorantes de lo que estaba pasando con las dos hermanas—. Más te vale que dejes de creer que tus opiniones me importan "Tori". Yo humillare a Malfoy hasta la saciedad si es lo que se me antoja hacer. Si quiero convertirlo en el paria de la casa lo haré y ni tú y nadie puede detenerme —y luego se acercó a su oído—. Ahora deja te advierto algo, ¿recuerdas que nuestro padre me ha permitido leer el grimorio familiar? —le pregunto y sin esperar una respuesta por parte de la menor continuó— He aprendido un montón de maldiciones oscuras que me encantaría probar contigo si vuelves a intentar levantarme la voz o decirme que hacer. Dime querida hermanita, ¿qué tanto te encantaría que usará un hechizo de esterilidad en ti? —le susurro.
El color desapareció del rostro de Astoria.
—No... no... serías capaz —tartamudeo, su voz se había vuelto un hilo.
—Pruébame. Solo unas palabras y no tendrás utilidad para la familia, obviamente serás repudiada y no tendrás mejor estatus que una sangre sucia —le advirtió malignamente.
—¡Se lo diré a nuestro padre! —lloro Astoria con lágrimas descendiendo por su rostro.
—Suerte con eso, ya lo has intentado y nunca te ha funcionado —dijo Daphne arrogante—. Puede que no tenga las mejores actitudes, pero nuestro padre sabe que no hay mejor heredera que yo y no importa lo que haga, siempre me pondrá primero que a ti —y le dio un largo beso en la mejilla de Astoria y le dijo con voz cruelmente dulce—. Así que no hagas algo para que tu hermana mayor te tenga que disciplinar, ella se preocupa tanto por ti que no le gustaría tener que hacer algo de lo cual se arrepienta... o, tal vez sí lo quiera hacer.
Astoria no pudo más y salió huyendo del Gran Comedor entre lágrimas.
Daphne solo la miró partir con una satisfacción enfermiza.
—Eso fue muy divertido, pero es tiempo de regresar a lo mío —murmuró y dirigió rumbo a las escaleras para poder encontrarse con Tracey.
Ж
HARRY POTTER
UNA OSCURIDAD ASCENDENTE
Ж
Tres horas después
Patio de la Torre del Reloj
—¡Es tan hilarante! —se río Tracey a carcajadas— ¡¿Entonces la mocosa vino a defender al idiota de Malfoy y te exigió que te disculparas?!
Después de reunirse con Tracey en el rellano de la escalera, la búsqueda de Potter comenzó. Aunque ciertamente sería una tarea complicada ya que no tenían idea de donde podría estar el chico, sabían de él lo suficiente como para saber cuáles serían los lugares que él frecuentaba.
Decidieron iniciar rondando por los pasillos del séptimo piso, cerca de la pintura que llevaba a la torre de Gryffindor, esperando escuchar alguna pista del paradero de Harry Potter. Según lo que llegaron a oír, Potter no había regresado a la torre después de su expulsión, con esa pieza importante de información decidieron que lo mejor sería buscarlo en otro lugar.
Incluso Tracey tuvo la audacia de atreverse a entrar en los baños de hombres en algunos pisos, dejando a Daphne para vigilar que nadie las atrapará cometiendo semejante acto tan escandaloso y revelar sus intenciones hacia con Potter.
En algún momento en esas vigías, Daphne estuvo a punto de meterse en problemas cuando Peeves, el poltergeist, apareció de repente enfrente de ella. De alguna forma se olía que ella estaba tramando algo y amenazó con hacerle una travesura lo suficientemente escandalosa para llamar la atención de todos en el piso y quizás de Filch y su gata. Pero para su fortuna, y desconcierto, en el momento en que Tracey regresó de su aventura en el baño de hombres, Peeves balbuceó algunas palabras y se fugó por una de las paredes.
Lamentablemente después de dar un largo recorrido por gran parte del castillo tuvieron que admitir que su misión era un rotundo fracaso, y resignadas regresaron al primer piso a esperar que sus compañeros volvieran con buenas noticias.
—Cómo lo oyes —resopló amargamente Daphne—. En serio Astoria es una crédula, su poco razonamiento la hace creer que el sol sale de los pantalones de Malfoy. Ella sueña con que mi padre pueda establecerla en un matrimonio con el cretino y ser la feliz "Lady Malfoy" —dijo con voz de burla y asco—. A veces me pregunto qué hice mal en mi otra vida para merecer el castigo de tener como hermana a una niña vacía y sin pizca de ambición como lo es Astoria.
—Eres el claro ejemplo del amor familiar —dijo burlesca Tracey limpiando sus gafas con la tela de la túnica.
—Honestamente me importa en lo más mínimo —ella gruño sin emociones—. Serán solo nombres a los cuales olvidaré algún día. Es justo que no sienta amor hacia mi madre cuando ella ni siquiera fue capaz de ofrecerme una pisca de atención, siendo criada por un elfo domestico te demuestra lo poco importante que éramos para ella —dijo con una voz carente de emociones—. Mi madre proviene de una larga familia francesa que vino a Gran Bretaña con la intención de formar lazos con la clase alta de esta tierra. Esto permitió que mi madre terminara sus estudios en Hogwarts y conociera a mi padre. Por desgracia todo casi se arruina gracias al idiota de mi tío mayor y heredero de los Delacour, quien decidió casarse con la hija mestiza de un mago francés y una criatura mágica.
Daphne aun recordaba el rostro de disgusto de su madre cuando la esposa del tío Jean-Paul, estaba presente en la misma habitación que ella. No obstante, ella resultaba algo amable cuando se trataba de sus sobrinas, ella podría ser civilizada cuando hablaba de sus primas Gabrielle y Fleur, a quien esta ultima había visto nuevamente este año cuando piso Hogwarts como visitante. La ultima vez que ambas se había encontrado fue en una fiesta familiar cuando Daphne tenia 7 años.
—Realmente lo único destacable de quien podría hablar seria mi padre, él ha sido el primero en muchas generaciones de Greengrass de dar un paso más allá de las inútiles costumbres neutrales de nuestra familia, y ha aumentado nuestras arcas considerablemente, si hubiera sido otro de mis parientes ya habrían llevado a la casa Greengrass por un declive —dijo con un suspiro mirando a un par de Hufflepuff intercambiar cromos de rana de chocolates en uno de los rincones del patio—. De cualquier forma, estoy agradecida de haber nacido como una Greengrass, soy parte de la realeza. En algún momento buscaré cómo deshacerme de mis padres y mi hermana y tener el control de la familia por mi cuenta, al final, no me servirán de nada si tengo a Potter y su poder detrás de mí, respaldando mi causa.
—Wow. Si eres así con tu familia que me puede esperar a mí, tu humilde mejor amiga —bromeó Tracey, pero con un ligero temor dentro suyo, sabiendo que podría ocurrir un escenario donde Daphne podría dejarla de lado. No podía permitirse que algo así ocurriera.
—No debes preocuparte querida Tracey —dijo Daphne sonriendo tranquilizadora—. Eres una compañera digna y fuerte, no una simple ayudante que solo me sigue para salvar su pellejo, inclusive me has increpado con verdadera actitud sin temer a represalias y has ofrecido tus opiniones abiertamente cuando estás en desacuerdo con mi proceder.
—Cosa que ignoras totalmente, debo aclarar —río. Era verdad, Daphne siempre hacía lo que ella quisiera, no importa lo que los demás le dijeran o aconsejaran.
—Es verdad —admitió divertida—. Pero has sido valiente para plantarme cara cuando crees que es necesario y eso te lo aplaudo —luego tomó su mano y sonrió—. Tú eres mi verdadera hermana, mi verdadera familia, cuando llegue a la cima junto a Potter te quiero a mi lado. A diferencia de Nott o Zabini, que son simples herramientas, tú por el contrario eres mí igual. Eres talentosa, inteligente y poderosa por méritos propios, sin importar tu estatus social estas destinada a la grandeza y es por eso que te quiero cerca de mí cuando tomé todo este mundo mágico en mis manos.
—Oh vas a hacer que me sonroje, no pensé que te gustara de esa forma.
Daphne rio divertida. Su amiga no sería Tracey Davis si no buscara una forma de arruinar un momento especial con su sentido del humor, por eso adoraba tenerla cerca. Tracey no era una niña cualquiera que caía por momentos cursis o románticos, no, ella era una persona con un sentido del humor muy voluble. Mientras que Daphne Greengrass podría ser catalogada como una perra malvada, grosera y arrogante, Tracey Davis por su parte era una figura camaleónica, si tú la vieras verías a una chica común, tenía la apariencia de un ratón de biblioteca que combinaba con su gran habilidad académica, parecía ser tranquila y burbujeante capaz de hablar con cualquiera persona de un tema común y corriente; pero podía llegar a ser una verdadera diablilla cuando quería.
—Tal vez deberíamos besarnos para romper la tensión—le insinuó moviendo las cejas.
—Jajaja —se rio Daphne—. Tal vez te tome la palabra algún día —le dijo de forma seductora Daphne.
—Me encantaría ver eso —dijo la voz de Theo Nott acercándose a ellas junto a Blaise. Ambos se sentaron en el suelo frente a las chicas.
—¿Supongo que tampoco tuvieron buena suerte? —les pregunto Tracey.
—Ni una pista —suspiro Blaise frustrado—. Creímos que Potter iría al campo de Quidditch, ya saben, lo ayudaría a relajarse después de todo lo que ha estado viviendo —murmuró mirando al resto de alumnos de Hogwarts en el patio, curiosamente ningún Gryffindor había aparecido en todo el día, ¿seguían recluidos en su torre? —, pero ni una señal del «pagliaccio».
—Lo mismo de este lado. Ir a la torre de Gryffindor fue un error a medias, aprendimos que Potter no la ha pisado en todo este tiempo y que toda la casa se ha encerrado en la torre, al parecer siguen debatiendo lo que pasó —les explicó la castaña confirmando las sospechas de Blaise—. Eso podría ser peligroso —agregó con un susurro—. Podrían arrepentirse de su decisión y echar a perder todo lo que estamos haciendo.
—Exacto —agregó Daphne—. También visitamos alrededor de la torre de astronomía, el aula de Defensa Contra Las Artes Oscuras y la enfermería, lugares que podrían asociarse con él. Inclusive salimos a buscar en los terrenos del colegio, más específicamente en la cabaña del guardabosques, a la luz de los recientes eventos es casi seguro que Hagrid es el único amigo que le queda a Potter —les contó.
Aunque Daphne omitió hablar sobre su extraña sensación de haber sido vigilada mientras buscaba, incluso juró haber visto un par de grandes ojos verdes entre las sombras.
—¿Dónde demonios estará ese chico? —refunfuño Tracey cruzándose de brazos— ¡Es sábado! ¡Debería estar afuera disfrutando el día o que se yo!
—Bueno Trace, en estos momentos Potter no es muy apreciado por la escuela —explicó Nott como si hablara con un niño, obteniendo un ceño fruncido de su amiga—. Su propia casa lo desprecia, no dudo que Hufflepuff tenga algo en su contra y pues en Slytherin es natural ya odiarlo, así que no lo culpaba de esconder la cabeza hasta el lunes que tenga que regresar a clases.
—Mis mismos pensamientos —suspiró Daphne. No creía que buscar a Harry Potter sería tan difícil.
—¿Entonces qué hacemos? —preguntó Blaise esperando nuevas instrucciones— ¿Nos tomamos un descanso y continuamos después?
—Sería lo más sensato. No podemos seguir caminando en círculos es mejor seguir hasta que obtengamos una idea clara de su paradero —admitió la derrota. No ganaba nada con seguir buscando cuando no sabía siquiera dónde buscar—. Dirijamos nuestro andar a la sala común y evaluemos nuestro siguiente movimiento —poniéndose de pie y dirigiéndose al interior del castillo con el resto de los Slytherin derrotados detrás de ella.
Mientras caminaban en silencio, los pensamientos de Daphne seguían girando en algún posible lugar donde Potter pudiera estar escondiéndose.
—Obviamente no está en su sala común ¿Dónde podría estar escondiéndose ese advenedizo? —pensó frustrada. No estaba en el castillo, no es posible que abandonara Hogwarts y era imposible que Potter hubiera huido, ya que según las reglas del torneo debía competir obligatoriamente o perdería su magia—. No pudo tragárselo la tierra, debe estar en algún lugar haciendo algo. Piensa Daphne, ¿si tú estuvieras en el lugar de Potter dónde irías? —se preguntó y entonces sus ojos se abrieron cuando llegó una resolución— ¡Iría en búsqueda de información de lo que me estaré enfrentando!
Daphne se detuvo súbitamente ocasionando que Tracey chocara con ella y sus gafas cayeran al suelo.
—¿Por qué te detuviste tan de repente?! —protestó molesta levantando sus gafas y limpiando los cristales.
—¡La biblioteca! —dijo sintiéndose estúpida por no haber pensado en eso antes— ¡No hemos buscado ahí!
—¡Es verdad! —reconoció Theo— ¿Entonces nos dirigimos hacia allá?
—No. Iré sola —respondió Daphne mirando a sus compañeros con decisión impregnada en sus ojos— Ustedes vayan a la sala común, existe la posibilidad que tampoco esté en la biblioteca, así que piensen en donde podría estar Potter mientras yo reviso.
—Está bien pero no tardes Daph, si no lo encuentras regresa pronto —dijo Tracey con semblante serio y preocupado. Sentía un mal presentimiento, pero no quiso atosigar más a su amiga con sus preocupaciones, se había jurado dejarla hacer su voluntad.
—Estaré bien, tranquila —le dijo Daphne y con paso decidido se alejó de sus amigos y se dirigió hacia la biblioteca.
Tracey la vio partir y suspiró, esperaba que sus suposiciones fueran infundadas, no podía pasar nada malo dentro de los muros del castillo ¿verdad?
Mientras tanto, a Daphne no le tomó casi nada de tiempo llegar al pasillo que llevaba a la biblioteca.
—Debe estar ahí, no puede haber otro lugar donde pueda estar —murmuró para sí misma.
Cuando Daphne cruzó la entrada empezó a creer que todo este esfuerzo volvería a ser un fracaso. El lugar estaba vacío, incluso Madame Pince no estaba por ningún lado. Aun sabiendo que solo estaba perdiendo su tiempo le dio una vuelta a la biblioteca buscando una señal del idiota desaparecido.
—¡Por Merlín!, ¿Dónde estarás Potter? —chasqueo la lengua molesta.
Sintiéndose bastante decepcionada, se decidió por volver a su sala común pensando que quizás todo este esfuerzo no valdría la pena al final; esperaba que no o le arrancaría la piel a ese idiota de Potter por hacerla malgastar su tiempo en vano, aunque no fuera su culpa en realidad.
Pero justo cuando dio vuelta en la esquina del pasillo una voz diminuta y chillona se hizo escuchar.
—¡Dobby lamenta mucho lo que hará, señora! —se escuchó con tono de angustia.
Lo último que vio Daphne antes de que todos se volviera negro eran los mismos ojos grandes y verdes, cuál pelota de tenis.
• • •
En un lugar desconocido.
Daphne parpadeo pesadamente. Se encontraba desorientada y su cabeza le daba vueltas como si un hipogrifo la hubiera arrastrado por doquier.
—¿Q-Qué pasó? —murmuró lentamente mirando alrededor, aunque realmente no podía ver nada, la oscuridad cubría cada rincón del lugar sin permitir que ni un asomo de luz se manifestará.
Confundida trato de moverse y se llevó la terrible sorpresa de que era imposible, de alguna forma ahora estaba atada de pies y manos a lo que podía suponer una silla.
—Bien. Esto no está pasando como lo había planeado —murmuró sintiendo un sentimiento que creía jamás volver a sentir desde que era niña: miedo.
Haciendo un esfuerzo aun mayor que la primera vez, Daphne trato que de alguna forma pudiera soltarse de sus ataduras, pero para su desgracia fue en vano, estaba muy bien sujeta. Resoplando por el intento fallido hizo una rápida inspección de su propio cuerpo, todo parecía en orden. Ciertamente hubiera sido una atrocidad haber perdido su virtud estando cautiva. Afortunadamente para ella no era el caso. Pero su pequeña victoria se vio empañada cuando se dio cuenta de una terrible situación: su varita ya no estaba con ella.
Alguien, sus captores de seguro, debieron haberla tomado de la funda que escondía bajo su manga. ¿Cómo supieron cómo conseguirla?, se suponía que solo ella podría hacerla aparecer. Demandaría a esos malditos estafadores que se la vendieron por 10 galeones.
—Bien Daphne, pensemos racionalmente ante tan desatino y sin perder la calma —se dijo buscando tranquilizar su ahora palpitante corazón, sintiéndose vulnerable—. De alguna forma fuiste secuestrada de Hogwarts, y ahora estás cautiva en un lugar muy oscuro que huele a cloaca —se quejó en voz alta ante el olor— ¡Ufff, por el amor de Morgana! ¡¿No conocen los encantos aromatizantes?!
No hubo respuesta.
—No sé cómo tuvieron éxito en este plan, pero claramente saben quién soy y quién es mi padre, no por nada fueron lo suficientemente ambiciosos para atreverse a privarme de mi libertad —siseo con los ojos entrecerrados, esperando ver una señal entre las sombras, algo que le revelará quién estaba detrás de esto—. Bien patanes, si buscan conseguir una buena recompensa por mi rescate deben ser listos ¡ASÍ QUE NO SE ATREVERÁN A TOCARME NI UN SOLO PELO! —escupió en voz alta, decidida a ser escuchada. Si ellos esperaban a una chica asustada y llorosa, que rogaría como alma en pena por asegurar su bienestar estaban equivocados. Ella era una Greengrass y no se dejaría amedrentar por rufianes—. Esto puede ser rápido para todos y sencillo. Hagan sus demandas, contacten a mi padre y esperemos, mientras tanto alguno sería tan amable de traerme algo para comer, no sé cuánto tiempo he estado aquí, pero tengo algo de apetito —solicitó con exigencia—. Como saben mi valor e importancia deben hacer lo que yo quiera si quieren su recompensa. No crean que pueden pasarse de listos con un Greengrass. Mi padre usará todo en su poder para destruirlos si me llega a pasar algo.
Nadie contestó, pero ella no necesitaba oírlos, había dejado su punto claro y si eran listos la tratarían con cortesía hasta que se pagara su rescate. Ya después, ella los cazaría como perros hasta arruinar sus vidas y las de sus seres queridos.
—Esto ya se volvió sumamente molesto —dijo agitándose para tratar de zafarse de sus amarres—. ¡No saben a quién están haciendo enojar, patanes!, ¡Van a pagar muy caro!
Ooooooh, myyyy loveeeee, my daarling
I've huuuungered for youur touuuuch...
____________________
(Oh, mi amor, querida mía,
he estado hambriento de tus caricias)
Daphne dio un pequeño respingo cuando algo se escuchó, como si alguien comenzará a cantar a través de un objeto que volvió su voz más estática.
Y cómo llegó la voz cantarina está desapareció sin ceremonia alguna.
—¡Demonios, esa no era! —se quejó una nueva voz llena de fastidio, que se pronunció entre las sombras—. Estúpida oscuridad que hace que se arruine el momento, mmmm... espera, ¿Es este?
—¡Te exijo que te reveles y me sueltes sucia alimaña! —dijo Daphne rabiosa. Oh, iba a hacer pagar al mal nacido que estaba detrás de esto, era claro que no era un hombre, era solo un chiquillo— ¡¿No sabes que retener a una dama de mi calibre es una afrenta que podría costarte mucho?!
—Vaya, vaya y yo que creí que atrapé una linda serpiente, no un personaje salido de Orgullo y Prejuicio. Que ridícula forma de hablar —se burló la voz—. Bien, creo que es este... ¡Sí es este!... un segundo... ¡Listo! ¡Bien! —chilló con alegría— Comencemos otra vez, arriba y con sentimiento.
De repente un sonido misterioso sonido comenzó a inundar el lugar poniendo la piel de Daphne de gallina. Comenzó a creer que tal vez, solo tal vez Tracey podría haber tenido algo de razón con su preocupación.
Y entonces algo exploto en su oído. Un ruido enorme, descontrolado y salvaje que la hubiera obligado a cubrirse los oídos si no estuviera atada. Súbitamente una luz se hizo presente, como si procediera de un pequeño reflector en el techo. El rayo de luz iluminó un punto de la oscura habitación revelando una pequeña mesita con un tocadiscos de madera donde un disco de vinilo giraba provocando la extraña música que había puesto los cabellos de punta a Daphne.
Look in my eyes, what do you see?
The cult of personality
I know your anger, I know your dreams
I've been everything you want to be
I'm the cult of personality
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(Mira a mis ojos, ¿Qué es lo ves?
El Culto a la Personalidad
Conozco tu ira
Conozco tus sueño
He sido todo lo que quisieras ser
El culto a la personalidad )
—¿Acaso esto es una broma? —gruño Daphne a la nada mirando al disco girar—. ¿¡Qué es ese espantoso sonido!? —grito. El ruido era fuerte, como si el mismo aparato estuviera encantado para hacer que la música retumbará en todo el lugar. ¿Era acaso una especie de tortura psicológica con el fin de quebrar su espíritu? ¿Quién era el responsable de semejante atrocidad?
Neon lights, a Nobel Prize
Then a mirror speaks, the reflection lies
You don't have to follow me
Only you can set me free
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(Luces de neón, un premio Nobel
Cuando un espejo habla, el reflejo miente
No tienes que seguirme
Solo tu... puedes liberarme.)
Daphne era un genio consumada, tal vez no académicamente como su mejor amiga (aunque no lo hacía tan mal, estando en el sexto lugar de la tabla de posiciones). Pero tenía otros múltiples talentos. Era una fuerte y aguerrida comerciante capaz de lograr negocios de talla internacional a la tierna edad de 9 años, hablaba 7 idiomas, tenía premios de equitación de Granian, caballos alados del mundo mágico. La familia Greengrass tenía un criadero de estas criaturas mágicas en su finca en Winchester. Y entre todas esas bendiciones estaba también un refinado oído musical, Daphne había ganado innumerables premios internacionales de piano y violín desde los 4 años. Y ese buen gusto musical le estaba diciendo que lo que captaban sus oídos era una completa y total tortura.
—¡APAGA ESA IRRESPETUOSA Y BLASFEMA BASURA, QUIEN QUIERA QUE SEAS!
—¿Blasfema?, oye, tranquila princesita, te estás pasando de la raya —se hizo oír una voz con un pequeño tono ofendido, mientras una figura se reveló posándose debajo de la luz y mostrando su verdadera identidad—. Tienes que respetar los clásicos hermana.
La mandíbula de Daphne se abrió completamente perdiendo la capacidad de gritar improperios cuando miro quien era el responsable detrás de su cautiverio.
—¡TUUU! —chillo con un tono bastante agudo que en otro momento jamás se habría atrevido a usar, pero hoy no importaba. Estaba furiosa.
—Yo —dijo con voz cantarina el chico, con una gran sonrisa juguetona.
—TRAIDOR, VILLANO, GRANUJA, ATREVIDO, DESDICHADO, MALDICIENTE, CANALLA, PATÁN, RUIN —rugió la chica furibunda sacudiéndose violentamente—. VOY A HACER TU VIDA UN INFIERNO ME OYES. VOY A ARRUINAR TODA TU VIDA, TU FAMILIA, AMIGOS, ¡TODO!
Ni en los sueños más locos de Daphne esperaba estar atrapada por ni más y menos con el chico que había estado buscando todo el día.
—Pa-pa-pa, qué lenguaje tan inapropiado Señorita Bennet, aunque honestamente una niña de 7 años insulta peor que tú —se burló Harry Potter mientras su sonrisa se hacía más perversa—. Bueno quizás debamos hacer las cosas... de manera más directa mi dulce serpiente curiosa. Tú y yo vamos a tener una larga conversación del porqué tú y tus amigos me han estado buscando todo este día. Y por tu bien, espero que sea bueno —agregó mientras sus ojos verdes brillaban intensamente.
I'm the cult of personality
The cult of personality
The cult of personality
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Ж
- CONTINUARÁ -
Ж
Próximo Capítulo:
El Verdadero Rostro Oculto Tras La Leyenda
• • •
Palabras: 15,500 aprox.
1°Versión: 7,300 aprox.
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§ DESPUÉS DE LO ESCRITO §
Aquí comienza (de nuevo) una nueva historia llena de diversión, oscuridad y en perfecto español (o algo así).
Primero que nada, muchas gracias por tomarte la oportunidad de leer (nuevamente) este humilde fic, me presento: Soy Northernlights91 (alias el Tío Referencias Locas en los bajos mundos).
Esta es mi primera historia de Harry Potter. Como todo adolescente crecí leyendo Harry Potter y sus intrépidas aventuras desde el niño del armario bajo las escaleras al hombre medio trastornado que le pateo el culo a Voldie con mucho talento y un montón de suerte y ayuda de sus amigos. Y como algunos de ustedes sintió que le faltó algo a la historia (en lo personal si escribo un fanfic es porque no me siento del todo conforme con la historia principal, en mi caso los emparejamientos, yo iba por Harry-Hermione) y uno de mis más grandes deseos en esta historia es transmitir una narración muy alejada de la trama normal y darle cierta originalidad de otra manera. Podrán ver algunos clichés clásicos, nombres conocidos e ideas que han visto en otros fics, y yo lo sé, sé que han leído muchas historias de Dark Harry donde Harry es un tipo bien Darks que tiene todo fríamente calculado y todo le va bien en la vida sin hacer ningún esfuerzo, bueno, les aseguro que esta historia es sumamente diferente.
Con cada capítulo descubrirán lo extraño que es este lugar donde la gente siempre está planeando algo y donde todos, y digo todos, tienen algo detrás de ellos. Las apariencias engañan, todos mienten o no son lo que dicen ser. Nunca se fíen de los buenos, ni de los malos, es más no se fíen de nadie, porque en algún momento todos mostraran su verdadero ser.
Sean bienvenidos a una historia donde las intrigas, las referencias de la cultura popular, música Rock, memes y los momentos bastante turbios están a la orden del día.
Esto es...
HARRY POTTER: UNA OSCURIDAD ASCENDENTE.
¿Qué les pareció el primer capítulo?
Como algunos pudieron haberse dado cuenta de que esta historia está re-escrita, pueden leer su primera versión en mi cuenta si gustan.
Ahora. Permitirme presentarles a los personajes, esta historia se centrará en Harry Potter, obviamente, un chico misterioso del cual mucha gente cree saber lo que pasa bajo esa mata de cabello negro, pero este chico es más extraño de lo que lo recuerdan. Además, que tiene un buen gusto musical (Viva el Rock).
Daphne Greengrass, la heredera de una casa importante. Seria, arrogante y bastante presumida, aquí no es la clásica chica que es fría para ocultar su lado suave, Daphne es manipuladora y mortalmente maquiavélica. A diferencia de su anterior encarnación Daphne vuelve a su cabello original, rubio platinado. Su carácter ahora ya es mas notorio y cae pesada sintiéndose mejor que cualquiera.
Tenemos a Tracey Davis, una chica inteligente e intuitiva, además de bastante sobreprotectora, a la par de que es demasiado desafiante, no tiene ningún reparo en decir lo que piensa y en estos momentos ella misma siente que Harry Potter es molesto y no le cae bien. A diferencia de su anterior vida, aquí Tracey tiene el cabello castaño ondulado que oculta bajo un gorrillo de lana, y dos trenzas y usa lentes haciéndola ver como lo que es, una nerd que tiene una personalidad muy divertida.
Theodore Nott un chico sarcástico con un extraño don para tener ligue y Blaise Zabini un chico que tiene una molesta necesidad de decir palabras en italiano. Pero apenas estamos comenzando, poco a poco ustedes comenzarán a conocerlos, a ver sus secretos y quizás, solo quizás, encariñarse con alguno de ellos.
Para los que hayan leído la primera versión de la historia sepan que muchas cosas han cambiado, sentimientos, relaciones, apariciones de personajes, así que no se confíen del todo, la historia llegara a un punto donde nos quedamos en la última vez, pero algunas cosas habrán cambiado y eso hará que la forma en cómo ven la historia ya no sea la misma.
Como les dije, ahora si haremos un poco más de honor a la palabra oscuridad en su nombre.
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§ CANCIONES DE ESTE CAPÍTULO §
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UNCHAINED MELODY
The Righteous Brothers
(La canción de la película Ghost)
https://youtu.be/blNvxiilC3s
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CULT OF PERSONALITY
Living Colour
https://youtu.be/JMFAf5I9c1M
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§ AGRADECIMIENTO §
Esta historia en su mayoría viene de la inspiración de haber leído "Paid in Blood" de zaterra02, "Honour Thy Blood" de TheBlack'sResurgence y "Caminos Torcidos" de Foster000 en fanfiction. Si no han leído, les recomiendo hacerlo.
Sin más que añadir me despido y nos estamos viendo, realmente espero sus reviews para saber qué opinan de esta nueva historia.
Saludos.
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