Prólogo
Una nueva mañana se hacía presente en Privet Drive n.º 4, Little Whinging en Surrey, Inglaterra, está era la casa de los Dursley, una familia de muggles los cuales despreciaban y aberraban cualquier cosa fuera de lo común y odiaban todo lo relacionado al mundo mágico
En ella habitaban tres personas el padre de la familia Vernon Dursley, la madre de familia y esposa de Vernon, Pétunia Dursley-Evans (Evans de soltera) y su hijo, Dudley Dursley
Como todas las mañanas el señor Dursley estaba tomando su café y leyendo su periódico mientras veía las noticias, cosas muy extrañas se estaban reportando en Inglaterra, tanto en animales como en eventos meteorológicos al igual que aparentes fuegos artificiales en cantidades gigantescas, como si fuera una gran celebración; esto al señor Dursley se le hacía muy raro, parecía algo "mágico" el solo con pensar eso, se estremeceria
Pensar que era una obra de los seres mágicos seguro era una tontería, ya no tenía que seguir perdiendo el tiempo con esas tonterías
Vernon saldría de su casa para subir a su auto e ir en camino a su trabajo, en el camino vio cosas algo extrañas así como el excesivo tráfico que había
El seguiría molesto con esto, empezaría a ver a una cantidad bastante grande de personas con tunicas largas caminando celebrando bastante riendo entre ellos y gritando de felicidad
Esto ya se ponía más raro pero le restaría importancia y seguiría avanzando por qué al fin el tráfico avanzaba
Este se volvería a enojar pues antes de llegar al puente se volvería a parar totalmente el tráfico, el pitaria mucho con el claxon pero vería a casi todos abajo de sus vehículos viendo el cielo, el enojado bajaría y vería a un equipo de reporteros locales dando una extraña noticia, está era sobre un inusual desplazamiento masivo de lechuzas apesar de que era de día
Este se pondría más enojado y nervioso y solo se subiría a su auto forzando que los demás avanzará al amenzar chocarlos
Y así Vernon al fin llegaría a su oficina donde este bajaría de su coche y entraría al edificio llegando a su oficina donde se sentaría y empezaría con su tan "amado" trabajo...
A la hora del almuerzo el señor Dursley saldría para comprar una merienda, el saldría del edificio y cruzaría la calle notando a bastantes personas con tunicas en ambos lados de la acera platicando alegremente y muy efusivos, al entrar al local vería que en este igual había muchos de esos sujetos devorando con felicidad sándwiches y café
Enojado el señor Dursley decidió salir del local con su pedido para llevar saliendo así con una bolsa la cual contenía sus alimentos el pasaría a lado de los sujetos con capa y este escucharía parte de la conversación escuchando algo acerca de los Potter cosa que le causó escalofríos
"Es una tragedia lo que le sucedió a los Potter, pero eso ha traído paz a nuestro mundo" fue lo escuchado por el señor Dursley
El solo intentaria restarle importancia, lograndolo con facilidad, "seguro esos tipos están locos", fue su justificante, haría una mueca de disgusto al ver que ahí seguían los mismos sujetos en la entrada del edificio con aspecto sospechoso charlando animadamente
El por ir metido en su mundo chocaría levemente con uno de ellos, el solo se disculparía por obligación para intentar entrar a su edificio pero escucharía unas palabras que le dedicaría esa energica persona
"¡No se preocupe señor, nada nos podrá amargar este tan hermoso día, después de todo al fin el mal se ha ido, y todo se lo debemos al señor Harry Potter que logro vencer a Lord Voldemort"
Tras escuchar esas enérgicas palabras el señor Dursley entraría rápidamente hasta su oficina y cerraría la puerta apresuradamente, «¿Debía llamarle a Petunia?» no seguramente era una simple casualidad, sabía que la hermana de Petunia se apellidaba Potter ahora y que tenían un hijo pero nada le garantizaba que se llamaba Harry Potter, mejor no sacar conclusiones aceleradas y mejor no preocupar a Petunia
Las horas pasarían y llegaría la hora de volver a casa, Vernon saldría agotado del trabajo y esperaba llegar a casa para poder descansar
Desde la entrada de la calle vería bastante enojado al misma gato que estuvo ahí desde el amanecer, solo que ahora estaba sentado sobre su pequeña barda de piedra lo cual lo molestaría mucho pero decidiría pasar de el gato al ver esa mirada fría y de indiferencia que le dió al verlo
Y así llegaría la cena donde al estar ya solos los señores Dursley, Vernon se armaría de valor y le preguntaría a Petunia
-Oye Petunia, últimamente ¿Has sabido algo de tu hermana?
-No para nada, y espero eso siga así por mucho tiempo, lo último que supe es que tuvo un hijo con ese bueno para nada de James
-Ya veo, su hijo tiene la misma edad que el nuestro, ¿No es así?
-Si, así es, creo que se llamaba Harry Potter, si, ese era su nombre Harry Potter, ¿A qué la pregunta?
-Simple curiosidad petunia
-Ya veo, creo que es hora de ir a dormir Vernon
-Pienso lo mismo Petunia
Y así los señores de la casa se irían a dormir...
En la madrugada
En la vacía y poco iluminada calle se vería aparecer de la nada a un señor con una larga tunica
Este tenía el cabello y la barba larga y canosa, se notaba que su edad ya estaba avanzada, este era nada más y nada menos que Albus Dumbledore, el mago más poderoso actualmente vivo y el actual presidente de Hogwarts y al único mago al que Voldemort tenía pavor de encontrarse cara a cara con él
Este solo vería la calle y diría "que despistado soy, ¿no es así Minerva?"
Y así aquel gato bajaría a la calle y se transformaría en una mujer con una larga tunica verde la cual veía con seriedad a Dumbledore
-Te dije que llegarás temprano, no sabes lo incómodo que es ser un gato y quedarme sentada por hora esperándote Albus
-Oh si lo siento Minerva pase solo un poco a un par de fiestas que me quedaban de paso se me debió haber hecho tarde ahí, bueno, no importa, ¿Dónde está el?
-No ha llegado Albus, yo digo que fue impertinente mandarlo a el a traer al pequeño Potter
-Confia en Rubeus el podrá ser muy tosco pero cuidara bien de Harry y lo traerá sano y salvo aquí
- Cómo digas Albus, aunque esa no es de mis mayores preocupaciones, mi mayor preocupación es si llegara a regresar El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado
-Calma Minerva, Lord Voldemort ha desaparecido y al fin el mundo mágico obtendrá la paz que ha buscado
-Confiare en ti Albus y en qué si regresa dejes de jugar y lo acabes cuanto antes
-Esta bien Minerva si vuelve Lord Voldemort yo mismo me encargaré de eliminarlo, pero algo está claro...el volverá solo espero que esté en buenas condiciones para ese momento, o al menos que las nuevas generaciones que hayan en hogwarts estén listos para enfrentar el peligro que representa Voldemort
-Pues en este momento en Hogwarts Jacob Fenix, podría ser muy buen mago a futuro, también está Olivia Green, ambos son magos espectaculares
-Eso es cierto Minerva y hace poco nació el hermano menor de Jacob Fenix espero también tenga los dotes mágicos de la familia al igual que Harry, espero grandes cosas de estos dos
-Albus, espero entiendas que estoy en contra de dejar a los Potter aquí, no crees que sería mejor que se quede con nosotros
-Minerva el ya es famoso en el mundo mágico, lo mejor y más seguro para el es crecer alejado del escándalo público y que mejor que aquí en el mundo muggle dónde nadie podrá encontrarlo solo nosotros
Un sonido bastante extravagante se escucharía notando que venía de una moto manejada por un semi-gigante, Rubeus Hagrid, el cual llevaba con el a Harry Potter
Al aterrizar apagaría la moto y se disculparía por la tardanza
-Lo siento Albus me costó un poco al inicio ya después fue más fácil
-No te preocupes Hagrid ahora solo dame al niño, lo pondré en la puerta con una carta para que cuando tenga la edad, pueda saber acerca de su familia
-Albus le pido reconsidere su posición
-Lo lamento Minerva pero es lo mejor para el crecer alejado del mundo mágico
-¡Pero su destino es llegar al mundo mágico de todas maneras!
-Minerva entiende que es mejor esto
-¿A qué le temes Albus? ¿A qué el este en el mundo mágico o lo que le podría pasar en el mundo mágico?
-A lo que pasará si está en el mundo mágico Minerva, el ser famoso por algo que el nisiquiera recordara
-Entonces llevemoslo con los Fénix! Ellos son los únicos en todo el mundo mágico que le podrán garantizar la protección que ellos necesitan y nunca nadie se enterará de su paradero, es mejor que dejarlo aquí Albus
-Podria ser pero que nos garantiza que sea una buena opción o que los Fenix lo reciban...le recuerdo ellos no participaron en peleas contra Lord Voldemort
-Por que en primera ellos se enfocaron en otras cosas cómo buscar nuevos conocimientos para vencer las maldiciones de Voldemort al mundo mágico y eso sirvió perfectamente, también si no lo recuerdas ellos están en contra de la corrupción del ministerio y eso hasta su sabes que es cierto Albus
-Asi es Minerva, el ministerio se cae a pedazos lentamente...me has convencido creo que tendremos que visitar a los Fenix si ellos aceptan cuidar del pequeño Harry, ese será su nuevo hogar, solo espero que esto sea lo correcto...Hagrid vete ya no es necesaria tu ayuda, Minerva y yo nos encargaremos de todo por ahora
Hagrid asentiria y se iría volando en la moto mientras Albus le daba la mano a Minerva y se desaparecían del lugar
En otro lugar alejado del mundo mágico se vería aparecerse a dos personas y un bebé siendo Dumbledore, McGonagall y el pequeño Potter
Estos estarían frente a una gran reja la cual Dumbledore tocaría así saliendo magos a recibirlo
-Que sorpresa ¿Que se le ofrece en estos terrenos señor Dumbledore?
-Solo he venido para ver si puedo hablar con Lord Fenix
-Ya veo, para llegar hasta aquí con aparición es obvio que es usted señor Dumbledore...¡Hey preparen una carrosa para el señor Dumbledore!...pueden pasar
El mago se haría a un lado y las rejas se abrirían para estos pasar y subirse a una carrosa la cual era jalada por dos Thestrales
Ellos se relajarían ya que tardarían unos minutos hasta llegar al lugar indicado y así sería
Al llegar verían a un imponente castillo rodeado de magos los cuales estaban esperando a Dumbledore
Los tres bajarían viendo a todos los magos los cuales al verlos se harían a un lado dejándolos pasar al castillo entrando hasta llegar a una sala de estar donde los dejarían sentarse para quedarse solos unos instantes
Hasta que por la puerta entrarían los patriarcas de la casa Fenix actualmente, Robert Fenix (Fenix/Mago puro) y Martha Ann Fenix (esposa de Robert y bruja de sangre pura)
-Es un placer verte de nuevo Dumbledore sobre todo ahora que Voldemort ya no está
-Asi es Robert he venido aquí aparte de visitarlos, he venido por la insistencia de Minerva y ha pedirles un favor
-Oh Minerva tiempo sin verte ¿Que es lo que traes en el cesto?
-Hola Martha es un gusto volverlos a ver a ambos y lo que hay en el cesto es el motivo de nuestra visita
-Asi es, verán, cómo sabrán los Potter murieron y el pequeño Harry quedó huérfano y bueno, mi idea era dejarlo con los Dursley....
La cara de desagrado de los dueños de la casa era más que evidente al escuchar eso, tanto como para que Robert interrumpirá a Dumbledore
-Con todo respeto por qué eres mejor mago que yo y podrías vencerme pero...¡Qué demonios tienes en la cabeza Albus!
Las dos mujeres se verían con cara de sorpresa, Robert nunca le decía Albus a Dumbledore solo cuando estaba muy furioso, la última vez que paso eso fue en una navidad antes de la guerra mágica dónde terminaron destruyendo parte del castillo debido a los efectos del alcohol y el último pedazo de una tarta de melaza
-Calma Robert no hay por qué gritar
-¿Sabes Albus? ¿Puedes ir al grano?
-Esta bien, a lo que venimos es simple...venimos a solicitar que cuiden a Harry hasta que vaya a hogwarts después se irá a vivir con sus tíos cuando ya sepa defenderse a Privet Drive n. °4
-Tengo una condición Dumbledore, cuídare de Harry siempre y cuando me den su custodia total, de lo contrario de mi y de nuestra familia no obtendrá nada
-Ya veo...bueno, puedo cumplirles eso, siempre y cuando...
-Dumbledore, si te pido la custodia total de Harry es obvio, Harry sera otro hijo más de nosotros y lo cuidaremos como si fuera nuestro hijo
-Eso espero Robert, tu ganas, Minerva dale a Potter, mañana después de las 10 a.m tendrás los papales que te harán constar a ti y a tu esposa como padres adoptivos y tutores de el señor Potter
-Entonces, tenemos un trato Dumbledore, no te preocupes por el, nada le faltará y nadie sabrá de su existencia, espero pronto que en y mi hijo lleguen a Hogwarts
-Digo lo mismo, hasta luego Robert
Acto seguido los dos saldrían de la casa acompañados por Robert y Martha mientras estos regresaban con aparición a su habitación, era hora de hacer que Harry y su pequeño hijo se lleven bien, después de todo serían hermanos apartir de ese momento...
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