𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓 𝐈𝐕, harry potter series

panics attack
harry potter series
josefina ©2021

Solo Ginny Weasley sabía que Dina Malfoy tiene ataques de pánico.

Dina Agenta Malfoy había crecido en un ambiente en donde siempre tenía que ser la mejor; pero ella no se sentía la mejor. Draco Malfoy, su hermano mayor, la presionaba constantemente para que sea la bruja más inteligente y poderosa de su generación. Pero Dina no quería.

A los 11 años conoció a Ginny Weasley en el tren; se hicieron amigas cuando Ginny la defendió de Draco. Dina estaba feliz de tener una amiga; alguien con quien hablar y desahogarse. Hermione Granger parecía confundida por la amabilidad que Dina mostraba, tanto que no se parecía a su hermano, el cual era un idiota arrogante.

Dina era muy diferente a Ginny y a Hermione. Su cabello era lacio y rubio platinado, sus ojos grises brillaban mostrando lo feliz que estaba Dina de ir a Hogwarts. Era más baja que Ginny y Hermione.

Cuando Ginny y Dina se subieron a los botes, Dina se dio cuenta que algunos se alejaban de ella; solo por ser una Malfoy. Hagrid los guio a todos los de primero a las puertas de Hogwarts. Aquella selección marcaría un antes y un después en la vida de Dina:

―¡Malfoy, Dina!

Dina se sonrojó ligeramente y se sentó en el taburete.

―¡GRYFFINDOR!

El comedor quedó en shock, Dina se fijó que Draco la miraba mal, al igual que los amigos de Draco. La rubia tragó saliva y se sentó al lado de dos pelirrojos. Al sentarse, Dina se quedó mirando sus manos fijamente. El anillo con el escudo de los Malfoy adornaba su mano. Minutos más tarde, Ginny se sentó frente a Dina.

―Felicidades por quedar en Gryffindor, hermanita ―le sonrió uno de los pelirrojos.

―Chicos, ella es mi amiga, Dina Malfoy. ―Ginny le sonrió a Dina, sonrisa que ella intentó devolver.

―¿Amiga? ―preguntó el más alto de los dos―. Pero, Ginny, ¡es una Malfoy!

Ginny lo miró mal.

―Pero es mi amiga, Fred ―contestó Ginny de mal humor.

Fred soltó un suspiro y miró a Dina, examinándola.

―Bueno, Didi, somos Fred y George Weasley.

Dina le sonrió.

Aquella sonrisa falsa marcaría un inicio en la ansiedad de Dina.

Pasaron tres años y Dina se había quedado con su tía Andrómeda. Era 1995 y Dina entraría a su cuarto año. Al subirse al tren, Ginny le indicó que la siguiera. En un compartimento estaban una chica rubia y un castaño tierno.

―Hola, Dina ―saludó Neville―. Hola, Ginny.

―Hola, Dina ―sonrió Luna―. Hola, Ginny.

Dina se sentó al lado de Ginny y sacó su libro favorito. Al llegar, Dina y Ginny se subieron a un carruaje con otros chicos que ninguna de las dos conocía.

El inicio del año escolar fue el primer ataque de pánico del 4to curso. Ginny escuchó las quejas de Dina y le dio apoyo moral.

A la mitad del año, pasó algo que Dina jamás olvidará.

Ella estaba en su habitación sola, con un poco de ansiedad, cuando de pronto, de la puerta empezaron a aparecer arañas. Muchas arañas. El pulso de Dina se empezó a acelerar. Sentía la típica presión en el pecho de cada ataque de pánico, pero ese venía con más fuerza.

―Ginny... ¡Ginny! ―chilló Dina, deseando que Ginny aparezca―. Por favor, Ginny, está pasando de nuevo...

Lágrimas caían por sus mejillas sin control. Sentía la necesidad de golpear algo, pero siguió gritando:

―Ginny... ¡Por favor! ―chilló, caminando hacia atrás, y chocando con la pared―. Me voy a morir... ¿Por qué no me muero y listo?

De pronto la puerta se abrió y todas las arañas desapercieron.

―¡Dina! ¿Qué pasó?

Ginny se arrodilló frente a Dina.

―H-habían mu-muchas arañas ―respondió Dina en un balbuceo, aún temblando de miedo.

La mirada de Ginny se fue hacia la puerta y tomó la mano de Dina.

―Ven, sígueme ―pidió Ginny, ayudando a Dina a levantarse. Cuando llegaron a los sillones, solo estaban Fred y George―. Ustedes dos, par de alcornoques, ¿Qué le hicieron a Dina?

―¿Nosotros? Solo una pequeña bromita ―se burló Fred.

―Dina tiene aracnofobia, ineptos ―gruñó Ginny―. Y ustedes llenaron la habitación con arañas falsas.

George miró a Dina con disculpa.

―Lo sentimos, Didi, no sabíamos que te daban miedo las arañas.

Ya más recuperada, Dina suspiró.

―Aún los odio ―gruñó y salió de la sala común, seguida por Ginny.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top