BROKEN
harry potter series
josefina ©2023

La vida de Cybelle Potter era desastrosa.

Desde pequeña había sufrido abusos de parte de sus tíos y le hacían bullying físico y psicológico en el colegio. Cybelle estaba muy emocionada por ir a Hogwarts con su hermano mellizo Harry. Estando en Hogwarts quedó en Gryffindor y se hizo amiga de Hermione Granger y Ron Weasley. Pero sobretodo de Hermione, que le ayudaba cuando no entendía alguna materia. Hermione Granger enseñaba mejor que algunos profesores.

Durante su segundo año Cybelle le rompió la nariz a Malfoy de un golpe cuando él llamo a Hermione sangre sucia (Cybelle no tenía idea qué significaba ser sangre sucia pero al ver las reacciones de los demás supuso que era un insulto fuerte).

Pero a finales de ese año empezaría un infierno eterno. Cybelle Potter y Ginny Weasley fueron llevadas a la cámara de los secretos y mientras Ginny estaba inconsciente, Tom Riddle usó la varita de Cybelle para apuntar a su antebrazo izquierdo y murmurar algo.

Cybelle quiso llorar del dolor. En su brazo ahora había una serpiente saliendo de una calavera.

Cybelle supo que eso era malo cuando Snape le explicó que esa era la marca tenebrosa, que la tendría toda su vida y que Voldemort se las ponía a sus seguidores, los mortífagos.

—Hay un hechizo, Potter, que te va a servir para ocultar la marca —le había dicho Snape unos días antes que terminara ese año escolar.

El tercer año de Cybelle no fue malo. O por lo menos no tan malo. Malfoy seguía siendo un imbécil con ella sin motivo alguno y cuando siguió a un perro negro hasta la casa de los gritos supo la verdad de Sirius Black antes que nadie y le empezó a ayudar y traer comida.

El cuarto año de Cybelle empezó bien. Hasta que su nombre y el de Harry apareció en el cáliz de fuego, obligándolos a participar. Cybelle no quería participar. Su marca estaba más brillante que nunca y las pesadillas con Voldemort no paraban. Pero la tercera prueba hizo que Cybelle no sea la misma.

Cybelle le lanzó un hechizo a Harry para modificar un detalle que había pasado en el cementerio.

Al inicio del quinto año Cybelle se sentó alejada de todos, con una expresión seria pero con sus ojos brillando de tristeza. Sin poder evitarlo Cybelle no podía escapar de sus traumas.

Malfoy encontraba eso divertido, pues no dejaba de molestarla.

Todo empeoró un día que alguien le vendó los ojos y la llevó a un cuarto oscuro.

—¡DÉJENME SALIR!

Las luces se prendieron y Cybelle se horrorizó al ver lo que había frente a ella. Era el cadáver de Cedric Diggory.

El corazón de Cybelle se aceleró y le empezó a faltar el aire. Inmediatamente retrocedió presionando su mano contra su pecho pues este le dolía. Le iba a dar un ataque cardiaco. Estaba segura de que le iba a dar un ataque cardiaco, que se va a morir. Su espalda chocó contra la pared y Cybelle se deslizó hasta el suelo tapándose los ojos para no ver el cadáver, temblando visiblemente.

Una puerta a su lado se abrió y entró Harry. El cadáver ya no estaba, ahora había un dementor y Harry usó el hechizo correcto para alejar el boggart y luego lo encerró en un armario que estaba cerca.

—Belle...

Cybelle todavía no se calmaba así que Harry se sentó al lado de ella.

—Estoy aquí, Belle, nada malo te va a pasar, te lo prometo —le dijo Harry con calma—. Respira... sigue mi mano... 1, 2, 3...

Tras unos segundos Cybelle recuperó su respiración normal, y abrazó a Harry con ganas.

—¿Qué- qué era eso? —murmuró Cybelle aferrándose a Harry.

—Un boggart —respondió Harry frunciendo el ceño al recordar que el boggart de Cybelle no era Cedric, si no el estar el alturas. 

Cybelle sintió algo temblar dentro de ella. Iba a salir corriendo, pero la voz del profesor Snape la detuvo. 

⎯Señorita Potter, ¿se encuentra bien?

Era claro que Snape sabía que algo le pasaba a Cybelle. En realidad, cualquiera que viera a Cybelle en ese momento sabría que algo estaba mal. Con sus ojos rojos e hinchados y las mejillas brillando por las lágrimas, Cybelle Potter gritaba que algo andaba mal. 

⎯Alguien la encerró acá con un boggart, profesor ⎯informó Harry. 

Snape alzó una ceja.

⎯¿Un boggart dices?

Harry asintió con la cabeza. 

⎯Señorita Potter, sígame. Usted, señor Potter, vaya a otra parte ⎯ordenó Snape. 

Cybelle miró a Harry con horror, pero él no podía hacer nada así que, después de mirarla con pena, se alejó de allí, preguntándose porque Snape quería hablar con su hermana. Cybelle caminó temblando a un lado de Snape. Los recuerdos del boggart, lo que había sentido. Eso, en definitiva, no era algo fácil de digerir. 

Cybelle frunció el ceño cuando llegaron a la gárgola, que ocultaba el despacho de Dumbledore. Snape dijo la contraseña en voz alta y poco a poco la gárgola se fue moviendo, revelando así una escalera que dirigía al despacho. 

Cybelle siguió a Snape por las escaleras, preguntándose qué había hecho esa vez. Snape tocó dos veces la puerta y al oír la voz de Dumbledore, éste abrió la puerta. 

⎯Oh, Severus, ¿se te ofrece algo? ⎯preguntó Dumbledore con amabilidad. 

⎯Es la señorita Potter, Albus ⎯dijo Snape y como si se tratara de una palabra clave, Dumbledore asintió con la cabeza. 

⎯¿Cómo te encuentras, Cybelle? ⎯preguntó Dumbledore. 

Cybelle tragó saliva. ¿Cómo se sentía? Ni ella sabía cómo se sentía. Sabía que estaba deprimida por lo sucedido en el cementerio, también sabía que tenía miedo por el regreso de Voldemort y también sentía... nada. Cybelle Potter no sentía nada. 

⎯Estoy bien ⎯mintió. 

Lo que llevaba de su quinto año Cybelle había perfeccionado su habilidad para mentir que estaba bien. Pero por como Dumbledore la miró, Cybelle supo que él no se había creído la mentira. 

⎯Sé que no lo estás, Cybelle, y sé que lo que estás pasando tiene relación con lo que pasó en el cementerio. 

Definitivamente Cybelle no se esperaba eso. Como respuesta sintió su corazón acelerarse y retrocedió unos pasos. A pesar que no quería, los ojos de Cybelle se llenaron de lágrimas y poco a poco fueron cayendo. 

Cybelle se sentía estúpida por llorar frente a dos profesores, pero no lo podía evitar. Simplemente lloraba. 

⎯Cybelle ⎯dijo Snape con una extraña voz⎯. ¿Qué pasó en el cementerio?

Y Cybelle supo que no podía mentir. Era hora de revelar lo que de verdad había pasado en el cementerio. Así que suspiró y se secó las lágrimas de las mejillas con la manga de su suéter. 

⎯Peter Pettigrew no mató a Cedric Diggory ⎯confesó Cybelle, causando confusión en los dos profesores. 

⎯Tu hermano explicó claramente que había sido Pettigrew quien había matado a Cedric, Cybelle ⎯dijo Snape como si la chica fuera tonta. 

⎯Lo sé ⎯respondió Cybelle evadiendo la mirada de los profesores⎯. Eso es lo que hice que Harry pensara. 

⎯¿A qué te refieres, Cybelle? ⎯preguntó Dumbledore.

⎯Yo le lancé un hechizo a Harry para que pensara que eso pasó... para que olivdara lo que realmente pasó...

⎯¿Y qué pasó, Cybelle? ⎯insistió Dumbledore. 

Cybelle miró a los dos profesores antes de responder: 

⎯Voldemort no ordenó que Pettigrew matara a Cedric; él le ordenó que me... lanzara la maldición imperius ⎯empezó a explicar Cybelle. 

⎯¿Qué te hizo hacer? ⎯preguntó Dumbledore temiendo lo peor. 

⎯Peter Pettigrew no mató a Cedric Diggory... porque yo lo maté. 

Se formó un silencio ante aquella revelación. Y entonces Cybelle se derrumbó en llanto. 

⎯Lo siento mucho ⎯sollozó⎯. No pude evitarlo... no tenía control sobre mí misma... recuerdo escuchar la maldición y luego ver el cadáver de Cedric... 

⎯No fue tu culpa, Cybelle, son pocos magos los que logran resistirse a la maldición Imperius ⎯la tranquilizó Dumbledore. 

⎯... soy una debilucha.

⎯No eres una debilucha, Potter ⎯espetó Snape⎯. Has pasado por muchas cosas horribles y sigues aquí. Viva. 

A Cybelle le entraron fuertes ganas de decir "estoy muerta por dentro". No había nada que ellos pudieran decir que hiciera que Cybelle no se sintiera débil. ¿Por qué ella no se pudo resistir cuando Harry había demostrado ser capaz de resistirse en el cementerio? 

Definitivamente ella era la débil de los dos.