Personaje: Dean Thomas.

Titulo: Regalo de San Valentín.

Advertencia: No hay. Pero seria una especie de conexión en el capítulo del Día de San Valentin anterior, pero en otra situación.

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Auriga Lestrange, o más conocida como Alma que es a como ella desea ser llamada, estaba caminando de un lado a otro nerviosa por la Sala Común de su casa. La Sala Comun estaba vacía ya que alparecer todos sus compañeros de casa de Slytherin estaban en alguna cita ese día de San Valentin, uno que otro quitándole los chocolates a alguno de primer año y probablemente para los que no tiene pareja andan practicando algún hechizo u hasta oclumancia, nada nuevo que no sepa de su casa.

Alma estaba muy nerviosa, incluso no hacia falta decirlo ya por como estaba. Escribía sin parar en una libreta de color negro mientras murmuraba varias cosas inaudibles para quien la viera. Incluso la única compañera de Slytherin que al menos se juntaba con sus amigos ya se había ido a su cita con un gemelos, así que estaba sola por el momento. Y ahora a ella le tocaba elegir algo rápido antes de que fuera hora de su cita igual, con Dean Thomas.

Vio sus notas una última vez, repasando el como diría las cosas o como le daría el regalo a su persona especial y claramente quería que fuese perfecto, aunque planear las cosas de esa manera nunca resulta para este tipo de temas, aunque ella era inexperta. Luna Lovegood le dijo que las cosas salían mejor cuando no eran planeadas y que todo tenía que salir al natural y sin prácticas, pues en esos momentos se vería si se sienten cómodos el uno al otro. Puede que sea una Lestrange y que pareciera que pudiera tener control de una situación como esa, pero realmente se estaba muriendo internamente y su apellido definitivamente no afectaba nada de su actitud. Aún así no dudaba en que le daría ese regalo a Dean, pues el ha sido un chico bastante dulce con ella.

— Creo que me veo bien.—Dijo con notables nervios mientras se observaba por última vez su vestimenta y por último su cabello el cual estaba bien peinado y adornado con ayuda de una buena amiga. Claramente quería verse bien, es algo que cualquier persona hace inconscientemente aún si no lo aceptan algunas veces o no es su propósito, cuando te gusta alguien, inconscientemente tratas de hacer que te veas bien y Alma era un ejemplo de ese tipo de situaciones, a cualquiera le pasaría y más si eres adolescente.

Aceptaba que las cosas estaban muy difíciles, eso es cierto, pero ese día para las parejas era un día en donde se sentía que podían respirar al menos. Eran tiempos difíciles y ahora momentos tranquilos como estos sin ninguna misión suicida era casi imposible de tener, pues tiempos oscuros se acercan y empezaron desde lo que sucedió con El Torneo de los 3 Magos, algo había empezado. Alma dejó de pensar en eso, trataba de no llenarse de temor y prefirió mirar un lado para dejar el tema. Simplemente le daba una sensación terrible en el estómago el pensar que sus amigos, sus únicos amigos podrían perder la vida en algún otro momento y no quería eso.

Volteó a ver el reloj, y abrió sus ojos al instante.

— ¡Es tarde! ¡Muy tarde! —Repetia muchas veces rápidamente mientras tomaba sus cosas, la cajita en forma de corazón y salía de la Sala Común rápidamente hacia Hogsmeade corriendo como si su vida dependiera de ello.

...

— ¿Estás seguro que piensas regalarle eso? —Dijo Seamus mientras estaba en el dormitorio apunto de salir para ir a su cita con una chica de Hufflepuff cuya personalidad para el era bastante adorable y encantadora.

— Si ¿Crees que le guste? —Dijo Dean viendo a su más cercano amigo mientras veía su regalo viendo que no tuviera alguna imperfección.

— Vamos amigo, le encantará. Eres bueno en esto.—Dijo tranquilamente mientras abria la puerta del dormitorio.— Nos vemos luego, suerte. —Se despidió dando una última sonrisa y se retiro cerrando la puerta detrás suya.

— Adiós. —Dijo sin verle aún observando su regalo. Al final se levantó, se vio en el espejo por última vez y seguido tomo sus cosas y empezó a ir rápidamente hacia el lugar donde se encontraría con su chica.

...

Corrían sin parar, cada uno por su propio camino mientras empujaban a cualquiera sin querer y se disculpaban. Iban tarde, muy tarde, sus pensamientos poco a poco iban aumentando en cuanto cosas negativas, pensando en que habían decepcionado el uno al otro por haber dejado a alguno plantado, pero en realidad los dos iban llegando al mismo tiempo.

Alma se repetía varias veces en su mente como es posible que este llegando tarde, si hubiera planeado esto en su libreta con más detenimiento nunca habría pasado según ella, no quería decepcionar a su chico y ahora lo estaba dejando plantado. En cambio, Dean estaba de igual forma, pensando que estaba siendo cruel por su parte y que se disculpara con ella una y mil veces por haberla dejado esperando, ya estaba pensando que el San Valentín estaba siendo un desastre por su culpa ya que la Lestrange era observadora con los detalles. Observaba como varias parejas estaban caminando por su camino y el trataba de esquivar a todos a como podía.

Al momento que los dos llegaron, no se dieron ni cuenta sobre las presencias de ellos dos cerca de alguno. Y al momento que los dos dieron un suspiro para poder recuperar el aire por la maratón que habían tenido hasta la entrada de Hogsmeade, voltearon al instante.

— ¡Dean!

— ¡Alma!

Dijeron los dos al mismo tiempo mientras se apuntaban mutuamente. Dean al instante pensó que hablar de manera coordinada podría ser extraño o salía nada más de manera natural, ahora que lo pensaba ¿Cómo le hacían los Gemelos Weasley para hablar a sus maneras extrañas y-?

Ya se estaba desviando de tema. Sacudió su cabeza varias veces y vio a su chica especial.

— ¡Pensé que estabas aquí!

— ¡Yo pensaba que tu ya estabas aquí!

El chico sonrió de apoco hasta soltar una risa por el momento, Alma sonrió de apoco y también río junto a él mientras estaban ahí en un momento cómodo y no extraño por lo que había pasado.

— Ya decía yo que iba muy tarde...

— Yo andaba esquivando muchas pareja para venir aquí. Ni loco me perdería este día contigo.

Los dos rieron nuevamente aunque Alma dejó de hacerlo al escuchar eso ultimo, poniéndose totalmente roja por el comentario. Trago saliva un poco y le veía ahora.

— ¿Ah si? —Dijo Alma con esperanza en sus ojos.

— Bueno... si... no me lo perdería... —Dijo el chico apenado pero seguro de sus palabras, palabras que hizo que la Lestrange sonriera con emoción pero a la vez trataba de calmarse mientras se repetía para ella misma que lo hiciera. Se le hizo adorable al ver eso y sonrió levemente observando la escena e imagen que tenía.

Los dos estaban sonrojados y sonreían con ternura un poco.

— Te hice esto por cierto... espero que te guste. —Dijo el chico mientras le daba lo que parecía un lienzo.

Alma tomó el lienzo, observando que era una pintura pero aparte de eso al ver lo que había pintado, sus ojos empezaron a tener un brillito mientras veía el como la imagen de ella estaba claramente en el lienzo, Dean le había hecho un retrato como regalo, le costó bastante trabajo ya que quería que quedara lindo a como mira el rostro de la chica, y había cumplido con eso.

— Lo siento, no creo que este muy bueno, no se mueve como cualquier otra imagen de aquí, no tiene nada mágico, si quieres puedo regalarte otra co- —Y no pudo terminar ya que la chica le interrumpió.

— Es hermoso... nadie me había pintado antes... —Dijo la chica con un gran rubor en sus mejillas mientras abrazaba el lienzo con cuidado ahora con una mano y con la otra tenía su regalo detrás de su espalda. Dean sonrió más confiado al ver que le había encantado y que seguro seria uno de los objetos que ella atesoraria, puede que no sea algo caro, o algo así, pero una simple muestra de ese tipo o el hecho de que quiera dar un detalle era lo importante, el hecho de que hizo algo por ella poniendo el sentimiento era suficiente y tenía un gran significado.

Alma observó la pintura con detenimiento, aceptaba que Dean tenía un muy gran talento, ni siquiera necesitaba magia para que se viera más lindo, así era suficiente y lo adoraba. Luego su nerviosismo regresó cuando recordó que ella debía darle un regalo también.

— Y-yo también tengo algo para ti. —Dijo muy nerviosa mientras sostenía ahora el lienzo con un brazo y con cuidado en un costado. Mientras ahora sostenía la caja en forma de corazón con sus manos y se la extendía a su chico.— N-no s-se si te guste...—Decía colorada mientras veía un lado.— Tampoco es algo caro, pero fue lo que se me ocurrio... sabes que has sido alguien muy especial para mi. —Dijo mientras cerraba los ojos.— ¡T-Te quiero! —Dijo las palabras más inocentes pero con bastante sentimiento detrás de ellas.

El chico vio a la mencionada, estaba muy sonrojada, con los ojos cerrados y extendiendo la caja de chocolates mientras esperaba una respuesta. El muchacho al instante tomó la caja pero luego la abrazó rodeandola con sus brazos mientras la levantaba y luego la dejaba en el suelo.

— Gracias. Sabes que no me importa, con tal de que estés aquí es suficiente además de la intención. —Dijo el muchacho mientras ahora tomaba las mejillas de la chica haciendo que le viera, observaba como ella quería morirse de vergüenza y sus nervios estaban a flor de piel. Dio una leve risa y seguido plantó un pequeño beso en la frente de ella, haciendo que se pusiera aún más roja y a la vez sorprendida. El chico tomó la mano de ella y al final le sonrió de manera genuina.— Yo también te quiero, Alma Lestrange.

La mencionada seguía impactada pero al final de igual forma tomó su mano y le sonrió aún apenada por lo que acababa de pasar y simplemente siguieron con su cita.

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Otro pedido listo, me gustó hacerlo y también la personalidad que tiene la chica, me he fijado que la mayoría de las historias que siempre la prota tiene apellido Lestrange siempre tienen una personalidad muy seria, en cambio me gusto esta que esa persona le puso para hacer algo diferente. En fin. Espero que les haya gustado. No se si lo hice bien y a esa persona le guste.

¡Lumos! 🌌

💮-Reggie00-💮