Una vez más, el estudio se apresuró a una velocidad sin precedentes. A principios de diciembre cayó la primera nevada, cubriendo todo con un espeso manto blanco. Al mismo tiempo, pasó un período de rehabilitación después de pociones para mejorar la actividad cerebral y física, y Hermione y yo nos apoyamos en ellos nuevamente, sumergiéndonos en el entrenamiento tanto en la magia como en el físico.

Las clases con Lady Greengrass tienen un nuevo horario: la práctica se alterna con la teoría. La segunda sesión de práctica, en la que Rowley se convirtió en el conejillo de indias, tuvo lugar justo a principios de diciembre y el tema de estudio fueron las maldiciones en la mente y el daño al cerebro y al sistema nervioso. Había muchas de esas maldiciones, desde la confusión banal de la mente como Confundus a Cruciatus. Como la última vez, hicimos el diagnóstico y Delphine aplicó las maldiciones al objetivo. Como la última vez, el sujeto tuvo, habiendo experimentado toda la gama de angustia mental y otras alegrías de la vida mágica, y como la última vez, murió antes de que terminara la maldición.

El momento de los exámenes parciales llegó de manera bastante imperceptible, y los mismos exámenes se aprobaron como una prueba ordinaria. Parecería, ¿qué pasa? ¡Pues todo mal!

No había mucho movimiento de Umbridge. Lo único que intentaba hacer era poner las cosas en orden. No uno efímero, sino uno real. Nada de brujería en los pasillos. También solía ser así, pero ahora también estaba respaldado por una ley ministerial y estaba en su archivo personal. No hay libertinaje en los pasillos y no solo: una semana de advertencias, después de lo cual todos deben acostumbrarse a la regla, de lo contrario, castigo con entrada en un archivo personal. No hay desorden ni desorden: la limpieza forzada de los uniformes por medio de la magia está en vigor, y a nadie le importa si una corbata apretada repentinamente en el uniforme sorprende a un vagabundo. ¿Quién sufre más por esto? Gryffindor. ¿Por qué? Para la mayoría de los Gryffindors, cierta hiperactividad y mal genio son las normas. Se refleja en la manera... la manera de vivir en general. En pocas palabras, nos está lloviendo un montón de golpes disciplinarios, y Ron y Harry están pasando lo peor.

La otra cosa que causó aún más preocupación fueron los Slytherins, que se habían quedado en silencio. Y se quedaron en silencio a nivel mundial, junto con el Señor Oscuro y los Mortífagos, no hubo ningún movimiento en absoluto. ¡Calma! Y una pausa, como saben, ocurre antes de una tormenta.

El primer día de vacaciones, durante el cual casi nadie fue a ningún lado este año, y muchos estudiantes se quedaron a celebrar la Navidad aquí, probablemente buscando una excusa para molestar a Umbridge, fui a Londres. ¿Por qué? Bueno... Decidí romper un poco con la tradición bien establecida de "no hay regalos" y conseguir algo para Hermione completamente inesperado.

El problema es que los regalos son mi punto débil. No soy bueno escogiéndolos en absoluto, tratando de obtener algo práctico, necesario. De todos modos, pasé el resto de la noche deambulando por Londres y las calles mágicas, buscando algo que me llamara la atención.

La repentina comprensión de que Hermione estaba "haciendo sonar la alarma" provino del ring, y no dudé en aparecerme en Hogwarts. Era el momento que Tonks había elegido para activar el espejo que ocasionalmente usamos para comunicarnos, compartir información u opiniones sobre tal o cual situación de la vida. Acelerando a través de la nieve, saqué el espejo en la carrera y al ver la cara preocupada de Nymphadora allí, hablé:

"Estoy un poco ocupado. ¿Pasó algo?"

"¡Culo sucedió!" gritó Tonks, y de fondo, el Reducto silbó familiarmente, seguido, a juzgar por todos los mismos sonidos, el derrumbe de algo masivo y pedregoso. "Sirius se ha ido, la Orden y los Aurores están repeliendo a un pequeño pueblo cubierto de musgo. ¡Bombarda Máxima!"

"¡Deja de hablar!" vino la voz de Moody. "¡Cambio en treinta!"

"Un segundo... Max. Desde el enlace en el Ministerio, dicen que algo está pasando. McGonagall está peleando con Umbridge, pero ella dijo que Potter y un grupo de estudiantes se escaparon del castillo, y ella no tenía tiempo para detenerlo. No dejaba de gritar que Sirius estaba en peligro".

El rompecabezas comenzó a formarse en mi cabeza y me detuve, escuchando el timbre: la alarma no era de Hogwarts.

"No dejes el castillo. Es desconocido..."

"¡En cinco!"

Tonks apagó el espejo.

"¿A dónde diablos fuiste?" Grité a la nada, regresando por una breve aparición más allá del borde de los encantamientos anti-aparición. Parece que ha comenzado... la señal es débil y su esencia está precisamente en la solicitud, no en peligro, pero vale la pena darse prisa. Salvar a todos primero, y luego... Y luego podría ser muy malo porque el director tiene un pie en la tumba.