Tiré de la manija del salón de clases, y se abrió, presentando a nuestra mirada a Lockhart, que estaba empacando rápidamente sus cosas. Saltó de miedo y se dio la vuelta, mirando la puerta abierta, y numerosos marcos con retratos literalmente cayeron de sus manos.

Harry y Ron inmediatamente se quitaron la capa de invisibilidad y yo permanecí invisible.

"No estoy aquí", le susurré al oído de Potter, y él ni siquiera se movió.

"Profesor", comenzó la conversación. "¿Tienes prisa en alguna parte?"

Lockhart se quedó estupefacto. No había sonrisa, no había brillo. Incluso los rizos rubios estaban despeinados y de alguna manera descoloridos.

"Ah... Sr. Potter, Sr. Weasley... Qué reunión tan inesperada..." el profesor sonrió débilmente, le apunté con mi varita y muy, muy silenciosamente conjuré a Confundus con una simple frase - para decir la verdad.

"¿Vas a alguna parte?" Ron ya preguntó.

"Oh, sí, me voy", Lockhart comenzó furiosamente a meter retratos y un par de libros en una maleta grande. "Un pedido urgente... Una necesidad urgente... Tengo que prepararme".

"Pregúntale qué pasó," le susurré a Potter.

"¿Qué sucedió?"

"Oh, nada serio", dijo Lockhart, pero el hechizo exigió más de él. No Imperio, pero en un estado tan tenso, puede actuar como una poción de locuacidad. "La señorita Weasley fue arrastrada a la habitación secreta..."

Lockhart se dio cuenta de lo que dijo y miró a los chicos con una mirada de sorpresa.

"¡¿Qué?!" Ron rugió. "¡¿Hermana?! ¿Cómo so-o-o..." el pánico instantáneamente se apoderó del chico, y Lockhart ya estaba sacando su varita.

"¡¿Y te escapaste?!" gritó Potter.

"Uh... No, claro que no... Sí... Eso es..."

"¿Qué pasa con mi hermana?" Ron frunció el ceño. "¡Eres una maestra de DADA! ¡Ayúdala!"

"¿Estás diciendo que solo estás huyendo?" Harry miró al profesor con incredulidad. "¿Después de todas las hazañas descritas en tus libros?"

Luego escuché con el borde de mi oído, observando cuidadosamente las manos y la varita del profesor - No quiero caer bajo Obliviate si Harry no tiene tiempo para desarmarlo. Lockhart dijo que no era él quien realizaba hazañas sino otros magos. Quedaron "mal en la portada" y todo eso. Confesó que les preguntó sus historias, les borró la memoria y tranquilamente volvió a contar estas historias en su propio nombre, sin olvidar, por supuesto, embellecer sólidamente este asunto.

Lockhart terminó de empacar sus maletas y se giró bruscamente hacia los chicos, apuntándolos con su varita. Pero Potter realmente tuvo una buena reacción: tan pronto como apareció la varita, mientras Lockhart se daba la vuelta, Harry ya había sacado y apuntado con su varita. Este chico es una especie de vaquero.

"Lo siento mucho muchachos, pero tendré que usar el hechizo Obliviate, para que no cuenten mis secretos. De lo contrario, no podré vender ni un solo libro..."

¿Un completo tonto? ¡Ni siquiera neutralizó al oponente potencial que sostenía la varita! Lockhart comenzó a balancearse, pero Potter se le adelantó con su Desarme. La varita del profesor salió volando de sus manos, y el propio profesor voló hacia atrás, estrellándose contra la maleta.

"Llévalo al baño de Moaning Myrtle", le susurré al oído del niño y fui en la dirección correcta.

Cuando llegué al lugar correcto, no tuve que esperar más de un minuto a los muchachos, y ahora llegaron, reteniendo a Lockhart a punta de pistola.

"¿Y qué hemos olvidado aquí?" el ex profesor estaba examinando la habitación.

Me acerqué a Potter y susurré.

"Busca la señal de la serpiente cerca del lavabo central y silba algo para abrir el paso".

Harry asintió y siguió las instrucciones al pie de la letra. Con un silbido en uno de los lavabos que se encontraban en un círculo en el centro, unido a las columnas, el tipo activó el mecanismo. Las columnas se abrieron a los lados, y una de ellas se hundió por completo en el suelo, revelando un gran agujero negro. Los muchachos estaban decididos a saltar adentro, y Lockhart, a escapar, pero simplemente lo empujaron allí. Es divertido, solía pensar que el grito de un hombre que cae alejándose hacia la nada ocurre solo en los dibujos animados, pero no, es real. Los chicos saltaron después.

Suspiré y salté detrás.

Es una especie de montaña rusa de Hogwarts: oscuridad, ramas de un enorme túnel, siempre bajando, y una superficie de piedra viscosa.

Al final, volé al espacioso salón, que ya estaba iluminado por Lumos de la varita de Harry. Bajo los pies había un verdadero cementerio de esqueletos de pequeños animales. Harry, Ron y Lockhart estaban hablando de algo y avanzaron. Caminé un paso por delante de Potter, seguida por Lockhart y Ron detrás de él. Pero en un buen momento, Lockhart se retrasó imperceptiblemente, y cuando llegamos a la siguiente rama, donde yacía un enorme trozo de piel muda de más de veinte metros, Lockhart simplemente se cayó. Ron inmediatamente saltó hacia él.

"¡Levantarse!" Ron apuntó con su varita al escritor descuidado y sucio, y él de mala gana, que con dificultad, comenzó a levantarse. En un momento, Lockhart ya había agarrado la varita de Ron, y su rostro estaba nuevamente radiante con una sonrisa deslumbrante.

"¡Fin de la aventura, muchachos! Me llevaré un pedazo de esta maravillosa piel de serpiente arriba. Y les diré a todos en la escuela que ya no fue posible salvar a la niña, y ustedes dos perdieron la cabeza en el vista de su cuerpo mutilado.¡Dile adiós a tu memoria!¡De ahora en adelante, no recordarás nada del pasado!¡Obliviate!

De repente me moví más a lo largo del corredor, y detrás de mí, hubo una explosión. Cayeron piedras y polvo. Corrimos, tratando de no caer y no mirar atrás. Cuando todo se calmó, y por alguna razón, el hechizo se me cayó, conjuré a Lumos y miré a mi alrededor. Harry se paró junto al suelo y también conjuró a Lumos. Detrás de nuestras espaldas había un enorme bloqueo de piedra que bloqueaba completamente la entrada.

"¡Por qué no ayudaste!" me gritó el tipo, no sin pretensiones. Sucio, cubierto de restos de polvo de piedra y migas.

"La varita de Ron," respondió encogiéndose de hombros. Harry no entendió de inmediato, pero cuando lo hizo, el tipo sonrió. Por un segundo.

"¡Ron!" corrió hacia el montón de piedras.

"¿Harry? ¡Estoy aquí! ¿Cómo estás? K-ja, k-ja... Hay tanto polvo..." dijo la voz apagada de una pelirroja desde el otro lado del bloqueo.

"Estoy bien. ¿Y tú? ¿Cómo está Lockhart?"

"Estoy bien. ¡Pero todo está desordenado aquí! ¡Y este bastardo parece haber sido golpeado fuerte! ¿Max contigo?"

"¡Sí!"

"¡¿Por qué no ayudó?!"

"¡Tu varita!"

"¿Qué tiene que ver con... Ahhhh, entiendo..."

Mientras decidía qué hacer a continuación, tomó al menos un par de minutos. Como resultado, volví a conjurar la invisibilidad sobre mí mismo y fui con Harry a enfrentar el peligro cara a cara. Se decidió utilizar la invisibilidad como elemento sorpresa en caso de que el culpable estuviera allí.

Salimos a un gran salón, que más parecía una cueva. En la pared opuesta había una enorme puerta redonda con serpientes en el centro. Parece la puerta de un banco, para ser honesto.

"Probablemente", dijo Harry mientras se acercaba, "aquí también se necesita la lengua pársel".

Al segundo intento, siseó algo en la puerta y el mecanismo volvió a funcionar. Una serpiente de hierro se arrastró por el borde de la puerta, y tan pronto como se arrastró hacia una de las que divergían del centro, se encogieron con el sonido característico de un cerrojo gigante al abrirse.

"Vamos, Sir Potter," dije suavemente. "Y si nos encontramos con un basilisco, bajo ninguna circunstancia lo mires a los ojos, te matará".

Harry asintió y dio un paso adelante...