XXXV
2 años después.
— ¡Vamos! ¡Corre! — Gritó Haneul sosteniendo un arma con su mano derecha al mismo tiempo que corría hacía la camioneta que la llevaría a la bodega.
Se había ocasionado un caos total en cuanto habían tratado de hacer un trato con otro grupo del crimen, pensaron que «tal vez» la reunión saldría más que perfecto. Pero como tanto a Haneul y a Jimin, no les gusto para nada sus condiciones, por lo cual, empezó la rivalidad entre los dos bandos. ¿El problema? Bueno, habían dos.
Número uno: Será un total peligro para ellos y para su hija. Aunque, este punto realmente no les interesaba tanto, es decir, sus vidas. La vida de su hija, si, por supuesto. Y tendrían que hacer todo lo posible para protegerla.
Número dos: El jefe se trataba de Jeon Jungkook. Mira que hace dos años descubrió como la había traicionado, entregándole información a Park Jimin para que este tuviera más acceso a ella. Era un punto que... tampoco le importaba, ya era parte de su mundo y ¿vuelta atrás? pues no... no había.
Hanuel sonrió con malicia, escuchando todos los disparos en un lugar abandonado, donde todo su al rededor se trataba de árboles y más árboles. Le había tomado un buen tiempo practicar para manejar «casi» a la perfección las armas. Pero estaba a nada de ese punto, además de que, había optado por aprender a defenderse. Así que, en pocas palabras, los golpes y demás que Jimin le solía causar, habían desaparecido hace dos años. Ahora solo estaba detrás de ella como un perrito faldero, y eso le causaba demasiada gracia a Haneul. Descubrió que Park se había comprometido con otra mujer en aquel entonces, pero cuando la chica se le plantó enfrente con un vestido en color rojo muy precioso para reclamarle sobre dicho tema, sabía que estaba muy equivocado. A pesar de que entre Haneul y Jimin no hubieran sentimientos. ¿O tal vez si?
Su respiración era agitada, el pecho bajaba y subía constantemente y sentía que sus pies no podían más, se insulto así misma por haberse colocado botas muy pesadas. Miro a su lado donde se encontraba Park con una leve herida en su rostro, no era nada grave, un corte que se podía curar con un poco de alcohol y listo.
— ¿Acaso Jungkook está loco? ¿En que momento entreno tanto? — Preguntó la chica guardando su arma, Jimin soltó una pequeña sonrisa y se deshizo del chaleco antibalas. Se había salvado de dos impactos en su pecho.
— En el mismo momento que tú lo hiciste — Respondió con una sonrisa, Haneul bufó mirando a los hombres que aún seguían disparando, la camioneta había empezando a avanzar. De un momento a otro, se habían librado de las manos de Jungkook, todo había cosi tan repentino, tan... impresionante. Hanuel ahora disfrutaba estar entre enfrentamientos, no, ya no era la chica que se asustaba con ver un charco de sangre o un cuerpo en el suelo.
Kang le extendió su mano derecha a Jimin, él sabía que era lo que necesitaba. Así que sacó un cigarillo del bolsillo trasero, Haneul trató de tomarlo pero el hombre negó y lo colocó entre sus labios para después encenderlo.
— Aún me parece impresionante que estés dentro de este mundo, ya sabes, empezaste a realizar cosas no muy agradables. Antes solías chillar por ello — Dijo entre risas, Haneul sonrió y asintió, recordando la persona que era en ese entonces. Se podría decir que este aspecto si valía el "cambio de la noche a la mañana", porque la chica se había dicho así misma una noche donde había recibido demasiados golpes por parte de Jimin debido a que un hombre que trabajaba para él, se le había insinuado de una forma no muy normal pero Haneul no hacía nada por ello, tenía miedo en ese entonces. Porque ese hombre tenía un arma en su mano derecha la cual apuntaba en su dirección.
Jimin había llegado ese día de un evento privado en una mansión alejada de la ciudad y demás personas, lo único que hizo fue sacar su arma y disparar en la cabeza al hombre. Todas sus entrañas cayeron en Haneul la cual soltó un grito, hizo una mueca y empujó el cuerpo que cayó al suelo. Estaba a nada de vomitar, estaba llena de sangre de ese hombre asqueroso. Corrió rápidamente hasta el baño para adentrarse sin quitarse la ropa, cerró los ojos fuertemente y se deshizo del líquido. Pero después de haber hecho tal cosa, salió del baño, un poco más relajada. Jimin se encontraba de pie frente a ella, le sonrió y la tomó del brazo llevándola hasta la cama donde la lanzó sin ningún cuidado. Y volvió a hacerle daño, la golpeó pero Hanuel no se resistía, solo le suplicaba que no le hiciera nada a su bebé.
Esa fue la última vez que Park la toco de esa manera, al día siguiente se había levantando con una actitud totalmente diferente. Enfrentó a Jimin y lo decidió. Empezó a entrenar muy duro para manejar una arma, tiempo después que el bebé nació, comenzó con las clases de defensa personal, artes marciales y demás. Todo con ayuda de Jimin, bueno, algunos contactos por parte de él.
— Era hora, Jimin. No me quedaría de brazos cruzados todo el tiempo — Haneul beso los labios de Jimin y bajo de la camioneta cuando se había detenido. La chica golpeó el cigarillo con su dedo índice, soltando la colilla. Observó todo su alrededor, se trataba de un lugar abandonado donde estaba lleno de árboles, pastizal y demás materiales muy viejos.
Park miraba cada movimiento de su mujer, con el paso de los dos años, se veía mucho más hermosa para sus ojos. Había cambiado... el embarazo la había cambiado por completo. Aún recuerda como Haneul lloraba porque pensaba qué tal vez su cuerpo sería muy feo, pero no, al contrario. Ella hizo todo lo posible para cuidarlo de manera correcta como se lo habían indicado, para que no hubiera ningún tipo de problema. Aún conservaba su cabello tintado de rubio, y a Jimin le fascinaba que así fuera.
— ¿Ahora no tienes lástima por esas niñas? Antes habías decidido hacer todo lo posible para refundirme en prisión y salvarlas. Que patética — Se burló, posicionándose a un lado de ella. Aún seguían viendo su entorno mientras esperaban a sus guardaespaldas que se preparaban por cualquier ataque del enemigo. Cuando se habían preparado, entraron, Jimin tomaba la cintura de la chica quien mantenía una sonrisa maliciosa en su rostro pálido.
Al entrar en aquella bodega, que por cierto, era grandísima. Comenzaron a escuchar los lloriqueos y súplicas de ciertas personas, ¿como es que ella se había convertido en una persona tan mala como lo es Jimin? Hace tan solo tres años pensaba en hacer venganza contra él y arrebatarle todo lo que amaba, lo hizo. Le quitó a su madre así como le había arrebatado a Taehyung de su lado. Pero después, las cosas cambiaron radicalmente.
— ¿Cuales fueron las que llegaron hoy? —preguntó Haneul a una mujer que trabajaba para ellos.
— Son tres chicas, tienen diecinueve años. Al parecer aceptaron la oferta de su "agencia de modelos" — Se burló la mujer, le entregó las llaves a Haneul para que abriera la puerta y entrara a verlas. Así lo hizo, se plantó frente a las tres chicas que lloraban a mares suplicando que las sacaran de ese lugar. Kang soltó un suspiro al mismo tiempo que una gran sonrisa se formaba.
— Hola, ¿como están? — Preguntó con cinismo, las chicas no respondieron ante su pregunta. Haneul asintió y chasqueó la lengua, tomó del brazo a una de ellas que llevaba su cabello perfectamente lacio, reflejaba a kilómetros el sufrimiento, igual que las demás. Pero eso a Haneul ya no le importaba, al principio, se veía a sí misma, ella había pasado por lo mismo, se podría decir que hasta fue peor.
— ¿Que harás con ellas ? — Llegó Park con el típico cigarrillo entre sus labios gruesos, Haneul le sonrió a la chica de cerca y la examinó por completo.
— Mandarlas donde siempre — Respondió soltando el brazo de la chica, se dio la vuelta para mirar a Jimin con una sonrisa enorme. Él alzó ambas cejas y soltó el humo grisáceo — Deberían de empezar a trabajar en no confiar en cualquier persona, créanme que fue demasiado fácil convencerlas. ¿Acaso nunca se imaginaron que hay personas que te engañan?
Haneul aún seguía mirado a Jimin, por último, volvió a darse la vuelta para ver a las tres mujeres. Estas lloraban demasiado, sufrían, suplicaban que las sacaran de ese asqueroso lugar. Kang había sido demasiado inteligente para ello, había creado una "agencia de modelos" para que muchas chicas se interesaran y así, llevárselas lejos de sus casas y familias.
— Llama a Yoongi, él las transportará — Le ordenó a un hombre que vigilaba el área, asintió y salió del lugar.
— Bien, me iré. Si sucede algo, no dudes en llamarme — Park se acercó a Haneul y la besó con lentitud por algunos segundos. Por último, se dio la vuelta volviendo a colocar el cigarillo entre sus labios, la chica lo observó caminar, como si se tratara de una pasarela de modas. Amaba como vestía y el porte que siempre tenía.
No, ella esperaba no tener ningún sentimiento de amor. No quería que así fuera y haría todo lo posible para no enamorarse. Porque park Jimin no era un hombre que la trataría bien ni mucho menos se lo imaginaba enamorado. Claro, Haneul convivía con él las veinticuatro horas y los siete días de la semana y aunque se trataban como esposos o demás, ella lo quería tener lejos. Era guapo, de eso no había ninguna duda y Kang lo sabía a la perfección, en ese aspecto se sentía superior ante otras chicas por tenerlo con ella y nadie más. No solo ella cambio, también lo hizo Jimin.
Haneul se convirtió en una persona muy mala. Jimin empezaba a tener comportamientos muy diferentes con ella, algo así, como si estuviera comenzando a enamorarse de la chica. Y debido a eso, él trataba de «también» alejarse y no tener tanto contacto, se adentraba en su despacho a la misma hora de todos los días. Doce de la madrugada. Bebía y bebía sin parar con tal de tratar que Haneul se fuera de su mente, lo empeoraba, porque pensaba más ella y lo preciosa que es ante sus ojos. Él no podía enamorarse, no quería que así fuera.
Ninguno de los dos quería enamorarse. No estaban en condiciones de hacerlo, ese no era el plan que Jimin había planeado. Mientras Park trataba de hacerla sentir querida por él, ella se había hecho cargo de que su hija, llegara de Estados Unidos para hacerla sentir... un poco mal.
Empezaría a cobrarse cada una de las lágrimas que había derramado.
El capítulo anterior fue un completo batallar, si no lo han leído, vayan! Muchas gracias, cuídense y no se olviden de votar. Las invito a pasar por mis historias, las quiero 💗💗
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