XXXII
Haneul despertó algo desconcertada, su mirada recorrió todo el lugar percatándose que era muy oscuro el lugar y olía demasiado mal. Su cabeza dolía a horrores, llevó sus manos a esta y en cuanto hicieron contacto, soltó un jadeo con temor por lo que había tocado, un líquido espeso. Sus manos temblaban mientras las veía con algo de sangre, la mayor parte de esta se había secado. Su cuerpo, de igual manera, dolía bastante. El miedo la invadió de inmediato, odiaba los lugares encerrados y oscuros, solo podía ver un poco debido a la luz que traspasaba de la pequeña ventana que se encontraba a su lado izquierdo.
Una risita se escuchó por aquella habitación oscura, una que le causó un escalofrío por todo el cuerpo. ¿Acaso estaba alucinando? Eso era lo que pensaba la chica. ¡Pero no! Park Jimin se hizo presente a ella con un arma en el cinturón de su pantalón ajustado. Sonrió en grande, pero no era una sonrisa cualquiera si no...una sonrisa como si se tratara de un hombre totalmente enfermo mentalmente. Haneul retrocedió arrastrando su cuerpo hasta topar con la pared y tratando de escapar pero Jimin la detuvo de un movimiento brusco.
—¿Que hago aquí?—Preguntó con temor, Park no le respondió solo se dedicó a mirarla pero ahora de una manera seria, sin ninguna expresión en su rostro. La chica trago saliva en cuanto lo vio tomar su arma— Jimin, aleja eso de mí.
Park colocó el arma en la frente de la chica mirándola fijamente, quería presionar ese gatillo, de verdad que lo deseaba. Pero algo lo detenía y no sabía el porque. Jimin nunca fue de esa manera, no perdonaba, cuando le hacían este tipo de cosas, lo único que hacía era tomar su arma y reventar la cabeza de esa persona. Tal cosa que no estaba sucediendo con Haneul y que probablemente no sucedería nunca. Solo le quedaba por golpearla hasta dejarla inconsciente. Pero ¿como no hacerlo? Si había matado a su madre y hermano.
—¿Acaso piensas que no te mereces estar aquí? ¿Ahora te quieres hacer la víctima? Por qué te recuerdo que mataste a dos personas importantes en mi vida, Haneul —Ejerció fuerza contra el arma, la chica cerró sus ojos fuertemente sintiendo la ansiedad invadirle del temor.
—No y tampoco...estoy arrepentida. Tú mataste a mi familia, sin razón alguna—Le reclamó, Park soltó una risita sarcástica y acto seguido, pasó su lengua por sus labios, remojándolos en el acto. Haneul siguió cada uno de sus movimientos hasta que Jimin le soltó una bofetada, tan fuerte que la chica golpeó su cabeza contra la pared en un mal movimiento. Ella empezó a tocarse la cabeza con ambas manos sintiendo un dolor horrible, las lágrimas salían una por una.
Park la veía con una sonrisa y soltó el arma por algún lugar de aquel lugar horrible, tomó a Haneul de su cabellera con mucha fuerza y la levantó del suelo ejerciendo mucha fuerza contra su agarre, la chica jadeaba de dolor. Parecía que en cualquier momento caería desmayada por tantos golpes, tenía que ir al hospital urgentemente para asegurarse que se encontraba muy bien. Salieron del sótano mientras Park la arrastraba por el piso como si se tratara de una muñeca de trapo, Haneul le gritaba que parara porque dolía mucho pero a él no le importaba. Todos sus hombres que trabajaban para él estaban al tanto pero por supuesto que no harían nada para detenerlo o en verdad habría alguien en ese lugar con un bala en su cuerpo. Por último, la lanzó con fuerza en el centro del living, Haneul colocó sus manos en el suelo tratando de establecerse pero no podía hacerlo, cayó por completo de lado lastimándose un poco el hombro.
La pierna de Jimin empezaba a sangrar por la fuerza que había ejercido, además, debía tener reposo y no lo ha hecho desde entonces. Tenía mucho rencor dentro de él con Haneul.
—Volverás a lo mismo de antes, porque parece que nunca lo entenderás, Haneul—La voz de Park se escuchó por toda la planta blanca, era gruesa y ronca. Causándole una escalofrío por todo su cuerpo.
—Por...favor, no me obligues. Po...podría pasarme algo—Balbuceo, Jimin se dio la vuelta para dirigirse a tomar un cigarillo y un buen vodka le vendría bien. Las botas perfectamente brillosas resonaban por el suelo a cada paso que daba, Haneul lo miró desde el suelo sin tener permitido moverse debido al dolor.
Park apoyo sus manos a cada extremo de la barra donde se encontraban diferentes tipos de alcohol y demás, arriba de ella estaba la cajetilla de cigarros, la tomó entre sus manos pero sin perderle la mirada a Kang. Colocó el objeto tóxico entre sus labios gruesos y encendió el cigarillo con una pequeña sonrisa, ¿que era lo que tanto le causaba risa? Si, verla sufrir. Acto seguido, tomó el vaso de cristal pequeño y vertió un poco de vodka para después beberlo de un solo tragó donde algunas gotas resbalaron por su cuello, Park mantuvo su cabeza hacía atrás por algunos segundos con sus ojos cerrados al mismo tiempo. Se reincorporó y miró a Haneul, seguía llorando como toda una magdalena.
—¿Tú crees que a mí me interesa si algo te sucede? Por supuesto que no preciosa, ya deberías estar acostumbrada a ese trabajo porque es para lo único que sirves. Quisiste vengarte de mí, ¿que dijiste? Seré más inteligente que Park Jimin y matare a su familia porque él mató a la mía. Wow, Haneul, muy bien pensando—Soltó burlándose, volvió a caminar hacía la preciosa chica, en cuanto llegó, se acuclilló y tomó su barbilla para que lo mirara fijamente.
—¿Recuerdas la vez que trataron de asesinarme? Pareció no importarte, es un trabajo donde las mujeres no deberían estar involucradas, quiero decir, son hombres que solo las buscan para usarlas y las tiran como basura. ¿Piensas que no sentimos nada? ¿Que no nos duele? Tú no sabes las veces que me odie por estar adentro con un hombre que ni siquiera conozco y que ademas, me dobla la edad. Eres un asco, Park Jimin.
Park soltó una carcajada tan fuerte que parecía como si Haneul hubiera contado un chiste. Soltó su barbilla con brusquedad y llevó el cigarillo a sus labios para darle una calada muy fuerte.
—Vamos Haneul, supéralo. Debes entender que esta es tu vida ahora, ¿cuantas veces te dije que te comportaras como la mujer que lleva mi apellido?
—Ni siquiera es verdad, no somos nada. Todas las personas piensan que si pero esa es la realidad, que yo no te quiero ni tú a mí—Trato de levantarse del suelo pero Park no se lo permitió, llevó su cigarillo a su estómago y lo presionó en el área. Haneul soltó un grito de dolor soltando pequeñas lágrimas — Estoy embarazada.
Haneul soltó la noticia de repente, Jimin paró de inmediato y la miró con molestia. Su pecho subía y bajaba agitadamente, empezó a negar y la levantó de un solo tirón del suelo. La lanzó al sofá con brusquedad, la cabeza de la chica dolió mucho en cada movimiento.
—¿Que tontería estas diciendo, Haneul?
—Que estoy embarazada.
—Eso no puede ser así, tomaste la pastilla aquella vez ¿no? ¡Te la di!—Le gritó soltándole una bofetada, Haneul cerró sus ojos sintiendo que cada segundo quedaba inconsciente.
—No lo hice, decidí no hacerlo. Y ese bebé si nacerá, te lo digo desde ahorita, no permitiré que la hagas algo malo—Susurró, Park llevó sus manos a su cabello echándolo hacía atrás, se encontraba frustrado. ¿Que haría él con un bebé? Había tantos peligros, constantemente, bueno...todos los días, Park siempre estaba en peligro por cualquier atentado.
—No volveré a repetirte los peligros qué hay Haneul. Haz lo que se te de la gana pero después no me reclames sobre lo que pueda suceder. Y esta bien, que nazca, adelante. Pero tú te harás cargo de cuidarlo y nunca alejarte de ese bebé—Dicho aquello, se dio la vuelta para subir las escaleras e irse a la habitación. Necesitaba tirarse en su cama y descansar de todo lo que estaba pasando por su cabeza y en la realidad.
Un chico ayudó a Haneul a levantarse del sofá, ella le pidió que la llevara a la habitación con Jimin y así fue. Tardaron aproximadamente más de cinco minutos en subir las gigantes escaleras por todo el dolor que sentía la pobre al subirlas. Le agradeció al chico con una pequeña sonrisa y entró a la habitación sin tocar. Jimin se encontraba con algunos papeles desparramados en la cama, de inmediato los tomó para esconderlos.
—¿Que haces?—Preguntó Haneul sosteniendo sus estomago con sus dos manos y a pasos lentos.
—¿Acaso te importa? Deja de entrometerte en todo.
Pero la chica era más inteligente y alcanzó a notar su nombre en algunos papeles. Su entre cejo se frunció por aquello, ¿que hacía Park Jimin con papeles a su nombre?
—Explícame, ¿por que tienes documentos a mi nombre?
Jimin chasqueó su lengua y se levantó de la cama, camino hacía ella, solo dio dos pasos y se colocó frente a Haneul. Miró sus ojos que se encontraban muy rojos por haber llorado demasiado.
—El día que te secuestre, ya estaba planeado desde antes, eso era obvio. Pero tu padre estuvo detrás de todo, Haneul.
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