XLVII





— ¿Sabes si podrían permitirme que... no se, probablemente, llevar a Taehyung a un parque o algo así? De verdad quiero estar sola con él pero en un lugar más tranquilo — Jungkook me miró seriamente y por un buen tiempo, tal vez pensando en ello o no tenía idea pero sabía lo mucho que necesitaba esto.

— Eso no depende de mí, el doctor debe darte las indicaciones y hacerte saber si es buena idea. Puedes explicarle el motivo y tal vez acepte — Se encogió de hombros — Pero recuerda que si no lo permite es por el bien de Tae.

Asentí ante sus palabras, y después de realizar aquella conversación de una manera muy tranquila, logré obtener su permiso, claramente siempre le recalqué que era importante saber si de verdad Taehyung podría salir, porque estaba a dispuesta a rendirme y solo visitarlo en el hospital, lo único que deseaba era que él estuviera bien y me daba mucho temor pensar que nunca vuelva a cómo era es realmente.

— Solo trata de cuidarlo y no exponerlo en donde haya demasiadas personas, puede abrumarse y entrar en alguna crisis — El doctor fue claro y preciso, por supuesto que iba a cuidarlo, como si se tratara de un muñequito de porcelana.

Taehyung caminó por si mismo hasta mí, pero con su cabeza gacha y jugando con sus manos, sonreí un poco porque me causaba ternura pero hablando con sinceridad, trataba de esconder mis lágrimas. Era muy difícil verlo así, saber que él siempre se veía tan activo en todo momento y no era nada tímido, era otra persona la que se me presentaba. Y quería llorar demasiado, hacer sufrir a Park por esto porque no tenía derecho sobre Kim, prefería mil veces que todo el maltrato se fuera sobre mí a que Tae lo recibiera. Porque en cierta parte me sentía culpable.

Traté de tomar su mano pero no me lo permitió, así que opté por colocarla en su espalda para que avanzara junto a mí. Este día estaba completamente nublado y hacía demasiado frío, así que me apresuré para que entrara al auto. Taehyung llegaba un abrigo café y muy suave, parecía un osito, su cabello se encontraba demasiado largo pero bien acomodado, al parecer solían retocarlo cada cierto momento. Sabía que todo el buen trato que recibía era por parte de Jungkook, se encargaba de hacerle saber a los doctores que debía tener toda la atención, ingerir sus medicamentos y hacer todo lo que tengan en sus manos para que se recuperara.

¿Cuál era el objetivo de Jeon? Realmente no sabía con exactitud pero mis teorías eran sobre acabar con Park, así que lo apoyaría en ello.

— ¿Quieres ir a comer hamburguesas con papas fritas? Hoy podemos comernos todo lo que tú gustes — Dije con una sonrisa, quería que él supiera que estaba bien y hacerlo sentir cómodo conmigo. Taehyung, sorpresivamente, asintió mirándome. Era la primera vez que me veía directamente y eso me ocasionó querer abrazarlo, sin embargo, pensé muy bien las cosas y solo opté por sonreírle en grande.

Según el médico, Taehyung estaba a poco tiempo de recuperarse, cada vez tenía más confianza sobre las personas. Él sabía con quien debía tratar y quien no. El objetivo de ellos era hacer que comenzara a entablar una conversación, de manera tranquila y normal como cualquier otra persona. Solo decía algunas palabras, pero nunca más allá de eso. Y tercamente, por mi parte, trataría de hacerlo hoy.

Lo veía un poco de reojo mientras conducía, él mantenía su frente en el espejo del auto mientras veía como comenzaba a nevar, los autos, las personas y demás que solíamos encontrarnos. En un semáforo, mi atención se centró en sus ojos, miraba para todos lados como si fuera la primera vez en su vida que experimentaba esto. Y no resistí mis lágrimas, estas comenzaron a deslizarse por mis mejillas y solo acaricié su cabello, él no obtuvo reacción ante ello, siguió en lo suyo. Por lo que me percaté que era un buen avance en su comportamiento.

Después de cinco minutos, llegamos al lugar, un negocio de hamburguesas que solo se encontraba aquí en Seúl pero eran una de las mejores que había probado.

— Tae, nos bajaremos porque no hay muchas personas en el negocio, ¿estás de acuerdo? Si te molesta podemos comer en el auto — Estacioné el auto para mirarlo, él veía el negocio desde su lugar, parecía estar examinando y pensando si era buena idea.

— Podemos bajarnos — Susurró con timidez, mi expresión tal vez le causo gracia por que sonrió un poco al verme, me encontraba muy emocionada porque veía tanto avance en él y justamente decidió hablar.

Me apresuré a bajar del auto para abrir la puerta y que caminara conmigo, pero antes de eso, tomé unos guantes calientitos y se los entregué.

— Toma, debes colocártelos porque hace demasiado frío — Lo ayude con eso mientras también cooperaba en ponérselos — Me alegra mucho tu compañía, daré todo de mí este día para que te sientas cómodo y feliz, Taehyung. Mi único objetivo en la vida es verte bien, saber que no estás sufriendo — Hablé mientras tomaba sus manos y lo veía fijamente a sus ojitos tan lindos, él asintió y yo impulsivamente me acerqué a darle un pequeño beso en su mejilla izquierda.

Rápidamente me tapé mis labios porque de verdad no lo pensé, solo actué, pensé que se molestaría o algo parecido pero mi acción causó otra sonrisa preciosa en su rostro. Al parecer le gustó. Así que solté un gran suspiro, muy aliviada, y le sonreí de igual manera para después adentrarnos al lugar.

Era tan satisfactorio no ver personas en el negocio, quiero decir, al parecer solo tenían muchos pedidos por el servicio de auto y a domicilio. Lo cual está muy bien para poder sentarnos en cualquier mesa con mucha tranquilidad.

Taehyung me señaló la hamburguesa que deseaba, elegí la mía y pregunté si quería algo más, lo cual asintió y su mirada se posó en la malteada de fresa que vendían. Sabía que él estaba consciente de todo, me alegraba que fuera así, solo debía desarrollarse un poco más y ayudarlo en su trauma.

Decidí sentarnos en una mesa un poco lejana de todas, para tener comodidad. Taehyung se sentó a mi lado, pegado a la pared y el ventanal, sentí que lo realizó como una forma de protección. Así que prefería que se mantuviera en ese lugar, mientras esperábamos nuestro pedido, decidí que sería buena idea comenzar a conversar.

— ¿Te sientes bien estando en el hospital? Quiero decir, ¿no te aburres?

Taehyung me volteó a ver y observé como su cabello se movía, me parecía muy tierno, negó con la cabeza mientras yo deseaba que hablara un poco más y me diera detalles.

— Jungkook juega mucho conmigo — Susurró, traté de no gritar de la emoción y sonreí.

— Me alegra saber eso, Tae. ¿Te gustaría que fuera todos los días a verte? Tengo mucho tiempo, tal vez cada semana podríamos salir y los demás días jugar, conversar, pintar — Asintió con frenesí. Me percaté que movía demasiado su pierna derecha y veía el ventanal cada cierto tiempo — ¿Está todo bien? ¿Quieres que nos vayamos?

— No — Tragó saliva — Es... no puedo controlar mucho esto, aún — Esta vez no susurró, su mirada se encontraba gacha, como si estuviera apenado por su comportamiento. Quise llorar en ese momento.

— No te preocupes, Taehyung. Si gustas puedes tomar mi mano para que te sientas más tranquilo, solo ten mucho en cuenta que no voy a permitir que nadie te haga daño. Jungkook y yo estamos contigo, te vamos ayudar y nadie podrá tocarte ni un solo cabello, cariño — Acaricié su cabello con lentitud, él si buscó tomar mi mano y accedí rápidamente. Taehyung recargó su cabeza en mi hombro, se sentía tranquilo, escuché como sollozaba y eso me rompió el corazón. No quería verlo así, me dolía tanto que él se esforzaba demasiado pero aún tenía temor.

— No, cariño, no. Por favor, no llores. Estoy contigo ¿si? Te prometo que nadie te tocará, Taehyung. Desde el primer momento en que te visité, ten por seguro que estoy haciendo todo lo posible para sacarte de ese lugar pero debes ser muy fuerte — Sus ojitos llenos de lágrimas me miraron y yo sentí que me convertiría en un mar, en ese momento me prometí a mi misma que las cosas cambiarían y lo protegería de todo. Lo único que logré fue abrazarlo muy fuerte, él también lo hizo y escuchaba como sollozaba aún mas fuerte. Traté de calmarlo mientras le susurraba en el oído que todo está bien, acaricié su espalda y constantemente le otorgaba pequeños besos en su cabeza.

Taehyung se veía tan indefenso, tan pequeño y tan roto.

— Mira, ya llegaron las hamburguesas, mejor anímate porque vas s comer muy delicioso — Sequé sus lágrimas con mis pulgares con mucha delicadeza de no lastimarlo, tomé unas cuantas servilletas y limpié su rostro. Taehyung tomó la malteada y le dio un gran sorbo, me sentí bien cuando sonrió, al parecer le había gustado mucho.

En ese momento, mi teléfono móvil sonó, dando aviso a un mensaje de texto. No quería responder pero pensé en qué tal vez podría ser el médico.

Solo era Jungkook diciendo que nos divirtiéramos mucho y recalcando que debía cuidarlo.

— Mira, Jungkook dice que te diviertas — Procedí a enseñarle el mensaje, Tae asintió mientras comía, decidí mandarle una fotografía a Jeon.

Pero en ese momento, mi sonrisa se desvaneció, Jimin me llamaba. Colgué su llamada por lo menos unas cinco veces, no quería que Taehyung sospechara o se percatara de él. Así que optó por dejarme mensajes, sabía donde estaba.

Decidí recibir su sexta llamada, pero hablé en inglés, para que Taehyung no se percatara de mis palabras.

— Solo respondí para hacerte saber que si tú te acercas o haces algo en contra, te recuerdo perfectamente que se donde está tu madre. Y atente a las consecuencias Park, porque esta vez tu y yo somos enemigos — Colgué.

Sabía que al decirle aquello, no haría nada. Porque nadie sabía en donde se encontraba su madre, ni siquiera yo lo sabía, hasta que conversé con Jungkook y él me dio la dirección, imágenes, y toda su información personal. Porque se hacía pasar por alguien más. Así que para amenazar un poco más a Jimin, le envíe una fotografía de ella saliendo de su hogar.

Esta vez haría lo que tenga que hacer con tal de mantener seguro a Taehyung y claramente, a mí.

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