XIII





Cuatro semanas en las cuales Haneul aún seguía escondiéndose de Jimin o sus trabajadores, el miedo todavía no se iba al cien por ciento de ella y, tal vez, no sería muy pronto. Parecía que la chica estaba en una tipo cuarentena pues en todos esos días no había salido a tomar un poco de aire. Se sentía ansiosa de que probablemente Park la esté buscando hasta por debajo de las piedras.

— ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? — Taehyung había estado cuidándola cada día sin parar, a pesar de que obtenía la atención de sus padres y hermano.

— Si, no te preocupes. Creo que empiezo a desesperarme un poco aquí dentro — Confesó, Taehyung observó a la chica algo preocupado porque en parte deseaba que salieran a comer algo pero por otra parte, no. Le daba temor.

— Bueno, es normal, después de tantos días Han.

— ¿Crees que él esté aquí en Seúl? — Susurró.

— No lo sé, supongo que no. En pocos días se cumplirá un mes y sinceramente, dudo que él siga buscando cuando puede haber posibilidades de conseguirse más chicas — Taehyung se acercó a ella con lentitud, se sentó en la orilla de la cama con una pierna arriba de ella.

— Tienes razón, ¿podemos ir a un centro comercial?

Taehyung dudo un poco observándola, la chica lo miraba suplicante y estaba a nada de robarle un beso para que este accediera.

Haneul al no obtener respuesta rápida de Taehyung, se acercó a él y le robó un beso. El chico sonrió en seguida y asintió de inmediato.

— De acuerdo, pero tienes que llamar a tus padres. — Alargó el "de acuerdo", Haneul se levantó con emoción y eso le causó una gran felicidad interior a Taehyung porque era la primera vez que reaccionaba de esa manera desde que había llegado.

Después de realizar la llamada donde sus padres le indicaron que fuera con cuidado, empezó a arreglarse. Disfrutaba verse al espejo y pasar las brochas de maquillaje después de tanto tiempo, comenzaba a sentir que las cosas irían bien. Taehyung había salido de su habitación para darle un poco de espacio, se dirigió hacia la planta baja con un ritmo lento.

Observó el gran jardín que tenía frente a sus ojos, era precioso y demasiado grande. Una piscina de mármol blanco, algunas flores de color rojo intenso que le daban un buen aspecto, se encontraba muy bien cuidado. Era una lástima que después de que Haneul salga de su zona de comfort, la venderían.

— Estoy lista, Tae — Avisó, se dio la vuelta encontrándose con la Haneul de antes, la que solía arreglarse todo el tiempo y que ni de loca saldría en fachas como lo decía ella en repetidas ocasiones. Siempre tan preciosa, pensó Taehyung.

— Vamos, te ves muy linda.

Y es que, la chica había cambiado su look para pasar por desapercibida entre las personas como si se tratara de una famosa. Fue un cambio drástico para ella, optó por ondular su cabello y teñirlo de un color rojizo caoba que resaltaba demasiado su piel. Accedió a perforarse su nariz y ceja izquierda, hecho por su novio.

— Gracias, estoy algo nerviosa — Pasó sus manos por sus vaqueros azul claro de tiro alto pues estás sudaban debido a los nervios que se apoderaban de ella.

— No pasara nada, mira, si en verdad te sientes muy mal de estar allá fuera, solo dímelo ¿si? Y de inmediato nos regresamos a casa.

— Está bien, Tae — Le dedicó una sonrisa, las cuales amaba recibir.

Haneul al salir de casa, la brisa del aire choco contra su rostro, se sentía algo raro después de muchos días. Decidió colocarse las gafas oscuras y adentrarse al auto, agradecía mil veces que las ventanas estuvieran polarizadas así no se sentiría observada mientras el auto estaba en marcha. De casa al centro comercial sería algo lejos pues se encontraba a las afueras de Seúl, en un barrio protegido y lujoso.

En el trayecto, Taehyung optó por colocar música para disfrutar el ambiente y Haneul se sintiera tranquila. Cantaban al ritmo de las canciones favoritas de él, eran buenas. La chica decidió colocar sus gafas en su cabeza mientras llegaban al centro comercial, Taehyung le dedicó una mirada rápida y sonrió en grande por lo hermosa que se veía y lo bien que le hacía sentir. Colocó su mano derecha en su muslo, claramente invitándola a que tomara su mano. Haneul accedió y entrelazaron sus manos.

Taehyung deshizo su agarre cuando tuvo que maniobrar en el estacionamiento, automáticamente Hanuel bajo sus gafas. Los nervios empezaban a apoderarse de ella en segundos y es que, en verdad tenía demasiado que Park o alguno de sus hombres anduvieran por aquellos rumbos. Aunque Seúl era muy grande y sería algo casi imposible.

Kim volvió a entrelazar sus manos cuando habían salido del auto y se dirigían a la entrada, Hanuel deseaba comprar maquillaje pues en los días que estuvo encerrada, se dedicó a ver tutoriales, aumentando su gusto por el maquillaje.

— ¿Irás a una tienda en específico? —Preguntó Taehyung, la chica observó hacía todos lados, había muchas personas por todos lado. Era lógico. Pero se sintió un poco tranquila.

— Compraré maquillaje, vayamos a Chanel —Él asintió y caminaron hacia la tienda. Por un momento Haneul se espantó cuando se topó con un chico de mucho parecido a Jimin. Parecía que todos los chicos que se cruzaban en su camino eran Park Jimin.

Entraron a la tienda con tranquilidad, Haneul se dirigió hacía el maquillaje para elegir lo que compraría y probablemente algunas mascarillas también. Taehyung la seguía a todos lados y la esperaba con paciencia, él podría esperar horas y horas a Haneul en aquella tienda y no le importaría.

Todo iba bien, hasta que Haneul alzó su mirada donde su atención ahora era en Taehyung pues planeaba preguntarle si se encontraba impaciente por esperarla por ya más de diez minutos. Pero al ver al hombre que se encontraba tras de él supo que debía salir del lugar lo más rápido posible y con discreción, la ansiedad de verlo era grande, se quedó estática por un momento.

Park Jimin se encontraba en el lugar, pero este se encontraba algo distraído que no se percató de Haneul. Vestía de lo más relajado, vaqueros en color negro pegados a sus tonificadas piernas y una camiseta blanquecina.

— Va... Vámonos — Tartamudeó al mismo tiempo que jalaba su brazo, parecía ser que su corazón estaba a punto de salir.

— ¿Porque? ¿No te gustó nada? — La respiración era acelerada y su pecho subía y bajaba debido a eso. Taehyung sabía que algo le sucedía de inmediato.

— ¿Que te sucede? ¿Quieres irte? — Asintió rápidamente, sus movimientos eran torpes y solo deseaba salir corriendo del lugar sin mirar atrás.

— Él está detrás de ti, salgamos con cuidado. Por favor, Taehyung — La furia se apoderó de él y aunque deseaba irle a golpear, no podía. Tomó a Haneul de la mano y con mucho cuidado empezaron a caminar hacía la salida de la tienda. Ella rogaba que no la reconociera o todo se iría a la borda. Pero fue un éxito, salieron sin problemas y Haneul estuvo a nada de salir corriendo pero Taehyung la detuvo.

En camino al estacionamiento, el celular de Haneul sonó avisando un nuevo mensaje. Tal vez se trataba de su madre o hermano, fue lo que pensó.

Desconocido.

Que lindo fue verte de nuevo, un gran look. Me encanto.

No te desharás de mi fácilmente, Haneul.

15:36 pm.

El celular de la chica cayó al suelo y un ataque de ansiedad se hizo presente. Taehyung se colocó de cuclillas y tomó el celular para leer el mensaje.

— Haneul, tranquila — Pero ella no podía estarlo, sabía que en cualquier momento vendría por ella. Corrió lo más rápido que sus piernas le permitían hacia el auto esperando que Taehyung lo abriera para adentrarse a el. Por otro lado, el chico empezaba a asustarse ¿él sabía donde se estaba quedando en los últimos días? Porque todo fue mucha coincidencia.

Y Park Jimin no se rendía.

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