II
— Hay un auto estacionado enfrente, totalmente de negro y hay una persona dentro por lo que pude notar. ¿Será parte de los secuestradores de las chicas desaparecidas?— Preguntó Haneul observando el auto en el momento qué pasó a un lado. Debido a los vidrios polarizados no podía notarla, ni ella a la persona dentro. Aún así hicieran el mayor esfuerzo, no se veía. Ni siquiera la sombra.
— No lo creo, debe estar esperando a alguien. No seas paranoica, cariño.
— Taehyung, no soy paranoica, es solo que... — Soltó un suspiro — Cualquier movimiento ajeno o sospechoso, actuó de esta manera. Me da temor de que alguien me esté observando y en algún momento que me encuentre sola, me desaparezcan.
— Eso es ser paranoica, Haneul — Le dijo Taehyung con un aura tranquila, sin perderle la mirada a la chica. Ella trató de sonreír pero formó una mueca con sus labios gruesos.
— Ven, acércate — Susurró con voz ronca. Hanuel se recorrió sólo un poco, Tae pasó su brazo izquierdo por la pequeña cintura de ella y con la restante tomó su mandíbula para acercarla a sus labios.
— De mejores amigos a tratarnos como si fuéramos novios. Realmente no tengo una palabra específica que nos caracterice — Frunció sus labios, Haneul soltó una risita y se acomodó en su asiento cuando notó que faltaba poco para llegar a casa donde se reunirían con la familia Kim.
Una vez que llegaron, presenciaron los demás autos de la familia estacionados uno detrás del otro, todos de últimos modelos sumamente preciosos. Haneul comenzó a caminar hasta el jardín con Taehyung tomándola de la cintura, escuchaban las carcajadas de sus familiares y pudo deducir que su madre era la causante pues siempre lograba hacer reír a los demás con sus ocurrencias.
— ¡Haneul! ¡Taehyung! — Exclamó la madre del peli negro con alegría, levantándose de su asiento con elegancia y en su mano derecha sostenía una copa que dejó en la mesa para recibirlos con los brazos bien abiertos.
— Seulgi, he traído a su hijo sano y salvo — Bromeó Haneul, aquellas dos mujeres tenían demasiada confianza hasta el punto de tratarse como unas mejores amigas pero claro, con respeto ante todo.
— Creo que es al revés, con eso de que no querrás salir sola ahora en adelante — Mencionó Taehyung mientras saludaba a los demás miembros de la familia, la madre de Haneul frunció un poco el entre cejo y la miró.
— ¿Por que? ¿Qué sucede?
— Nada, madre. Es solo que han desaparecido tantas mujeres en Seúl y las que han sido encontradas están sin vida. Me da temor, lo sabes — Soltó el aire contenido y tomó asiento con ayuda de Taehyung quien arrastró un poco la silla.
— Oh cariño, no te preocupes, todo estará bien. Te colocaremos guardaespaldas.
— Eso no me tranquiliza, padre.
— Ya, olvidemos este tema. Mejor, ¿como les va en sus vidas? — Preguntó el padre de Tae, todos fruncieron el ceño por su pregunta tan... ¿ilógica?
— Puees... bien, papá — Respondió su progenitor.
— No me miren así, solo quería llegar a la pregunta de sus vidas, con respecto a su relación. Parece que de mejores amigos ahora son novios, me lo imaginé desde hace mucho tiempo ¿saben? Ustedes se tra... — Taehyung interrumpió a su padre con una tos falsa, Haneul soltó una pequeña carcajada sin sentirse avergonzada.
— Papá, no es así. Seguimos siendo mejores amigos. No se de donde has sacado tal cosa.
— Porque los vi besándose — Confesó. Haneul esta vez, regresó un poco el vino que bebía, comenzó a toser hasta que sus ojos lagrimearon.
— ¡¿Que?! — Gritaron los demás miembros de la familia con asombro, algunos emocionados y una gran sonrisa en sus labios.
— Oh, Dios... — Susurró Kim llevando sus manos al rostro y cubriéndolo. Todos los demás comenzaron a hacer preguntas, Haneul miró a sus papás quienes se encontraban emocionados por tal confesión.
La chica le había dicho claramente a Kim que debían ser más cuidadosos, además, se besaban en el instituto cada que podían. Salían al centro comercial, iban al cine y bueno, hacían actividades que les gustaba tratándose como una pareja de novios. Después, la noticia fue dada por las redes sociales pero solo quedó en rumor.
— Está bien, está bien. No somos novios pero... algo así, quiero decir, no es oficial.
— Esto es perfecto, chicos. Se conocen desde bebés, en pocas palabras, y ahora que son todos unos adultos comienzan una relación. Tal vez en el futuro lleguen a casarse, ustedes siempre se han amado ¿lo saben? Aún recuerdo cuando tenían cinco años, Taehyung no quería separarse de aquella pequeña por que decía que era muy bonita y le gustaba, siempre la mencionaba en todo momento. Cuando veía algunas flores preciosas, Kim preguntaba: "¿A Haneul le gustaran?" Así que decidió regalárselas.
— Y me robó un beso — Comentó Haneul entre risas. Taehyung asintió con la frente en alto, se acercó a la chica y le robó otro beso más.
— Ah, que lindos. Me torturaba demasiado pensando si algún día dejarían de ser mejores amigos. Espero que pronto sea oficial y tengan muchos hijos — Seulgi alzó la copa que sostenía y después la llevó a sus labios para beber un poco de su contenido.
— Ya, mamá — Reprochó Taehyung.
La familia Kim y Kang seguían hablando sobre negocios, nuevos éxitos que tuvieron, tratados con otras empresas y demás, los cuales Haneul y Taehyung prestaban atención y de vez en cuando daban su opinión pues después de todo, todo lo que sus padres tienen, pasaría a manos de los progenitores. La mirada de la chica cayó de repente hacía dentro del hogar, un hombre un poco alto, cabello negro y de traje ajustado a su cuerpo, se encontraba de espaldas.
La chica se levantó avisando que debía ir al baño, caminó con lentitud hasta la cocina que era donde estaba ese hombre desconocido. Pero antes de llegar a él y preguntarle de quién se trataba, sus zapatos de tacón la traicionaron en ese momento cuando cayó al suelo y se golpeó en la cabeza contra el piso. Taehyung se percató de lo sucedido y rápidamente corrió para auxiliarla, los padres de Haneul se levantaron causando que las copas cayeran y se derramara el alcohol manchando el mármol.
— ¡Haneul! — Gritó, tomándola con mucho cuidado entre sus brazos. Miró el golpe que tenía en su cabeza, salía sangre pero no al punto de desangrarse. Sin embargo, aún así era peligroso.
— ¿Que ha pasado? ¿Con que resbaló? — Preguntó su madre demasiado alterada al ver a su hija tendida en el suelo entre los brazos de Taehyung.
— Tal vez está resbaloso el suelo o dio un mal paso, no lo sé. Pero necesito que la ambulancia llegue ya, no podemos moverla demasiado.
Pocos minutos después, los paramédicos llevaban a una Haneul inconsciente en la camilla con mucho cuidado, Taehyung se adentró a la ambulancia mientras que sus padres irían en el auto. Por alguna razón, tenía un mal presentimiento.
Pero todo estuvo bien, Haneul no obtuvo complicaciones y fue solo un golpe que no le afectaría ahora ni en el futuro, le hicieron los exámenes correspondientes y no había de que preocuparse. Solo llevaba un parche en la zona afectada, debía tener un poco de reposo debido a que le dolería la cabeza y por el momento no hacer ningún tipo de esfuerzos.
— ¿Aún duele? — Taehyung tomaba la mano de la chica y la dirigía al auto para llevarla a casa y guardar reposo por lo menos este día.
— Si, un poco.
— ¿Por que caíste? — Encendió el auto sin mirar a Hanuel pues debía tener toda su atención al frente y aunque deseaba mirarla, primero debía tener precaución y no causar un terrible accidente. Pues Seúl es muy poblado y miles de autos pasaban cada minuto.
— Pensé que había visto a alguien y por eso me fui, pero los zapatos de tacón me jugaron una mala broma, no tuve tiempo ni siquiera de sostenerme.
— Ah, cariño. Te he dicho que deberías llevar deportivos y sueles rehusarte, ¿ya ves lo que ha pasado? — Dijo, de manera tierna. Haneul sonrió y se encogió de hombros.
— Lo siento, pero seguiré usándolos — Taehyung bufó y asintió, Haneul no dejaba de pensar en aquel hombre que había visto. No estaba loca y si era alguien realmente malo, ya se hubiera enterado. O tal vez Kim se lo ocultaba — Taehyung — Lo llamó.
— ¿Si? — Respondió aún con la mirada sobre el volante.
— ¿Había alguien más en la comida? Fuera de nuestras familias.
— No, ¿porque? — Preguntó extrañado, la chica soltó un suspiro y prosiguió a mirar los locales abiertos que veía al pasar por las calles de Seúl, cada vez más cerca de su hogar.
— Por nada, cariño.
Taehyung asintió y se detuvo frente a un local de color rosa pastel con preciosas flores fuera, la chica no preguntó nada, solo lo siguió con la mirada a Kim quien rodeó el auto rápidamente y entró a tal lugar. Haneul realizó una mueca con sus labios al sentir una punzada en su cabeza, depositó su cabeza en el cristal del auto y en pocos minutos volvió Tae con un gran ramo de rosas.
— Preciosa, son para ti. No tuve tiempo de comprártelas cuando estabas en el hospital porque me encontraba muy nervioso.
— ¡Tae! — Exclamó con alegría sin importarle el dolor, se tiró sobre él abrazándolo con mucha fuerza y después besó sus labios — Me han encantado, de verdad.
Haneul tomó el ramo entre sus manos y admiró cada detalle, muy dentro se encontraba una cajita mediana que sacó sin preguntarle a Tae. La abrió y rápidamente sus ojos se volvieron brillosos. Había tres cosas dentro: Una fotografía de ellos pequeños donde Taehyung la abrazaba, dos pulseras y una cajita de jugo sabor manzana de aquellas épocas. Sabía lo que significaba cada objeto.
— No puedo creer que hayas guardado la cajita de jugo, es impresionante.
— Haneul, desde que tengo cinco años me traes loco, siempre he estado enamorado de ti y aquella cajita fue lo que inició nuestro lazo. Siempre cargue con ella para todos los lados, la cuidaba como si se tratara de lingotes de oro pero eso no es comparado con estos objetos que para otros puede ser algo insignificante pero sabemos que esto vale más que todo el dinero del mundo — Tomó la mano izquierda de la chica y besó sus nudillos mirándola fijamente — Haneul, solo quiero que me des la oportunidad de estar contigo para siempre.
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