Definitivamente lo que pasaba era una locura. Inesperado y aterrador.

Finalmente, los cazadores de demonios y los pilares se enfrentarían cara a cara contra las lunas superiores (las restantes) y, sobre todo, contra Muzan Kibutsuji.

Ella era consciente de lo peligroso que era hacerles frente a las lunas superiores, pero, ella creía con todo su ser, que Muichiro lograría hacerle frente.

Que él no moriría, no caería como el pilar del fuego y del insecto.

Y con ese pensamiento, llegó a donde se suponía él, el pilar de la roca, el pilar del viento y su hermano (por lo que sabía); no vio al pilar de la roca ni la del viento.

Ni rastro del hermano del pilar.

Y estaba por pasar a otra área de aquella fortaleza para buscarlo, cuando sus ojos vislumbraron algo. Más bien, a alguien.

Aquella prenda era del pilar de la roca, y estaba cubriendo a...

- ¡Muichiro-sama!

Ni corta ni perezosa, descendió hacia el cuerpo de a quien ella siempre consideró un genio y el mejor pilar. Se acercó a él, con el miedo latiendo en su pequeño corazón y ser; su miedo se hizo realidad: Él estaba muerto.

Muichiro Tokitou, estaba muerto.

Se quedó unos instantes mirando su rostro sereno, sin duda, esa tranquilidad que él siempre transmitía prevalecería. Por su mente pasaron esos momentos a su lado, cuando él la consentía, y cuando estaba a su lado en las misiones...

Las lágrimas comenzaron a descender de sus orbes oscuras, no pudiendo contenerlas. Sabía que debía estar vigilando lo el movimiento tanto de los pilares, cazadores de demonios como de Muzan pero...

Pero esto fue demasiado para ella.

Se acercó a él, pegando su cabeza a la del pilar, cerrando los ojos, tratando de contener el llanto. Las lágrimas.

Sabía que debía decirle adiós, pero, era tan difícil decir adiós...

- Si tan sólo yo pudiera hacer algo... Si tan sólo fuera una cazadora de demonios... - pensaba, dolida, destrozada.

Pero sólo soy una estúpida cuerva que te admira y aprecia mucho.

- ¡LO SIENTO MUCHO, MUICHIRO-SAMA! ¡LO SIENTO! ¡PERDÓNEME!

¡Perdóneme por ser tan incompetente! ¡Perdóneme por no poder hacer nada más!

- ¡PERDÓNEME POR NO ESTAR A SU LADO CUANDO MÁS NECESITABA! ¡MUICHIRO-SAMA! ¡MUICHIRO-SAMAAAAAA!

Lo lloró, se disculpó, pidió disculpas por lo que parecía una eternidad. Y aún con el dolor en su corazón, tuvo que decir adiós.

Se acurrucó unos momentos contra él, para luego verlo, y alzar vuelo. Y en ese instante, deseó que Muzan realmente muriera.

Nunca lo perdonaría y esperaba que los pilares y cazadores lo matasen, y que una vez muerto, ardiera en el infierno.

Donde ese monstruo debió estar.

- Su muerte no será en vano, Muichiro-sama. No lo será.

Ahora sólo quedaba esperar y ver lo que pasaría.

-Traumada Taisho

Yo sólo vi el fanart y supe que debía escribir sobre esto. Aquí abriendo viejas heridas, ojalá les guste.