trece. i

Salí del baño viendo a Jungkook acostado en mi cama terminando de comerse una paleta de helado, mientras tecleaba algo en su celular. No quiso salirse de mi habitación y yo tuve que vestirme en el baño.

–¿Cómo me veo?

Llamé su atención y di una vuelta sobre mis pies para que tuviera una vista completa de como lucía mi outfit. Llevaba un vestido blanco ajustado, cuello alto con mangas largas y en mis pies unas botas estilo militar.

–Como una bad bad bitch.

–Genial. –Sonreí, tomando mi mochila.

–Pero –alzó su dedo índice y borré la sonrisa, el pelinegro volvió a analizarme por completo adoptando de pronto una actitud de juez–, la cartera que tienes negra con la cadena te luciría mejor.

–¿Cómo sabes que tengo una así? –Alcé una ceja.

–Un día la llevabas.

–Pensé que no te fijabas en esas cosas.

–Los hombres siempre nos fijamos.

–Cuando les interesa.

–Bueno, eres mi amiga me interesa que todo tu outfit vaya en perfecto equilibrio. –Alzó los hombros.

Me reí yendo hasta mi clóset para buscar la cartera que él decía, la mochila que había escogido era la que solía llevar al trabajo, pero le di la razón a Jungkook, ya que, no era necesario cargar con algo tan grande para una salida. Y la cartera que él se refería era más pequeña que por cierto fue un regalo de Irina, ella últimamente me regalaba accesorios o ropa que extrañamente resultaban ser de mi agrado. En mi último cumpleaños me envió una chaqueta y un abrigo, nunca me los daba en persona ni aunque estuviésemos cerca y si era así enviaba a su asistente a que me lo entregara.

–¿Chanie tendrá un poco de acción esta noche?

–Tal vez. Se acercan mis días y ya sabes... estoy más que dispuesta a que tengamos algo de diversión. –Respondí, mientras buscaba la cartera pero no la veía por ningún lado.

–¿Qué días?

–Olvídalo.

–Ah, ya entendí. Así que estás más caliente de lo normal. –Concluyó, burlón.

–¿Dónde demonios está? –Chasqueé la lengua porque la cartera no estaba en el compartimiento donde guardaba todos mis bolsos.

–¿Te ayudo? –ni me dejó contestar porque ya lo tenía a mi lado buscando en los compartimientos de arriba a los que tenía que usar un banco o ponerme de puntillas para alcanzar–. Quizás la guardaste por acá.

Jungkook tomo una caja negra de tamaño mediano y cuando planeaba abrirla, se la arrebaté haciendo que me mirara entre sorprendido y confundido. 

–¿Qué tienes ahí? ¿Huesos humanos? –Inquirió en broma, pero al ver que no dije nada borró la sonrisa de inmediato. –Joder, das miedo.

Rodé los ojos.

–Es algo privado. –Zanjé, no queriendo contarle.

–Pues quiero saber –se cruzó de brazos como un niñito caprichoso– Ya sé hasta de qué color es tu dildo. Hay confianza, Nini.

–No se trata de eso, es privado y ya está.

Me coloqué de puntillas para poner la caja nuevamente en su lugar.

–¿No confías en mí? –Preguntó, dolido.

–Lo hago, pero es algo de lo que no quiero hablar ahora ¿si? Sigamos buscando. –Asintió, dándose por vencido.

Sé que su cabeza iba a mil por segundo intentando descifrar que era lo que ocultaba, pero no quería que el ambiente se tintara con tristeza en este momento.

–Esa es mi gaveta de ropa interior –señalé la gaveta que pretendía abrir–, ahí no está.

–Hay que revisar bien, Niki.

Lo miré con los ojos entrecerrados.

–Maldito pervertido.

Soltó una risita pero pasó de ella y abrió la última gaveta donde guardaba algunas cobijas.

Al final conseguí la cartera colgada en el área donde tenía los abrigos, no sé en qué momento la había puesto allí.

Ambos salimos de mi apartamento, Jungkook me acompañó hasta el ascensor. Él estaba esperando a Taehyung porque era jueves de videojuegos y mientras éste llegaba, había venido a saludarme, con eso que desde aquella noche del trío fallido que no habíamos compartido mucho debido a sus ocupaciones con la universidad, ya había pasado un poco más de una semana de eso. Serim y él seguían hablando aunque ella se sentía apenada por lo que había pasado, aunque no tenía por qué al fin y al cabo cosas así podían ocurrir. Para su suerte sus padres ni se dieron cuenta de que unos extraños estuvieron en su casa, así que todo salió bien para los tres. Ella comprendió que Jungkook y yo no seríamos capaces de llegar más lejos dentro de nuestra amistad.

–¿Por qué no vienes con nosotros? –Kook alzó una ceja ante mi pregunta.

–Es una cita. –Respondió con obviedad.

–No es una cita. –Aclaré.

Él sonrió enternecido y dió dos palmaditas sobre mi cabeza, como si yo fuera una niña. –No estás acostumbrada, ¿verdad?

–No es una cita. –Repetí.

–No iré con ustedes, Tae va a llegar pronto.

El elevador llegó a nuestro piso y creí que saldría de allí, pero no. Era la madre del mocoso Sunho que venía con la bebé Sarang en brazos, quién llevaba puesto un abrigo felpudo con orejitas. Estaba dormida y me provocó una sonrisa ver que seguía con el dedo en la boca.

Kook y yo hicimos una pequeña reverencia hacia Misuk.

–Hola, chicos. –Saludó ella con una sonrisa cansada. Misuk apenas llegaba a los treinta y se esforzaba muchísimo por sus hijos al ser madre soltera, cosa que era de admirar.

Ella al salir del trabajo buscaba a la bebé a la guardería donde pasaba el día mientras. Sunho esta semana estaba con su padre, cuando no era así se quedaba solo en el apartamento al salir de la escuela hasta que llegaba su madre. La señora Ji le echaba un ojo de vez en cuando o si Jungkook, Taehyung o yo no teníamos nada que hacer le hacíamos compañía un rato. Ambos tenían padres distintos, pero no tenía conocimiento de lo que había sucedido con el padre de la pequeña.

Los tres tuvimos una breve charla hasta que ella se despidió porque debía acostar a la pequeña Sarang.

Entré al ascensor y miré a Jungkook antes de presionar el botón para que se cerraran las puertas.

–Si no quieres venir está bien. Diviértete con la cosa fea que vive contigo.

–Suerte con tu cita. –Canturreó.

Mi dedo del medio fue lo último que vió antes de que las puertas se cerraran.

Chanie me había invitado a cenar. Hace unos días surgió el tema de nuestras comidas favoritas y yo le comenté que además de algunos platillos coreanos, me gustaba la comida italiana, sobretodo la lasaña y que eso era de lo que más comía en Nueva York. Aquí no había encontrado algún lugar de comida italiana cercano, pero él dijo que conocía un restaurante donde la lasaña era deliciosa así que me invitó. Yo la sabía preparar pero no tenía el suficiente tiempo para hacerlo o muchas veces me invadía la pereza.

Era una salida de amigos porque así él lo estableció y yo estaba bien con eso. Hacía mucho que no salía en citas y podría resultar extraño para mi que de pronto se tratara de eso, porque en realidad no me interesaba tal cosa.

Ambos nos encontramos cerca del restaurante del que me había hablado y como él dijo, la lasaña era deliciosa, además de eso el lugar era muy bonito y acogedor contando que el servicio fue muy bueno. Entablamos varios temas de conversación mientras disfrutábamos de nuestra comida y al terminar decidimos ir a un bar por algo de beber. Por eso ahora nos encontrábamos caminando por las calles de una zona que se caracterizaba por los bares y karaokes, de hecho era la misma calle donde Gawon y yo atacamos a su ex con los huevos después de arruinar su auto.

Chanie estaba siendo de guía así como lo era Jungkook a veces, porque yo no conocía mucho de Seúl aún, por lo que agradecía que quisiera llevarme a buenos lugares que podría visitar después.

Entramos al bar, no habían muchas personas y el ambiente era tranquilo, la música se escuchaba de fondo a un volumen moderado. Las personas comían y bebían animadamente en sus mesas.

Divisamos una mesa vacía y en nuestro camino a ella vimos a tres chicos en otra mesa cercana. Y me pregunté si no existían más bares en la ciudad porque Jungkook, Gyu y Taehyung estaban allí, sus planes cambiaron al parecer.

Chanie y ellos se saludaron, yo sólo me limité a saludar a Gyu e ignorar a Taehyung.

–¡Qué casualidad que estén aquí! –Dijo Jungkook.

–Si... –Sonreí falsamente.

–Siéntense con nosotros. –Sugirió Gyu amablemente, pero antes de que Chanie aceptara lo tomé por el brazo y lo mantuve junto a mi, sentí su mirada en mi perfil.

–No, estamos en una cita. –Dije antes de jalar al pelinegro hasta una mesa vacía.

–N-No estamos en una cita. –Pronunció cuando nos sentamos.

–Auch, que cruel –llevé una mano a mi pecho, su expresión seguía siendo de total confusión y en seguida comencé a reír–. Sé que no es una cita, pero no quiero estar con ellos.

–Ah, cierto, por Taehyung.

Asentí levemente.

Después de unos minutos Chanie y yo habíamos pedido un par de cervezas y nos encontrábamos riendo por jugar a adivinar que conversaciones estarían teniendo las personas en las otras mesas, parecíamos un par de tontos pero era divertido. De vez en cuando sentía una mirada muy pesada en mi y sabía de quién se trataba porque lo tenía de frente, aunque optaba por ignorarlo.

–Esa pareja. –Señalé disimuladamente a unas tres mesas de nosotros, se trataba de una chica y un chico que habían llegado minutos antes.

Él miró a dónde le indiqué de forma disimulada, aunque no había manera de que nos pillaran observándolos.

–¿Cómo sabes que son pareja? –Preguntó aún teniendo los ojos en ellos.

–Están discutiendo. –Asintió entonces, aceptando mi suposición.

–¿De qué?

–Mmm... –comencé a analizarlos y la chica trataba de no alzar la voz y le hablaba muy cerca al chico que tenía una mueca clara de fastidio, mientras señalaba su celular. –"¿Por qué le diste like a las fotos de esa zorra?". –Fingí un tono indignado.

Chanie no pudo contener la risa y casi se ahoga por haberle dado un trago a su cerveza segundos antes, provocando que yo también riera mientras le daba palmaditas en la espalda.

«¡No quiero volver a verte! ¡Terminamos!»

Todos los que estábamos ahí presenciamos como la chica se levantaba de la mesa luego de cortarle al chico y se alejaba, saliendo enojada del local. El chico salió segundos después luciendo muy avergonzado, quizás para ir detrás de ella.

–Si eran novios.

–Te dije –le di un trago a mi cerveza–. ¿Has tenido novia?

–No. He tenido citas con algunas chicas pero sólo eso.

–¿No te interesa el compromiso?

–Hasta el momento no, creo que no he conocido la persona adecuada. ¿Tú has tenido parejas serias?

–Si, una. Con ella estuve casi tres años.

–Así que también te gustan las chicas. –Asentí. No habíamos tocado ese tema antes. –Tengo una pregunta.

–Adelante, hazla.

Suspiró, y de pronto sacudió la cabeza.

–Es muy privado y creo que sonaré como un idiota. Olvídalo.

–Pregunta. Aunque si es sobre esa relación mejor cambiamos de tema.

No tenía muchas ganas de hablar de mi ex.

–No exactamente.

–Sólo dilo. –Lo animé.

Se acomodó en su silla y juntó sus manos sobre la mesa antes de hablar.

–¿Es igual tener intimidad con una mujer que con un hombre? Me refiero a que... ¿Puede ser igual de satisfactorio? –subió la mirada hacia mi porque en todo momento tuvo los ojos clavados en la mesa–. Olvídalo, mi pregunta fue estúpida. Lo siento. –Sus orejas comenzaron a ponerse rojas por la vergüenza.

Ese tipo de preguntas ya no me sorprendía porque muchas personas, hombres sobretodo, tenían el pensamiento de que si dos mujeres se involucraban de forma sexual siempre les iba a faltar 'algo', ese era un pensamiento muy machista debía decir. Al menos él no lo estaba formulando con malas intenciones y sabía que su intención no era ofenderme realmente, por eso no me importaba dejarle en claro ciertas cosas.

–No es igual estar con una mujer que con un hombre, es obvio superficialmente hablando, pero son dos cuerpos que pueden llegar a conectarse muy bien y experimentar el nivel máximo de placer y créeme que puede ser increíble –sonreí–, además que el sexo implica mucho más que un pene o una vagina. Y si de mujeres nos referimos, esto –me toqué la sien con el dedo refiriéndome al cerebro– también se debe estimular, es fundamental.

Chanie pareció analizar mis palabras por unos segundos, como si recién le hubiese dictado alguna cátedra desconocida para él.

–Tiene sentido –asintió, pensativo, a veces lucía inocente y eso me hacía gracia a la vez que me daba algo de ternura– Yo nunca he... tenido sexo. –Comentó, rehuyendo un poco a mi mirada con incomodidad. –Decepcionante ¿no?

–Para nada –me gustaba que fuera honesto conmigo–. Si no lo has hecho debe ser por algo. –Apoyé el mentón en mi mano, mirándolo directamente. Creo recordar que Jungkook me comentó que él no había estado con una chica en mucho tiempo, puede que les haya mentido a sus amigos por sentir vergüenza o éstos al saber que había salido con chicas ya hubiesen dado por hecho de que había tenido intimidad con ellas. –¿No te interesa hacerlo o quieres esperar a la persona correcta?

–Es sólo que no tengo la suficiente confianza y a las chicas les gusta alguien experimentado... –Se calló al ver como me levantaba de mi asiento y rodeaba la mesa para sentarme a su lado, se removió con nerviosismo ante mi actuar tan repentino y yo sonreí.

No tenía nada de que avergonzarse porque existen hombres que teniendo "experiencia" eran pésimos en el sexo porque no sabían cómo tratar con una mujer en ese aspecto. Muchos creían que sólo se trataba de sacar la ropa y meter su amiguito simplemente, a menos de que se tratara de otras circunstancias.

–Tienes que liberarte de esa presión por "ser un hombre de verdad". –Hice comillas con mis dedos y él sonrió ante mi tono irónico. –Puedes comenzar a explorar con alguien que también esté dispuesta a hacerlo contigo... –Comenté de una forma más íntima, acercando mi rostro al suyo.

Sus ojos fueron directamente a mis labios y yo me acerqué un poco más, esperando algún movimiento de su parte hasta que finalmente sus labios hicieron contacto con los míos, lo sostuve por el cuello y con la otra mano tomé la suya y la dejé sobre mi rodilla izquierda, mientras nuestros labios se movían lentamente. Sonreí en el medio del beso al sentir la fluidez de sus caricias en mi piel, fue ascendiendo poco a poco hasta que su mano ya se encontraba bajo mi vestido.

Nos separamos luego de unos segundos. Chanie me regaló una pequeña sonrisa, dándome una linda vista de sus hoyuelos.

Tenía curiosidad de saber cómo terminaría esta noche, aunque tampoco quería presionarlo a nada. Ambos habíamos compartido sólo algunos besos y pequeños toqueteos desde que nos conocíamos.

–Yo... –Tragó fuerte sin dejar de mirar mis labios, podía sentir sus ganas de querer besarme de nuevo.

–Iré por una botella de soju. –Le dije como si nada, tampoco quería que se sintiera nervioso creyendo que yo esperaba algo más de él, aún si fuese así.

Me levanté y vi hacia la mesa de adelante, donde dos chicas acompañaban a Gyu y Jungkook pero no veía a Taehyung por ningún lado. Seguí hasta la barra, noté que el pelinegro se encontraba allí y que una chica se alejaba de él mientras le decía algo, éste le sonreía.

Me situé a su lado y su expresión pasó a ser seria en cuestión de segundos.

–Estás engañando a Hye. –Dije para fastidiarlo un poco.

–Hye no es mi novia y sólo estaba hablando –contestó, seco– ¿Y tú? ¿Ya le contaste a hyung que hiciste un trío con mi hermano?

Esa pregunta me tomó con la guardia baja.

Entonces si había escuchado la conversación entre Jungkook y yo del otro día, aunque al parecer había escuchado mal y no me iba a tomar la molestia en explicarle. Que pensara lo que quisiera.

Sus ojos estaban clavados en mi estando muy atento a mi reacción.

–¿Por qué le contaría? Es mi vida privada.

–Le interesas, están en una cita ¿no? Debe saber que te acostaste con mi hermano y otra persona a la vez, después de todo es su amigo.

–¿Por qué te importa tanto? –Espeté de mala gana.

–¿Por qué te importa si estoy engañando a Hye? –Respondió de la misma forma. –Vienes a molestarme y...

Se calló ante el pequeño grito ahogado que dejé salir por sentir algo líquido empaparme el vestido y las piernas.

–¡¿Qué mierda hiciste?! –Exclamé histérica, viendo el desastre que había provocado y como había arruinado mi ropa claramente a propósito al empujar su vaso hacia mi.

Sentí la mirada de algunas personas en nosotros.

–Lo siento, yo no... yo no quería... Lo siento... –Fingió estar muy apenado e intentó secarme con unas servilletas que había traído uno de los bartenders al ver la escena, pero me alejé antes de que pudiera tocarme siquiera.

Antes de que me tirara sobre él a golpearlo preferí irme, así que comencé a caminar para salir del local. Estaba que echaba humo por las orejas.

Quería irme a casa.

Sentí una mano en mi hombro cuando ya estaba en el exterior, me giré preparada para darle una patada en las bolas a Taehyung pero no era él sino Chanie. Por fortuna me di cuenta a tiempo porque sino el pobre chico iba a pagar los platos rotos.

Me había olvidado por completo de mi acompañante.

–¿Estás bien?

–No.

Se fijó en mi vestido mojado, que por cierto debido a la humedad sentía algo de frío y no había traído alguna chaqueta. Taehyung estaba tomando una bebida muy dulce, que pude identificar como amaretto por el olor tan intenso, por lo que me sentía también pegajosa y lo más probable es que quedara una mancha en la tela difícil de sacar.

Chanie se quitó su chaqueta ofreciéndomela, la acepté así que me ayudó a ponérmela, aunque me quedaba un poco grande. Le agradecí por su gesto.

–Taehyung es un idiota. –Expresé, molesta.

–¿Él te hizo esto? Sólo vi que saliste y por eso te seguí.

–Si, a propósito –afirmé, segurísima–. Lo siento, pero quiero irme a casa.

Taehyung había arruinado mi noche por completo.

–Entiendo, no te preocupes. Te acompaño.

Chanie fue muy considerado, teniendo en cuenta que no hablé en todo el camino hacia mi vecindario, pero aún así quiso asegurarse de que llegara bien a casa.

Apenas puse un pie en mi apartamento y después de saludar a Coco, me metí directamente al baño para darme una larga ducha para calmar mi enojo. Después de eso me tiré en mi cama a repasar las maneras en que podía desquitarme del idiota de Taehyung.









Estaba acomodando algunas cosas que había comprado, recién había llegado del trabajo. Las cosas con Junghwa seguían igual, había intentado hablar con ella pero no quiso y yo respeté eso, tampoco estaría rogándole todo el tiempo. Ninguno de los chicos había preguntado sobre lo ocurrido, al menos a mí no. El ambiente en el estudio estuvo un poco tenso los primeros días pero ya no, las dos estábamos dejando todo este asunto fuera del trabajo.

Escuché el timbre y fui abrir pensando que podría tratarse de Jungkook. No habíamos hablado desde anoche cuando me llamó para preguntar si estaba bien por lo ocurrido con su hermano.

Vi por la mirilla, pero no se trataba de Jungkook.

¿Qué hacía Taehyung tocando a mi puerta?

Pensé mucho en abrirle y cuando finalmente lo hice, él ya se había dado la vuelta para irse pero se giró al escuchar que abrí.

–¿Qué quieres? –Me crucé de brazos mirándolo.

Sin decir nada alzó hacia mi una bolsa rectangular que parecía pertenecer a alguna tienda de ropa.

–Es para ti. –Fruncí el ceño y no moví un dedo.

¿Acaso se estaba burlando de mí?

–Es un regalo de disculpa. –Añadió al ver que no planeaba tomar la bolsa.

Enarqué una ceja y me eché a reír.

–¿Esto es para que no aproveche el hecho de que estabas con una chica en el bar y se lo cuente a Hye para mí beneficio?

Él rió esta vez, como si hubiese dicho algo realmente gracioso.

–¿Te crees tan maravillosa como para hacer cambiar a una persona? –Inquirió de forma burlona.

–Como te dije puede probar y quizás le guste. –Alcé los hombros, sonriendo falsamente.

Suspiró y adoptó una postura seria nuevamente.

–Vale, no quiero discutir contigo, sólo vine a entregarte esto –sacudió la bolsa– y a decirte que lo siento. Lo de anoche fue un accidente, realmente no quise tirarte el trago encima.

Mis ojos fueron de la bolsa a él un par de veces. Parecía sincero y que no se trataba de ningún truco así que la agarré, aunque no podía ver muy bien lo que había adentro porque estaba sellada casi en su totalidad.

–Está bien, Kim, acepto tus disculpas.

–Para que veas que no es tan difícil pedirlas.

–¿En serio me lo estás echando en cara? –Resoplé. –¿Esa era tu verdadera intención?

Él simplemente se metió las manos al bolsillo en un gesto desinteresado y se dió la vuelta sin decir nada, caminando hasta su apartamento.

–Idiota.

Cerré de un portazo.

Me senté en el sillón con la bolsa en mano procediendo a abrirla, vi en ella el logo de una boutique, y lo que estaba adentro era un vestido. Realmente me sorprendía el hecho de que me regalara uno por el que arruinó. Nunca imaginé que lo haría, por la mañana había hablado con Max quejándome de lo que hizo su hermano y la verdad es que era incómodo hablar con ella después de las cosas que han pasado entre él y yo, y que en realidad no planeaba contarle, al menos no por el momento pero necesitaba decirle lo imbécil que podía ser. Aunque no le hubiese dicho toda la verdad.

Saqué el vestido, era de un tono rosa palo. ¿Qué tenía Taehyung con el rosa? Aún asi me gustaba y a pesar de que era un color que no se veía mucho en mi clóset, podría usarlo. No era igual al que arruinó, pero era muy bonito también.

Bien. No lo quemaría.

Me fui hasta mi habitación para probármelo y al situarme frente al espejo completo con la prenda cubriendo mi cuerpo, me gustó lo que vi. Me quedaba bien, ajustado a mi figura y unos centímetros por encima de la rodilla, era un modelo de cuello horizontal por lo que mis hombros quedaban al descubierto y las mangas eran cortas.

Me gustaba cómo lucía en mi.

Taehyung tenía buen gusto.

En eso mi celular sonó y vi que se trataba de un mensaje de Jungkook.

Crazy bunny🔥

Estás en casa?

Yo voy en camino.

Vamos por algo de comer, yo invito.

20; 15 pm

Me miré en el espejo por un segundo, sería buen momento para estrenar mi vestido nuevo.

Le respondí a Kook que me diera unos minutos para arreglarme.












Taehyung






–¿Por qué le hiciste eso a Hani?

–Creo que especifiqué que fue un accidente. –Suspiré, cansado.

Después del pequeño encontronazo que tuve con Hani que terminó con mi trago en su vestido por accidente y que ella se fuera enojada del bar. Me había quedado pensando en lo ocurrido sentado en la barra.

Chanie salió tras ella porque se dió cuenta de lo que sucedió y yo quise hacer lo mismo para disculparme pero sabía que mínimo me ganaba un golpe. Ella estaba súper furiosa.

Luego, Jungkook y Gyu, llegaron a mi lado diciendo que era hora de irnos. Ellos habían pasado el rato hablando con unas chicas pero al parecer todo quedó en una simple plática. Esta noche no había sido muy buena, yo realmente hubiese preferido quedarme en casa con el plan de jugar videojuegos, pero Jungkook insistió en salir porque Gyu lo llamó diciéndole que estaba aburrido. Ambos terminaron por convencerme, pero si no hubiese ido con ellos nada de esto habría pasado.

–¿Estás seguro de que no te estabas vengando por lo del café en tus pantalones?

–No, Jungkook. –Rodé los ojos, subiendo los pies a la mesa de centro.

En cuanto llegamos al apartamento tuve que contarle lo que pasó, porque comentó que le pareció raro que Hani y Chanie no se despidieran al irse. Él no se había dado cuenta de nada. 

–Tienes que disculparte, ahora mismo debe estar clavándole cuchillos a una foto tuya-...

–¿Te gusta Hani?

Sus ojos se hicieron más grandes ante mi inesperada pregunta, pero era algo que tenía pulsándome en la cabeza y simplemente lo exterioricé sin más.

–¿Qué?

–Te acostaste con ella.

–¿Ah?

–Los escuché el otro día hablando sobre que planeaban hacer un trío.

–¿Qué?

Fruncí el ceño. –Jungkook.

–Espera, espera que estábamos hablando de una cosa y... –agitó las manos de un lado a otro y se acomodó en el sillón frente a mi y me miró como si hubiese perdido un tornillo, hasta que entreabrió la boca en un gesto de entendimiento. –Ya entiendo... Escuchaste mal hermanito porque eso no pasó, fue un total fracaso. ¿Recuerdas que te hablé de esta chica con la que me he estado viendo? –asentí, Jungkook me había hablado de ella y de como la conoció en el estudio de tatuajes donde trabaja Hani– Queríamos hacer un trío y yo se lo comenté a Hani porque pensamos que podría funcionar, ella aceptó y cuando lo íbamos a llevar a cabo sólo alcanzamos a besarnos porque llegaron los padres de Serim, así que tuvimos que irnos porque ya te he platicado de como son. ¿Por qué querías saberlo?

–Curiosidad.

Yo los había escuchado días atrás, aunque estaba medio dormido, pero pude escuchar como Hani le decía que era una buena idea que hicieran un trío, no mencionaron a la otra persona, o eso creí escuchar al menos y por eso supuse que ya lo habrían hecho. Conocía muy bien a Jungkook y sabía cuándo mentía, este no era el caso.

En ese momento no me agradó escucharlo y ni siquiera tenía sentido de que me sintiera enojado o algo por el estilo.

–¿De verdad? ¿Ahora?

–Si –tragué saliva, desviando un poco la mirada– Los escuché comentarlo la otra noche y por eso pregunto ya que estamos hablando de ella.

–Hani no me gusta, la quiero mucho eso sí. Esa noche hablamos de lo que ocurrió y de que besarnos fue muy extraño para ambos –rió–. Definitivamente no lo volveríamos hacer.

Después de eso cada quién se fue a su habitación, aunque yo no podía dormir pensando en que fue realmente estúpido que le preguntara a Hani si le contó a Chanie sobre el dichoso trío porque al final de cuentas no era mi problema, pero había sido en modo de defensa ante el comentario que hizo. Debí ignorarla y ya está.















–¿Quieres saludar a mamá?

–Claro.

Suji y yo nos bajamos del auto. 

Después de clases ella me pidió un aventón hasta la boutique, de la que su madre era dueña.

–¡Tae! –la madre de Su, la señora Kwon, me saludó con entusiasmo al vernos entrar–. No habías venido a visitarme, comenzaba a pensar que te olvidaste de mi.

–Lo siento, sabe que no podría olvidarme de usted. Siempre es un gusto verla. –Llegué a ella, que se encontraba detrás del mostrador, para abrazarla.

La señora Kwon era una mujer muy amable.

–Mamá, yo también existo. –Le reclamó Suji, ganándose un golpecito en la frente de su parte, provocando que me riera de ella.

–Es obvio que prefiere verme a mi que a ti. –Ella rodó los ojos y se fue hacia la parte de atrás de la tienda para buscar unas cosas que había dejado aquí y que por eso me pidió que la trajera.

–Cariño, ponme al día. ¿Ya tienes novia? –Preguntó con mucho interés.

Reí.

–¡Se está viendo con alguien! –Gritó, Suji, desde atrás.

Tan chismosa.

Después de eso no hubo quien la parara haciéndome preguntas de todo tipo referente a lo que tenía con Hye.

Con ella tenía cierta confianza y es que algunos años atrás, al inicio de la carrera, trabajé en el restaurante que ella tenía junto al padre de Suji, ambos trabajábamos medio tiempo después de clases. Ellos me trataban como de la familia, hasta esperaban que en algún punto Suji y yo tuviésemos una relación pero nunca hubo interés por parte de ambos.

Yo trabajé allí por casi un año hasta que decidí renunciar porque se me hacía un poco difícil mantener el equilibrio entre los estudios y el trabajo, pero el contacto con ellos se mantuvo porque con los chicos íbamos a comer cada que podíamos.

Un tiempo después los padres de Suji se divorciaron y su madre decidió abrir una boutique, a la que le iba muy bien de hecho.

–Listo. –Suji salió con una caja y unas bolsas en mano. –¿Te divertiste averiguando sobre la vida amorosa de Tae, mamá?

La señora Kwon la miró divertida.

–Claro, porque la tuya me deprime.

No pude evitar reír mientras Suji fruncía el ceño ofendida y comenzaba a reclamarle a su mamá por ponerla en "evidencia".

Mi celular sonó en mi bolsillo y lo saqué viendo que era una llamada de Minny. Me alejé un poco de las dos mujeres que discutían por la casi inexistente vida amorosa de una de éstas, para responder.

–Hola, Minny-bu. ¿Cómo estás?

Bien –respondió–. Hablé con Hani...

Suspiré.

–Así que ya te fue con el chisme.

¿Por qué lo hiciste?

–Fue un accidente.

Arruinaste su vestido, está furiosa.

–Ella me arruinó dos pantalones, Minny, dos. –Recalqué. –Por suerte pude quitarles las manchas.

¡Dejen de ser tan infantiles! –Alejé el teléfono de mi oreja debido a su chillido exasperado.

–Ya no quiero hablar de ella. ¿Cómo te has sentido, hermanita?

Eh... Muy bien.

La noté un poco nerviosa y eso me dió curiosidad, por lo que no sabía si alegrarme por su respuesta.

–¿Sucede algo?

No, nada.

–Vale...

No me convencía su respuesta, pero no la presionaría. Jimin y Jungkook ya la hubiesen llenado con miles de preguntas, en cambio yo prefería esperar a que quisiera hablar de lo que pasaba.

Tengo que irme –dijo de pronto– Hablamos luego ¿si?

–Claro, te quiero.

Y yo a ti. Adiós.

Guardé el teléfono de nuevo en mi bolsillo pensando en lo que pudiese estarle pasando a Minny, hasta que me fijé lo que tenía enfrente, estaba parado junto a una sección de vestidos y una idea cruzó por mi cabeza. Realmente me sentí mal por lo que le había hecho a Hani aún si no hubiese sido mi intención, así que me pareció buena idea reponerle el vestido como una ofrenda de paz.

Hubo uno que llamó mi atención y fue el que quise comprar, Suji y su madre sacaron la conclusión de que era un regalo para Hye y aunque no fuese verdad, no di explicaciones.

Al llegar al edificio me dirigí directamente a entregárselo a Hani, quien estuvo escéptica al principio pero de igual manera lo aceptó.

Cuando me devolvía al apartamento, del ascensor salió Hye tomándome por sorpresa porque no me había avisado que venía a verme.

–¿Está todo bien? –Le pregunté después de saludarnos con un beso.

–Si, disculpa por venir así pero de camino a casa mis padres me invitaron a cenar a su casa y pensé en que tú podrías acompañarme.

–Eh... ¿En serio quieres que conozca a tus padres ahora?

Yo no tenía problema en conocerlos, pero no sabía si eso representaba algo más para ella.

–Sé que es raro –sonrió, avergonzada–, pero me gustaría que los conocieras. No te preocupes, te presentaré como un amigo porque eso es lo que somos, no hay presiones. Además mis padres son muy relajados.

–¿Me presentarás como un amigo con beneficios? –Alcé una ceja divertido.

–No tenemos por qué entrar en detalles. –Rió.

–Está bien, vamos. Tomaré una ducha rápida.

–¿Quieres dar una buena impresión?

–Obvio.

Sonrió, mientras avanzábamos hacia el apartamento.

Ella me esperó y cuando estuve listo, salimos del apartamento encontrándonos a cierta persona caminando por el pasillo.

Me llevé una sorpresa al verla porque no creí que usaría el vestido, mucho menos en ese momento. Sinceramente pensé que lo quemaría y dejaría los restos en medio del pasillo o algo así.

No iba a decir que no había imaginado como se le vería porque sería una mentira, pero poder apreciarlo con mis propios ojos era totalmente diferente.

Es que, joder... Se veía muy bien.

Lo había combinado con sus botas negras estilo militar y eso le daba un toque rudo al estilo delicado que le brindaba el vestido.

Hye y ella se saludaron amigablemente, a la vez que entrábamos al ascensor.

–Me gusta tu vestido. –Le comentó.

–¿En serio? Fue un regalo –respondió, ella y sus ojos recayeron por un segundo en mi–. Si quieres le pregunto a la persona que me lo dió donde lo compró y te digo.

Me tensé en mi lugar.

Hani realmente era capaz de decirle a Hye que yo se lo había regalado, por simple venganza podía ser. Sería muy extraño para Hye ese hecho y me pondría en una situación un poco incómoda.

–Oh, no te molestes.

–¿Van a tener una cita? –Preguntó de pronto. –¿El idiota por fin quiere oficializar?

Hye se removió incómoda ante la pregunta y soltó una risita baja.

–Eso no te incumbe, Lim. –Respondí.

Dos pares de ojos se clavaron en mi, aunque Hani y yo mantuvimos contacto visual con un aire desafiante. Ella sonrió divertida, pero no dijo nada más.

–Creí que Hani y tú ya se llevaban mejor. –Comentó, Hye, en cuanto nos subimos al auto.

–Eso es imposible. –Arranqué, saliendo del estacionamiento.

Vi a Hani subirse al auto de Jungkook que la esperaba estacionado frente a la entrada del edificio.












Los padres de Hye, los señores Jung, me recibieron de buena manera. Hye ya me había enseñado fotos de ellos y pude notar mejor el parecido que tenía con su madre.

Ahora nos encontrábamos en el comedor de su casa, disfrutando de una cena deliciosa hecha por ambos.
Todo iba muy bien, los padres de Hye no eran para nada rígidos, ambos eran muy joviales y se notaba que su hija era la luz de sus ojos.

–¿Tienes hermanos, Tae? –Preguntó la señora Jung.

Ya les había hablado un poco de mi. Sabía que, a pesar de no hacerlo tan obvio, querían asegurarse del tipo de persona con quién su hija estaba.

–Si. Tres.

–Vaya, tus padres querían tener una familia grande. –Comentó el señor Jung.

–Si, bueno... Somos adoptados.

–Oh.

Las personas siempre reaccionaban con algo de lástima al mencionar esas palabras porque por lo general implicaba que alguien había muerto. Aunque no fuese así en muchos casos.

Los señores Jung no eran la excepción.

–¿Los cuatro lo son?

–No, somos tres adoptados y uno biológico. Mis padres no pudieron tener más hijos así que decidieron adoptar. –Les expliqué en resumen, a pesar de que en el caso de Jimin fue diferente el asunto de su adopción.

–¿Y que pasó con tus padres biológicos?

–Papá.

–No, descuida. –Miré a Hye quien observaba a su padre con advertencia debido a su pregunta, éste me miró con una disculpa expresa en sus ojos pero yo decidí responderle. –Mis padres biológicos... Ellos... siguieron con su vida después de dejarme en el orfanato. Es lo único que sé.

Bebí un poco de jugo de naranja porque de pronto se había formado un nudo en mi garganta. Aún no tomaba una decisión sobre ir hasta Geochang para buscar a mi madre o ir al lugar de trabajo de quién yo creía era mi padre, pensaba todos los días en eso.

–¿Quieres más dumplings, Tae?

La madre de Hye quiso mejorar el ambiente que se había formado de pronto.

–Si, claro.

Ellos decidieron dejar el tema y yo lo agradecí porque ya no me apetecía seguir hablando de eso.

Después de unos minutos en los que ellos hablaban de su último viaje familiar, del que me interesé mucho escuchar por la forma divertida en que el padre de Hye contaba las cosas, mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo saqué disimuladamente viendo en la pantalla que era un mensaje de Hani, lo cual me extrañó demasiado porque ella era la última persona de la que esperaba recibir un mensaje, lo abrí y cuando vi lo que envió comencé a toser por haberme ahogado con mi propia saliva.

–¿Estás bien? –Hye me dió palmaditas en mi espalda.

Yo me llevé una mano a la boca tratando de calmar mi tos, mientras guardaba mi celular rápidamente en el bolsillo e intentaba actuar normal, pero tenía tres pares de ojos puestos en mi y era un poco difícil.

–¿Pasa algo?

Hye me tendió mi vaso lleno de jugo, bebí un poco y me aclaré la garganta.

–Eh... –alterné mi mirada entre ella y sus padres que de igual forma estaban alerta porque me había ahogado como un tonto–. Jungkook... Mi hermano... él casi quema la cocina y... me está escribiendo porque todo el apartamento está lleno de humo. –Dije lo primero que se me vino a la mente, aunque en realidad eso había pasado una vez. Tenía el corazón acelerado y mis manos sudorosas, a la vez que sentía mi cara caliente. –Si me permiten un momento, lo llamaré.

–Claro, asegúrate de que tú hermano esté bien. –Dijo el señor Jung, con amabilidad.

Me sentí un poco mal por mentirles, pero tampoco podía decirles la verdad.

Me levanté de la mesa después de hacer una reverencia y me alejé rápidamente hasta la sala, comprobando que Hye no me siguiera. Saqué mi celular nuevamente del bolsillo y al desbloquearlo tenía el chat abierto de Hani, le dí un toque a la foto para verla mejor porque en la miniatura no se apreciaba completa.

Hani me había enviado una foto suya en ropa interior, pero no se le veía la cara. Era ella porque reconocía sus tatuajes y su habitación, se encontraba sentada en la cama a horcajadas, por lo que podía ver perfectamente cómo lucía el conjunto de lencería de encaje color negro que portaba. Por el ángulo de la foto debió haber apoyado el celular en algún lugar para tomarla.

¿Por qué me había enviado eso a mí? ¿Acaso se equivocó de contacto? ¿Era una especie de broma?

Me sentía tan confundido, además que la sangre ya se me estaba yendo a otro lugar en cuánto más seguía contemplando la foto.

Hani me tenía fuera de balance con sus acciones y esto era algo que no iba a dejar pasar.

Volví con Hye y sus padres después de tomar varias respiraciones para poder calmarme, y que no me vieran con una jodida erección.

Fue en extremo difícil no pensar en la foto tan íntima que había recibido.
















~~~~~~~~~~~~~~~

BJDSJKSBDSJKS 👀🔥

No me pregunten que pasó porque ni yo sé :v

Opiniones del capi aquí.

Gracias por leer 💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top