Epílogo

Mirando un poquito hacia atrás, a esos tiempos en los que Jungkook se encerraba en una identidad que parecía prometerle mejores cosas que la propia, cuando era un experto en prohibirse y limitarse, aquellos días en los que Jungkook no era Jungkook, sino una imitación de lo que sabía que no quería ser, con características que iban en contra de las suyas reales y pensamientos falsos que formulaba con cuidado para que no se atrevieran a dejarlo en evidencia, prestándole real atención a aquel lapso, Jungkook podía libremente sonreír y decir que finalmente había pasado. Podía suspirar con alivio y decir con decisión que eso ya había terminado.

No se imaginaba de la mano de Taehyung mientras caminaban en medio de un gentío que no los notaba en realidad, tampoco imaginaba besarlo sin vergüenza en aquellos lugares públicos en los que hacían recuerdos. Y estaba pasando, Jungkook no lo soltaba nunca ni dejaba de demostrarle cuanto lo quería a través de unos toques que esa vez no se limitaban en absoluto, viajaban y se repartían por todo Taehyung con suavidad y demasiado reales, quedándose cada uno estampado en su piel.

Y para Taehyung, todo eso era como tener el cielo en sus manos, una sensación tan grandiosa como la palabra misma.

Estaban felices, se amaban con el alma, y eso era todo lo que necesitaban. Claramente no tenían una relación perfecta, pero no era lo que buscaban. Querían sus momentos, y los tenían, esos en los que vivían en una burbuja creada por ellos mismos, donde nadie más podía entrar. Se cuidaban y extrañaban una gran parte del tiempo, pero esos momentos en los que se tenían en brazos, eran especiales y valiosos, cargaban con una gran parte del aprecio que podrían tener dentro de sí y los guardaban cálidos y preciados dentro del corazón.

Aquel día, cuando se vieron después de unas semas y Jungkook se enteró del ascenso de Taehyung,  después de salir de celebrarlo y mientras cerraban un candado en aquella reja de ese puente, una lagrimita se escapó del ojo de Jungkook. Y es que no era de tristeza, porque a parte de su extendido pasado en negación no se arrepentía de nada o lamentaba algo, era porque se sentía completo.

Quizá aquel era el sentimiento más pleno que podría tener porque aquello implicaba todo, tanto lo que tenía como lo que recibía, lo que daba, lo que sentía, la cantidad exagerada de amor que siempre tuvo miedo de no tener. Jungkook no necesitaba tanto, Jungkook simplemente necesitaba eso. Todo eso que le llenaba el corazón.

Bajo aquella noche estrellada, que parecían estar encandiladas en su honor, Taehyung sintió que amó un poco más a Jungkook, aunque no creía que aquello fuera posible. Pero si lo pensaba, caía en cuenta de que el amor se extendía así de mucho y que quería amar a Jungkook desde el principio hasta el final. Ese día, cuándo le vio a la cara, notó dos lágrimas deslizarse, pero también que sus ojos estaban igual de bonitos ese día. Brillantes, confesando mil y un pensamiento que a Jungkook no se le escapaban de los labios, pero que no había necesidad porque él ya lo sabía todo.

Le quitó las lagrimas con su dedo, besando sus labios seguidamente, un toque que se entendió por unos segundos y que de alguna forma volvió más vulnerable a Jungkook.

—No llores, mi cielo — le pidió mientras sostenía su cara, las manos del menor sosteniéndose de la cintura de su novio mientras le miraba con esos ojos redondos que no podían estar callados.

El tiempo pasaba de prisa, a veces imperceptible, llevándose cosas que él ya no recordaría jamás y trayendo otras que correrían el mismo destino, pero nunca en la vida, de ninguna manera, Taehyung olvidaría la belleza de los ojos de Jungkook. Nunca como brillan, nunca lo que dicen, nunca como lo hacen sentir.

—Te amo, Taehyung. Te amo tanto que no puedo parar de llorar — confesó, besando a Taehyung nuevamente, sin dejar de mirarle a los ojos. Frente a aquella reja llena de candados, sobre un puente, esa noche se convirtió en un escenario romántico en el que Jungkook no dejaría de desbordar sentimentalismo —. La verdad es que no sé por qué un sentimiento tan bonito me pone tan llorón, pero es que mi pecho se siente tan cálido, me siento tan querido que simplemente no me puedo contener. Gracias por estar conmigo durante tanto tiempo, me haces muy feliz.

Taehyung lo abrazó, lo apretó tanto entre sus brazos que hizo a Jungkook llorar nuevamente.

Se estaba tan bien entre aquellos brazos, se sentía tan seguro, tan contento, tan amado. No había forma de explicarlo, pero conocía a perfección cómo hacérselo saber.

—Eso es todo lo que quiero, mi amor — le besó el cabello, sosteniéndolo en aquel abrazo todavía —. Quiero que seas feliz siempre, que te sientas amado, que puedas encontrar seguridad en mi. Eres mi tesoro, Jungkook, y te adoro más que nada.

El menor solo lo apretó más, llorando en su pecho, haciendo a Taehyung soltar unas lágrimas en consecuencia.

Tenían la cabeza llena de un solo pensamiento, ese que se resumía en ellos mismos. Era la definición de lo tan afortunado que habían resultado ser, de lo tan maravilloso que lograron construir juntos, de ese sentimiento que nunca podía sentirse menos, que crecía cada día y que les alimentaba las ansias de estar cada vez más juntos. 

—Te amo, te amo, te amo.

—Me estás haciendo llorar, amor — su tono no demostraba tristeza, pero de alguna forma se podía percibir nostálgico, siendo apoyado por unas risitas entre llanto que salieron después —. ¿Crees que estamos bien? Quiero decir, una persona no puede amar tanto a otra de la forma en la que nos amamos — esnifó, sintiendo otra lagrima rodarle por la mejilla mientras Jungkook seguía abrazado a él —. Ahora simplemente no hay forma de que deje de pensar en ti ante cualquier situación, eres mi respuesta siempre, no importa para lo que sea, porque siento que si me abrazas, me besas y me dices que me amas las cosas van a tomar su lugar. Te volviste mi lugar, Jungkook. Y contigo me siento fuerte, seguro, valioso, puedo ser todo lo feliz que podría llegar a ser — aquel abrazo seguía vigente, con Jungkook aferrado con fuerzas mientras lloraba en el hombro de Taehyung —. Empezamos siendo un desastre, sinceramente, pero nunca en la vida me voy a arrepentir de seducirte esa noche, cuando estabas borracho e irrumpiste en mi habitación tambaleándote. Nosotros fuimos la mejor consecuencia que eso pudo arrastrar.

—Yo sí tengo muchas cosas por las que arrepentirme, pero pienso que cada una nos trajo aquí y ya no sé si debería de hacerlo — sus manos flojearon el agarre, dándose espacio para mirar a Taehyung a la cara —. Es obvio que hubieron dolores de por medio, pero, ¿qué mejor vamos a estar si nunca estamos mal? No es mi forma de justificarme, hay cosas que no tienen justificación, pero siempre recuerda que te amo más de lo que alguna vez te lastimé.

Se unieron en un beso que secundaba cada palabra que pudieron haber dicho, sellando sus labios en una confesión gigantesca que no tenía forma de romperse. Los movían en sincronía y se acariciaban con cariño, bajo una noche estrellada preciosa que estaba siendo testigo de la cantidad de amor que  compartían dos almas que parecían estar hecha para la otra.

—Hice algo — empezó Taehyung, cuando se separaron —. Creo que te va a gustar — soltó a Jungkook con una de sus manos y empezó a buscar en su bolsillo trasero, no tardó mucho en encontrar lo que buscaba, que era una llavecita que tenía un lacito rojo atado y que puso a la altura del rostro de Jungkook, permitiéndole verla —. He estado ahorrando desde el año pasado, no estaba supuesto a permitirme un piso propio justo ahora, quiero decir, trabajo a penas desde hace un año y no estoy completamente establecido, pero no puedo simplemente seguir extrañándote tanto porque voy a terminar arrancándome el corazón.

—No me digas que tú… — Jungkook lloró de nuevo, de una felicidad que le brotaba por los poros y se refleja en lagrimas que rodaban por sus mejillas.

—Compré un piso para los dos — confesó, con una sonrisa preciosa e ilusionada —. Bueno, no sé si es la palabra, mis papás me ayudaron un poco y tengo que pagarles, pero no importa, esto merece la deuda — puso la llave en la mano de Jungkook, quien se mantenía mirando a Taehyung con todo el amor y sorpresa que podía demostrar —. Es que sinceramente estás en todos mis planes, te veo entrando conmigo por primera vez en ese piso, adoptando nuestra primera mascota, ayudándote a ponerte la corbata en tu primer día de trabajo, y en esos sueños propios que quiero alcanzar a tu lado. Cuando te gradúes, en cuatro meses, si tus papás no tienen problema en que te saque de sus alas, ¿puedo tenerte conmigo en nuestra casa?

Jungkook se abrazó al mayor  con fuerza, de un salto pudo enredar sus piernas en la cintura de un Taehyung más musculo que podría apretarlo y dejarle fácilmente sin oxígeno. Ya no había forma de que dijera que estaba feliz sin que sonara repetitivo, es que Jungkook simplemente no cabía en su propio cuerpo. Era demasiado para asimilar.

—¡Sí! ¡Sí, sí, sí! Contigo yo me voy a donde sea, Taehyung — lo besó de nuevo, un beso precioso que no decía todo lo que estaba sintiendo en el momento,  pero que podría demostrar una partecita  —. Eres mi beso de primavera. Y me cambiaste la vida justo en el momento indicado.

Taehyung le sonrió, lo besó de nuevo y lo sostuvo en sus brazos hasta que Jungkook dejó de llorar.

Habían pensando a la par, pero sin saberlo, sobre cómo se denominaba el sentimiento después del amor, porque sí lo había, ellos lo sentían. Y quizá no encontraron como denominarlo, pero lo nombraron y eso solo lo entendían ellos.  Jungkook podría decir un te amo cargado de los sentimientos más reales que abundaban en todo su corazón, pero Jungkook también decía “eres mi beso de primavera”, y eso representaba para él todo el amor que un solo te amo no podría cargar. Y Taehyung, que indudablemente podría resaltar cuanto amaba a Jungkook, también podría resaltar lo precioso que estaban sus ojos mientras se hacía escuchar con un pecho cálido y una sonrisa preciosa, diciéndole de otra manera que su forma de amarlo era más inmensa que lo que podría albergar lo tradicional.

Esa era su forma de decirle al otro que lo amaba y que se sentía amado. Así era como denominaban al sentimiento después del amor.

💗

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top