09

Las manos de Jungkook nunca, ni por un segundo, dejaron la cintura de Taehyung mientras se encaminaban a su cuarto, demasiado encantado con sostenerlo por allí, con su barbilla recargada en su hombro en lo que el mayor lideraba aquella caminata soltando risitas por las palabritas que le susurraba Jungkook al oído.

Metió sus manos por dentro de la camisa de Taehyung, tocándole el cuerpo caliente con sus dedos fríos, recorriendo su abdomen con sus palmas, con la finalidad de iniciar un juego previo. El mayor abrió la puerta de la habitación, cerrándola después de que Jungkook entró sin poder quitarle las manos de encima, disfrutando aquella, claramente repentina, actitud dulce y pegajosa del pelinegro.

— Me diste un susto grandísimo, Taehyung — le susurró, girándolo hasta que sus labios estuvieron a la misma altura de los del contrario, mirándoles con todo el deseo que les tenía. Taehyung lo notó, pasando su lengua por su labio inferior, tanteando la posibilidad de que Jungkook le besara sin preguntarselo, pero no lo hizo, en vez de eso, le besó la nariz, luego la mejilla, luego la frente. Y él solo pudo recibir aquellos besitos con los ojos cerrados, pero todavía con el deseo de ser besado como se debe —. Estuve a punto de volverme loco.

— ¿Así de mucho te importa esto? — inquirió, sin ser descarado o pesado al respecto, con una sonrisita que decoró sus labios mientras Jungkook le empezaba a tocar los botones, queriendo desabotonarlos.

— Así de mucho — confirmó.

Taehyung le ayudó a quitar aquellos botoncitos que entorpecían el alcance de Jungkook a su piel, llevando sus manos a su cuello cuando lo consiguió, dejándose besar el suyo gustoso.

Cuando el menor le quitó la camisa, él hizo lo mismo con su camiseta negra, tocándole tanto como pudo a Jungkook inmediatamente tuvo acceso a aquella piel suave. Le beso el pecho, haciendo un camino de besos que llegaron a su hombro, luego se rompió para alcanzar su barbilla. El pelinegro no detuvo sus caricias aún cuando los labios de Taehyung estuvieron tan cerca de los suyos, sabía que el mayor no le besaría sin su consentimiento, y que respetara aquellos límites era una de las cosas que a Jungkook más le gustaban.

Cuando Taehyung concluyó en que ya había obtenido suficiente caricia, le tocó la gomilla de los pantalones de pijama, jugando con ella en una clara petición de que los quería fuera. Jungkook le miró, esperando que pidiera aquello que deseaba.

— Te quiero desnudo.

— Entonces desnúdame — concedió, mirándole con lujuria, porque nunca llegaría el día en que Jungkook dejara de desearle tanto.

Taehyung lo empujó por la espalda hasta hacerlo caer sentado en la cama, el menor inclinando su cabeza hacia arriba para mirarle mordiéndose los labios con el simple pensamiento de introducirse en su interior tan rápido como pudiera. Le sonrió, entonces incluso antes de que Taehyung se agachara a quitarle el pantalón, Jungkook empezó a quitarle el de él, viéndolo caer hasta sus tobillos.

Le acarició el pene por sobre los bóxers, lamiéndose los labios sin quitar sus ojos de los de Taehyung, dándole una pincelada de lo que pretendía hacer. Claro que aquello encendió a Taehyung hasta el tope, hizo que un escalofrío le recorriera toda la espalda, sacándole un jadeo cuando Jungkook le apretó, disfrutando de su expresión.

Taehyung le retiró la mano, negando al compás de sus movimientos. Jungkook le miró con el ceño fruncido, una clara pregunta estampada en su cara.

— Hoy no, Jungkook — negó, sacando los pies de los pantalones que ya estaban en el suelo, aganchandose hasta llegar al oido del menor, que le miraba interrogante —. Hoy quiero estar dentro de ti, pero no en tu boca.

Aquellas palabras le aceleraron el pulso, sintiendo muchísimo más la necesidad de que Taehyung cumpliera con lo que prometía. Jungkook se dejó quitar los pantalones, sosteniendose de sus hombros cuando Taehyung accionó. Una vez le desnudó, no hubo necesidad de quitar una tercera prenda porque Jungkook no portaba, comiéndose su cuerpo con la mirada sin disimulo ni sorpresa, sino con hambre.

El deseo se podía palpar a su alrededor, amontonándose de golpe en su vientre bajo cuando vio la desnudez de Jungkook incluso sin esperárselo tan rápido. Quería lamerlo, morderlo, besarle cada partecita de su cuerpo.

— ¿Acabaste de rechazarme? — inquirió, haciendo que Taehyung dejara de ver su cuerpo para mirarle el rostro.

— Podría rechazar muchas cosas en mi vida, pero a ti nunca — lo empujó hasta que Jungkook cayó en la cama sobre su espalda, soltando una risa que hubiera sido más escandalosa en otra situación. Se posicionó a su lado, teniendo completo acceso a su cuerpo.

— Espero que lo tengas en cuenta, porque a mi ya no se me olvida nunca.

Le sonrió, una sonrisa que en ningún momento anticipó el que Taehyung le introdujera un dedo sin aviso. La sensación llegó de forma tan repentina que Jungkook no hizo más que soltar un jadeo mientras le miraba con sorpresa, su boca abierta demostrándolo, pero también con sus cejas fruncidas a causa del movimiento que Taehyung hacía con su dedo.

— Aunque tampoco voy a dejar que te me subas a la cabeza — le adelantó, una afirmación falsa, porque Taehyung siempre sería débil ante Jungkook, y si este le insistía un par de veces, no iba a encontrar la forma de recharlo.

Le entró el segundo dedo, causando que Jungkook abriera sus piernas más de lo que ya las tenía, sosteniéndose del cuello ajeno cuando aquellos dos dedos pasaron a ser tres y empezaron a entrar y salir de su interior. Le gimió a Taehyung en el oído mientras sentía su agujero ser dilatado, aquellos dedos largos haciendo su trabajo en hacerle sentir cosas más fuertes que él, porque solo con aquello ya se sentía débil.

Jungkook empezó a masturbarse cuando su pene se lo exigió, apretándose tan fuerte como le apretaba a Taehyung sus dedos en la nuca, soltando jadeos y gemidos que eram simplemente música para los oídos del mayor.

Taehyung no estaba seguro de ser tan fuerte como para seguir preparando a Jungkook, mucho menos cuando su pene se estaba endureciendo tanto que le dolía. Aquel bulto en sus bóxers que amenazaba con romperlos ya le torturaba tanto que siseaba en incomodidad, deseando que Jungkook ya estuviera lo suficientemente listo para recibirlo sin tener que soportar dolor.

Sacó los dedos del interior de Jungkook, quien le miró confundido porque todavía no lo había hecho venir, soltando su pene para no hacerlo en aquel momento en que Taehyung se estaba quitando su bóxer, pretendiendo introducirse en él.

— ¿Ya? — inquirió, seguro de que todavía no estaba totalmente listo. Taehyung no le respondió, en vez de eso, tomó una de sus piernas y lo jaló hasta él, abriéndole las piernas para posicionarse en medio y penetrarlo sin aviso, a lo que Jungkook soltó un gemido de dolor, demasiado aturdido por la temprana intromisión como para tener tiempo de siquiera apretar las sábanas.

— Lo siento, pero no podía aguantarlo más.

Empezó a clavarse en el interior ajeno con fuerza, sin medir la violencia que estaba empleando y que hacía a Jungkook arquearse y gemir sin mesura, experimentando aquella mezcla de dolor y placer que no estaba seguro de soportar por mucho, no con aquella velocidad en la que Taehyung lo penetraba.

Taehyung le sostuvo la cintura con una mano para acceder con más comodidad, posando la otra en su muslo, mismo que apretó sin cuidado, su mente totalmente nublada con las sensaciones del momento como para prestarle atención a cómo estaba tratando a Jungkook o cómo este se lo estaba tomando.

Se sentía tan bien follar a Jungkook estando así de estrecho, únicamente acostumbrado a recibirlo a él y solo a él. Aquellos gemidos que Jungkook soltaba sin vergüenza y los propios de él hacían que aquella habitación se calentara con ellos, sintiéndose ambos en su propia burbuja, uno más que el otro.

Jungkook le palmeó la mano que estaba en su cintura repetidas veces, haciendo que abriera los ojos y le mirara, notando que aquellos ojos estaban más brillantes de lo normal, casi lagrimeando.

— Ve más lento, por favor — le pidió, un jadeo interrumpiendo aquella petición suavecita, que se deslizó por los labios de Jungkook con poquita fuerza.

Taehyung lo hizo inmediatamente, reduciendo su velocidad e inclinándose hasta besarle la frente sudada, usando la mano que anteriormente estaba en su cintura para sostenerle la mejilla.

— Perdón, perdón — se disculpó en un susurro, aquel aliento caliente acariciando el rostro de Jungkook, sin embargo, todavía no detenía los movimientos que habían pasado a ser más lentos y suaves —. ¿Te duele mucho? — inquirió, preocupado, besándole el pómulo cuando Jungkook negó.

La mano que le tenía en el muslo ya había flojado su agarre, los sonidos que emitían sus cuerpos ya había desparecido con aquel vaivén lento que pretendía hacer a Jungkook recuperarse de la incomodidad anterior.

El menor no estaba tan lejos de llegar al orgasmo si se tomaba en cuenta que estaba ya sobre excitado desde que Taehyung empezó a follarlo con los dedos y él fue directo a masturbarse, sentía el orgasmo tocándole a la puerta, aquella sensación que le hacía querer que le tocasen hasta el alma presente en su vientre bajo.

Le pareció muchísimo mejor la forma en que Taehyung lo penetraba, con cuidado, besándole todo el rostro mientras le acariciaba el muslo. Se iba acostumbrando ya al dolorcito de no estar bien preparado, mismo que se volvió soportable una vez el pene de Taehyung hizo su espacio conforme, entrando y saliendo con suavidad.

— Puedes ir un poquito más rápido — aviso, acariciandole la espalda con lo que parecía ser cariño, o al menos así lo tomó Taehyung.

— ¿Ya estás bien?

— No creo que me rompas el culo.

Taehyung soltó una risita, subiendo de intensidad sus movimientos sin siquiera cambiar de posición, se sentía bien allí, siento tocado por Jungkook, entre sus piernas y con su mejilla a su alcance.

Cuando empezó a penetrarlo con más fuerza, Jungkook perdió absolutamente toda noción, únicamente reaccionando a aquel placer con gemidos y apretándose incluso más al cuerpo de Taehyung, casi abrazándose a él. Se vino después de unas cuantas estocadas que fueron tan profundas como para rozarle la próstata, aquello adelantando muchísimo más su orgasmo sin que él pudiera aguantarlo.

Su semen se derramó en su estómago, manchando el de Taehyung, mismo que solo pensaba en atrapar los jadeos de Jungkook con sus propios labios para darle un buen cierre a aquella noche. No hizo más que mirarlos, sintiéndose tan impotente de repente que, sin pensarlo, sus movimientos volvieron a tornarse violentos y su respiración caótica. Apretó los ojos tan fuerte para evitar mirar justo lo que en aquel momento se estaba imaginando, haciendo a Jungkook agradecer silenciosamente el haberse acostumbrado a aquella sensación porque de lo contrario su trasero sufriría.

Jungkook sentía aquellos exhalaciones pesadas sobre sí, acariciando su cabello y permitiéndole a Taehyung saciarse incluso cuando ya él había llegado al clímax, no dudando en hacerlo dos veces si la cosa continuaba así.

Penetró a Jungkook hasta que se vino en su interior, haciendo su pene despertar nuevamente. La sensación de expulsar su líquido en su interior era perfecta, tanto como que su trasero recibiera su pene de forma tan agradable, como si fuera la única pieza que encajaba allí.

No dudó en masturbar a Jungkook cuando se retiró de él, haciéndolo venirse por segunda vez, depositando un beso en su barbilla por consiguente. Se recostó en el hueco entre el hombro y cuello de Jungkook, como siempre, cerrando sus ojos después de darle un besito también allí, porque Taehyung siempre tenía la necesidad de besarlo.

— Sabes que me encantas, ¿verdad? — le dijo bajito, acariciando su pecho con lentitud.

No sintió a Jungkook tensarse ni removerse incómodo, lo que le sorprendió tanto como sentir su pecho vibrar a causa de una risita.

— Lo sé muy bien.

— Y que es súper ridículo que me deje controlar por ti, ¿cierto?

— Eso no lo sabía — respondió, girándose a abrazarlo, intentando no hacerlo cambiar de posición.

El corazón de Taehyung se calentó instantáneamente, sintiendo que Jungkook le iba siguiendo cada vez más, lo que le alegraba al punto de dar saltos, mismos que se ahorraría porque definitivamente se estaba mejor entre los brazos de Jungkook.

— Entonces ese fue una declaración muy estúpida, ¿no?

— Puede — seguía con una sonrisa en sus labios, el sentimiento de tenerlo a su lado y tan cerca llenándole el corazón, cosa de la que Taehyung no se enteraría por el momento —. Si me aprovecho de eso que no se me crucifique, por favor.

— Confiaré en que no lo harás — Jungkook no le respondió, por lo que el silencioso se plantó por un momento corto entre ellos, sin embargo, no era insoportable e incómodo —. ¿Te lastimé?

— La respuesta va a depender de la forma en que creas haberlo hecho — aquello pretendía ser una broma, pero ambos sabían que venía con un poquito de seriedad que en realidad no buscaba dañar el momento —. ¿Física o emocionalmente? Porque probablemente lo que más me ha dolido en la vida es no tener la certeza de estar bien contigo.

— Me refería a ahora, tu trasero, Jungkook — aclaró, fingiendo pasar por alto aquella declaración que le aceleró el corazón y que probablemente Jungkook esté notando por lo cerca que estaban.

— Pues casi me rompes el recto, pero en lo demás todo bien — bromeó.

Taehyung se rio ante aquella broma totalmente exagerada, deduciendo que Jungkook estaba todo lo bien que podía porque ya estaba relajando con el asunto.

— Te extrañé mucho, así que abrázame hasta que despierte, que tengo mucho sueño.

— Si me dejaras te abrazaría todos los días.

— Te voy a tomar la palabra.


Después de la tormenta viene la calma, luego la tormenta otra vez, pero la de verdad. 👽

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