capítulo 18; obedece.
—Estás loca.
—No, y ya escuchaste lo que dije, dame tu miraculous. No querrás que te lo quite de una mala forma.
—¿Y por qué habría de dartelo a ti? Tú ni siquiera me lo entregaste.
—¡Pero soy Ladybug! Gozo de más privilegios que tú, Queen Bee.
—No realmente, no eres nadie para arrebatarme eso. Si aún lo tengo es porque soy digna, ¿no?
Guiñó un ojo, lo que provocó la furia en la azabache que ya levantaba su brazo apuntando a tirar un puño con fuerza sobre el rostro de la rubia, a lo que la contraria tomó la muñeca de la chica antes de que el golpe amenazara en su cara, encajando sin piedad las uñas en el delgado brazo de la de dos coletas, lo que le había dejado marca en la zona.
—Recuerdalo Marinette, sin el traje no eres nadie.
Sonrió de lado, y tomó su propio camino, sabía que con esas simples palabras ya había ganado la pelea esa vez, se lo merecía después de todo. Qué decepcionado debería de estar el mundo al saber qué tipo de persona es su gran heroína.
Por otro lado, Marinette tomaba sus cosas antes de salir del instituto enojada, ni siquiera le tomó importancia a las clases. Así que tomó rumbo hacía su casa.
Intentó irse por el atajo menos poblado, no quería a nadie pidiendo fotos o preguntando cosas estúpidas, solo quería acostarse en su cama y pensar cómo podía salir de esta, pensaba que podía arreglarlo, lograba arreglar las peores situaciones en la ciudad, esta no debía ser la excepción.
Pero lo que no se esperaba era que al llegar a su casa, sus papás no respondieran tras saludarlos, Tom y Sabine no estaban. Se adentró a la cocina, esperando que ellos estuvieran por algún lugar, pero lo único que encontró fue una nota.
Seguro ya te diste cuenta que ellos no están, pero no hay nada de qué preocuparse, Ladybug, sólo aceptala.
—¿Aceptar qué?
Preguntó confundida a sí misma, al tiempo en que un akuma se posaba sobre sus pendientes, ya lo entendía, aceptar al akuma.
—Sabías que algún día tenías que caer, Ladybug.
Se escuchó la voz de Hawk Moth dentro de su mente, pero no era capaz de expulsarla, tantos sentimientos juntos, tan negativos.
—No lo haré. No vas a akumatizarme.
—No te pregunté, Miss Fortune. Decide, los miraculous o la vida de tus padres.
Entonces pensó en Adrien, pero sus sentidos ya estaban llenos de maldad, Hawk Moth se había apoderado de ella, ahora estaba a su merced, aunque también tenía una venganza bajo la manga.
Un ajustado traje de látex se amoldó a su cuerpo, idéntico al de ella como Ladybug, pero con los colores al inverso.
No sabía ni por dónde empezar, podría ir tras Chloé o no, mejor ir tras Luka primero, eso le dolería más a la rubia, pero también tenía que encargarse de Chat Noir, pero para mayor disfrute, eso lo dejaría al final, nada iba a detenerla. Disfrutaron burlarse de ella, pero ella ganaría al final.
Primera visita. El barco donde vive Luka. Llegó sin problemas ahí, y utilizando su más inocente voz, gritó el nombre del chico.
—¿Marinette? ¿Qué haces aqu...?
No pudo terminar su frase antes de notar que no se trataba de la joven que conocía, y pudo detectar que era un akuma, no le dio tiempo de correr antes de que ella lo tomara por la cintura y lo llevara a su lado mientras se columpiaba por los más grandes edificios con la intención de causarle miedo al de mechas azules, su destino era la Torre Eiffel. Para este entonces, los parisinos ya tomaban fotos de lo que sucedía, a cualquiera le extrañaba que su gran heroína no vistiera igual que siempre y menos que llevara con ella a un civil de la forma en que lo hacía. La noticia no tardó en esparcirse por internet.
Miss Fortune estaba en la parte más alta posible de la torre, ella no temía, podía bajar cuando quisiera, pero el joven estaba aterrado, si cayera desde ahí, no había duda en que moriría. De todas formas, el miedo no se reflejaba en su rostro, él sabía que iba a salir vivo de eso, confiaba en los demás héroes.
—Quiero rápido aquí a Chat Noir, Rena Rouge y Queen Bee.
Ordenó la akumatizada, todos la escuchaban con terror, no había forma de contactar a los héroes, pero eso no hacía falta porque todos ellos venían en camino.
—Y si no se presentan, él muere.
Una asustada Juleka y su madre Anarka gritaban por el miedo desde abajo, habían estado siguiendo todo su recorrido para asegurarse que Luka estuviera bien, y él pudo verlas desde ahí, se le rompía el corazón de pensar que ellas estaban mal por su culpa.
—Aquí no va a morir nadie, Ladybug.
Aseguró con seriedad el héroe felino, apareciendo detrás ella acompañado de las otras dos heroínas.
Queen Bee tenía clavada la mirada en el chico, el cual se la devolvía, como si conociera esos ojos que se veían tan familiares, la rubia intentaba darle una mirada la cual dijera que todo estaría bien, que no tenía de que preocuparse, pero en esos momentos, hasta ella tenía miedo.
—Podemos hacer esto más fácil, dame tu miraculous y esto acaba.
—¿Sabes lo que estás diciendo? Tendrías que entregarle tu miraculous también a Hawk Moth.
—¿Y? Mi vida como Ladybug está arruinada, no tengo nada qué perder.
—Me obligas a hacer las cosas así.
Chat Noir indicó a Rena Rouge que avanzara junto con él, comenzando así la batalla cuerpo a cuerpo contra Miss Fortune, mientras Queen Bee bajaba de la torre para poder calmar a las mujeres que esperaban que Luka estuviera bien, el chico permanecía detrás de la villana, si querían rescatarlo, tendrían que pasar encima de ella, cosa que no se los iba a permitir nada fácil.
Los golpes que atestaba eran duros, y hacían perder el equilibrio a la heroína con el miraculous del zorro, Chat Noir conocía bien sus maniobras y podía mantenerse más a la pelea con ella, aunque la chica comenzaba a cansarse, necesitaba reponerse.
—Ustedes decidan por quien van, por mi o por él.
Pateó a Luka, haciéndolo caer desde lo alto de la torre.
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