Capítulo 7.
Capítulo 7. Bienvenido a la Port Mafia..., Petit.
Casi ha pasado un año desde que me uní a la Port Mafia y, debo admitir... por lo menos le encuentro algo divertido, ¿matar gente? ¿Engañarle? Da igual, no tiene sentido, nada tiene sentido si bien o mal, por lo menos tengo dinero y tiempo libre, es divertido... ERA divertido, con casi un año así, sinceramente... todo comienza a volverse aburrido, la gente es fácil de manipular, las ganancias crecen y el único que me alegra los días aburridos llega a ser un hombre pelirrojo, se llama Oda Sakunosuke, es divertido, me regaña cada que me ve con nuevas vendas. Hay otro hombre, él es mucho mayor, lo conocí el día en que me uní a la mafia, su nombre es Hirotsu Ryuro, y es un buen hombre. Hay una mujer muy fuerte, no me gustaría enfrentarme a ella si no fuese por mi habilidad, pero puedo verla, su rostro muestra fuerza pero su corazón perdió a un gran amor, la vida de una mujer es fácil y transparente de ver, ante mis ojos... todos son indignos de ser humano.
Aún sigo subiendo a las terrazas, creo que si vuelvo a intentar suicidarme de una otro perro aparecerá, con recuerdos vagos y el atardecer presente, solo me queda analizar un hecho que es imputable... odio el naranja y el azul.
Estoy odiando esto, primero me hacen ir por ese fastidioso chico, intenta atraparme el muy imbécil, intenta golpearme y admito que es fuerte pero es un maldito niño y...
― ¡¿eres mayor que yo?! – grite molesto, estaba irritado y más con esa sonrisa suya, su estúpido sombrero me fastidia en grande pero hay algo más, algo que me fastidia más
Lleva horas dentro de la oficina de Mori. Esa habilidad suya, hay algo más de ella, lo sé, lo puedo notar, lo puedo sentir, porque todas las habilidades caen ante mi...
― ¡¿Por qué tardan tanto?! – grite irritado. - ¿se la está mamando o qué? – di cuenta a mis berrinches...
Pero... ¿Qué rayos me está pasando conmigo?, estoy volviéndome loco, preocupándome por ese inútil chico de la calle, él y sus mugres ovejas se pueden ir al infierno de donde llegaron.
No me quedaba de otra más que revisar papeles, y en serio me molesto ver a Ougai entrar como si nada a mi oficina con ese chico – Dazai-kun, Nakahara-kun será parte de la mafia
― Así que bien – respondí sin alzar mi mirada, no me interesa ese intento de demonio
― Será tu compañero
― ¡¿QUÉ?! – grité – no, jamás, no lo permito
― Una mente como la tuya necesita de la fuerza de Nakahara-kun
― Soy fuerte
― Deja de estar molesto y piensa con tu mente fría, lo sabes bien, no siempre podrás escaparte de tus problemas. Es mi última orden – dijo Ougai molesto
― Bien – respondí molesto
― Enséñale todo lo que debe saber
― Si, como sea.
Ougai se fue, pero ese chico se quedó, se acercó a mí, tan delgado, tan mal vestido, ¿Qué pasaba con su vestimenta? Y ese sombrero como fastidia...
Vi como ladeo su cadera al lado derecho mientras se cruzaba de brazos, aquí viene el monologo del chico bueno pero abandonado, es recatado y buen – escucha bastardo – oh dios, ¡me dijo bastardo! – tampoco quiero trabajar contigo, pero la port mafia me ofreció información, casa y dinero, espero entiendas que no quiero una relación formal contigo – mira que atrevido chamaco. Critique en mi mente, me levante sonriente, fue mi sonrisa más amplia y burlona.
― Está bien... Bienvenido a la Port mafia – le mire de arriba abajo – Petit mafia
― ¿Cómo me llamaste bastardo?
― Pe-tit – dije lento – es pequeño en francés
Soltó un puñetazo, otro. Una patada. ¡Diablos! Que buenas piernas, aunque no logró darme con ninguno de ellos
― Quédate quieto hijo de puta – expreso enojado.
Su rostro, sus movimientos, quiero ver más, quiero saber, quiero ser... el único que lo haga enfadar.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top