Splendorwife , la esposa de Splendorman 1°Parte
Ya sé lo que estás pensando... ¿Qué cómo fui que lo conocí? En especial si tú has tratado de buscar a uno de ellos y por más que lo has intentado no has tenido éxito.
Bueno, ¿Sabes que es lo más curioso?; yo no lo estaba buscando a él, es más, ni siquiera tenía idea de que existieran criaturas como él.
Veras cuando era niña mi madre trabajaba todo el día y me dejaba al cuidado de mi padre, un alcohólico que durante sus borracheras quedaba inocente por el alcohol y yo terminaba sola con sus amigos, yo tenía solo 5 años cuando ellos comenzaron a abusar de mí, en cuanto mi padre se enteró se les unió; mi madre fue la última en enterarse y en cuanto se dio cuenta decidió dejar a mi padre e irnos a vivir con mis abuelos a un pequeño pueblo de México.
Pero el daño ya estaba hecho aun así decidí no pensar en aquello que tanto me desagradaba y busque refugio en los animales y la naturaleza; viviendo con mis abuelos estando tan cerca de los bosques se contaban muchas historias de hadas y sirenas y desde entonces tuve la ilusión de conocer una hada, aquel pueblo era pequeño y enfrente de la casa cruzaba un rio; todos decían que si lo seguías encontrabas el nacimiento del rio y que era un lugar hermosísimo, por la forma en la que describían en ese lugar sin duda tenía que haber hadas así que suplique porque me llevaran pero todos se negaron, mi abuela me explico porque no podían llevarme y me hablo de él...
"El monstruo invisible de los cascabeles", Que robaba niños para devorarlos, pero lejos de asustarme me emocione más y suplique con mucha más insistencia a que me llevaran a ese lugar, al final mi abuelo acepto pero se armó con una escopeta y me dijo que si llegaba a escuchar el ruido de cascabeles mi vida corría peligro así que sin importar nada, yo tenía que correr sin voltear atrás o él me atraparía; él estaba seguro porque siempre se llevaba a los niños así que no debía preocuparme por él si se quedaba atrás. Eso me asusto un poco, pero aun así fui al lugar donde nacía el agua
El lugar era mucho mejor de lo que habían dicho, estaba lleno de árboles frutales, musgo y el agua tenía burbujas, sabia igual al agua mineral embotellada, el rio empezaba al pie del árbol más grande del lugar cuya sombra lo cubría todo y aquello parecía un verdadero paraíso, note entonces una cueva más adelante, nunca había visto cuevas parecidas a aquella, parecía limpia y el sol iluminaba su interior, era cálida y al entrar no podía creer lo que estaba viendo; había dos rocas acomodadas como si se tratara de una mesa y 5 rocas más pequeñas alrededor como si de un comedor se tratara y sobre la mesita de piedra estaban vasos y platos hechos de barro de forma muy rústica, como si un niño los hubiese moldeado, al fondo había una piedra enorme cubierta con musgo y hojas secas que la hacían parecer una cama y eso me dio mucha risa ¿Quién podría dormir en una cama tan grande?.
No pude ver más mi abuelo llego y me saco a jalones del lugar, dijo que era el hogar del monstruo. Ese día no pude ver al monstruo ni hadas, pero me fui feliz con mi descubrimiento de la cueva.
Pasaron los años, crecí y estudié para ser psicóloga infantil. Pero aun quería ver un hada, a pesar de ser una adulta no había perdido mi capacidad de creer en lo que parecía imposible, por eso fui como voluntaria a un lugar donde te mandaban a cuidar reservas naturales.
En una ocasión me mandaron a una reserva natural de Estados Unidos, ahí pasaría sola una semana cuidando el lugar de taladores clandestinos.
La primer noche lo escuche; escuche el ruido de los cascabeles e inmediatamente recordé la historia del monstruo, pero no tenía miedo, sabía que buscaba solo niños y que a los adultos les dejaba ir y yo ya había crecido, además siempre relacione los cascabeles con las hadas, así que salí corriendo a buscar el origen de aquel ruido, pero no importaba cuanto corría los cascabeles siempre se escuchaban a la misma distancia y empecé a tener miedo de perderme así que regrese a la casa de campaña
A la mañana siguiente prepare un plato con fruta, miel y plantas que supuestamente las hadas no pueden resistir y lo deje a 5 metros de distancia de la casa de campaña y me fui a tomar fotografías para mi reporte, cuando regrese note que el plato estaba vacío y me emocione mucho más; esa misma tarde salí a caminar a donde había escuchado los cascabeles y empecé a hablar pidiendo que las hadas se dejaran ver, les decía que yo no les haría daño, al contrario estaba ahí para proteger su hogar y mientras gritaba alguien me hablo al oído, no pude ver quien solo escuche su voz diciendo una sola palabra...
"Splendorman"...
No pude sacarme ese nombre de la cabeza y de la nada empecé a sentir una felicidad inexplicable, todo parecía más hermoso y todo me provocaba risa y cada estímulo a mi alrededor me producía una sensación de alegría que nunca antes había experimentado, no entendía lo que sucedía.
De regreso a casa en México seguía sin poder quitarme de la cabeza esa palabra ... "Splendorman"...
¿Qué significaba? Lo busqué en internet y ahí lo conocí, conocí su historia y lo vi por primera vez y la alegría del bosque volvió y empecé a obsesionarme con él, sentía que estaba enloqueciendo, pero yo quería estar con él, después me di cuenta que no era felicidad... ¡Era amor lo que sentía! y me deprimí pensando que algo estaba mal conmigo, como puede alguien enamorarse de algo que no existe ... ¿o.... si existe?
Tenía que regresar al bosque, tome el primer vuelo y regrese al lugar exacto donde había acampado la última vez y comencé a llorar, sentía que extrañaba a alguien que estaba muy lejos, después me tranquilice y para distraer mi mente comencé a meditar, al estar en una meditación profunda pude visualizar a una criatura muy alta y delgada ... era él, ¡Splendorman! parado justo delante de mí y él se veía igual de triste, me pedía desesperado que le dijera donde vivía porque él no podía ir si no sabía a donde llegar.
Me asuste, creí que mi locura estaba peor de lo que había imaginado así que me metí a la casa de campaña e intente leer, pero no pude concentrarme, la imagen de mi amado con una cara tan triste me rompía el corazón; decidí dormir un poco, esa misma noche lo soñé a él, y seguía insistiendo en que le diera la ubicación de mi hogar; no sé si fue de manera consciente o inconsciente, pero le dije exactamente donde vivía.
Al día siguiente, por alguna razón me sentía más tranquila, tal vez fue por el sueño donde le había dado mi dirección a una criatura imaginaria, como si tuviera la esperanza de que de alguna forma él fuese a llegar, ¡vaya locura! En fin, al desempacar transcurrieron un par de días de lo más normal y hasta creí haber olvidado el tema hasta que empecé a notar cosas extrañas.
Todas las noches me levantaba con ganas de ir al baño a la misma hora, para llegar al baño tenía que cruzar un pasillo con un ventanal enorme que daba directo a la calle (cabe mencionar que yo vivía en un departamento ubicado en el 4° piso de un edificio muy alto), al cruzar por ese ventanal empecé a sentirme observaba y sentía que una sombra enorme caminaba junto a mí por fuera de la ventana, pero al voltear solo veía los postes de luz; al cruzar de nuevo para regresar al dormitorio escuchaba golpecitos en la ventana y el ruido de un cascabel ( como si tocaran el vidrio de mi ventana desde fuera justo con un cascabel) y eso empezaba a preocuparme, ¿Acaso era buen momento para visitar al psiquiatra?.
Pero no fue solo eso, se empezaban a formar grietas en las paredes y puertas de madera con forma muy similar a la de ese Happypasta llamado Splendorman, también empezaron a aparecer flores en la cornisa de mi ventana. Al llover los relámpagos iluminaban la calle y yo juraba ver a un hombre muy alto parado justo al lado del poste que estaba enfrente, y con la luz de los rayos podía ver mejor esa figura ... Un hombre alto, delgado con sombrero de copa y una tierna pajarita roja; su sonrisa me hacía sonreír también, yo me ponía nerviosa y él se sonrojaba más y agachaba la mirada, después desaparecía junto con la luz del relámpago.
Una noche me quede sola en casa, mi madre y mi hermana menor habían salido de viaje y quise meditar para ver si podía volver a hablar con aquel maravilloso ser y así ocurrió; no tardó mucho en dejarse ver justo después de que yo cayera en meditación profunda y hablamos por primera vez...
Splendorman: Hola, tú eres aquella niña que entró a mi casa años atrás, ¿Recuerdas?
- Espera, ¿Qué has dicho?, ¿Acaso ya nos conocíamos?
Recuerdo una cueva junto al nacimiento de agua, ¿A eso te refieres?
Splendorman: *Entre risas* ¡Sí!, Ahí fue donde te vi por primera vez, pero mira cuánto has crecido, ya e-eres toda una mujer ...
Dice él mientras se rasca la nuca y me desvía la mirada con rubor en sus mejillas.
Tocó suavemente su mentón y guío su cara para que vuelva a mirarme, ¿Si eres tú, porque no me hiciste daño?, tú no pareces un monstruo.
Splendorman cambia su cara a un gesto más serio, casi enojado y vuelve a mirar al piso...
Splendorman: Eso es lo que dicen de mí, ¿No es así? ¡Un monstruo!...
tuerce la boca y deja ver sus dientes afilados en un gesto de ira y desagrado...
- Las personas son crueles, le temen a lo desconocido y juzgan todo aquello que luzca diferente a "lo normal" pero yo nunca tuve miedo de ti *le digo sonriendo* ni cuando me contaron la historia del monstruo, ni cuando te escuché en la reserva, ni ahora..
Splendorman voltea a verme sorprendido por aquellas palabras y yo empiezo a sentir como mi corazón comienza a latir con fuerza acelerando más y más y en medio del silencio me lancé sin pensar a besarlo en la boca, él me tomo entre sus brazos y empezó a besarme como si hubiera estado esperando ese momento desde hace mucho tiempo; pude sentir toda la pasión que él sentía pro mí.
Al terminar el beso, ambos nos miramos fijamente y vuelvo a abrazarlo, él por su parte corresponde el abrazo, pero no dice absolutamente nada. intente acomodarme entre sus piernas y brazos, pero él me levanto, ahora es él quien me besa; esa fue la primera noche que pasamos como pareja...
- ¿Pasa algo?... Pregunto confundida, pero él no responde. ¿Es cierto que te llevas a los niños? ¿Porque a mí no me llevaste el día que entre a tu casa?... Splendorman por fin habla de nuevo...
Splendorman: Ese lugar era pequeño y tranquilo, todos se conocían entre sí y pronto supe la noticia de que una niña nueva llegaría.
Pero no era cualquier niña, todos hablaban de lo que te ocurrió y pensé que... Tal vez... Podría ser... un amigo para ti y ayudarte a olvidar todo por lo que habías pasado, pero... cuando vi tus ojos por primera vez... esa mirada me cautivó. Eras una niña alegre y soñadora, cualquier otra niña en tu lugar se hubiera mirado triste, desconfiada y hasta amargada, ¡yo no me como a los niños! ¡yo los cuido! Y si no vuelven a aparecer es por qué ellos mismos me lo piden, sufren golpes insultos y abandono, yo me convierto en su amigo y después de un tiempo ellos solos me piden que no los lleve de regreso a sus casas. ¡¿Que se supone que yo deba hacer, si un niño te dice llorando que no quiere volver a pasar hambre, golpes o que no quiere volver a escuchar que es un inútil?! Suspira.
Tú por el contrario eras fuerte y después de conocer lo peor de los hombres decidiste buscar lo bello de la vida, tu mirada estaba llena de ilusión, mancharon tu cuerpo, pero tú inocencia estaba intacta y tengo que admitir que reconocí inmediatamente que me había enamorado de aquella niña...
Dice mientras me suelta para taparse la cara con las manos...
* Entre sollozos* ¡Yo odio a los malditos pervertidos! ¡Y me había convertido en uno de ellos!, Eras solo una niña y yo quería ser tu amigo para ayudarte y en lugar de eso termine enamorado. Se sienta yo no merecía tu amistad, sentí saco de mis propios sentimientos dirigidos a una niñita y decidí alejarme y dejarte en paz, sabía que sola estarías mejor.
Comienza a reír y levanta la cara lentamente, Pero mira lo que es el destino, que volvió a cruzarte en mi camino, ¿Cómo? o ¿Porque?, No lo sé solo sé que ahora mirándote convertida en toda una mujer, yo no pude resistirme otra vez entristece y comienza a derramar lágrimas...
... Lo siento... Yo no debí...* Se levanta*
- ¡No, espera!, ¿A dónde vas?... Me levanto y lo abrazo por la espalda para detenerlo, ¡por favor!, Mírame *Splendorman da la media vuelta y con la mirada dirigida al suelo queda enfrente de mí*, tomo su cara entre mis manos y le digo:
- Esta bien, te alejaste cuando era una niña porque sabías que estaba mal, pero ya crecí, soy una mujer adulta y me alegra haberte encontrado y poder saber la verdad acerca de ti, yo también estoy enamorada, ¡Te amo!, Por favor no te alejes otra vez. Lo beso de nuevo y él me vuelve tomar de la cintura correspondiendo al beso, sube sus manos lentamente hasta terminar abrazándome.
Splendorman: Yo tampoco quiero dejarte *Me abraza con fuerza*.
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