PRIMERA PARTE

PRIMERA PARTE

YoonGi y Blue se conocieron hace siete meses en un bar en el medio de Itaewon, es una zona donde las chicas solteras como ella aman ostentar en busca del amor. Iba con su grupo de amigas, veinteañeras dolidas por las recientes rupturas con sus ex, estresadas del trabajo y con apariencias candentes. Era normal en ella no durar más de cinco a ocho meses con sus parejas, y los odiaba. Odiaba el rompimiento, el dolor, y la decepción con chico tras chico, porque todos parecían 'el indicado' para llevar sus conocer a sus padres, o a quien formar una familia perfecta. Su más grande sueño es tener hijos, ser una linda ama de casa con un marido trabajador y atento. ¡Pero cómo! Si ninguno es capaz de serle fiel, de amarla con sus defectos o de darle un buen sexo en las noches.

Haber conocido al Min una noche linda, en un bar ruido, y después de darle un buen sexo en su apartamento, hizo que chispas surgieran en su estómago. Eran mariposas revoloteando encantadas con el muchacho en sus treinta que era un conquistador nato, con sus sonrisas tiernas y ojos de cazador fueron suficiente para hacerle saber a Blue que ella iba a ser de él. Y así fue. ¡Que se joda TaeHyung! Era su ex novio de cinco meses que la dejó por una estúpida bibliotecaria con apariencia de nomo.

Realmente no sabía mucho sobre su pareja actual, sabe que es trabajador de alguna empresa de autos, y que nació en Daegu en una familia normal, la cual aún no conoce más que por fotos. Es una persona reservada, es coqueto, lo conoció siendo así, e incluso en pareja… las damas siguen cayendo a sus pies. Blue es alguien insegura, sus diez novios del pasado la han dejado por otras personas. Ha sido muy feliz en esos siete meses, pero el miedo constante de que vuelva a ocurrir la atormenta, tiene miedo de que él abra los ojos y se de cuenta que no vale la pena. Que hay miles de chicas mejores que estarían con él si se lo pidiera.

Por eso le es imposible dejarlo, quiere estar cerca suyo todo el tiempo. Saber sus claves, sus pensamientos, lo que hace en el día. Es constante, al menos de esta forma podría asegurarse de que no está conociendo a otras chicas.

—¿Qué te parece la comida? —le preguntó.

Esa hermosa noche de San Valentin, el primero de ellos, la pasan en su apartamento con unas velas aromáticas, la cama perfumada y la cena caliente hecha en casa. Puré de papas y un filete bien jugoso. Con ansias espera su respuesta, pues se la pasó todo el día leyendo recetas, no es su fuerte la cocina, así que se esforzó mucho.

YoonGi bebió un poco de vino antes de hablar— Está salado.

—Oh, lo siento. No me percate de ello. —sonrió tensa, desvío la vista a la caja que el hombre tiene a un lado de su plato— ¿Ese es mi obsequio?

—Cierto, abrelo querida. —extendió la caja roja con un moño dorado, y feliz ella la tomó para abrirla con la misma emoción del inicio; lentamente esa ansiedad fue desvaneciéndose hasta dejar decepción. Volvió a levantar la cabeza.

—¿Chocolates?

—Tienen vino adentro. —respondió.

—¿Me traes chocolates en nuestro primer San Valentin? Después de haber pasado todo el puto día cocinando para tí y buscando un vestido sexi en las tiendas, y tratando de arreglarme para darte un buen sexo… ¡¿Y me traes chocolates de la tienda más barata?! ¡Esto vale cinco mil wons!

—¿Y qué querías que traiga? ¿Joyas?

—¡Si! ¡Joyas maldito imbécil! —gritó furiosa.

El Min tirótiro la servilleta de tela sobre el plato y se levantó. Mierda, no iba a discutir sobre ello, ni siquiera le importaba tanto.

—¿Sabes? Vete a la mierda. —tomó su saco negro dispuesto a ir hacía la salida. Pero Blue no iba a permitirlo, no en su noche especial, lo tomó del brazo a nada de llorar— Blue, suéltame.

—No te vayas. —rogó— ¡No puedes dejarme!

—Demonios, ni siquiera me importas tanto, ¿Bien? Tengo otra cita con una chica más linda, ¡Le compré los mismos chocolates! Y seguro ella no hará un escándalo.

Otra cita, en la misma noche. Iba a follarla y se iría con otra. Otra más linda, más amable, más…

No, no podía. ¿Por qué le hace esto? ¿Por qué la deja? ¿Por qué la engaña? Era un inbecil egoísta, un idiota con compejo de superioridad incapaz de mantener una relación estable con una mujer por su pene inquieto rogando por atención femenina. Blue ni siquiera fue capaz de procesar todo bien, estaba tan llena de furia y dolor que sus manos fueron más rápidas que su cabeza. Aquellos 'ojos de loca' de los cuales los niños en la escuela se burlaban, vieron a YoonGi, y él tragó saliva.

La botella de vino sobre la mesa fue tomada. Luego, negro era lo único que el hombre veía.

( … )

— 911, ¿Cuál es su emergencia?
Hola. Hmmh, escucho gritos en el apartamento al lado donde vive mi vecina sola y se oye una voz masculina. Envíen a alguien a revisar, la dirección es…

( … )

Recién divorciado y con un enorme corazón roto, Kim SeokJin cumple un patrullaje de turno noche completo, dispuesto a no estar en casa con su ex esposa y niños. Ella aún vive ahí, como si quisiera recordarle todas las mañanas que no lo quiere, y que esos labios que besan su mejilla después de colocarle el desayuno, le pertenecen a otro hombre. El hombre con quien probablemente lo engañó, y con quién irá luego de que la niñera llegue. Igual que un lobo solitario cumple su trabajo solo sin acompañante, le parece mejor, hace todo hermosamente más rápido.

La radio suena. Una dirección y quejas de un vecino, nada extraño en un día normal, probablemente iría diez minutos, revisaría un poco y volvería a tomar café mientras conduce por las calles repletas de parejas.

El complejto de apartamento era grande, un poco más de ocho pisos. Un alquiler costoso y gente con dinero, quejosa y malhumorada.

Mientras sube en el ascensor, se asegura de arreglar un poco su cabello con gel. En San Valentin el trabajo no es mucho, más que parejas con peleas estúpidas o casos donde el marido engañado quiere matar al amante. Podría haber sido él, pero no es un hombre imprudente, le gusta sentarse y pensar sobre lo que ha ocurrido, tal vez su forma de ser tan centrada es lo que hizo que Minah se vaya con uno más joven y alocado. No la puede culpar, un policía debe ser una persona que dé elde el ejemplo, no sólo en la sociedad, también para sus hijos.

TOCK TOCK. 'Policía de Seúl, abra la puerta.' recita inconscientemente las mismas palabras de siempre. Una mujer joven, de veintisiete años con cabello negro, largo hasta la cintura y con un candente vestido rojo por los muslos abre la puerta con una copa de vino entre sus manos. Con unos enormes ojos redondos lo observa, ojos de víctima.

—¿Ocurre algo, oficial?

—Buenas noches —por un segundo, casi olvida a lo que venía. Hace mucho tiempo no se sentía así—, un vecino reportó ruidos molestos y pidió que viviéramos para verificar que nada ocurra. ¿Se encuentra bien?

—Está todo bien, fue sólo una pelea con mi novio. —dijo, haciendo un mohín con sus labios rojos, algo corridos como si hubiera besado. Jin se sintió algo decepcionado, pero, ¿cómo una mujer de su estilo estaría soltera?

—Entiendo, aún así necesito que me permita dar un vistazo al lugar. Es protocolo.

—Entre. —se hizo a un lado y movió la puerta, permitiendole el acceso. El apartamento era grande, al menos con cuatro habitaciones— Él ya no está aquí, se fue con su amante. ¿Puede creerlo? Me dejó en San Valentin.

—Un patán. —aseguró, dándole un vistazo por encima a la sala— Pero créame, es mejor haber perdido a un hombre como ese, se merece algo mejor señorita.

Sentada en el sofá, Blue derrama lágrimas desconsoladas. Pudo haber sido el alcohol en la sangre lo que la llevó a sincerarse con un completo desconocido, que además de todo, era un policía en servicio. Y entrando de pie, SeokJin ve las cortadas en sus muñecas, ella trata de taparlo con su otra mano, sin embargo, es imposible, ya las había visto.

—Y-Ya no lo hago, fue una época dura en mi vida. Quería llamar la atención.

—Oye, está bien. —de cuclillas tomó su mano— Te dejaré mi número, puedes llamarme si necesitas hablar con alguien sobre lo que ocurre, —de su billetera sacó una tarjeta de contacto, y se la extendió— hay una línea específica para estos casos. ¿Cómo te llamas?

—Blue.

—Blue, no estás sola. —la miró fijo— Ve a la cama, mira unas películas y olvida a ese idiota. No merece tu llanto.

—Muchas gracias oficial.

La situación parecía haber quedado ahí, como un simple caso de una chica joven del montón, con el corazón roto por milésima vez debido a un mujeriego que disfruta del sexo momentáneo. No obstante, un poco antes de salir por la puerta Jin notó a un costado de la entrada –donde se colocan los zapatos antes de entrar– un par de mocasines de hombres. Fue a simple vista algo rápido y difícil de procesar, así que siguió su rumbo directo al ascensor. En su cabeza sólo cabía la triste idea de que Minah estaría con otro hombre, y que él pasaría San Valentin aconsejando a mujeres jóvenes para que no caigan en depresión, ¡Él era quien caería!

Maldiciendo por lo bajo, un poco antes de ingresar a la patrulla su mente procesó lo visto. Se detuvo en seco, repasando la imagen de los mocasines.

Una mujer que vive sola, que estuvo con su novio y discutió. Y él… ¿Se fue?

Prácticamente corrió hacía el portero de edad avanzada.

—Señor, ¿Ha visto a un hombre salir hace… al menos una hora?

—¿Un hombre? Hmmh, el último que salió fue el Fiscal Kang hoy cerca de las ocho con su esposa, nadie más ha salido después.

Mierda. —maldijo en susurros.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top