Capitulo Único - One Shot
Buenas a todos losMarvelitos que habéis llegado hasta esta nueva mini-historia Stony.
Llevaba tiempo dándolevueltas a una idea para hacer un especial de San Valentín, pero nome venía nada concreto a la cabeza que pudiera resultar ser solo unone-shot. Sabéis mejor que yo que, por muy corta que quiera haceruna historia, acabo escribiendo una biblia o algo por el estilo.
Sin embargo, en una delas paginas stony que sigo por facebook vi una foto que yo tambiéntenía desde hacía tiempo, una donde un Tony pequiñito, que parecíaun conejo, parecía haber estado haciendo algo con un temblorosoRogers, justo cuando les interrumpe una figura que no se distinguemuy bien.
Y dije: ''¿Por qué nohago algo basado en esa imagen?''. Y este fic es el resultado deeso, así que, en este día de los enamorados, os dejo estemini-capitulo para que vuestras venas se llenen con algo más deazúcar en estas fechas señaladas, cuando los centros comerciales seflotan las manos por sacarle el dinero a las parejas enamoradas,mientras nosotros disfrutamos de esta historia corta.
Por cierto, también os quiero hacer saber que lo de las palabras juntas que muchos me habéis especificado en mis historias es algo que hace wattpad cada vez que subo un capitulo y desconozco porqué ocurre. Aún así, espero que disfrutéis de la historia.
Disfrutadla y ya mediréis qué os ha parecido.
CAPITULO ÚNICO
....................
En aquel momento, Steve se encontraba mucho más que emocionado, yaque, en aquella noche, Tony y él celebrarían juntos su primer SanValentín como pareja.
Después de haber peleado entre ellos, de haber logradoreconciliarse, de saber que ambos sentían lo mismo el uno por elotro y volver a vivir todos juntos en el complejo de los Vengadores,por fin iban a poder disfrutar juntos el día de los enamorados.
Steve, en su tiempo, siempre había sentido cierta envidia en ese díacuando veía a las parejas felices caminando por la calle, para salira celebrar su amor a alguna parte. Incluso los matones de su barrio,aquellos que se encargaban de pegarle cuando tenían la más mínimaoportunidad, salían a celebrar ese día con alguna chica, mientrasél solo permanecía en casa, leyendo algún libro.
Sin embargo, cuando aquella mañana, Tony fue a su cuarto y lesusurró al oído que se arreglara para esa noche, ya que tenía algoespecial preparado, el corazón de Rogers había empezado a resonarcomo un loco.
Se dió cuenta, nada más salir de su cuarto, que todos los demásparecían tener planes para aquel día, así que Tony y él sequedarían a solas en el lugar, ya que hasta Visión había hechoplanes para Wanda, por muy tímida que esta se mostrara al respecto.
Llevaba esperando aquello todo el día, sin que la sonrisa ledesapareciera de la cara, así que, cuando llegó un mensaje de Tony,diciéndole que fuera al salón, Steve no tardó en dirigirse hacíaallí, a grandes pasos y con el corazón a punto de escapar de suspecho.
Sin embargo, cuando llegó al lugar, no vio a nada ni a nadie fuerade lugar en el cuarto.
¿Dónde estaba Tony? ¿No había preparado algo especial para esedía?
Miró a su alrededor, pero, tras comprobar que allí no parecíahaber nadie, se giró para salir del cuarto y buscar a este en otro lugar.
-¡Eh, cap! ¡No te vayas!- le llegó la voz de Tony desde bastantecerca, haciendo que Rogers frunciendo el ceño, extrañado, ya que lavoz de este le había sonado algo distinta.
-¿Tony?-preguntó Steve, volviendo a echar un vistazo al cuarto.
-¡Sí! ¡Aquí abajo!
Steve bajó la vista, solo para ir a encontrarse con algo pequeño.Para ser más precisos, era una versión reducida de Tony Stark, perocon orejas y cola de conejo que, tras observarlos un momento,parecían moverse de verdad.
-¿Tony?- murmuró Rogers, aún sin poder creérselo, agachándosepara poder ponerse un poco a su altura.-Dime que esto es una de tusbromas, que este no eres tú de verdad y es uno de esos robots tuyos.
-¡Más quisiera yo!- exclamó el pequeño Tony- rabbit, cruzándosede brazos con disgusto.
-Pero....¿qué te ha pasado?
-¡El estupido hermano de Thor es lo que me ha pasado!- siguióexclamando este.-Respondí a una alerta cuando Friday me informó quese había abierto un portal asgardiano. Pensaba que era Thor, asíque fui a ver. Pero, cuando llegué, Loki me hizo esto y desapareció.¡No sé donde encontrarlo y no puedo llamar a Thor al móvil porqueno tiene!
Steve escuchó todo aquello, asintiendo con la cabeza, escuchando amedias, ya que parte de su atención estaba puesta en aquellas orejasy cola de conejo que el pequeño Tony lucía.
Parecían tan suaves.......¿serían realmente así? ¿Podríatocarlos? Tony parecía molesto, pero de verdad que lucí adorable deaquel pequeño modo. Era como si, al hacerle más pequeño, sulindura se hubiera comprimido y se hubiera echo más evidente.
-¡Eh! ¡¿Me estás escuchando?!- le replicó Tony rabbit,acercándose al rostro de Steve, haciendo que este se pusiera algorojo.
-Perdona- se disculpó Rogers.-Pero....es que estás tan adorableasí.
-¡¿Crees que es un buen momento para eso?!- le gritó Tony,enfadado.
-Pero.....mírate- siguió comentando el capitán.-Mira esas orejitasadorables. Y esa cola esponjosa que se mueve cada vez quegritas....-comentó, estirando poco a poco una mano hacía él.
-¡Eh! ¡Capitán!- gritó este, haciendo que Steve se detuviera.-¡Nosoy un juguete! ¡Se suponía que hoy íbamos a celebrar un díaespecial juntos y el estúpido hermano de Thor me ha hecho esto!¡Tenía un lugar especial reservado!
-Pues cenaremos aquí. No pasará nada por quedarnos una noche encasa. Además, no hay nadie más en el complejo.
-Peroyo quería celebrar nuestro primer San Valentín de un modo especial-se lamentó el Tony rabbit, haciendo que sus lindas orejas cayeranhacía abajo por la pena.
Steve abrió aún más los ojos al verle hacer eso y volvió aestirar la mano hacía él.
-Lo siento, Tony. Pero no voy a poder contenerme.Necesito.....necesito tocar esas orejas, aunque sea un momento.
-¡¿Eh?!- exclamó este, alzando la cabeza hacía él.-¡¿Te pareceeste un buen momento para hacer eso?!
-Pero......no puedo resistirlo.
Tony pensó en echar a correr por un momento, pero era Steve el quele pedía que le dejara tocarlo. Su día de San Valentín ya se habíaechado a perder. ¿Qué problema había porque le tocara aquellasestúpidas orejas que le habían aparecido?
Permaneciendo quieto, dejó que la mano de Steve llegara hasta él y,permaneciendo quieto, notó como empezó a acariciarle estás concuidado, haciendo que una corriente de placer recorriera todo supequeño cuerpo, haciéndole jadear.
(El tamaño de la imagen no equivale al tamaño del Tony-rabbit. Imaginaos algo del tamaño de un niño)
-Oh, perdona.¿Te he hecho daño?- le preguntó Steve, echando lamano hacía atrás, asustado.
-No. No me has hecho daño. Es solo que.....se ha sentidodemasiado......bien.
Cuando dijo aquello, avergonzado, mirando a otra parte, Steve no pudoevitar sonreír a su vez, entendiendo lo que había ocurrido.
-Oye, ¿por qué no mejor comemos algo antes de ver como funcionanesas cosas que te han salido?- preguntó Rogers.
-Me parece buena idea.
Y, cuando Steve se puso en pie, Tony alzó los buenos hacía él.
-¿Qué haces?- le preguntó el rubio al verle hacer aquello.
-¿A tí qué te parece? Soy pequeño. Me cuesta moverme y llegar alos sitios, así que tú tendrás que llevarme en brazos.
Aquello hizo que un nuevo sonrojo invadiera el rostro de Steve.
-¿Cómo si fueras una.....princesa?
-¡¿Eres idiota?! ¡¿Por qué iba a querer que me cogieras como sifuera una princesa?! ¡Solo necesito que me lleves hasta algún lugaralto donde puedas dejarme!
Steve asintió y, agachándose, tomó a este entre sus brazos y lopuso contra su pecho, como si llevara a alguna especie de bebé.
Tony estaba a punto de morir de vergüenza al verse tratado de esemodo, necesitando de los demás solo para moverse. Pero, al menos, setrataba de Rogers y no de ningún otro miembro del equipo.
No quería ni imaginarse lo que dirían Falcon o Clint si le vieranen ese estado. Las fotos y las risas no tendrían fin.
Rogers le dejó sentado sobre la mesa de la cocina mientras él iba aechar un vistazo a la cocina para ver qué podía preparar paracenar.
-Lamento haber estropeado nuestro primer San Valentín- se disculpóTony, observando aquel pequeño cuerpo donde se encontraba atrapado.
-¿Estás de broma?- le dijo Steve.-Salir a cenar es algo que hacentodos, pero, ¿cuantas parejas pueden decir que uno de ellos setransformó en un pequeño conejo adorable en su primer SanValentín?- comentó este de buen ánimo, mientras cocinaba.
-No digas que soy adorable. Eso no suena nada masculino.
-Pero es que es lo que eres. Eres pequeñito, con orejas y colaadorables.....Eres un lindo conejito- comentó este con una sonrisa.
Tony lo observó con atención, esperando ver si se estaba burlandode él de alguna manera. Pero Steve parecía estar hablandocompletamente en serio.
Tras preparar algo sencillo, Rogers llevó los platos y los cubiertosa la mesa.
-¡Ta-chán!- exclamó tras dejarlo todo delante de Tony.-Son unossimples espaguetis, pero ya me he dado cuenta que las verduras no sonlo tuyo.
-Cualquier cosa estará bien. Gracias- comentó este.
No era como se había imaginado pasar con Steve su primer SanValentín.
Había reservado todo un restaurante para ellos dos solos y habíahecho que lo ambientaran como si se encontraran en los cuarenta.Había preparado dos trajes, uno para él y otro para Steve, para queeste pudiera sentirse en casa de nuevo. Pero, con aquel estúpidoencuentro con Loki, todo se había ido al garete.
-Eh. No estés triste- le dijo Steve, colocando su dedo debajo de labarbilla de este y haciendo que alzara la cabeza.-Encontraremos unmodo para solucionar esto, ¿de acuerdo? Pero, por ahora, disfrutemosde la cena.
Tony acabó asintiendo, pero fue Steve el que tenía que darle decomer, ya que, con su nuevo tamaño, le costaba aferrarse a lascosas.
Sin embargo, a pesar del trabajo, Steve parecía encantado de estaralimentándole y dándole de beber. Más parecía que disfrutaba conel cambio.
-¿Por qué te ves tan feliz?- le espetó Tony cuando se dio cuenta.
-Bueno......Normalmente, tú lo organizas todo y sabes apañarte parahacer cualquier cosa, pero, ahora, con ese tamaño, dependes de mí.Es agradable sentir que te necesitan, aunque sea de vez en cuando.
Aquello dejó a Tony en momento paralizado.
-Yo siempre te necesito, cap.
-Ya- murmuró este, removiendo el contenido de su plato.
-¡Es cierto!- exclamó Tony, haciendo que lo mirara.-Si no fuera portí, la mitad del equipo se habría ido y la otra mitad me odiaría.Tú me ayudas a mantenerlos a todos unidos, como si fuéramos unagran familia.
-¿De verdad piensas eso?- le preguntó Steve, apoyando su rostro enuna mano mientras le contemplaba.
-Por supuesto. Además, ¿qué sería de mí si no estuvieras túaquí?
-Supongo que estarías rodeado de mujeres.
-Y, al final del día, estaría solo al igual que al empezar. Túcambiaste eso, cap.
-¿De verdad lo crees?
-¡Pues claro que lo creo!- exclamó Tony rabbit, poniéndose en pieen la mesa de la cocina.-Yo no sería el que soy ahora si no hubierasido por tí.
Ambos echaron un vistazo al nuevo cuerpo de Tony.
-Bueno.....tú ya sabes lo que quiero decir.
-Sí, creo que te he entendido- le dijo Steve, dirigiéndole una deaquellas sonrisas luminosas suyas.-Gracias.
-Yo ya he terminado de comer- le dijo Tony rabbit.-¿Qué hacemosahora?
-¿Vemos una película?-sugirió Steve, tomando a este en brazos yllevándolo de vuelta al salón.-Parece apropiado ver una películade amor en el día de los enamorados.
-Oh. ¿En serio? ¿Y en qué estaba pensando?
-Wanda me recomendó algunas. Pero, al parecer, se lloran en lamayoría.
-Sí, creo que es algo que va implícito- comentó Tony cuando Stevelo dejó en el sofá.
-Por eso vemos a ver una de los clásicos. Aún no me he puesto muchoal día con esta temática. Aún estoy tratando de entender ladiferencia entre Star Trek y Stars Wars.
-No digas eso en cualquier parte o podrían acabar linchándote,capitán.
-Lo sé, lo sé- afirmó este, riendo, poniendo un DVD y, sentándoseen el sofá, puso al pequeño Tony sobre sus rodillas.
-¿En serio?- preguntó este cuando se vio así.
-¿Qué ocurre?- le preguntó Steve a su vez.
-¿Crees que me gusta estar en esta posición?
-Por eso aprovecho ahora, que eres pequeño, y no cuando vuelvas aser grande y pondrás más quejas. Además, quería seguir tocándotelas orejas. Son tan suaves.
Tony le dirigió un puchero molesto, pero no añadió nada másmientras volvía la vista hacía la pantalla, dejándosecompletamente en manos de Steve.
Este no pudo evitar sonreír de contento cuando vio que Tony no leponía más pegas, así que, alzando ambas manos en esta ocasión,empezó a acariciar con cuidado aquellas adorables y aterciopeladasorejas.
-Son tan suaves- murmuró el capitán, sin poder evitarlo.
Realmente, eran como si estuviera tocando terciopelo , pero unterciopelo cálido y que parecía contener el aliento cada vez que lohacía.
-¿Cómo se siente cuando hago esto?- le preguntó Rogers,acariciando sus orejas.-¿Se siente agradable?
-Se siente como......como si alguien me.....acariciara por todaspartes.
-¿Por todas partes?- repitió Steve, frunciendo el ceño, pero aúnsonriendo.
-Sí. Ya sabes. Siento escalofríos por todo el cuerpo.
-Pero escalofríos agradables, ¿verdad?
-Tú ya lo sabes- le reprochó Tony rabbit, volviendo la cabeza hacíaél, enfurruñado.-Por eso querías acariciarme las orejas de nuevo.
-Bueno......sabía que se sentía agradable para tí- admitió Steve,sin dejar de acariciarlo.-Pero, en verdad, nunca había acariciadoalgo tan suave como esto.
Tony no respondió nada a eso porque lo único que podía hacer enaquellos momentos era temblar entre las manos de Steve, sintiendocomo el cosquilleo que este le provocaba en aquellas orejas seextendía hacía todo su cuerpo, despertando cada célula de aquelpequeño cuerpo suyo.
-Te.....te estás apro.......aprovechando de.....esto- jadeó Tony,incapaz de hablar de un modo normal.
-¿Yo? Claro que no. Es solo que no verás todos los días a tu novioconvertido en un adorable conejo en el día de San Valentín- afirmóRogers.
-Deja de decir que......que soy adorable- se quejó Tony rabbit.
-Pero es que lo eres- afirmó Steve.-A penas puedes respirar y estástodo sonrojado. Estás verdaderamente adorable.
Aquello solo hizo que Tony se molestara aún más.
Cogiendo sus orejas, las puso lejos de las manos de Steve.
-¡Eh!¡¿Por qué me las quitas?!- se lamentó el grandullón,dirigiéndole una mirada lastimera.
-Porque yo no tengo que ser el único que acabe así este día- ledijo este a su vez.
Y, antes de que Steve pudiera entender lo que había querido decir,este se lanzó hacía el cierre de sus pantalones, abriéndolos condemasiada facilidad.
-¡Espera! ¡Para!- le gritó Steve, tratando de detenerlo.-¡Notienes que hacer eso!
-Claro que sí- afirmó Tony rabbit.-Tú has estado jugando conmigo,así que ahora me toca a mí jugar un poco contigo.
Antes de que Steve consiguiera apartarlo, Tony ya se encontrabalamiéndole, haciendo que echara la cabeza hacía atrás en el sofá,dejando que un jadeo escapara de entre sus labios, empezando atemblar.
Tony y él habían hecho cosas parecidas en ocasiones anteriores,pero siempre en la intimidad de sus cuartos, donde sabían que nadieles vería ni oirían.
Sin embargo, ahora estaban en mitad del salón, donde cualquiera quepudiera entrar en el complejo podría encontrarlos. Y, desde luego,no era una situación que quisiera explicarle a nadie.
-Tony, para- jadeó, tratando de parar a la pequeña figura que habíasobre él.
-¿Por qué debería parar?- le preguntó este, apartando su bocapara poder hablar, pero no así sus manos.-Si a ti parece encantarteesto.
-No.....no está bien.....hacer esto.....aquí- jadeó esta de nuevo.
Le costaba pensar con la suficiente claridad como para formarpalabras o frases coherentes en su cabeza antes de decirlas si esteseguía trabando en su cuerpo de ese modo, sabiendo de sobra dondetocar o lo que hacer para tenerlo en sus manos.
-A mi me parece que está bien aquí- comentó Tony, lamiéndolo denuevo, haciendo que todo el cuerpo de Steve se agitara de arriba abajo, soltando un gemido.-Tengo aquí una grande zanahoria que debocomerme.
Aquello solo hizo que los pocos nervios que Steve conservaba sedeshicieran del todo mientras notaba la boca de Tony de nuevo sobreél, haciendo que el aire de sus pulmones escapara por su gargantaincluso sin pretenderlo.
A pesar de su pequeño tamaño, Tony parecía tener la medidaperfecta para jugar de aquel modo con él, como si aquel tamaño nohubiera sido escogido al azar.
-Vaya- comentó Tony, moviendo sus manos arriba y abajo sobre él,convirtiendo a Steve en a penas una mesa temblorosa.-Ya estás mojadoaquí.
Y, cuando dijo aquello, lamió de nuevo al extremo del miembro deeste, haciendo que Steve jadeara, aferrándose con fuerza al sofá,necesitando clavar las manos en algún sitio.
-Siempre has sido tan fácil de encender, cap- le comentó Tony, sindejar de trabajar sobre él.
Pero Rogers a penas podía respirar sin que una bocana de alientocálido emergiera de él, sintiendo como si todo su cuerpo estuvierabullendo dentro de él.
-Tony, por favor- jadeó, pidiéndole que terminara con aquello.
Si seguía de aquel modo, no podrás contenerse y acabaría dejándoseir contra aquella pequeña boca que estaba sobre él.
-Tranquilo, cap. Ya falta poco- afirmó.-Estoy a punto de devoraresta zanahoria grande de aquí.
Steve pensó que no era posible, pero, conforme más trabajaba Tonysobre él, más sentía que perdía el control sobre su cuerpo,sabiendo que a penas podría contenerse antes de dejarse ir del todo.
Su cuerpo estaba temblando de tal forma que creía que sus huesospronto se desvanecían y no quedaría nada para sostenerle, quedandocomo un ser sin forma que Tony seguiría torturando a placer duranteel tiempo que le viniera en gana.
-No te contengas, capitán. No hace falta que lo hagas- afirmó este.
Y, como si sus palabras hubieran tirado de una cuerda invisible en suinterior, Steve no pudo controlarse a sí mismo por más tiempo y nole quedó de otra que dejarse ir contra este, viendo como los labiosy manos de Tony estaban sobre él.
Se abandonó de tal modo que, cuando todo acabó, no estuvo muyseguro como poder reconstruir se a sí mismo de nuevo.
Pero tampoco era que Tony le fuera a dar lugar para ello.
Mientras se acomodaba sobre las piernas de Steve, donde el mismorubio le había colocaba alegremente antes, sin saber lo que estepodría acabar haciéndole, Tony comenzó a alzar la camiseta deSteve y, antes de que este pudiera pararle, se introdujo dentro,comenzando a besar, mordisquear y acariciar su pecho.
-¿Qué.....qué haces ahora?- soltó Steve, pareciendo alarmado.
Aún no se había recuperado. No estaba preparado para algo más.
-Jugar un poco con mi juguete favorito- fue lo que este le dijo,moviéndose por debajo de la tela.-No creerías de verdad que dejaríalas cosas así, ¿no?
Pues sí. Eso era lo que había esperado en realidad, que Tonyobtuviera su pequeña venganza después de que Steve hubiera jugadocon sus orejas de aquella manera, sabiendo como afectaba a este quehiciera aquello.
En esos momentos, Tony se encontraba mordisqueando su pecho mientrasaquellas orejitas suyas acariciaban su piel, haciendo que este nopudiera evitar jadear de nuevo al sentir como su piel volvía adespertarse.
Era como si, de algún modo mágico, todo lo que Tony acabarahaciéndole siempre acabara teniendo algún tipo de reacción sobreél, quisiera o no.
-No parece que te disguste esto, capitán- comentó Tony, moviéndosepor debajo de su camiseta como quería, sonando satisfecho con lo queestaba haciendo.
Pero Steve era incapaz de hablar en aquellos momentos.
A penas había podido tomar algo de aire antes de que este hubieravuelto a la carga y todo él se encontraba sonrojado y jadeante.
¿Cuanto placer podría soportar su cuerpo antes de que este sedeshiciera por completo, rompiéndose en cientos de trozos?
Tal vez, de haber podido seguir con aquello un rato más, habríaacabado avergonzándolo pero, tras oír un fuerte golpe en lo queparecía ser la puerta principal del complejo, lo soltó.
Tony emergió de debajo de su camiseta y creó una pantallaholográfica delante de él para hacer que estaba haciendo otra cosa.
Aunque el capitán aún estaba jadeando cuando Thor entró en elcuarto, arrastrando a un detenido Loki, el cual lucía esposado.
-¿Qué estabais haciendo?- preguntó el dios del trueno,contemplando aquella escena.
No era lo primero que este iba a decirles, pero, fue lo primero queemergió de su boca cuando entró en aquel cuarto.
-¿Acaso necesitas preguntas, idiota?- le dijo Loki a su vez.-Creoque está más que claro lo que estaban haciendo.
-¿Por qué has traído a ese aquí?- le dijo Tony, señalando a Lokicon disgusto.
-Mi hermano había conseguido escapar de Asgard de nuevo, así que mideber era dar con él y parar lo que fuera que estuviera haciendo.Pero, cuando lo he detenido, me ha dicho que lo único que habíahecho era transformar al hombre de metal. Venía a que rompiera suabsurdo hechizo antes de que volviéramos nuestros hogar.
-¡Bien! ¡Pues que lo resuelva ahora mismo!- le dijo Tony.
-Como ya le he dicho a este idiota antes, no puedo deshacer mihechizo- les soltó Loki, tratando de liberarse de sus esposas.
-¿Cómo que no se puede?- comentó Steve, tratando de lucir normalde nuevo.
Nadie en aquella sala iba a comentar lo que allí había ocurrido.Jamás dirían lo que Tony y Steve habían estado haciendo y, con eltiempo, acabarían olvidando aquel asunto. O, al menos, eso era loque esperaba.
-Es un hechizo de juego- les dijo Loki, de mala gana, como si noquisiera perder su tiempo explicando nada.-Ese hechizo se creó paraque desapareciera por sí mismo después de que......
Loki no pudo terminar de hablar, ya que la figura de Tony parecióexplotar con un sonoro ''pluf'' antes de eso, llenado el cuarto dehumo.
Para cuando este acabó de disiparse, un Tony normal estaba sentadosobre las piernas de Steve.
-Después de que el hechizado jugara un poco con su pareja- terminó dedecir Loki.
Aquello solo sirvió para que Steve se sonrojara aún más, ya quelos dos dioses allí presentes acaban de saber a ciencia cierta loque habían estado haciendo.
-Oh. Bueno- comentó Thor, el cual no parecía saber muy bien hacíadonde mirar en aquellos momentos.-Pues.......si las cosas han acabadopor resolverse por si solas, será mejor que nos vayamos.
-Y seré mejor que ahora lo vigiléis como es debido- le soltó Tony,levantándose de un salto de las piernas de Steve.-No queremos quevuelva cada dos por tres y vuelva a provocar un desastre.
-Me aseguraré de que acabe en un lugar donde no vuelva de hacer dañoa nadie- afirmó Thor, pareciendo que hablaba completamente serio.
-Bien.
Despidiéndose del dios del trueno, observaron como este pedía aHeimdall que abrir el portal, haciendo que unas nubes oscuras searremolinaron sobre el complejo de los Vengadores.
-Nos veremos pronto, compañeros- les dijo Thor.
-Pero que sea por unas buenas noticias por una vez- le dijo Tony a suvez.
Y, con una sonrisa, ese dios rubio, junto con su hermano, acabarondesapareciendo, dejándoles un bonito dibujo sobre el césped de laentrada.
-Dios. Lo sabían todo- comentó Steve, llevándose una mano alrostro, completamente sonrojado por la vergüenza.
-Bueno....tampoco es que sea algo tan grave- comentó Tony, mirandoel cielo.
-¿Qué no?- le dijo Steve, volviendo la vista hacía él.
-Todos saben ya que nosotros estamos en una relación. ¿Crees queninguno ha sospechando que hacemos algo más que dormir cuando vamosal cuarto del otro?
Aquello solo sirvió para que Steve se sonrojara aún más.
Una cosa era que el grupo supiera que estaban en una relación, peroni se le había pasado por la cabeza pensar que todos sospecharíanlo que ambos hacían juntos por las noches, cuando compartíanhabitación.
-Y, hablando de lo que hacemos en nuestro cuarto......- comentóTony, acercándose a este hasta dejar su mano sobre el pecho deSteve.-¿Por qué no volvemos a dentro y terminamos lo que habíamosempezado? El día de San Valentín aún no ha terminado.
-¿Qué? ¿Aun no has temido suficiente?- le soltó Stevesorprendido.
-¿Crees que solo con eso podría tener yo suficiente?- le dijo Tony,susurrándoselo, mientras lo miraba fijamente, haciendo que Stevesintiera la garganta repentinamente seca.-Además, tenemos queaprovechar que vuelvo a tener mi cuerpo normal.
-Echaré de menos esas suaves orejas- murmuró Rogers.
-Bueno......déjame trabajar un poco en ello y ya veremos lo que hepodido hacer- afirmó Tony, envolviendo la cintura del capitán conuna mano mientras lo conducía de nuevo al interior delcomplejo.-Ahora tenemos cosas más importante que hacer, ¿no teparece?
Findel capitulo especial.
Bueno......esperoque todos aquellos que os hayáis pasado por aquí en este día tanseñalado os haya gustado este pequeño especial de San Valentín,mezclado con un poco de humor, para endulzar este día.
Esperabaque me saliera un poquito más largo, la verdad, pero, ¿qué levamos a hacer? Teniendo en cuenta que la ultima vez que hice unone-shot fue......ummmmm ¿cuando fue? Creo que cuando hice miprimera historia del The Hobbit. Sí, creo que ese fue el ultimoone-shot que hice, así que ha llovido un poco desde entonces y me heoxidado en ese respecto.
Misideas ahora siempre se extienden para varios capítulos.
Peroespero que la idea de un pequeño Tony rabbit torturando el cuerpodel Capitán América os haya gustado y divertido a un mismo tiempo,del mismo modo que me he divertido yo mientras lo escribía,imaginándome la cara que pondrían unos y otros o como reaccionaronThor y Loki cuando entraron a esa sala y vieron las caras de Tony ySteve jadeando en el sofá, aún sin recuperarse del todo.
Nosseguiremos leyendo en mis otras historias si así lo queréis y, comosiempre, me despido de vosotros deseándoos que os mantengáis sanosy nos seguimos leyendo. Disfrutad de este día y muchos besos ycorazones. Bye!!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top