CAP 3

Narradora:

Las elecciones habían comenzado con normalidad, los candidatos están en sus posiciones y Vegetta comenzaba un discurso breve antes del turno de quiénes compartían escenario.

- Y, bien eso es todo, por ahora- dijo con una sonrisa- por el momento es hora del discurso de cada candidato de Karmaland- señalando así a los candidatos-.

- ¿Qué hace ahí un cerdo?- preguntó alguien del público presente.

- pues...la verdad no se que hace ahí, pero también es un candidato, así que por lo pronto se queda- nadie más quiso cuestionarle nada más al "loco de la mansión".

Así los discursos dieron inicio, la hora de nuestro querido amigo Luzu había llegado, sus manos le sudaban y estaba a punto de romperse en sus propios nervios.

- am... Bueno yo- no puedo terminar de hablar ya que un jitomate le cayó en la cara sacándole un pequeño susto, lo próximo que sintió fue otro y otro más, todos ellos cayendo le encima suyo no puedo ni terminar de decir una frase entera sin esquivar o limpiarse la cara.

Todo salió tán mal que los Karmaladienses estaban más emocionados por un cerdo que por el, quién dió su máximo todo esté tiempo.

Entre cada cosa la hora de las votaciones llegó, el estaba aún en el escenario, solo que no estaba parado, se sentó una vez que todos se dirigieron a la parte trasera del escenario, en ese momento se sentía bastante mal, deseaba que su amigo psicólogo estuviera ahí para el, que le dijera que apesar de todo ésto, le salió bien, pero solo era un deseó que por cada segundo se esfumaba.

Vegetta salió con la urna, en ese momento se paró y se arregló un poco- les pido a todos que se reúnan en el escenario, incluyendo a los candidatos- Luzu respiro y se puso en su posición de candidato

- bien quiero decir que hubo un empate- guardó silencio unos segundos lo suficientemente largos para que todos comenzarán a susurrar - aún nos falta UN voto para contar - según Luzu y todos en general, Vegetta suele hacer paradas dramáticas según el para darle emoción.

- el de Auron..- susurraron todos.

- así es...- tomo su celular un momento y revisó el grupo de todos ellos junto con Lolito, Luzu no lo hacía ya que a la hora su salir con las prisas se le olvidó.

- ¿votó al cerdo...?- preguntó uno de los presentes que por cierto es su amigo el oso.

- ¡¡ASÍ ME DICE!! ¡¡SOY ALCALDE!! ¡¡LO LOGRÉ MAMÁ!!- grito saltando por todas partes.

Luzu no podía creerlo, el dolor que sintió en ese momento no lo dejaba pensar, su mente quería creer que no era cierto hasta que su amigo de ojos morados hablo finalmente.

- efectivamente, Lolito es nuestro alcalde- dijo yéndose por un momento para conseguir el traje de alcalde.

Los fuegos artificiales no tardaron en aparecer y con ellos sus ilusiones todo por lo que había trabajado, se había ido por el caño.

- ¿lo vas a dejar así?- una voz dentro de su cabeza le hablo, en ese momento no quería pensar, así que tomó su arco y lo tensó en contra del actual alcalde.

Los reclamos no tardaron en hacer presencia, pero el no les tomo mucha importancia, soltó la flecha cerca de la cara del alcalde solo rozando su mejilla.

En el momento en el que vió la sangre caer por la mejilla de Lolito se dio cuenta de lo que había hecho, dio un paso hacía atrás y corrió a su casa, sabía que el momento de tomar su medicina había llegado; pero en cuanto entró a su territorio llegó el resto de sus "amigos" en el momento que los vió subir de nuevo esa voz volvió.

- ¿Dejaras que ellos se burlen de ti? ¿Lo vas a seguir permitiendo?- mientras decía eso, Luzu podría jurar como sentía que le tomaba de las manos tán amablemente que no puedo resistirse a ese toqué, cuándo comenzaba a despertar el arco apuntaba a sus amigos heridos, no solo por sus flechas, si no también por sus torretas que no habían estado activas desdé un tiempo atrás.

- ¡¡NO SE VUELVAN A HACERCARSE AQUÍ O A MI SIN MI PERMISO!!- nunca le había gritando así a nadie, ni cuando estaba muy molesto, definitivamente necesitaba tomar esas pastillas, pero en cuanto vió a todos irse por su propia cuenta bajo el arco y fue directo a su recámara, ahí tenía su medicina.

- si tomas eso me dormirás y no podrás defenderte solo LUZU - dijo la voz de su cabeza con un toque de superioridad.

- Si me dices quién eres... Me lo pensaré - Miro por un momento la medicina de entre sus manos.

- No tienes que pensar nada, llámame "Evil" y yo fuí quién corrió a todos y puedo hacer más que eso, te lo aseguro, ya no sufrirás, no te sentirás solo ni triste, te lo aseguro...permíteme guiarte -

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