Extremely wicked

Por: Aayla Le Fay (4682689_A

Sipnosis: SEELE ha decidido iniciar la ejecución del proyecto de instrumentalización humana. Un nuevo y misterioso piloto es enviado a los cuarteles de NERV y Shinji Ikari parece estar muy contento por ello. ¿Pero quién es en realidad Kaworu Nagisa y qué tipo de secretos oculta?

---

Era extremadamente malvado, se dijo Shinji mirando la playa al atardecer, extremadamente malvado el que lo hubiera engañado de esa forma. Había tomado ventaja de su vulnerabilidad, de que se sentía solo y con ganas de ser amado. El ángel vio esto en él y lo engañó, se aprovechó de eso para querer generar el tercer impacto. ¿Pero qué era más malvado? Que el ángel hubiese engañado a Shinji o el hecho de que esa entidad le dijera que quería morir en manos de él. El joven hijo del comandante Ikari consideraba ambos actos crueles e innecesarios, y lo peor que esa entidad obligara a Shinji a cometer el peor de los crímenes: Matar a la persona que realmente amaba. Sí, era extremadamente malvado como la mayoría de su especie. Entonces Shinji comenzó a recordar cómo había empezado todo.

Una semana antes.

Misato había llevado a Shinji, Rei y Asuka de vacaciones a una cabaña alejada de la ciudad que según la propia tutora del chico de cabello café oscuro y la muchacha pelirroja, era donde ella y su padre iban de vacaciones o mejor dicho donde su padre trabajaba experimentando o enviando reportes, y ella se divertía jugando en el mar y explorando por allí. Misato como de costumbre estaba muy emocionada por visitar aquel lugar de su niñez estuvo hablando de aquella cabaña todo el rato. En cuanto llegaron al lugar, la famosa cabaña estaba localizada en un bosque en medio de una montaña con vista hacia el mar con mucho trabajo los cuatro llegaron a ella. Como era de esperarse, Asuka fue la primera en quejarse.

—¡Ashhh! ¿Esta es tu cabaña de la infancia? —exclamó la pelirroja arqueando una ceja, mientras veía con desagrado cómo un mosquito zumbaba por allí.

—Je, je. Vamos, será divertido —dijo Misato— ¡Vengan!

La mujer abrió la puerta de la cabaña con una llave que estaba localizada debajo de un felpudo cubierto por una grama de polvo, la llave estaba oxidada y vieja. Al abrirla, ésta emitió un ruido escandaloso. El lugar como la misma puerta y el felpudo estaban llenos de telarañas. Al frente de la casa había una chimenea vieja, un cuadro de frutas descolorido y una mesa con una botella de whisky a un lado. Misato agarró la botella observándola detalladamente.

—Mmm... creo que tendremos que ir a la tienda a comprar alcohol.

—¿Y nos vamos a quedar aquí? —preguntó Asuka, asqueada en el momento en que vio una rata pasarse rápido.

—Claro. ¡Será divertido! —reiteró la mujer, animándolos. 

—¿Pretendes que limpiemos? —se quejó Asuka.

—A menos claro que quieras dormir con polvo —dijo Misato sarcástica.

Por supuesto, Shinji y Rei no se quejaron de tener que limpiar. Asuka anduvo un tanto escéptica pero finalmente tuvo que aceptar después de ver que el suelo, donde iban a dormir, estaba todo empolvado y lleno de cucarachas.

Cuando terminaron de limpiar, Misato los llevó al mar donde contemplaron el atardecer. El paisaje por supuesto para Shinji era bonito pero no era nada del otro mundo, de nuevo sentía que no encajaba completamente ahí y también que algo le faltaba. Recordó un poco a Touji y cómo había fallado en protegerle, todo por culpa de Gendo Ikari, a quien Shinji le guardaba un feroz rencor.

Shinji echó un suspiro prolongado mientras contemplaba a las muchachas; Asuka y Misato conversaban mientras que Rei leía una novela de Tanizaki bajo una sombra. Como siempre, la taciturna de Rei no había emitido ninguna palabra desde que arribaron a la playa ni ante la suciedad de la cabaña.

A pesar de que Shinji se esforzaba en querer entender a Rei, la verdad es que no era tan diferente de Asuka; las dos ponían barreras, la pelirroja en su agresividad y Rei en su pasividad. En ocasiones, a Shinji le gustaría hablar con alguien que no pusiera barreras; estaba Misato pero ella era demasiado obtusa en sus insinuaciones y Shinji, a pesar de que estaba agradecido con ella por haberse ocupado de él desde que llegó a Nerv, la verdad no le tenía demasiada confianza.

Por otro lado, la personalidad muy extrovertida de Misato le daba la impresión a Shinji que lo juzgaría por sus decisiones. Además a pesar de que Misato quería aparentar que todo estaba bien, Shinji notaba que ella seguía extrañado a Kaji. Misato casi todas las noches lloraba en silencio mientras bebía varias cervezas. Shinji intuía que lo hacía para permanecer ebria la mayor para del tiempo y olvidarse de su enamorado.

---

Ya en la noche, los chicos regresaron a la cabaña del padre de Misato. Shinji se preparó para dormir mientras contemplaba la noche junto con el sonido de los grillos a lo lejos también se veía el gran mar. Shinji pensó que Misato fue muy afortunada de niña pues aquella cabaña debió haberla llenado de tantas dichas al tener un gran bosque y la playa para poder jugar. Eso claro, antes de la llegada del Segundo Impacto.

¡Cuánto mal les habían hecho los ángeles a los humanos! Meditó Ikari.

El muchacho hubiese contemplado un poco más el bosque y el mar sino fuera porque una irritante voz femenina lo interrumpió.

—¡Apúrate tarado que necesito ir al baño! —gritó Asuka.

—Sí, sí. Ya voy —respondió Shinji vacilando.

Cuando los tres estuvieron listos para dormir en los sleeping bag, Shinji se acurrucó contra su cuerpo, y puso su walkman para intentar conciliar el sueño. Asuka ya se había quedado dormida, y comenzó hablar en sueños, decía el nombre de Kaji mientras que un leve sollozo acompañaba sus murmullos. A pesar de que tenía puestos los audífonos, Ikari aún podía escuchar a Asuka murmurar. Sabiendo que no podía dormir con su compañera hablando en sueños, Shinji decidió salir de la cabaña a contemplar la noche.

El joven abrió la ventana y observó que Rei estaba sentada en las escaleras de la cabaña contemplando el mar y escuchando el sonido de los grillos. Tratando de acercarse a ella,  preguntó:

—Ayanami, ¿tú tampoco puedes dormir?

La joven volteó a mirar a Shinji con aquellos emblemáticos ojos rojos y asintió. El castaño solo pudo sentarse a su lado y durante varios minutos permanecieron sin hablar, hasta que él decidió romper el silencio.

—¿Han habido otros reportes de ángeles?

—No —dijo Rei.

—Según lo que me dijo la doctora Ritsuko, todavía queda un último ángel más antes de que todo termine.

Rei permaneció en silencio. Shinji se sintió más solo mientras que sentía que había logrado tener un comienzo con ella ahora todo era diferente. No podía sacarse de la cabeza los millones de clones, que junto con Ritsuko y Misato habían encontrado en aquella instalación. Shinji creía que a lo mejor Rei podía al menos acordarse de lo que la otra Rei sentía por él, pero no, todo estaba en blanco.

¿Realmente esta nueva Rei estaba viva? ¿O era solo una muñeca como la describía a menudo Asuka? Por otra parte, Shinji recordaba cómo la doctora Ritsuko había destruido los nuevos clones de Rei, el muchacho pensaba que en caso de que Rei muriese nuevamente contra el último ángel, sería la última vez que la vería.

La última imagen de su madre.

Mientras tanto, Misato se encontraba en la sala de estar de la cabaña, bebiendo y llorando por la muerte de Kaji de nuevo, quería beber hasta caer inconsciente, hasta perder la noción del tiempo. La realidad era demasiado dura para afrontarla.

Misato bendecía el licor, pues su sabor y el hecho que le hicieran olvidar, era un buen escape. En su etapa de aventurera y chica universitaria, cuando se sentía sola generalmente escapaba con algún amante para tener sexo desenfrenado. El sexo también la ayudaba a olvidar su soledad, y con Kaji había conseguido eso, a pesar de que en la universidad habían un montón de chicas que le tenían envidia por ser muy popular con los hombres.

Generalmente, Misato al llegar a la universidad observaba a un grupo de chicas murmurar a sus espaldas y decir: "Allí viene la zorra de Misato", "¡Vaya mujerzuela!", "Pobre del hombre que se case con ella, lo va engañar a los tres meses de matrimonio". En aquellos tiempos, a Misato esos comentarios no le importaban, ya que sabía eran motivados por la envidia de las mujeres que no lograban tener tanto éxito con los hombres como ella.

Pero ahora le dolían esos comentarios porque eran verdad, todo lo que esas mujeres decían sobre su promiscuidad era cierto. El hecho de que utilizaba el sexo para escapar, justo como con el alcohol, eran verdad. Y ahora se encontraba sola en el mundo, sin nadie a quien recurrir. La mujer de cabello azul se llevó la mano derecha su frente mientras que con la otra seguía bebiendo su tercera cerveza. Cuando pensó que estaba a punto de caer en la locura del alcohol, una llamada la desconcertó. Era Ritsuko.

—¿Sí?

—Misato, qué bueno que no estás dormida todavía.

—Estaba a punto de dormirme. ¿Qué quieres?

—Quería decirte que ya pueden regresar a NERV. Los cambios ya se han efectuado.

—¿Nos sacaron de NERV solo por unos cambios?

—Órdenes del comité. Por cierto, sé que ahora andas ebria o tal vez ya te estás poniendo borracha, pero es necesario que lo anotes y lo recuerdes. El comité envió a un quinto niño elegido.

—¿Un quinto niño? —inquirió Katsuragi— ¿Quién es?

—Es confidencial. SEELE no ha dado mayor información, solo nos dijeron que llegara el lunes por la mañana.

Misato como pudo siguió las instrucciones de Ritsuko y anotó la llegada de un nuevo miembro que colaboraría con Asuka, Shinji y Rei, por lo que a la mañana siguiente una gran camioneta de NERV llegó a la entrada de la cabaña del padre de Misato.

La camioneta la conducía Maya, quien llegó junto con Ritsuko. Misato sonrió por debajo, Ritsuko conocía bastante bien el hecho de que la mujer de cabello azul no podría manejar hasta la ciudad, por lo que la doctora Akagi se encargó de trasladarla junto con sus chicos de vuelta a NERV.

---

A la mañana del lunes, los chicos notaron los cambios efectuados en la enorme instalación. Había más personal de seguridad de SEELE, asimismo, habían varios doctores que trabajaban directamente con el comité. Por supuesto, ni el Comandante Ikari ni el Vice-comandante Fuyutsuki les habían dado mucha información sobre por qué ahora la presencia de SEELE era ahora más alta.

El Comandante Ikari solo les dijo a Misato que llevara a los chicos a la plataforma de aterrizaje para recibir al quinto niño elegido. La mayor enlistó a los tres muchachos mientras los llevaba a la azotea de NERV. El clima estaba despejado y no había ninguna ave en el cielo.

La doctora Akagi se estaba impacientando debido a que la llegada del quinto niño se demoraba demasiado. Pasaron alrededor de 20 minutos y ningún helicóptero aparecía ni se veía a distancia, para colmo el calor se volvía cada vez más insoportable. Asuka comenzó a quejarse.

—¡Qué impuntuales y qué desconsiderados son! Nos dicen que esperemos y nada más no llegan.

—Paciencia, ya llegarán —intentó decir Misato.

—¡Pues que lleguen ya! ¡No tengo todo el día! —insistió la pelirroja.

Shinji resistió la tentación de poner los ojos en blancos e intentó ignorar a su compañera y sus quejas; a pesar de que Asuka podría tener un poco de razón sobre el calor y que los tenían allí como idiotas esperando, desesperarse no serviría de nada.

En su lugar, Shinji intentó enfocarse más en otra cuestión, preguntándose qué clase de chico sería el quinto elegido. El muchacho esperaba que fuera amable y no tan reservado como Rei ni tan explosivo como Asuka. O al menos, que fuese lo bastante normal para forjar una amistad.

Finalmente, un helicóptero de la corporación SEELE apareció en el horizonte combinándose con el sol. Misato les indicó a los tres niños elegidos que se apartaran para que el aterrizaje fuese seguro y apropiado.

De él, salieron cuatro miembros de la armería de SEELE y después salió una enigmática mujer de cabellos plateados arreglados en un moño, vestía con una bata blanca y llevaba un cuaderno en la mano derecha. Shinji supuso que esa mujer debía ser para SEELE lo que la doctora Akagi era para NERV.

El Comandante Ikari se acercó a la mujer para saludarla ella igual se inclinó y con una sonrisa se presentó.

—Buenas tardes, Comandante Ikari. Soy la doctora Rina Sarabi, el comité me envió aquí para escoltar al quinto niño elegido.

—Doctora Sarabi —saludó el comandante Ikari—. Es un gran honor tener un miembro tan respetado de SEELE aquí en NERV, le aseguro que no defraudaremos al comité. Y que su enviado gozará de toda la comodidad necesaria.

Shinji estaba curioso. Quería saber qué clase de niño había enviado aquella misteriosa organización, pensó que probablemente era alguien más adulto en lugar de un niño como él o como Rei. El muchacho de cabello castaño oscuro intentó ver a través de la pequeña escolta al nuevo integrante de NERV pero esos soldados fornidos no dejaban ver mucho, solamente se veían las piernas del nuevo niño que llevaba unos shorts de color blanco.

No obstante, Shinji no pudo ver más, pues cuando un soldado se dio cuenta que husmeaba se colocó en frente, lo que al hijo del Comandante le pareció extraño.

"Un niño al que no dejan mirar".

Sabiendo que era mejor no causar problemas, Shinji prestó atención a las palabras de esa doctora llamada Rina Sarabi. Misato un tanto escéptica, preguntó con desinterés a la mujer de cabellos plateados.

—¿De manera que usted es la tutora del quinto niño?

—Así es. Él ha estado conmigo siempre, prácticamente desde que nació. Para nosotros y para el comité es muy importante, y un regalo preciado lo que les estamos enviando. Para el señor Lorenz es como un hijo. Usted debe saberlo mejor que nadie, Comandante Ikari —señaló la doctora Sarabi, sonriendo a Gendo y luego fijando sus ojos en Rei.

—Sí, lo sé perfectamente —respondió el Comandante Ikari mientras colocaba su mano derecha sobre el hombro de Rei.

Shinji no pudo sino sentir cierta molestia, esa preferencia de Gendo por Rei, y el hecho de que para su padre él no era más que un tonto útil. Shinji ya quería irse de aquel lugar, y además Asuka lo notó y se le acercó solo con intenciones de fastidiarlo.

—Te molesta que tu padre quiera más a esa muñeca que a ti, ¿no?

El castaño la ignoró y resistió un gran impulso en querer darle una bofeteada, pero sabía que no era el momento ni el lugar. Sin más, Shinji prefirió apartarse de la pelirroja y se puso a lado de Misato. Finalmente después de tanta plática inútil de adultos, la doctora Sarabi se pronunció.

—En fin, caballeros, supongo que es todo en lo concerniente a nuestro protegido. Sal, por favor.

En cuanto la mujer pronunció aquella oración, los soldados se fueron apartando para dar espacio al nuevo chico. Lo que esperaba encontrar Shinji se derrumbó, el nuevo chico estaba lejos de lucir como un estirado o un adulto. Era cortés y muy hermoso; tenía los ojos rojos como los de Rei aunque sus cabellos eran rubios, iba vestido con un traje de marinero con una boina blanca con dos rayas azules.

Shinji quedó embobado por la belleza anti-natural de aquel chico. Incluso Asuka se había quedado embelesada por el recién llegado. Misato quedó perdida en ese muchacho por unos cuantos segundos y en cuanto reaccionó, procedió a presentar a sus chicos.

—Ellos son. Asuka Langley Soryu, Rei Ayanami y Shinji Ikari.

—Encantados —dijeron los tres al unísono.

—Kaworu Nagisa —respondió el chico con una sonrisa amable—. Encantado.

La doctora Sarabi estuvo al pendiente de las pruebas de sincronización de los tres chicos elegidos. Kaworu Nagisa se mantenía a lado de ella también al pendiente de los resultados. Por su parte, la doctora Akagi daba instrucciones a Asuka para que estuviera relajada, pues aparentemente sus resultados estaban empezando a flaquear.

—Como lo hiciste las últimas veces Asuka. Trata de mantenerte relajada.

—¡Lo estoy haciendo! —gruñó la chica.

Durante todo el proceso de sincronización, Ritsuko estuvo casi la mayor parte del tiempo regañando a la segunda elegida dada su poca concentración, a pesar de que Asuka intentaba conectarse con la unidad no lograba hacerlo bien como en las veces anteriores. Algo que se vio reflejado en los resultados cuando el proceso terminó.

En cuanto la doctora Akagi entregó los resultados y viendo que el rendimiento de la chica era relativamente bajo comparados con los de Rei y Shinji, la doctora Sarabi hizo sus observaciones y señaló.

—Es evidente, Mayor Katsuragi, que uno de sus niños no está del todo bien.

—Es solo estrés. Como verá, Asuka se vio afectada por un ángel hace unos meses a pesar de que físicamente está...--

—No podemos esperar a que su piloto recupere la estabilidad emocional al ciento por ciento —le interrumpió la otra.

—¿Qué es lo que propone entonces, doctora Sarabi? —inquirió Ritsuko.

—Kaworu está más que listo para asumir el mando de la Unidad 02.

—¿¡Qué!? —rugió Asuka nada más de escuchar las nefastas declaraciones ajenas.

La pelirroja estaba completamente fuera de sí, por lo que se acercó a la doctora Sarabi y le recriminó.

—¿Es qué me cree inepta para continuar como piloto?

La doctora Sarabi respondió con una voz tranquila y pausada.

—Nunca he dicho eso.

—¡Pero lo piensa! —acusó Asuka.

—Asuka por favor, cálmate —encomendó Misato.

—¡¡¡No!!! ¿Cómo quieres que me calmé?

—Evidentemente no lo has entendido —intervino Kaworu con una voz pacífica.

Asuka volteó a mirarlo, quedando un tanto sorprendida por el hecho de que el recién llegado se refiriera a ella. La voz del quinto niño no tenía un tono de burla o ni denotaba intenciones de provocarla, sino que era muy similar a cuando un hermano mayor experimentado habla con su hermano menor. Asuka sin embargo levantó la ceja, estaba furiosa.

—¿Qué no he entendido?

—El EVA tiene mente. Si no despliegas la tuya, el EVA no funcionará como quieres. Puedes hacerlo mejor. Ten fe.

Ese último comentario hirió el ego que Asuka tenía, la joven pelirroja estuvo a punto de llorar a causa de la rabia que sentía. Se dirigió al nuevo chico gritándole.

—¡¡¡No necesito tu compasión!!!

Y luego, Asuka se marchó corriendo de ahí. Ninguno de los presentes la detuvo. El Comandante Ikari, quien estaba observando todo de su puesto oficial junto con Fuyutsuki a su lado, dio la orden.

—Muy bien, doctora Sarabi. Su protegido sustituirá a la piloto en la Unidad 02.

La sustitución de Asuka tomó a Shinji por sorpresa. Ese joven iba a estar en el lugar de la muchacha pelirroja, lo que hijo del Comandante Ikari le producía cierta curiosidad. Después de un leve descanso, las doctoras Akagi y Sarabi dijeron que iban a continuar las prácticas de sincronización.

Shinji Ikari fue al baño para intentar relajarse. Desde que ese muchacho misterioso arribó a NERV, el castaño sentía un leve cosquilleo en el estómago, como si cientas mariposas revolotearan en su interior.

"Los chicos no deben enamorarse de otros chicos", se dijo en voz baja.

Sin embargo, ¿por qué se sentía así y por qué Kaworu le importaba tanto?

Al salir del baño, el muchacho castaño observó a Kaworu Nagisa caminando solitariamente y mirando alrededor con gran calma, teniendo los brazos hacia atrás. Shinji intentó pasar rápido pues su presencia era abrumadora pero fue descubierto.

—¡Hey! —lo llamó el otro.

A Shinji no le quedó más remedio que voltear a ver a su interlocutor. Quiso correr lejos de aquel misterioso muchacho de cabellera rubia pero su cuerpo parecía paralizado, por lo que se quedó allí muy nervioso, mientras Kaworu se le acercaba de forma tranquila y pausada.

—Eres el hijo del Comandante Ikari ¿no?

Shinji asintió, sin poder decir más.

—Pensaba que no te caía bien —dijo Kaworu en un tono taciturno.

—No. ¿Cómo podría? Es solo que... tu llegada nos tomó a todos por sorpresa. Y ahora que vas a entrar a sustituir a Asuka, pues es algo inesperado.

—Lo entiendo. Pero quiero que sepas que no es nada personal ni en contra de esa chica. Tengo un protocolo que debo obedecer al pie de la letra —explicó Kaworu en un tono que parecía denotar que su presencia no era algo que él mismo quisiera.

—Sí, claro. Te creo completamente.

—En fin, supongo que debemos apurarnos. El descanso está por terminar.

—Emmm... Nagisa...

—Kaworu —replicó el joven.

—¿Qué?

—La doctora Sarabi y los ancianos me han llamado Nagisa desde los cinco años. No me molesta, pero no quiero caer en formalidades con muchachos de mi edad.

—Eh, sí, claro —dijo Shinji sonrojándose—. Tú puedes decirme Shinji.

Shinji y Kaworu regresaron a las pruebas de sincronización. Para sorpresa de todos, la sincronización de Kaworu fue casi perfecta. Era como si el EVA y aquel muchacho misterioso fueran uno mismo. Misato empezó a desconfiar, pensaba que ese chico era demasiado perfecto como para ser humano. De acuerdo con la doctora Sarabi, quien se había encargado de la educación del quinto niño, Kaworu destacaba prácticamente en todo, incluso en los deportes. Nunca había asistido a una escuela y había sido prácticamente criado en los cuarteles de la misteriosa organización sin conocer el mundo exterior.

La pregunta era... ¿por qué SEELE había querido que ese chico se mantuviera en el anonimato? Era quizás porque se trataba de un tesoro que debía ser preservado, y solamente con NERV habían hecho una excepción. Cuando la sesión terminó, Misato se quedó en el área de pruebas prácticamente sola, excepto por Makoto que seguía revisando algunas cosas pero tanto Shigeru como Maya ya se habían marchado. La mujer se acercó al chico de gafas.

—Mucho trabajo, ¿no?

—Algo así. No puedo creerlo, el nuevo chico es muy bueno en esto de la sincronización. Nunca había visto esa clase niveles, solamente en Ayanami.

—Sí —coincidió Misato—. Aquel chico es todo un prodigio.

Makoto observó un tanto extrañado a la mayor Katsuragi, que se había quedado muda y pensativa.

—¿Qué ocurre? —preguntó el hombre joven.

Misato sabía que podía meterse en problemas con sus superiores, en especial con SEELE pero por otra parte, algo sobre ese extraño elegido le seguía inquietando. No confiaba del todo en él, y sobre todo el hecho de que el comité ahora tuviese más presencia que antes en NERV.

—Hyuga, investiga todo lo que puedas sobre ese chico Kaworu Nagisa y esa doctora llamada Sarabi.

—¿Es por orden del Comandante Ikari?

—Será mejor que no se entere lo que te encomendé.

—Podríamos meternos en un grave problema.

—Lo sé. Pero ese chico no me inspira nada bueno. Por favor, te lo pido no como tu superiora sino como tu amiga.

Makoto dudó sobre aquella proposición, pero Misato era insistente y además, el muchacho de lentes quería hacer todo lo posible para ayudar a su mayor.

—Cuenta conmigo, Misato.

—Gracias, Makoto.

---

Al llegar a casa, Shinji contempló que Asuka estaba tendida en el suelo y miraba al techo. El muchacho sabía que lo mejor era no molestarla, pues el hecho de haber sido sustituida por Kaworu debía tener a la joven totalmente desequilibrada. Lo mejor que podía hacer Shinji era encender la televisión, y cuando le diera hambre hacer la comida para los tres, dejándole Asuka la cena en el comedor por si le apetecía comer después. Eso resultó ser un buen plan por lo que el chico encendió la televisión para ver uno de esos programas de concursos que regularmente Misato y Asuka veían en las noches.

Shinji intentaba concentrarse en el programa que estaba viendo pero le resultaba imposible. El tema de Kaworu lo estaba inquietando demasiado y no hacía más que darle vueltas al asunto.
¿Qué estaría haciendo precisamente ahora? ¿Estaría cómodo en aquella habitación que NERV le dio? ¿No se sentiría muy solo en esos cuarteles tan fríos?

El joven Ikari trató apartar su mente de Kaworu Nagisa por unos minutos pero fue inútil, siempre regresaba al mismo punto de inicio. El muchacho soltó un suspiro de derrota, el cual no pasó desapercibido para Asuka, quien estaba al lado de él contemplándolo de una forma desdeñosa.

—¿Por quién suspiras, tarado?

—Por nadie. Realmente solo estaba viendo la televisión.

La cosa hubiese acabado allí de no ser porque Asuka estaba buscando cualquier excusa para desquitar su mal humor, y quién mejor que Shinji para aplacar aquella rabia que la consumía.

—Ya entiendo. A ti te alegra que me hayan sustituido, ¿no?

—No. Eso no es cierto —protestó Shinji.

—Claro. Así podrás pasar más tiempo de calidad con tu "novio" por el que andabas suspirando —acusó Asuka.

Shinji ya estaba harto, había soportado en el pasado varios insultos de Asuka pero lo que había dicho ya era el colmo. Ella estaba de malhumor por haber sido sustituida y por perder contra el ángel Arael, el cual la dejó un trauma terrible y que de no haber sido porque Shinji la salvó, Asuka estaría en un estado catatónico o probablemente muerta.

Con justa razón Shinji estaba harto, harto de que nadie reconociera aquellas buenas acciones que había hecho. Asuka y su padre daban por sentado que él tenía que cumplirlas. Enojado contempló a la pelirroja y le gritó.

—¡Hubiera dejado que el ángel te hiciera picadillo!

Ikari salió enojado del departamento, no le apetecía el ver a Asuka ni estar cerca de ella. El joven caminó por las calles de Tokyo-3, el toque de queda estaba a punto de comenzar por lo que había muy poca gente en las calles.

Shinji se puso a pensar si lo que le había dicho a Asuka estuvo bien. Después de todo, un ángel mató a Touji y Shinji se culpaba constantemente por ello, diciéndose que pudo haberlo salvado. Pero fue su padre quien se interpuso. Entonces, el castaño se horrorizó al desearle lo mismo a Asuka, era que no había aprendido absolutamente nada de lo que conllevaba el ver morir a alguien.

Entonces Shinji fue a la playa a contemplar el mar, pues de alguna manera eso lo tranquilizaba. El muchacho se sentó en una roca para intentar aclarar su mente, eran demasiadas emociones conectadas.

—Es hermoso, ¿no?

Shinji se estremeció al escuchar aquella voz pues lo había sacado de sus pensamientos. Kaworu Nagisa estaba también mirando el mar parado sobre lo que parecía ser el tronco de un árbol con forma de ángel. El chico albino contemplaba aquello de una forma tranquila y serena. Shinji sintió que su corazón empezaba a latir de una forma que no entendía.

—¿Eh?

—Que es hermoso. El agua debe estar tibia.

—Sí, también lo creo. Me parece que estamos en verano.

—¿Te gustaría nadar? —preguntó Kaworu.

—Me encantaría pero yo no tengo traje de baño.

—Podemos nadar desnudos —sugirió Kaworu mostrando una sonrisa encantadora.

—¿Qué? Pero si...--

—¿Qué tiene de malo? Ambos somos hombres.

—Es que... no sé —dijo Shinji mientras su rostro iba poniéndose absolutamente colorado.

—¡Oh, vamos! Ven, nada conmigo.

—Yo... —expresó Shinji bajando la cabeza, ya que no quería que Kaworu lo viera con las manchitas rojas en sus mejillas. No obstante, cuando lo miró su compañero de NERV no mostraba un aire de superioridad ni de burla porque Shinji se mostraba vulnerable. Al contrario, Kaworu seguía con la misma sonrisa seductora y pose relajada.

—No te morderé, lo prometo —insistió Kaworu en un tono que denotaba cierta guasa.

El hijo del Comandante Ikari terminó aceptando la invitación de su nuevo compañero piloto. Shinji comenzó a quitarse las ropas con cierto pudor y timidez, en contraste con Kaworu, quien lo hizo con una facilidad impresionante, era como si no le avergonzaba tener que desnudarse delante de un chico al que todavía no acababa de conocer del todo bien.

Shinji observó cómo el muchacho rubio comenzaba a introducirse en el agua, lo pudo contemplar mejor. Kaworu tenía una figura preciosa era delgado pero esbelto, su piel resplandecía muchísimo, parecía cal Shinji un tanto intrigado notó que el joven albino llevaba dos vendajes en las muñecas. Nagisa miró de reojo a su compañero, quien seguía embobado con las manos tratando de desabotonarse la camisa.

—¿Qué sucede?

—Emmm, Kaworu tal vez esto no sea buena idea. ¿Qué tal si alguien nos descubre?

—Nadie lo hará. Hay un toque de queda que está apunto de efectuarse, ¿no? Y si lo hacen, yo asumiré la culpa. De eso no te preocupes. Así que ven, el agua esta deliciosa.

Shinji no puso más resistencia, la persuasión de Kaworu era bastante efectiva en él. Ikari terminó de desnudarse por completo y entró al agua. El joven rubio tenía razón, el agua estaba tibia y deliciosa. El otro notó que el lugar donde estaban no era tan profundo y quedó viendo a Kaworu, quien seguía flotando en el agua completamente relajado. Cuando el quinto niño abrió sus ojos rojo y vio que Shinji lo miraba, éste último desvió su vista.

—¿Estás bien?

—Sí... es solo que esto es extraño.

Kaworu se compuso para acercarse a Shinji. Sin embargo, el otro intentó alejarse de su compañero; ese nulo respeto que Kaworu tenía sobre el espacio personal ponía a Shinji nervioso, intentaba decir que no pero sus labios no se movían. Una parte del chico Ikari quería ese contacto pero la otra parte lo rechazaba.

"Los chicos no aman a otros chicos". Se dijo Shinji mentalmente, tratando de convencerse a sí mismo sobre la atracción que él sentía hacia Kaworu.

No se dio cuenta de que estaba yendo a parar a una roca que estaba colocada justo en medio debajo del océano, Shinji tropezó pero Kaworu lo sujetó del brazo y la cintura. Lo acercó a él, sonriéndole con ternura pero Shinji trató de apartar su mirada, ya que estaba visiblemente sonrojado.

—¿Temes sentir a otras personas? —inquirió el rubio.

—No, bueno sí. La verdad... no lo sé —contestó Shinji.

---

Kaworu había aprendido mucho sobre su nuevo compañero y deseaba compartir con él más momentos. Pero sabía que su tiempo como humano ya estaba a punto de terminarse, la doctora Sarabi le habló que en él era inevitable el proceso de metamorfosis, como las mariposas cambiaban de capullo cuando les llegaba el momento. Y a Kaworu le estaba por llegar.

Al volver al cuarto que NERV le había ofrecido, el muchacho albino observó sus muñecas y cómo estás empezaban a resplandecer, era cuestión de tiempo para que los vendajes especiales que le había puesto la doctora Sarabi dejaran de hacer efecto. Al ir la doctora a su habitación para cambiarle las vendas, ésta confirmó lo que el joven se temía.

—Cada vez hacen menos efecto —observó la doctora mientras deslizaba los vendajes para cambiarlos.

Mientras los iba desamarrando, la luz de las muñecas de Kaworu se hacía más brillante. Ahora la luz se había esparcido hasta los antebrazos del joven rubio. La doctora Sarabi colocó más vendajes especiales hasta cubrir las extremidades del joven.

—¿Cuánto tiempo me queda? —preguntó él.

—Calculo que hasta la mañana del lunes. Ya va siendo hora.

Kaworu asintió con cierta tristeza en el rostro y bajó la mirada, la doctora Sarabi notó lo que sucedía.

—¿Tienes miedo?

—No. Solo que siento que cuando mi transformación suceda, alguien muy importante para mí se va decepcionar mucho.

—Lo lamento, Kaworu.

—No se moleste. Después de todo yo nací únicamente para este momento.

La doctora Sarabi sonrió con tristeza. Realmente no quería perder a Kaworu, quien se había convertido en una especie de hijo para ella pero las ordenes de sus superiores eran claras. En la mañana de lunes todo cambiaría, el proyecto de instrumentalización humana se efectuaría justo como SEELE lo había previsto, y los humanos evolucionarían a algo superior.

---

Lo que había investigado Makoto Hyuga sobre el quinto niño no era mucho que le sirviera de utilidad a Misato; como Rei, todos sus archivos estaban borrados. Solo se sabía que Kaworu había nacido el día del segundo impacto y que el joven no tenía familiares ni otro tipo de registro.

Era un misterio. Pero Misato no estaba tranquila había algo extraño en ese chico, ella lo había notado puesto que la doctora Sarabi estaba siempre sobre Kaworu mirándole las muñecas constantemente después de las pruebas de sincronización. Incluso cuando se realizó una simulación de una batalla real contra los ángeles, en la que aquel chico había destacado en su combate y en sus capacidades de liderazgo en el momento en que se terminó, Kaworu fue con la doctora Sarabi y ésta le revisó las muñecas.

¿Qué tanto ocultaban ese muchacho y esa doctora?

Misato no estaba conforme y nadie le daba respuestas. Makoto le había dicho que investigar sobre ese chico era algo casi imposible pues todo lo relacionado con él estaba clasificado. Los únicos que conocían su verdadera identidad eran la doctora Sarabi y SEELE. Lo máximo que Misato podía hacer era seguirle la pista al quinto niño y prestar mejor atención a las posibles señales que denotaran algo sospechoso.

En la mañana del lunes, Misato junto con Ritsuko estaban monitoreando los niveles de sincronización, mientras que una enojada Asuka contemplaba a sus dos compañeros. La chica alemana muy molesta como estaba, preguntó en voz alta.

—¿Dónde está ese narcisista afeminado?

—La doctora Sarabi me llamó anoche. Dijo que Nagisa se ausentaría solo por hoy —respondió Ritsuko.

—¿La razón? —inquirió Misato.

—Confidencial —replicó la otra mujer.

—¿Por qué todo lo concerniente a ese chico es confidencial? ¿Quién diablos es ese sujeto? —cuestionó la pelirroja todavía más furiosa.

Asuka estaba completamente en lo cierto, eran demasiados secretos, Misato no dijo nada pero le mandó una mirada acusatoria a Ritsuko sobre la identidad de aquel chico. La doctora Akagi intervino para evitar la confrontación.

—Maya. Revisa que Shinji esté bien en la cuestión cardíaca.

—Sí, doctora.

Misato echó un suspiro, al igual que Asuka estaba completamente frustrada. Tanto NERV como SEELE esperaban de ellos solo aceptar sus cambios. La presencia de SEELE se estaba volviendo cada vez más evidente. SEELE estaba más bien vigilando a NERV y Ritsuko al igual que Comandante y el Vice-comandante se estaban reservado cierta información.

La realidad era que Kaworu no se había ido de NERV, estaba justamente afuera de las instalaciones contemplando aquel enorme edificio. Mirándose las muñecas, se dio cuenta que algo brillante se hacía presente tras sus vendajes, ya no podía contener más esa forma humana.

Lanzando un suspiro, el joven rubio comenzó a deshacerse de los vendajes especiales ayudándose con ambas manos. Cuando éstos cayeron, Kaworu cerró los ojos y dejó que la luz de sus muñecas lo consumiera por completo. De su espalda comenzaron a salirle una especie de alas translucidas y la figura humanoide comenzó a crecer hasta llegar al tamaño de un EVA, fue entonces que el ataque a NERV empezó. 

Ahora que Kaworu había dejado de existir, solo quedaba fusionarse con el verdadero Adán para que iniciar el plan de SEELE. El sistema de alerta de NERV comenzó a sonar, y todo se puso en guardia. Misato al sentir el temblor en la cabina de comunicaciones no lo podía creer.

—¿¡Qué pasa!? —gritó la mujer.

—Tenemos lectura de la presencia de un ángel.

—¿Un ángel?

—Afirmativo.

Misato se apresuró a ir a las cámaras de seguridad para ver si al menos éstas habían captado algo antes del ataque. Lo que vio la dejó anonada; lo que se captaba en las cámaras fue al quinto niño deshaciéndose de los vendajes y luego un enorme destello que había dejado completamente ciega a la cámara de vigilancia. La luz que los atacaba era tan fuerte que varios sistemas comenzaron a fallar.

—Tenemos interferencia —anunció Shigeru.

—¡Arréglalo, maldita sea! —ordenó Misato— ¡Todos los pilotos a sus lugares! ¡Asuka toma el mando de la Unidad 02!

—¡Pero su sincronización no está al cien! —replicó Ritsuko.

—No importa. Si no nos arriesgamos, será nuestro fin.

—¡Estás desobedeciendo órdenes! Además, ¿qué vas hacer, Misato? —reclamó la doctora.

—¡Voy averiguar qué está pasando de una buena vez! —gritó la aludida.

Ritsuko se tambaleó, a pesar de que le hubiese gustado correr detrás de Misato, la situación en NERV era delicada. Siguiendo las órdenes de la Mayor Katsturagi, Ritsuko le dijo a Asuka que se subiera al Evangelion Unidad 02 para pilotear, y que ella junto con Rei y Shinji debían ir a detener al ángel.

Misato se había calzado una pistola mientras corría por las instalaciones buscando a la doctora Sarabi, la presencia de Nagisa captado en las cámaras de vigilancia, y luego aquella luz que dejó inhabilitados los sistemas de seguridad.

Katsuragi finalmente encontró a la doctora Sarabi, que como era de esperarse intentó huir con otros agentes de SEELE, pero Misato no estaba para ya guardar distancias ni respetar a los soldados de aquella misteriosa organización. Sin más, arribó contra los soldados que estaban custodiando a la doctora en pocos minutos, Misato logró tomarla de rehén frente a varios soldados de SEELE que intentaron reaccionar pero la de pelo azul sujetaba fuertemente el cuello de la doctora y le apuntaba con el arma a la cabeza.

—¡No se muevan! —gritó—. Si lo hacen, le volaré la cabeza a su querida doctora.

Los soldados estaban dispuestos a disparar para proteger a la doctora, a pesar de tener el brazo de Misato obstruyéndole el cuello; entonces la doctora dio una indicación para que los soldados se detuvieran, estos lo hicieron, y sin que Misato bajara el arma, las dos mujeres se encerraron en un cuarto.

Finalmente, Katsuragi soltó a la doctora Sarabi, empujándola y ésta cayó al suelo jadeando todavía.

—¿Qué es esa cosa que nos ataca? —vociferó Misato.

—¿Cómo quieres que yo lo sepa? —contestó la doctora.

Misato en respuesta apuntó su pistola hacia la mujer que seguía con una mirada austera, intentando engañarla.

—Tu protegido fue captado por una cámara de seguridad, y luego aquella luz apareció jodiendo a todas las cámaras. ¿Qué demonios es ese chico?

La doctora Sarabi se negaba hablar, Misato ya no estaba dispuesta a ser paciente. Con el manco de la pistola golpeó a la doctora en la sien con cierta fuerza pero la otra ni siquiera hizo un esfuerzo para defenderse ni se quejó de la tortura.

—¿Qué cosa es? ¡Maldita sea!

Misato aplicó varios golpes más y estaba a punto de desfigurar el bello rostro de la doctora Sarabi. La Mayor Katsuragi pensó que mataría a la doctora de SEELE pero finalmente ésta habló.

—El último enviado.

—¿Un ángel?

La doctora Sarabi comenzó a carcajearse a pesar de las heridas y miró a Misato de una forma bastante cínica y altanera.

—Has vivido toda tu vida en una mentira.

Dicho esto, la mujer levantó su mano como haciendo una señal y se acercó a una ventana, Misato no lo entendió y de pronto, un disparo dio justo en la frente de la doctora Sarabi, quien cayó al suelo muerta con los ojos abiertos. Se había tratado de un francotirador de SEELE, quien cumplía expresas órdenes. Todo aquello había sido planeado.

—¡Maldita perra! —exclamó Misato—. Se llevó todo a la tumba.

En tanto, el francotirador volvió a disparar desde aquel lugar donde se encontraba, su misión era clara: eliminar a cualquier clase de testigo sin importar de quién se tratara. Misato comprendió entonces que la supuesta alianza que había existido entre NERV y SEELE ahora estaba rota. SEELE les había mandado un ángel para iniciar un tercer impacto. Llamando por su comunicador, Misato se dirigió a los tres chicos pilotos.

—¡Es el quinto niño! ¡Él es el ángel!

—¿Qué? ¿Kaworu es un ángel? ¡No, no puede ser, imposible! —sollozó Shinji.

—¿Lo ven? Ese tipejo nunca me cayó bien. ¡Yo tenía razón! —dijo Asuka.

—No importa. ¡Elimínenlo de inmediato! —ordenó Misato.

Los tres intentaron combatir aquella criatura humanoide reluciente, que parecía doblar sus fuerzas, ya que en cuestión de minutos dejó fuera de combate a las Unidades 00 y 02, solo quedaba Shinji en pie para la batalla. La criatura había creado una especie de campo AT donde no se les permitía a los demás EVAS acceder y alcanzar aquella extraña figura.

Shinji no entendía qué pasaba. La criatura se alejaba de las instalaciones y parecía dirigirse a las profundidades de NERV, el castaño sabía que solo dependía de él detener al ángel. Pero por otra parte, el hijo del Comandante Ikari trataba de asimilar algo.

"Kaworu era extremadamente malvado". Se había aprovechado de su vulnerabilidad para entablar una amistad con él, traicionándolo como todos lo que lo conocían, igual que su padre.

—¡Traidor! —gritó Shinji aquel gigante de luz—. ¡Maldito! —volvió a gritar ésta vez con lágrimas en los ojos—.

Por fin llegaron a las profundidades de NERV, donde estaba un gigante crucificado, la criatura resplandeciente se detuvo y comenzó hablar.

—Finalmente estoy en casa, padre —dijo en forma serena— Momento...

La criatura entonces comprendió que no era Adán quien estaba allí sino Lilith, por supuesto se dijo el ángel de luz, la madre de los Lilims. Sabía que por instinto debía fusionarse con aquella criatura pero en eso el EVA Unidad 02 llegó. Shinji estaba listo para atacar.

—Te estaba esperando, Shinji —le dijo aquella criatura.

Shinji se sorprendió, al parecer esa cosa seguía conservando la conciencia de Kaworu.

—¡Traidor! ¡Vil mentiroso! —respondió Shinji con la voz quebrada.

—Mi empatía por ti nunca fue una mentira. Me caíste bien desde la primera vez que te vi, lo juro.

—¡No mientas! ¡Dijiste eso para debilitarme, querías saber más de mí para llegar hasta aquí! ¡Me traicionaste como mi padre!

—Shinji, no compartimos la misma naturaleza. Tú eres hijo de Lilim y yo de Adán. Hubiese querido ser como tú para compartir más contigo.

—¿De qué estás hablando?

—Me crearon para ser una manifestación artificial de Adán. Mi apariencia humana que conociste en realidad era mi capullo. Me criaron como Kaworu Nagisa para este momento. Pero...

—¿Pero?

—Puedo resistirme a mi destino. Los ancianos y la doctora Sarabi no controlaron mi voluntad. Tengo libre albedrío, por eso quiero que tu acabes conmigo.

—¿Qué?

—Hazlo, amigo mío. No quiero hacerte daño ni a los Lilims.

—¿Por qué tendría que hacerlo yo? —preguntó Shinji.

—Porque te amo, Shinji. No deseo acabar en manos de cualquiera. Me daría una gran felicidad morir en tus manos.

—Yo no puedo.

—Por favor, Shinji —suplicó Kaworu-. Apunta a mi núcleo.

La criatura luminosa con su mano de dos dedos se tocó el pecho. Lo que ésta emitió fue un sollozo similar a una yubarta. Shinji intuyó que aquella voz amenazaba con desaparecer, y que era cuestión de tiempo para que la conciencia de Kaworu se perdiera para siempre y solo quedara el instinto característico de los ángeles.

"Es el ángel más malvado de todos"

Fue lo que se dijo Shinji con mucho dolor. Se acercó con su Evangelion y con el arma que llevaba apuntó en el núcleo visible de la criatura y disparó. Similar a un espejo, empezó a agrietarse hasta romperse en millones de trozos de luces brillantes. Cuando ésta desapareció el campo AT también lo hizo, y las dos unidades quedaron libres. En cuestión de momentos todo volvió a la normalidad.

Las tropas de SEELE empezaron a marcharse sin aparentes represiones. Notablemente aliviados, tanto el Comandante Ikari como Fuyutsuki felicitaron a los tres pilotos por sus acciones.

---

Tiempo actual.

Habían pasado ya semanas desde que el último ángel apareció. Shinji todavía no lograba asimilar que había matado a la única persona que le había dicho que lo amaba. El chico se miró las manos reflexionando sobre lo que había hecho y lloraba en silencio. No olvidaba a Kaworu, y pensaba en lo equivocado que estaba él en haberle privado la vida. Eso no era amor, era una forma de hacerlo sufrir más; primero Touji y ahora Kaworu. ¿En qué consistía ser piloto si no podía salvar a sus seres queridos? Shinji se la pasaba contemplando la playa donde él y Kaworu habían nadado.

—Shinji —dijo una voz femenina.

Era Misato, quien se acercaba con las dos manos juntas y con el rostro un tanto triste. El chico volteó a verla de reojo pero luego siguió contemplando la playa, en realidad no quería hablar con ella.

—Fue extremadamente malvado.

—Shinji, por favor trata de entender.

—¡Fue extremadamente malvado! —repitió Shinji llorando.

—¿Qué?

—¡Fue extremadamente malvado lo que hice! Le arrebaté la vida a la única persona que había dicho que me amaba.

—Shinji...

—No puedo. Kaworu... él debió sobrevivir.

—Shinji, Kaworu era un ángel. Si él hubiese sobrevivido, nosotros no estaríamos aquí. Hiciste lo correcto. Sé consciente de eso y olvida ya.

La mujer se le acercó para consolarlo. Shinji lloró en el pecho de Misato mientras ella ponía su mano sobre la cabeza del chico. En su memoria, el rostro de Kaworu se dibujó sonriéndole con la misma calma con la que lo había conocido.

—Yo también lo amaba —dijo Shinji—. Lo amaba de una forma en la que no puedo explicar.

Todos los cambios que se originarían a raíz de la muerte del último enviado. La hora oscura empezaba ahora.

Fin.

* Ilustraciones realizadas por Luro Hersal y Nicky Banner.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top