Capítulo 2 "Los perseguidores"


La felicidad es el pequeño rayo de luz que le brinda calidez al corazón más irracional y refugiado dentro de la oscuridad, aquello que representa lo más importante, por pequeño que sea, mientras el deseo de protegerlo prevalezca, nada puede ser más fuerte que él.

FAIRY TAIL

HAPPILY EVER AFTER

Capítulo 2 "Los perseguidores"

Lucy Dragneel contempla pensativa una pintura hecha por Reedus, donde todos los del gremio aparecen departiendo felices en una tarde cualquiera. En la imagen puede verse a ella del brazo de Natsu, mientras éste se ve extrañado por el gesto, a un lado está Gray, de brazos cruzados, con Juvia junto a él. También están Gajeel, Levy, Jett y Droy sentados en una mesa con Panterlilly de pie sobre ella; Lissana, Elfman y Mirajane en el bar, junto a Makarov, Gildarts y Cana. A un lado están los Raijinshuu con Laxus, y más atrás Romeo, Macao, Wakaba y el resto de los integrantes del gremio, mientras Happy y Charle sobrevuelan la escena. Una leve sonrisa se escapa de los labios de la mujer, una Lucy de 25 años, madura y fuerte, que camina entre los escombros dejados por el incendio en el viejo edificio del gremio la noche anterior.

-Natsu... -Llama a su esposo desde la distancia. Natsu se mantiene sin hablar desde que Wendy escapó, pero pudo desquitarse derrotando a Jellal, dejándolo herido y fuera de combate.

-Este fue el edificio de Fairy Tail. –Musita Lucy en sus pensamientos. –Ahora no es más que el recuerdo de una época que ya no volverá. A la que hemos renunciado con el fin de que aquello nunca vuelva a pasar... -No puede evitar que su garganta se trabe un poco, y que las lágrimas se asomen a sus ojos. –Gray, Juvia, Natsu y yo nunca olvidaremos lo que pasó... y nunca... nunca podremos perdonar a esa chica... -Vuelve a ver a Natsu, que sigue contemplativo ante la bandera quemada del gremio. Los tres Crime sociere están siendo transportados hacia celdas antimágicas, el rostro de Jellal envuelto en tristeza, Ultear inconsciente y Meldy llena de golpes. –Desde ese día, Natsu juró nunca volver atrás, y yo juré seguirlo hasta la más profunda oscuridad... y así fue que...

-Mi señora Dragneel. –Llega un miembro del consejo mágico, inclinándose ante ella. –El gobierno de Fiore ha respondido favorablemente a la solicitud que Natsu-sama hizo... dejarán el control de los recursos militares del país para ser administrados por nuestro señor.

-Uh... eso está muy bien. –Se cubre el rostro con un abanico al contestar. –Puedes retirarte.

-¡Si! –Contesta el mago, desapareciendo en un instante.

-Desde ese día, Natsu juró que nadie volvería a sufrir por causa de los gremios y de la magia... él y yo nos propusimos que nadie más volvería a morir, aún y cuando para eso hubiese que tomar el mundo en nuestras manos... nos convertimos en...

-Los amos de la magia. –Dice Natsu en voz alta, cual estuviera en sincronía con los pensamientos de su mujer. -Tú y yo somos los amos de la magia en este mundo, Lucy. Atraparemos a Wendy y haremos que este mundo siga nuestro orden... el orden que sólo trae el poder...

-Así será, Natsu. –Llega hasta él y lo abraza calladamente. Él contesta su abrazo pasando su brazo sobre sus hombros y empujándola hacia él.

-Iré contigo hasta la más profunda oscuridad... no dejaremos que esto se repita... la magia del mundo es nuestra..., -hunde el rostro dentro del pecho del Salamander.

-... Y la usaremos contra el mundo si es necesario..., -la mirada en el rostro de Natsu se agudiza.

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-Charle... -Escucha su propia voz repitiendo el nombre de su amiga en medio de la oscuridad. –Charle... -Repite de nuevo, como escuchándose como si no se oyera desde su propia garganta. La oscuridad se aclara para ver a una Wendy de 12 años sosteniendo entre sus brazos a una gata blanca que permanece inerte, sin vida, con los ojos abiertos y vacíos. La niña luce el rostro sucio y la ropa desgarrada, mientras abraza con fuerza el cadáver de su amiga, llorando desconsolada. –Charle... -Solloza dejando caer lágrimas que se deslizan por sus mejillas, secretando por la nariz y dejando un rastro de amargura sobre su rostro.

-Por más que la llames, Charle no volverá. –Escucha la voz de Natsu, cuyo rostro es tan severo como el de un dragón, reflejando una ira más allá de otra que hubiese reflejado jamás. –Charle no volverá... ¡No va a hacerlo! ¡Ni Happy tampoco! –Le recrimina furioso, volviéndose hacia ella en actitud violenta, pero es detenido por Lucy, quien lo abraza por detrás, también incapaz de detener sus propias lágrimas.

-¡Cálmate, Natsu! –Lo insta la rubia, sujetándolo con toda su fuerza y siendo incapaz de detenerlo mucho tiempo. Gray también está en la escena, contemplando los cadáveres con ojos llenos de deseos de venganza, el semblante oscurecido y sus músculos tensados, deseosos de destruir al responsable de la atrocidad que presencian. A lo lejos, una criatura hecha de sombras, con una forma que se asemeja levemente a la de una pantera, con ojos rojos grandes y brillantes, se relame.

-Vendrás a la oscuridad... Natsu... -Se escucha una voz serpentina. En aquel entonces no pudo escucharla, pero por alguna razón la recuerda.

De repente todo vuelve a ser oscuridad, y los llantos de la pequeña Wendy y los rugidos de Natsu se pierden en el silencio, mientras poco a poco cobra intensidad una voz que hace que la oscuridad vuelva a despejarse, cambiándose por luz y por un profundo dolor que la hace recordar que sigue con vida, dolor punzante que viene desde su pierna derecha, y un ardor concentrado en su brazo izquierdo.

-Oe... despierta... -Escucha la voz de un joven llamándola. Una voz que conoce, pero que no escuchaba desde hace mucho tiempo. Una voz familiar que hace que su corazón duela y que su conciencia se vuelva más pesada. Abre los ojos y enfoca la mirada hasta que distingue sobre ella el rostro de un joven de cabello rosado que porta una bufanda blanca alrededor del cuello.

-Na... Natsu-san... -Al verlo las lágrimas se le derramaron de inmediato, percatándose de que el Natsu que tiene frente a ella es el que era antes de que todo aquello sucediese. –Natsu... -san... -Repite de nuevo. La hermosa, pero lastimada joven no despega sus conmovidos ojos del Dragon Slayer, que de inmediato se siente incómodo y retrocede unos pasos de la cama. Lucy, que también se encuentra en la habitación, se aproxima con una sonrisa en su rostro.

-¿Ya despertó? –Pregunta interesada. Natsu se limpia el sudor de la frente y asiente con un movimiento de la cabeza.

-Sí, pero no deja de mirarme extraño... -Dice nervioso ante la mirada acongojada, nostálgica y casi feliz de la joven peliazul.

-¡OIGAN USTEDES, ACASO NO SABEN QUE UN PACIENTE NECESITA DESCANSO! –Los interrumpe Polyuchka, que viene con ojos blancos y expresión furiosa, cargando una escoba entre las manos para golpearlos. -¡Fuera de la habitación! –Lanza a ambos de una patada, cayendo sentados en el piso, rebotando uno detrás de otro, hasta caer a los pies de Wendy, Gray, Juvia y Erza, que esperaban al par en la sala de la consultora médica.

-¿Cómo te sientes? –Pregunta con frialdad la Grandine de Earthland. En su mirada se refleja su típica indiferencia, pero en el fondo no puede ocultar el interés que tiene en el rostro de la joven, quien apenas tiene fuerza para estar despierta, pero que aprovecha para mirarla con la misma nostalgia con la que hace un momento observaba al mago de fuego.

-Yo... -Su garganta arde en llamas al hablar, pero su emoción es demasiada como para no hacerlo. –Yo... -Intenta mover el brazo, solo para sentir de nuevo el fuego de la herida que borró con sangre y carne el logo de Fairy Tail de su brazo. El dolor es tanto que hace que salgan lágrimas por sus mejillas.

-Descansa. –Le dice la pelirrosada mientras le sirve un poco de medicina en una taza. –Bebe esto. –Le dice al pasarle la bebida. La joven asiente, y la maga se inclina cerca de ella para sostener su cabeza y ayudarle a beber el medicamento, al que al principio reacciona con asco por el sabor amargo, pero termina de tragar sin mayores quejas, lo que llama de nuevo la atención de la anciana.

-Tu forma de ser como paciente me recuerda a la de la niña que está ahí afuera. –Comenta refiriéndose a Wendy, que se está riendo que Natsu está jugando en el piso, imitando a un mono, mientras Happy vuela en círculos alrededor de ellos. Al escuchar el comentario, Wendy cae en cuenta de que Grandine ya ha caído en cuenta de su verdadera identidad. –No me interesa en lo más mínimo lo que los humanos hagan, y no cuestionaré tus motivos para estar en este lugar. Solo me interesa curarte para poder echarte de aquí. –Le dice mientras le da la espalda.

-... Gracias... Grandine... -Le dice la chica, confirmando los pensamientos de la mujer.

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Los Gray y Juvia que aparecieron en el parque de Magnolia ahora caminan entre sus calles, buscando con la mirada alguna pista de la presencia de la fugitiva en el poblado. Tal como Gray dijo, su destino final es el gremio que ambos tienen mucho tiempo sin visitar... Fairy Tail. La mirada de Gray es sombría y fría como el hielo de sus creaciones, tan dura como sus gestos y tan severa como sus ataques y su poder. Juvia muestra un desarrollo similar, pero que aún no ha perdido el brillo de amor que estar al lado del Fullbuster le genera desde su juventud. Mientras Gray-sama la necesite, Juvia estará ahí, como su sombra, como su escudo y como su espada.

-Juvia. –Interrumpe su silencio el perseguidor Fullbuster. Su voz profunda se ha hecho más ronca y poderosa con el paso de los años. Ahora cada palabra que dice está cargada de autoridad y poder.

-¿Qué sucede, Gray-sama? –Contesta la mujer peliazul, cuyos cabellos largos y ondulados llegan hasta su cintura. Su voz es delicada y firme a la vez, pero siempre amable hacia el objeto de sus afectos. Al comprobar la solicitud de Gray por medio de sus ojos, se da cuenta de que frente a ellos está Lisanna Strauss, que viene con una bolsa de compras entre los brazos, quien se queda mirándolos con sorpresa, intentando asimilar lo que está presenciando.

-... Ustedes... ¿Gray? ¿Juvia? –Pregunta la peliblanca. Gray hace una sonrisa larga mientras baja la cabeza, asintiendo silenciosamente.

-Claro que si, Lisanna-san. –Contesta Juvia, intentando mostrar un rostro amigable. Sin embargo, la joven Strauss rápidamente siente las energías mágicas que emanan de ambos, y retrocede un paso.

-No... no es así. –Dice en voz alta. –Ni Gray ni Juvia tienen un poder mágico tan denso y oscuro como el que emana de ustedes dos. –Su expresión ahora es agresiva, lista para el combate, mientras Gray poco a poco levanta la cabeza, mostrando la mirada asesina que lo caracterizó desde aquel día.

-Gray-sama, no creo que... -Trata de intervenir Juvia, pero Gray la silencia con el movimiento de una mano. –Yo sé lo que crees. –Le dice serio. –Pero no podemos permitir que nuestra presencia se delate tan rápidamente, ¿no es así? –Luego se ríe un poco. –Aunque, por otro lado, me gustaría enfrentar a Makarov y a Gildarts, solo para ver cuanto duran. –Da un paso hacia adelante, mientras Juvia no tiene más opción que guardar silencio y observar seria hacia el frente. Mira a Lisanna y recuerda la época cuando fueron juntas al examen de clase S, para luego recordar a la misma Lisanna, un poco mayor, siendo atravesada por la espada de una guerrera de cabello escarlata, ante la mirada horrorizada de Mirajane, que perdió el control y desató su ira...

-Lisanna-san... -Musita la maga de agua. Lisanna deja a un lado la bolsa de comida mientras la gente de las calles de Magnolia se ha dado cuenta de la batalla que está a punto de iniciar, y ha comenzado a huir del lugar.

-No tengo idea de lo que ustedes son, pero si quieren causar problemas, no pienso permitirlo. –reta la peliblanca.

-En verdad no tienes idea de lo que somos... -Contesta Gray. –ni tienes idea de lo que está por vivir tu querido Fairy Tail. –Agrega mientras comienza a avanzar hacia ella, intimidándola con solo caminar. –No tienes idea del dolor que el modo de vida que ustedes tienen ahora va a causarnos en el futuro... y ni siquiera les interesa pensar en ello. –Levanta el mentón y observa con aún más superioridad a la pequeña Lisanna, que ante un Gray por semejante altivez parece todavía más indefensa.

-No lo sé, ¡pero te aseguro que los obligaré a decírmelo! –Proyecta un círculo mágico bajo sus pies. -¡Takeover! –Pronuncia su conjuro mágico y se transforma en tigresa, lanzándole una pata de 360° grados, que Gray esquiva con inclinar su espalda un poco hacia atrás, viendo pasar el pie de Lisanna frente a sus ojos.

-Wow, no está nada mal. –Le dice con tranquilidad. Lisanna no se detiene, y luego de dar la patada da un salto con ambos pies, impulsándose en el aire hasta quedar sobre la cabeza de Gray, lanzándole una patada doble directo hacia el cuello, pero éste da un giro hacia la izquierda, haciendo que el golpe se estrelle contra el piso, rompiendo la calle. El pequeño estallido genera un poco de viento que mueve levemente los cabellos de Juvia, que observa en silencio el de entrada desigual combate.

-¡Takeover! –Conjura de nuevo la peliblanca, pasando de tigresa a Conejo verde gigante. Al ver la transformación, el mago de hielo frunce el seño y se apoya con el pie izquierdo hacia el frente.

-¿Sabes que esa transformación siempre me pareció extraña? –Se burla mientras la joven lo embiste de frente, recibiéndola él con un puño de hielo gigante que la golpea en el rostro y la manda a estrellarse contra la pared de un edificio, haciendo que pierda su transformación y caiga desmayada a los pies de los magos. Gray de inmediato crea una espada de hielo en su brazo y se dirige a terminarla, de forma casi automática, pero Juvia detiene su mano antes de que pueda dar el golpe.

-No, Gray-sama... -Le dice con expresión compasiva. Gray posa sus ojos asesinos sobre ella, quedándose tensos ambos por un momento. Lisanna lucha por permanecer despierta, pero el golpe recibido fue demasiado poderoso.

-Her... hermana... -Musita intentando recobrarse. Gray vuelve a intentar mover el brazo, pero Juvia no le permite hacerlo, hasta que finalmente desiste.

-Tú ganas. –Le dice sin mirarla. –Pero no podemos dejar que ande por ahí armando escándalo. –Agrega mientras deshace la espada de su mano. Juvia asiente aliviada y dirige su magia hacia la inconsciente Lisanna.

-Gracias, Gray-sama. –Luego pone expresión severa. –No te mataré, Lisanna-san, pero no podrás despertar por un tiempo... -Su expresión se torna culpable mientras se inclina para poner su mano sobre el asustado rostro de la muchacha, mientras el pelinegro azulado observa severo.

-Water... drain... -Dice casi con culpabilidad. De repente la peliblanca siente que su garganta se seca y que toda su fuerza se desvanece.

-No... ¿qué...? ¡Nooo! - Profiere mientras siente que de su cuerpo comienza a brotar agua, como una esponja a la que aprietan para vaciarla del líquido que contiene. Vomita, llora y suda a velocidad tremenda. Intenta resistirse dando patadas y moviendo los brazos, pero rápidamente se queda sin fuerza, a merced del, a su sentir, cada vez más fuerte control de Juvia.

-Water drain... -Repite Juvia. –Esta técnica le permite a Juvia controlar el flujo de agua al interior de tu cuerpo... y sacarla de él... -Mientras lo explica, la expresión aterrada de Lisanna se ve cada vez más seca, al punto de que aparece una fisura en una de sus mejillas, y su cuerpo se vuelve tan rígido que ya no puede moverse, completamente deshidratada. –No la aplicaré hasta el punto de que sea fatal, pero con esto no podrás delatar nuestra presencia... perdona a Juvia por favor, Lisanna-san...

-No tienes por qué ponerte a darle explicaciones a la escoria. –La reprende Gray. –Démonos prisa. El hombre de alma de hielo comienza a alejarse, dejando a Juvia sin más elección que seguirlo. La peliazul muestra remordimiento en sus acciones, mas no se toca el corazón para realizarlas mientras las órdenes vengan de él. Lisanna, por su parte, se queda en el piso, intentando sin éxito moverse, incapaz siquiera de articular el más leve sonido. Momentos después, un par de vendedores que regresaron a la escena de la batalla, llegan corriendo en su auxilio, sin que ni el mago de hielo ni la maga de agua estén visibles en ningún lado.

-Tuvo que ser Lisanna... y seguirá cualquier otro mago de bajo nivel que intente detenernos. –Reflexiona mientras se alejan de la escena. Sin embargo, me parece que debemos reunir más información antes de seguir moviéndonos. No recuerdo muy bien todo lo que sucedió en esta época, así que me parece que hay que hacer un reconocimiento. –Vuelve a ver Juvia. –Necesito que dejes caer tu lluvia sobre la ciudad. –Le ordena serio. Juvia se sorprende de la orden directa, pero obedece sin reparos. Cierra los ojos y al instante el cielo se oscurece, dejando caer un torrente lluvioso que cubre a la ciudad entera.

-Listo, Gray-sama. Ahora Juvia es capaz de sentir todas las energías mágicas que entran y salen de la ciudad. –Informa diligente, Gray hace un gesto de complacencia, la toma por la cintura y la hala hasta él, mientras ella se apoya en su pecho, ruborizada. –Gray-sama...

-Gracias, Juvia... -Le dice con voz conciliadora. –Ahora dime, ¿Natsu y los demás están en la ciudad? –Pregunta mientras con su mano sujeta la cabeza de su compañera, juntándola a su pecho para continuar el abrazo. Juvia asiente y responde a la pregunta mientras sus guantes blancos sujetan la capa negra del mago.

-No. Ni Natsu, ni Lucy-san, ni Wendy, ni los Gray-sama y Juvia de esta época están en la ciudad.

-Ya veo... -Contesta mientras su mirada se eleva hacia las afueras de la ciudad. Se separa de Juvia, pero no quita la mano de su cintura, por lo que ella se apoya a un lado de él, mirando en su misma dirección.

-Dime, Juvia, Wendy estaba herida cuando Ultear la envió a esta época, ¿no es así?

-Si... -Contesta con cierto pesar. –Después de que Natsu-san le... hizo eso... a su brazo... -De solo recordar la escena y el grito de dolor de Wendy todos sus nervios se tensan.

-Quiere decir que si esos idiotas no están en Magnolia, y ya se juntaron con Wendy, solo hay un lugar al que pudieron llevar a una persona herida... -Sonríe confiado.

-Polyuchka-san... -Contesta Juvia.

-Así es. –Se sonríe. –Vamos. –Le tiende la mano y ella la toma de inmediato, ambos desvaneciéndose en agua y saliendo en un meteoro líquido en dirección al bosque.

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Natsu está sentado al pie del árbol fuera de la casa de la maga curandera. Gray está con los brazos cruzados, cerca de él, mientras Lucy y Wendy están sentadas frente a ellos, y Erza camina de un lugar a otro con expresión pensativa y Juvia observa desde lejos a Gray, con corazones saliendo de atrás. En ese momento se abre la puerta de la casa y la maga médica les indica que pasen con un movimiento de la cabeza. Todos la observan serios y asienten. Un momento después, todos están en la sala de la casa, mientras la mujer de capa de dragón les explica lo que ha podido captar de la situación.

-Esa chica no pertenece a este mundo. –Declara de frente. Todos se sorprenden ante lo dicho.

-¿No es de este mundo? –Pregunta Lucy. ¿Acaso es de Edoras? –Pregunta extrañada. –¿Y por qué...? –Comienza a preguntar, pero Natsu impide que termine la oración.

-¿Por qué huele como Wendy? –Inquiere el Dragon Slayer. Gray, Erza, Happy y Charle se sorprenden al oírlo. Wendy solo observa con atención. Polyuchka toma aire para hablar, pero es interrumpida también, esta vez por la joven de cabello azul, que está respirando agitada de pie, apoyada en la puerta de la habitación.

-Porque yo... -Dice mientras mira su mirada se encuentra con su yo del presente. La niña contempla los ojos de su yo mayor y ve en ellos algo que nunca pensó ver. Lucy y Erza también lo detectan de inmediato. –Porque yo... -Insiste de nuevo la joven. Va a seguir hablando cuando Natsu de repente se pone de pie, habiendo percibido el olor de un ataque.

-¡GRAY! –Vuelve a verlo Natsu. El aludido mira a su compañero con confusión, mientras nota que el mago de fuego libera su poder, preparándose para combatir.

-¿Eh? –Profiere el mago de hielo. Juvia rápidamente se interpone entre Natsu y Gray, dispuesto a proteger a este último, y Lucy detiene a Natsu sujetándolo por el brazo.

-¡¿Qué sucede, Natsu! –Pregunta la rubia.

-¡Es... Es Gray-san... y también Juvia-san! –Apoya Wendy. La Wendy del futuro se da cuenta de que ambos tienen razón, y reúne toda su fuerza para gritarles con desesperación.

-¡Huyan! ¡Son Gray-san y Juvia-san, que vienen tras de mí! –Les grita preocupada. Tanto Gray como Juvia se miran el uno al otro en mutua confusión, igual que el resto de los asistentes.

-¿Gray y Juvia? –Pregunta Lucy, primero sorprendida y luego forzando una risa falsa. -¿De qué estás hablando? Gray y Juvia son...

-¡LUCY! –La llama Natsu, tirándola al piso y cubriéndola con su cuerpo justo en el instante en el que una aguja de hielo entra por la ventana, alcanzando a herir la mejilla del dragón, que cae sobre la Heartfilia, al mismo tiempo que todos los demás se ponen en alerta.

-¡Es Gray-san! –Exclama la joven herida. Todos salen por la puerta y enfrente de la casa encuentran a los perseguidores, el uno que tiene una bola de erizo de hielo en la mano, y la otra cuyos brazos ha convertido en látigos de agua.

-Somos... es... -Profiere Gray, sorprendido, con los ojos abiertos e incapaz de terminar de describir su observación.

-Juvia y... Gray-sama... pero... -Continúa Juvia.

-Se ven diferentes... -Sigue Lucy. –Es como si fuesen mayores... -En ese momento cae en cuenta del significado de las observaciones de Natsu y Wendy. –Quiere decir que esa chica es... -Abre los ojos grandes y no puede evitar que su boca se abra por la sorpresa. Su cuerpo tiembla y extiende sus brazos un poco para no caerse por la sorpresa. –Esa chica es Wendy...

-¡Ustedes! –Los llama Polyuchka. -¡¿Son ustedes de nuestro futuro? –Pregunta de frente. Todos los presentes se sorprenden ante el cuestionamiento, confirmando la hipótesis que Lucy acaba de formular.

-Eso tendrán que averiguarlo ustedes mismos. –Se burla el invasor. –Por ahora solo queremos que nos den a Wendy. –Extiende su mano hacia ellos. –Si nos la entregan, no tendremos por qué matar a nadie. –Sonríe poderoso. –Me bastará con convertirlos a todos en estatuas de hielo que duren por toda la eternidad. –Al decir estas palabras deja escapar una gran cantidad de poder mágico que deja sorprendidos a todos, pero no puede terminar su presentación cuando Erza llama la armadura Tenrin y con dos espadas intenta atacarlo de frente.

-¡No me importa si eres Gray de otro mundo o del futuro, si atacas a Fairy Tail no voy a perdonarte! –Le grita determinada. El Gray atacante abre los ojos grandes y sorprendidos al verla. Sus pupilas se contraen, su boca se abre y su rostro se descompone de confusión y negación.

-Er... ¡Erza! –Profiere el Fullbuster, como si hubiese visto un fantasma.

-¡Así es, Erza Scarlet, maga de clase S de Fairy Tail! –Invoca una gran cantidad de espadas y las lanza como proyectiles a su oponente, pero la Juvia atacante las intercepta todas con un torbellino de agua a presión alrededor de Gray, inutilizando el ataque.

-Nadie toca a Gray-sama. –Amenaza la enemiga, visiblemente enojada con Erza. La Juvia normal siente la enorme presencia mágica de su contraparte y no da crédito a sus sentidos. –Juvia Fullbuster destruirá a cualquiera que quiera lastimarlo. –Sus ojos se tiñen de rojo al hacer esta declaración, rodeándose de un aura negra eléctrica.

-Esa... es... ¿Juvia? –Dice la maga de agua. De repente cae en cuenta de lo que la enemiga acaba de decir. –Juvia... ¿Fullbuster? –Se sonroja de emoción y sus ojos se convierten en corazones. -¿Quiere decir que en el futuro Juvia será la... la... esp... esp.. espo... espos... e...?

-¿Esposa? –Interviene Happy. Al escuchar la palabra, el alma se le sale del cuerpo a la Loxar, y el gato rápidamente sale tras ella para metérsela de nuevo por la boca.

-Eres... Erza... -Repite el Gray oponente. A los recuerdos de Gray viene una Erza mayor, hermosa y fuerte, que le pone una mano en la espalda a Wendy y ésta le sonríe. Una espada llena de sangre rueda por el piso tiempo después. –Erza... -Repite Gray.

-¡Gray-sama! –Lo llama Juvia, seria. -¡No olvide por qué estamos aquí! –Luego se dirige hacia el grupo principal. -¡Entréguennos a Wendy Marvell! –Amenaza con sus látigos de agua.

-¡AAAAHHHH! –Grita el Gray atacante liberando una espada gigante de hielo, atacando a los magos de Fairy, pero es detenida por la magia de hielo del Fullbuster del presente, generando una onda expansiva que derriba a Lucy y a Wendy, mientras Natsu aprovecha para saltar sobre la hoja gigante y correr sobre ella hacia el mago.

-¡Ahora verás, maldito! –Profiere antes de llenar su boca de fuego. -¡Karyu no houko! –Invoca lanzando un chorro de fuego hacia él, pero el enemigo invoca hielo con sólo mirarlo y crea un escudo que detiene las llamas lanzadas por el Dragneel, que se queda sorprendido mientras se desliza sobre la hoja de hielo, solo para ser derribado por un chorro de agua lanzado por Juvia, y rematado por Gray, que lo encierra en un cubo de hielo, mientras el Gray presente no puede deshacerse del peso del arma creada por su contraparte.

-¡NATSU! –Grita Erza, pero Juvia le corta el camino con un muro de agua, que es derribado por la Juvia del presente, pero cuyos esfuerzos son reflejados sin mayor esfuerzo por el poder de la adulta.

-Juvia acabará con Erza Scarlet... -Dice con ojos furiosos la Juvia mayor.

-¡Lucy! –La llama Gray, aún deteniendo el ataque de su contraparte. La Heartfilia asiente rápidamente. -¡tú y Natsu llévense de aquí a las dos Wendys!

-¿Qué? –Profiere la rubia. Observa que Natsu ha sido congelado por completo y que Erza no puede hacer nada contra el poder de la Juvia adulta. Wendy está ayudando a la Wendy mayor detrás de Polyuchka, quien en medio de la conmoción da un paso hacia adelante, deteniendo las acciones de todos al hacerlo.

-¡Huyan de aquí! ¡Avisen a Makarov de lo que está sucediendo y pongan a salvo a Wendy! –Dice con voz imponente la mujer, que luego se dirige a la Wendy del presente. -¡Wendy, cura a Wendy!

-Ahh... si... como usted diga, Polyuchka-san. –Vuelve a ver a su otra yo, que la mira con cansancio.

-Y yo... -Activa un huracán mágico a su alrededor con la ayuda de un bastón mágico parecido al de Mystogan. –No tendré poder mágico en mi interior, pero soy capaz de comprender el flujo de la naturaleza y utilizar mi propio tipo de magia... -Vuelve a ver a Gray y Juvia del futuro. –No sé cuál es su motivación para ir tras esta chica, pero yo, Grandine, no puedo permitir que le pongan un dedo encima. –Sentencia severa, golpeando de nuevo el piso con el bastón. -¡Gran tornado del dragón de viento, torbellino blanco! –Invoca generando un vórtice de viento a presión a su alrededor. Lucy alcanza a reaccionar a las palabras de Gray y la maga de viento y rápidamente saca sus llaves.

-¡Tauro, Leo, Virgo, Capricornio! –Invoca a los cuatro espíritus a la vez. Antes de que el vórtice tome efecto, Virgo hace un agujero por el que Juvia, Gray y Erza caen, mientras Tauro sujeta a Natsu congelado y Leo a las dos Wendys, mientras Capricornio sujeta a Lucy entre sus brazos. -¡Protéjannos! –Grita la rubia. Gray y Juvia perseguidores no pueden contener la magia liberada por el bastón de Polyuchka y son cubiertos por el viento, perdiéndose en el vórtice.

-Esto... ¡Esto no se queda así! ¡yo...! ¡yo mataré a Wendy! –Grita Gray antes de ser arrojado por el viento. Luego todo queda oculto en la niebla. Instantes después, La otra Grandine cae de rodillas, y luego de frente, completamente agotada, perdiendo la conciencia. Cerca de ella, en los agujeros que Virgo alcanzó a crear, reposan inconscientes Gray, Juvia y Erza, mientras que Natsu, Lucy y las dos Wendys han desaparecido.

Continuará...

Fairy Tail, Happily Ever After, Capítulo 2 "Los perseguidores", ¡No se lo pierdan!


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