Única parte.
(Escuchar canción multimedia)
___________________________
¿Alguna vez han sentido que su vida pasó de estar a todo color y a un alto volumen, a ser de blanco y negro y en modo mute, en apenas un segundo?
Eso me estaba pasando.
La vida parecía derrumbarse frente a mis ojos. Mi maravilloso y fantasioso mundo poco a poco iba terminando, y mi suerte iba de la mano con mi felicidad y las ganas de continuar adelante.
Pero ¿Cómo quejarme? ¿Por qué hacerlo?
Me lo merecía.
...
Estoy en otra zona, donde varios músicos callejeros realizan sus presentaciones. No estoy con ellos, me encuentro en una esquina, con mi guitarra en mano y su funda en el suelo, está abierta, esperando a ser llenada con alguna moneda o tal vez con mucha suerte, con un billete.
Solo juego con las cuerdas de mi guitarra, le regalo solo caricias ya que mi mente no puede concentrarse. Desvío mi mirada a través de toda la plaza y veo chicos bailando, otros tocan sus desgastados violines y uno con más suerte realiza un acto impecable con su brillante y maravilloso saxofón.
Empiezo a tararear, la gente solo me ignora y sonrió a la nada. Suelto una risa sarcástica, burlesca y llena de rabia.
Los recuerdos invaden mi cuerpo y la culpa se hace presente por medio de escalofríos, mis manos se encuentran frías y detienen las caricias a mi instrumento.
Estúpidos recuerdos.
Llegan como lluvia de agua helada, tan de repente, salen de lo más profundo de mi mente para martirizarme y hacer que nunca olvide mi dolor. El dolor que le causé.
Pero ahora alguien está a su lado.
Él está con alguien más.
El gran y único amor de mi vida está con alguien más.
Él sonreía, los dedos de su mano se encontraban entrelazados con los de aquel hombre. Caminaban juntos y hablaban de algo que los mantenía contentos y mirándose fijamente. Compartían miradas y algunas personas incluso volteaban para mirarlos y sonreían. Su felicidad era tanta que la gente a su alrededor podía contagiarse de ella también.
Luce más feliz.
Mi amado y dulce Minseok luce feliz.
Regreso al presente, algo me obliga, abro los ojos y observo a un niño llorando frente a mí.
Su mirada es triste y brilla debido a las pequeñas lágrimas que derrama.
- Estoy perdido.
Yo también, quiero responder. Sin embargo solo sonrío y dejó mi guitarra para ponerme a su altura.
- No llores.
- Quiero a mamá.
- Estoy seguro de que la quieres.
Él solo frunce el ceño y luego sonríe.
- La quiero mucho.
- ¿Cómo es que te perdiste?
- Yo-... me alejé de ella. Quería ver a los músicos de esta plaza, pero ella no me quería traer y-... le dije que era muy era mala y luego... solo corrí.
El niño vuelve a llorar y yo sonrío amargamente.
- Y te arrepientes ¿Verdad? -él asiente- Le hiciste daño, al hablarle de esa manera y alejarte de ella, tan de repente.
Como yo lo hice con él.
- Lo siento.
- No te disculpes conmigo. Vamos a encontrar a tu mamá y le pedirás a ella que te perdone. Estoy seguro de que ella te ama y te disculpará porque ahora mismo está muy preocupada por ti.
- De acuerdo, gracias, señor. Pero-...
- ¿Si?
- ¿Puedes cantar una canción para mí?
- ¿Cómo dices? Creo que lo mejor sería ir de una vez a-...
- Vine a escuchar música, por eso me escapé. No quiero irme sin escuchar alguna canción, por favor -el niño se inclinó y dejó un par de billetes dentro de la funda- que valga la pena.
El pequeño sonrió y borró los rastros que su llanto dejó en sus mejillas.
- Eres un niño muy extraño.
- Mamá me lo dice siempre.
- ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Minseokkie y tengo 10 años. Mucho gusto.
Ese nombre. Tenía que llamarse como él.
Le sonreí y acaricié su mejilla.
- Bien. Cantaré para ti, Minseokie.
Él solo se puso a un lado mío y me observó.
¿Qué debería cantarte, pequeño Minseok?
Levanto la mirada al cielo, buscando la inspiración que tiempo atrás me había abandonado. No funcionó, en cambio más recuerdos empezaban a agolparse en mi memoria. Recuerdos de cuando eramos felices, de cuando nos amábamos y no nos importaba nada. Solo eramos los dos contra el mundo, no importaba si no podía ofrecerle un departamento de lujo, cenas en caros restaurantes o fluidas salidas al cine; él prefería mugrosos besos míos que todo aquello que llegó a perder por mi culpa.
También estaban esos recuerdos, los que no me dejaban dormir por las noches y si llegaba a sumirme en el mundo de los sueños, se presentaban en forma de pesadillas.
Nunca fui lo mejor para él, él lo merecía todo y yo no podía dárselo. Eso hacía que me frustrara y a veces mandaba al diablo todo, con él incluido. Soportó cada arrebato, cada hiriente palabra y acto frío. Nunca fui lo mejor para él y tal vez nunca lo hubiese sido.
- Señor ¿Está llorando?
El niño me pregunta. Sonrío y borró las huellas de mis lágrimas.
- Me concentré demasiado.
- Las canciones suenan mejor cuando son interpretadas con mucho sentimiento.
- ¿Aunque sea una canción triste o de desamor?
- Sip -me regala un sonrisa- Aunque no sé que significa desamor.
Como quisiera también, desconocer el significado de esa palabra.
- Espero que nunca pases por eso -vuelvo a tomar mi guitarra- Eres un muchachito muy inteligente. Te gusta la música ¿Cierto?
- Muchísimo. Quiero ser un cantante y compositor cuando sea grande. Así como usted.
- No quieres ser como yo, la música es lo único que me queda. Sin ella moriría.
- Eso fue muy profundo pero bonito. Has perdido a tu musa ¿Verdad?
- Cambias de conversación muy deprisa.
No quise responder esa preguntar.
- Entonces empiece a cantar.
Solo pude sonreír ante su audacia. Tan pequeño Minseokie.
La canción que revela cuan miserable me siento y desprende emociones que invaden mi ser, llega de pronto. Es la canción indicada.
Empiezo a tocar las cuerdas de mi guitarra, emanando una melodía suave y melancólica. ¿Comienzo a dar lástima? Tal vez, pero para el pequeño Minseok delante de mí, era lo mejor, ya que me regalaba una de sus inocentes sonrisas.
"Caminando por la 29 y en el parque, te vi en los brazos de otro. Solo un mes desde que estamos separados.
Tú luces más feliz.
Los vi entrando a un bar, él dijo algo para hacerte reír. Vi que las sonrisas de ambos eran el doble de grandes que las nuestras.
"Luces más feliz, tú lo haces"
La gente empieza a acercarse a mí, mi voz abatida les llama la atención. La letra de la canción muestra mi desdicha y eso parece tocarles el corazón. Que ridículo.
Miró a través de cada par de ojos y estoy a punto de continuar cantando, cuando de repente aparece él, tan deslumbrante y bello como solo él sabe presentarse. Está con alguien más, tomados de las manos y sonríen. Él aún no nota mi presencia, porque sigue sonriendo.
Antes de continuar, sonrió a la nada y emito mi voz a un volumen más alto.
"No hay nadie que te lastime como yo lo hago. No hay nadie que te ame como yo.
Prometo no tomarlo como algo personal, bebé, si es que ya lo estás superando con alguien nuevo"
Su mirada titubea y confuso mira a la gente alrededor mío, se acerca curioso y me mira. Ambos nos miramos y mi tonada sigue su rumbo.
"Porque bebé, luces más feliz, lo haces. Mis amigos me dicen que algún día también lo sentiré.
Y hasta entonces voy a sonreír para ocultar la verdad. Pero sé que yo era más feliz contigo."
Miró al pequeño Minseokie y compartimos una sonrisa. Regreso la mirada a mi tenso y bello amor y continúo con la melodía de mis notas musicales. Él quiere irse pero la mano que lo sostiene lo hala para que no se mueva.
"Sentado en la esquina del cuarto, todo me recuerda a ti. Sosteniendo una botella vacía y diciéndome a mí mismo que eres más feliz. ¿Lo eres?"
Baja la mirada cuando cantó esa línea. Sus ojos brillan y creo son lágrimas las que quieren invadir sus bellos y rasgados ojos.
"No hay nadie que te lastime como yo lo hago. Pero no hay nadie que te necesite como yo lo hago.
Sé que hay otros que te merecen. Pero, cariño yo sigo enamorado de ti"
Canto aquello con toda la veracidad que mi voz, mi alma, y mi cuerpo pueden expresar.
"Pero supongo eres más feliz, lo haces. Mis amigos me dicen que algún día también lo sentiré.
Puedo tratar sonreír para ocultar la verdad, pero sé que yo era más feliz contigo.
Bebé, luces más feliz, lo haces.
Sabía que un día te enamorarías de alguien más.
Pero si un día te rompe el corazón como los amantes lo hacen. Sabes que estaré esperando aquí por ti"
La canción termina y escucho aplausos y algunas felicitaciones. Todos se conglomeran para dejar monedas en mi funda. Solo sonrío y agradezco con eso, soy tan desdichado que ahora solo puedo ofrecer fingidas sonrisas.
Él con su pareja se acercan y aquel tipo alto deja dos billetes. Que gran tipo.
- Eso estuvo maravilloso.
- Gracias.
- Si te doy un billete de 2000 wons ¿Cantarías una canción para mi novio y para mí?
Minseok levanta la mirada y se detiene en el rostro del tipo alto.
- Changmin.
Así que así es tu nombre.
- Lo siento, no puedo. Tengo algo que hacer.
- Señor, eso estuvo hermoso. Su musa debe estar muy tonta como para abandonar de esa manera a su intérprete.
Solo le acaricio el rostro y el pequeño levanta su pulgar.
Si supiera que mi musa está frente a él. Y fui yo quien le dejó.
- Vamos a buscar a tu mamá, pequeño.
- No será necesario. Está allá.
Señala a una mujer que camina a pasos largos hacia nosotros. Su rostro mostraba ansiedad, enojo, pero también el alivio se pintaba en sus facciones.
- Mamá yo-...
Interrumpido por un asfixiante abrazo, la mujer llora y abraza a su pequeño hijo. Besa sus mejillas y le sonríe.
- No vuelvas a escapar de esa manera. Lo lamento, mi amor.
El niño asiente y toma la mano de su madre. Me mira y sonríe.
- Gracias, señor. Y recuerde que si la música es lo único que tiene ahora, debería usarla para volver a atraer a su musa. No importa si ya no está presente, los recuerdos bonitos también sirven. No se deje vencer.
La señora me mira confundida pero de igual manera agradece y sonríe orgullosa ante las palabras de su astuto hijo. Ambos se van.
Me quedo con la pareja en cuestión frente a mí.
Minseok está nervioso, lo sé. Tiende a agrandar los ojos y a desviar la mirada cuando lo está.
- ¿Ahora si puedes cantarnos?
- No lo haré.
- Debemos irnos, Changmin.
- Quiero que este tipo cante algo, para eso está aquí ¿No?
- Por favor. Vámonos.
- No.
- Entonces yo me voy.
Se aleja con un ceño fruncido.
Tan explosivo como siempre.
Comienzo a recoger el dinero que gané y lo meto en mi mochila. No lo cuento pero sé que es más de lo que imaginé.
- Sé lo que hubo entre Minseok y tú. Solo quiero que te alejes ¿De acuerdo? Él ahora está conmigo.
- Claro.
Su advertencia me toma por sorpresa pero no me incomoda para nada. Es bueno que Minseok tenga a alguien que pueda defenderlo de todo.
Él se va y solo puedo respirar hondo y continuar con mi trabajo callejero.
Sigo cantando un rato más, unas cuantas canciones menos absurdas y tristes para animar mi cansada alma.
La noche se hacd presente y solo me queda tomar mis cosas y regresar a casa.
Camino por las calles solitarias, no vivo en una zona tranquila, pero eso es lo de menos. La noche es fría y me gusta sentir las caricias de la brisa en mi rostro. Mi nariz está roja y congelada, eso me parece divertido.
Rió de mi desgracia y empiezo a cantar de nuevo, esta vez a a voz baja para no molestar a los vecinos.
"... Sabía que un día te enamorarías de alguien más.
Pero si un día te rompe el corazón como los amantes lo hacen. Sabes que estaré esperando aquí por ti"
- ¿En serio?
Se presenta frente a mí, no sé si es verdad. A veces su recuerdo me invade y confunde mi mente, haciendo que le vea y le escuche, tan real y hermoso. A pesar de que no esté conmigo.
Paso de él, tal vez solo estoy alucinando de nuevo.
- Eres un mentiroso.
Me detengo.
- La canción, solo era una letra insignificante para ti ¿Cierto?
No es una ilusión, es él. Su voz rasposa y quebrada me confirma la realidad, puedo sentir su dolor, aquel que le causé cuando le dejé.
Me giro para mirarle, él está llorando y me odio por eso. Aún si ya no estoy en su vida, le sigo causando un daño terrible.
- ¿Qué haces aquí, Minseok?
- Es obvio que vine a buscarte.
- ¿Por qué?
- No lo sé, y-yo solo-... no sé.
- Regresa a casa, es peligroso por aquí. Lo sabes.
- Claro que lo sé, viví contigo por 4 meses.
- Y te diste cuenta que no era lugar para ti. Vete.
- ¿Me di cuenta? Yo no me di cuenta de nada. Fuiste tú quien dio por hecho algo que yo no sentía.
- Por favor, no continuemos con esto. Ve con tu novio.
- Ya no estoy con él. Terminamos.
Eso me toma por desprevenido.
- Da igual.
Pero no puedo dejarme convencer. Minseok se merece algo mejor.
Alguien mejor.
- Esas palabras, las de tu canción, las sentí tan reales. Pensé que tú-... - suelta un sollozo- tú... me sigues amando.
Maldita sea. Lo hago.
Suelto mis cosas, me apresuro hasta él y lo agarro por la cintura, lo acerco a mi cuerpo y empiezo a compartir mi llanto con él.
Me siento frustrado y destruido.
- Yo te amo.
- ¿Y por qué no podemos estar juntos?
- Te mereces algo mejor.
- Es que ¿No sabes que lo mejor para mí eres tú?
No puedo con todo esto.
Suelto un grito fuerte y profundo, mis venas se marcan en mi cuello mientras mis brazos abrazan a mi amor.
Estoy cansado, cansado de luchar conmigo mismo.
- Eres lo mejor para mí, Jongdae. Por favor, no me alejes. No de nuevo.
No lo merezco.
- Te amo.
- Yo te amo también, lo siento. Perdóname, yo no-...
- Sshhh -acaricio sus labios con mis pulgares- No digas nada más. -él asiente- Mis miedos, mis inseguridades se encargaron de que destruyera lo más bonito que me ha pasado en la vida. Tú, mi amor, lo lamento tanto.
- Repárame. Si me destruiste, repárame. Solo tú que eres el dueño de mi corazón puede pegar los trozos que tu partida rompió. El que me destruyo debe repararme.
- Sabes que no puedo ofrecerte una mansión.
- No me importa.
- O viajes al extranjero.
- No me interesa. Sabes que no me gusta viajar en aviones.
Sonrío. Eso es verdad.
- Solo soy un músico que puede ofrecerte miles de canciones y besos mugrosos.
- Así me conquistaste.
- ¿Tu novio no me mandara a golpear?
- Ya te dije que ya se terminó todo con él. Después de todo, solo llevábamos una semana saliendo. Es un buen amigo.
- Me amenazó.
- Changmin-hyung es un poco intenso pero no es malo. Descuida.
- Ya lo creo.
Él me sonríe. Su maravillosa sonrisa es ofrecida y me siento pleno, dichoso. Todo se ilumina.
- Te amo, Kim Jongdae. Te amo demasiado, y esto que siento por ti no va a competir contra los prejuicios de mi familia. No pueden competir porque desde un inicio mi amor hacia a ti ha ganado. Eres lo único que necesito. No vuelvas a dejarme.
- No, por supuesto que no.
Mis labios rozan los suyos, lo siento temblar. Luego lo beso, después de tanto.
¿Alguna vez han sentido que su vida pasó de estar a todo color y a un alto volumen, a ser de blanco y negro y en modo mute, en apenas un segundo?
Eso me había pasado.
Mi vida retomaba su color; esta vez con más nitidez y percepción, y su volumen esta vez con una melodía suave llena de armonía.
- Tengo hambre.
- Hoy gané un poco más. Te invito a cenar.
- ¿Samgyeopsal*?
- Me alcanza. Vamos.
Tomo su mano y lo jalo suavemente para empezar a caminar. Él me detiene.
- Creo que ahora si soy el más feliz.
- Te amo.
Él sonríe.
Sí. Luce feliz.
*El Samgyeopsal es una de las comidas más típicas y también de las más disfrutadas por los extranjeros, en la cual tiras de carne de cerdo (panceta principalmente) y carne de res previamente condimentadas, se cocinan en una plancha de estratégica ubicación central en la mesa.
Espero les haya gustado. Es mi primer OS ChenMin publicado, pero no es el último 😉
Y está inspirado y basado en la canción Happier de Ed Sheeran. Mi compañero de trabajo la ponía todos los días y terminó gustándome demasiado, un día me puse a escuchar de verdad la letra y me tocó demasiado. Él me dijo que era su canción favorita y tenía una historia parecida. No me contó detalles y yo no quise indagar más, no tenemos tanta confianza aún. Pero me sirvió aquello para darme cuenta de la realidad que una canción expresa. No solo son letras bonitas o tristes, son historias del día a día, que a cualquiera le puede pasar.
Uffff. Y pensé en ChenMin. Basta.
Este fic es dedicado a LonelyCrowned ❤️ su cumpleaños fue el 30 de Septiembre y le prometí un fic como regalo. Espero te haya gustado, Toff~
¡Hasta la próxima!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top