Habían pasado tres meses desde que Barcode y Ta finalmente se habían enlazado. Desde entonces todo ha sido maravilloso.

Barcode se había mudado con Ta, por ahora, ese sería su hogar. Todos habían estado muy felices con la
noticia, pero asombrados, para nada, todos lo veían venir.

Ambos mostraban sus marcas con orgullo, disfrutaban de llevar el aroma del otro impregnado en su piel. Aunque más lo amaba Barcode. Amaba la sensación de protección y cariño que lo rodeaba cada que Ta impregnaba su aroma en él.

No todo había sido color rosa claro, pero siempre sabían solucionar esos pequeños problemas que de vez en cuando tenían, en realidad casi nunca.

-No puedo creer que de verdad estés marcado y enlazado, de verdad que aún no me la creo — Le dijo Dew al mayor, mirando la marca en su cuello.

-Ni yo me la creo, algunos días todavía siento que todo esto es un sueño - Sonrió.

-Yo te imaginaba solterón por el resto de nuestras vidas. Que serías el padrino ricachón de mis hijos y eso- Admitió Zee, bebiendo de su café.

-La vida da mil vueltas.

-¿Y para cuándo la boda? -preguntó Zee.

-¿Para cuándo marcas a Nunew? -le preguntó

Zee se puso colorado- Aún no hablamos sobre eso, vamos de a poco.

-Pues yo que tú me apuraba, aún puedo conquistarlo- Hablo Dew

-Claro, Dew. Lo que tú digas — Le respondió el otro.

-Bueno, ya, ya. Mucha plática ¡A trabajar!

Los dos alfas rodaron los ojos bufando, pero salieron de la oficina de Ta para irse a sus respectivas.

.🌺.

La familia de Ta y Barcode se reunieron unas semanas después.

A todo esto, Barcode jamás había conocido a Lena, la otra hermana de Ta. Está ya tenía familia, estaba enlazada a una alfa muy preciosa llamada Beth y tenían un hijo de dos años. Y bueno, a las gemelas ya las conocía.

Mientras que Ta no conocía ni a un miembro de la familia Isarapongporn. Apo y Mile resultaron ser unos suegros encantadores. Coraline, la hermana mayor de Barcode, tuvo que viajar desde Chicago con su alfa y sus dos hijos gemelos de cuatro años. Nicholas era el más chico, un alfa que
era casi idéntico a Barcode, solo que este tenía los ojos cafés al igual que su padre. La familia Isarapongporn amo a Ta, y viceversa.

Pasaron un fin de semana en una cabaña que habían rentado. Viendo películas y cocinando. Barcode y Ta se encargaron de contar cómo es que se conocieron, a petición de Nicholas. Por supuesto omitiendo la parte en la que Barcode y Ta acababan follando en el auto

Después de ese fin de semana, las cosas continuaron con tranquilidad en la vida de la pareja.

Fue entonces, unos días después, mientras Barcode hacía cuentas sobre el día en qué su celo debió de haber llegado, se dió cuenta que estaba atrasado por una semana.

Su celo jamás, se atrasaba, es decir, jamás. Ahí entonces, se preocupó.

Jamás habían hablado sobre el tema, y a consecuencia de eso. Ahora teníamos a un Barcode al punto del colapso sobre la cama. Checo la hora en su celular, faltaba una hora y media para que su alfa llegará. Perfectamente le alcanzaba el tiempo para ir a la farmacia y comprar unas pruebas de embarazo, para luego hacerlas y salir de dudas.

Tal vez solo se estaba preocupado a lo tonto.

Fue a la farmacia y regresó en veinte minutos, la farmacia más cerca no estaba específicamente cerca.

Nervioso se encerró en el baño, dispuesto a hacer las pruebas. Había comprado cuatro diferentes, solo para confirmar.

Hizo una por una, con bastante nervio. Sentía el sudor frío en las palmas de sus manos mientras esperaba a que las pruebas estuvieran listas. No soporto tanto estar ahí, así que salió un café. para ir a la cocina y preparar

Cuando regresó, con un vistazo rápido vio que las pruebas ya estaban listas.

-Vamos, Barcode, tú puedes. Tranquilo.

Tomó una prueba con su mano temblorosa, cerró los ojos sin querer ver. Pero terminó abriéndolos. El aire se le cortó.

Positiva.

Tomo otra.

Positiva.

Otra.

Positiva.

Una más.

Positiva.

Dejo las pruebas en la encimera, y se llevó una mano a su pecho y otra a su cabello.

-No me jodas -sonrió pero después dejó de hacerlo cuando la preocupación volvió a él - Mierda, tengo a un bribón aquí dentro.

Tomó todas las pruebas y salió del baño. Se sentó en el centro de la cama, con las pruebas en sus manos. Esperó paciente hasta que la puerta se escuchó ser abierta y sintió a su alfa llegar.

Ta fue directo a la habitación, sabía que ahí se encontraba su omega.

-Omega, hola- Le saludo cálido.

-Hola, alfa...

-¿Estás bien?-se quitó el saco y los zapatos para subirse a la cama junto a su omega- Te sentí inquieto desde hace un buen rato- se dió cuenta que su omega miraba sus manos- ¿Qué tienes ahí?

Barcode levantó la mirada, llevándola a su alfa. Tenía sus ojos rojos, al igual que su nariz y mejillas.

-Hey ¿Qué pasó? ¿Qué está mal? Dime qué hago -Se alarmó cuando vio el estado de su omega.

-Ta, yo...- ni siquiera dijo nada, solo cerró los ojos y abrió sus manos, dejando ver las pruebas.

El mayor llevó su mirada hasta ahí, en cuanto se dió cuenta de que se trataba, las tomó rápidamente, viéndolas.

Barcode no abrió sus ojos hasta dos minutos después, que no sabía exactamente qué sentía en su interior, entonces encontró a su alfa con el rostro tapados por sus manos.

-¿Alfa?

Ta se destapó el rostro. Estaba llorando.

-No me estás jodiendo ¿Verdad? —dijo lo más firme que pudo.

-N-no... -negó con la cabeza.

Ta se abalanzó sobre Barcode. Dándole besos por todo el rostro y en la marca.

-Me acabas de hacer aún más feliz, Barcode. Por la luna, gracias- Decía con sus ojos llorosos y la emoción brotando de todo su ser.

Solo entonces, Barcode se permitió dejar la preocupación a un lado para también estar feliz.

Ta pudo confirmar una vez más, que era feliz. Tendría una familia. Tendría a su cachorro, o cachorros corriendo por su hogar en un futuro.

Beso a Barcode infinitas veces y le susurro cuánto lo amaba.

Soy malditamente feliz, mamá, mírame ¡Soy feliz!

Aaaay, andaba medio perdida pero volví jajaja
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