ʚ🌺ɞ Capitulo 3.
Había pasado toda una semana luego de la increíble fiesta de Nunew. Sarcasmo.
Su omega había estado de intenso desde ese día. Reclamando estar con su alfa. Barcode ni siquiera sabía qué hacer. Nunew no había tocado el tema, ni siquiera le había preguntado sobre su plática con Ta, era como si simplemente hubiera olvidado el tema, y eso le daba miedo. Estaba en su oficina cuando su celular comenzó a sonar.
-Barcode Isarapongporn
-Un placer volver a escuchar tu voz-
Barcode reconoció esa voz. Su omega
definitivamente también.
-¿Cómo conseguiste mi número?
-Eso es lo que menos importa.
-¿Qué quieres?- pregunto de mala gana— Estoy trabajando.
-Qué humor... ¿Necesitas otro polvo?
Barcode rodó los ojos y colgó. No pasaron más de cinco segundos cuando el celular volvió a sonar. Lo dejo sonar unos segundos, diez para ser exactos, y contestó
-Bien, no hago más comentarios así... ¿Te apetece salir a cenar?
-En realidad no. Creí que había dejado todo bastante claro...
-Me gustan los retos.
Barcode suspiro. Que tan mal podía salir todo si aceptaba salir con él. Probablemente terminaría cometiendo otra estupidez, o probablemente no.
-Prometo no intentar nada, una salida amistosa ¿Si?
Se lo pensó por unos segundos. No había querido aceptarlo, pero su omega había estado de mal humor y triste desde la última vez que lo vio y lo rechazó, odiaba sentir así a su omega, odiaba sentirse así. Tal vez si salía con él, su omega finalmente se daría cuenta que estaba completamente equivocado sobre que era su alfa, tenía que estar equivocado.
-Por favor.
-Bien, si así dejaras de molestar.
-Gracias. Te parece si paso por ti a las nueve.
-Claro, está bien.
-Nos vemos más tarde precioso
Y colgó. Barcode decidió ignorar lo bien que se sintió su omega al recibir ese halago.
.🌺.
Llegó a su departamento a las siete, con un buen tiempo para bañarse y alistarse, para estar listo a las nueve.
No mentiría, estaba nervioso. Sentía que estaba traicionando a Nunew. Estaba a nada de llamar a Ta para cancelar su salida, cuando escuchó dos toquecitos en su puerta, supo que era él porque su omega se sacudió ansioso en su pecho.
Se miró una última vez en el espejo, peinando su rizos y colocando un poco de brillo labial.
-Solo esta vez...-se dijo a sí mismo en un susurro.
Tomó su celular y su billetera. Se encaminó hasta la puerta, soltó un suspiro y las abrió.
Un Ta más apuesto de lo que recordaba se dejó ver. Traía puesto un traje color azul oscuro, junto con una corbata color vino. Se veía tan elegante y tan bien. Su aroma de alguna manera se sentía más en el aire.
Café y eucalipto. Alfa.
Cálmate por la luna. Rogó Barcode a su omega en sus adentros.
-Precioso- Susurro Ta, admirando la vestimenta del omega.
El atuendo de Barcode consistía en un pantalón negro de mezclilla, con una camisa color azul con estrellas blancas y su chaqueta negra.
-Debiste haberme dicho que era formal.
-Es que no lo es, pero voy saliendo de la oficina, y no me daría tiempo a cambiarme-. Se encogió de hombros. Barcode se sintió un poquito mal sabiendo que había venido de su oficina, que no había tenido ni un poco de descanso.
-¿A dónde iremos? -preguntó mientras comenzaban a caminar por el pasillo para tomar el ascensor.
-Hay un lugar que me gusta mucho y quisiera que conozcas, pero es sorpresa.
Barcode simplemente asintió. Siguieron en silencio mientras salían del apartamento y subían al auto de Ta
El mayor le abrió la puerta a Barcode, este le sonrió y subió. A Barcode inmediatamente le pegó el aroma del alfa. Todo el auto olía a él, obviamente. Esto abrumó a su omega, y al propio Barcode
Luego de que Ta subiera empezaron el camino hasta el dichoso lugar. Barcode trataba de mantener su mirada en el camino, y digo trataba, porque era casi imposible hacerlo. Pues Ta se veía tan... perfecto. Con una mano puesta en el volante y la otra en la palanca de cambios. Las luces de los coches se reflejaban tan bien en su rostro tan detallado. Y el avellana de sus ojos brillaba mucho más.
Sin querer, se descubrió a sí mismo viendo al alfa sin algún ápice de vergüenza.
-¿Qué tanto me ves? -inquirió Ta.
Barcode parpadeó y corrió su mirada hasta la carretera- No te estaba viendo.
-No te creo.
-No me creas- Se encogió de hombros. De reojo vio como Ta sonreía, el intento no hacerlo.
Llegaron a un pequeño lugar. Era pintoresco. Tenía macetas afuera, con muchos tipos de flores. Las paredes del lugar estaban pintadas de color azul pastel, con líneas de color amarillo, rosa y verde, todos en tonalidades pastel.
"El rincón de Suy".
Estaba escrito con letras cursivas en color negro a un lado de la puerta negra. Había una pequeña hilera de focos colgando de la pared.
-Nunca había visto este lugar... es precioso.
-Lo se... entremos.
Ta colocó su mano en la espalda baja de Barcode, abriendo la puerta del lugar para él.
El lugar por dentro era aún más hermoso. Era de un color blanco, pero había cuadros colgando de las paredes, y focos irradiando luz amarilla. Tomaron asiento en una mesa pegada a la ventana.
Una chica delgada y de cabello castaño, omega, Barcode supo al instante, llegó hasta ellos para ofrecerles el menú.
-¡Buenas noches! Hola, Ta -le sonrió, luego dirigió una mirada a Barcode, también le sonrió. Barcode leyó en su mandil el nombre de la chica. Marly -les dejo la carta, vengo en unos minutos para tomar su orden-. Luego de eso, se dió la vuelta para atender a otra pareja que había llegado.
-¿Traes seguido a tus conquistas a este lugar?- preguntó Barcode, luciendo desinteresado, mientras decidía que ordenaría.
-No ¿Por qué lo preguntas?
-Porque la chica te conoce - Se encogió de hombros. Le echó una mirada rápida a Ta, y se dió cuenta que estaba sonriendo.
Ta chasqueó la lengua― Entiendo ¿Será porque esa chica es mi hermana?- Barcode dibujó con sus labios una fina línea.
Asintió despacio.
-Lo siento. Entonces ¿Este lugar es tuyo o tu hermana simplemente trabaja aquí?
-Tecnicamente si es mío. Pero era de mi madre.
-¿Era? -Barcode se arrepintió de preguntar en el primer segundo que noto como la mirada de Ta perdía ese característico brillo.
-Ella murió cuando yo tenía veinte, casi veintiún años.
-Lo siento, no debí preguntar -Ta negó con una sonrisa- El lugar es precioso.
-No hemos cambiado nada, todo está tal y como ella lo dejó. Claro, hemos pintado nuevamente todo y reemplazado las cosas viejas por nuevas, pero su esencia sigue aquí, intacta.
-Eso es lindo.
La omega, ahora conocida como la hermana de Ta, llegó para tomar sus órdenes. Barcode pidió un muffin de chocolate y un frappé de café. Ta pidió un pay de limón y una malteada de vainilla.
Cuando les trajeron su orden, Barcode se dió cuenta que no era la misma chica, físicamente sí, pero...
-Tu hermana hace un momento olía... diferente. Digo, es que...
-Oh sí, son gemelas. Marly y Melanie La que acaba de venir fue Melanie- Barcode asintió.
Luego de eso se enfrascaron en una conversación sobre la familia de Ta y la de Barcode. El omega le contaba que era el segundo de tres hijos, y era el único omega entre sus hermanos. Ta le contó que era el único alfa, todas sus hermanas eran omegas, y él era el más grande de los cuatro.
Platicaron también sobre sus trabajos. Barcode contaba que tuvo el apoyo de sus padres desde el principio, y por eso fue más sencillo tener todo lo que tiene ahora, a su edad. Para Ta fue un poco más difícil, pero una vez que conoció a Dew y Zee, todo se volvió sencillo, y pudo conseguir tener todo lo que tiene hoy en día.
Admitió que sin sus dos amigos, Ta hoy en día probablemente estaría trabajando en cualquier establecimiento ganando el salario mínimo.
Barcode no recordaba algún momento en el que se hubiera sentido así de cómodo y pleno. Ta lo hacía reír, lo escuchaba atentamente cuando hablaba sobre su trabajo e indagaba más en el tema. Le preguntaba cosas triviales como cuál había sido su dulce favorito cuando era niño, y cosas sin sentido.
Y por un momento, olvidó que estaba saliendo con el alfa que le gustaba a su mejor amigo. Por un momento olvidó que con este alfa que estaba platicando cómodamente sobre cualquier cosa, hace unos cuantos días lo había tenido en la parte trasera de su auto follandolo. Se olvidó de la gran traición que estaba haciéndole a su amigo. Simplemente se olvidó de todo. Con Ta tener ese efecto era fácil.
-Vamos, te llevo a casa- Dijo Ta luego de que estuvieran diez minutos en lugar después de terminar sus postres.
Subieron al auto, regocijándose del agradable calor que se sentía dentro del BMW.
Mientras iban camino al departamento de Barcode, no hablaron. Se dedicaban simples miradas y pequeñísimas sonrisas. El omega de Barcode se sentía feliz, tan feliz como hace meses no lo estaba, y Barcode se sentía igual.
-¿Lo disfrutaste?- preguntó Ta cuando aparcaron fuera del edificio.
-Si...en realidad, si-. Admitió Barcode con una tímida sonrisa.
Ta sonrió-Te acompaño -No espero respuesta, simplemente salió del auto para abrirle la puerta a Barcode.
Llegaron hasta el piso de Barcode en silencio, sin hablar.
-Bien... mmm... gracias por la noche — Barcode sentía sus mejillas calientes, estaba avergonzado y ni siquiera sabía el porqué.
¡Invítalo a pasar! Barcode quiso decirle a su omega que se callara, o terminaría cediendo.
-Espero que se repita -. Dijo sincero el
alfa.
Barcode quiso decirle que también esperaba eso, pero que no podría ser posible. Pues Nunew estaba por encima de todo.
Se quedaron viéndose el uno al otro. La tensión podía sentirse en el aire. Cualquiera que los viera de lejos, podría notarlo a simple vista.
Besalo. ¡Mi alfa! Gritaba el omega de barco. Se retorcía de ganas en su pecho.
Barcode se lo pensó. Podría hacerlo una última vez. Una última vez y luego se olvidaría de él y dejaría de sentir esa culpa en su espalda al haber traicionado así a su mejor amigo.
A la mierda, pensó. Ya tendría tiempo para arrepentirse después.
Se lanzó sobre los labios de Ta, rodeando el cuello del alfa con sus brazos. En seguida sintió las manos del alfa en su cadera, apretando tan fuerte, causando que de los labios de Barcode saliera un jadeo.
Barcode jaló a Ta dentro de su apartamento, el alfa cerró la puerta detrás de él.
-Solo está vez... -susurró Barcode, mientras sentía los labios de Ta en su cuello.
Ta asintió- ¿Cuarto?
Barcode le indicó en dónde y llegaron hasta ahí. Barcode se dejó caer en la cama con Ta encima de él.
-Esta es la última vez, y luego nos olvidaremos de todo esto.
-Si te sirve decir eso, hazlo- se encogió de hombros el alfa- pero ni siquiera tú te lo puedes creer.
Nuevamente junto sus labios con los de Barcode, comenzando así un frenético beso.
Por supuesto todxs te creemos
Barcode
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