Necesitaba un descanso. Dew y Zee, sus mejores amigos alfas y también sus mano derecha en la empresa, se la pasaban diciéndole cuánto necesitaba salir.

Si Ta era sincero, no era fan de salir de fiesta. Disfrutaba más quedarse en casa y que sus amigos llegarán para tomar una que otra cerveza, comer chatarra y vieran cualquier película o algún partido. Podría contar con los dedos de una mano las veces que fue a algún antro.

Pero sus amigos insistían.

-Necesitas un polvo, mira nada más que cara tienes- Mencionó el más alto, Dew

-¿Cuándo fue la última vez que follaste con alguien? -preguntó el oji marrón.

-Eso es algo que no les importa. No necesito un polvo, tampoco necesito ir a un lugar en dónde tengo que gritar para que me escuchen, ni me interesa ver a gente bailar mientras se ahogan en alcohol —. Dijo mientras seguía revisando cosas en su laptop.

-Dios mío santo, pero que aburrido es este hombre. Zee ¿Cómo es que somos sus amigos?

-Ay, ni yo lo sé, Dew- Zee recibió un golpe en la frente con un borrador -¡Auch!

Luego Dew recibió un golpe con una bola de aluminio, producto del almuerzo de Ta, en sus lentes- ¡Ay, hombre!

Ta rió mientras comenzaba a escribir en su laptop y apuntando cosas en su agenda. -Si salgo con ustedes ¿Me dejaran terminar con mi trabajo en paz?

-Hecho-. Respondieron los dos alfas.

-Bien ¿Cuándo? ¿Hoy? -preguntó el Castaño.

-Si... es viernes y hay más gente... ya sabes, para que conozcas a alguien y luego terminan follando en tu apartamento o en los baños del antro- Dew se encogió de hombros.

-Cualquier opción es buena- Mencionó Zee. Ta solo rodó los ojos.

-Seguro. Pasen por mi cuando se vayan y nos iremos en el auto de Zee.

-Claro, siempre yo. -Murmuró el oji marrón mientras se ponía de pie para irse.

-Zee, eres probablemente el más responsable de los tres. Cuando Dew toma olvida hasta quién es y yo no quisiera arriesgarme a que tome de más.

Dew asintió de acuerdo con eso, Zee  bufo pero asintió, aceptando que sí, probablemente era el más responsable de los tres. Los dos alfas salieron de la oficina de Ta para que finalmente pudiera acabar todo su trabajo en paz.

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-Pero, ¿Iremos con traje?- inquirió Ta cuando vio que llegaban al lugar.

-Si, llama más la atención. Además, aceptalo nos hace ver guapos- Dijo el más alto

Ta se encogió de hombros para que luego todos bajarán del auto.

-No aceptes bebidas de nadie, ya sabes, por seguridad y eso, y no bailes con bebida en la mano porque una vez presencié como un tipo le echaba algo a la bebida de otro -. Le dijo Zee a Ta.

-¿Qué mierda? No, gracias, prefiero irme a la tranquilidad de mi departamento.

-No, ya estamos aquí. Entremos- Dew  se enganchó a sus dos amigos y caminaron a la entrada del establecimiento.

Ta apenas puso un pie dentro y ya quería irse. La música retumbaba en sus oídos, y las luces de colores lo mareaba. Además de los cientos de aromas que se podían apreciar en  el lugar.

Los tres se acercaron hasta la barra, que para su gran suerte estaba desocupada. Ta pidió un vaso de whisky simplemente. Mientras sus amigos mencionan unos nombres que en su vida había escuchado.

-¿Y que se supone que se hace? -grito Ta por sobre la música.

-¡Espera a que el alcohol haga un poco de efecto y entonces andarás como perro en celo! -grito Dew.

Eso hizo. Tomó otros tres vasos de whisky y ya se sentía un poco ebrio. Los había tomado rápido y el hecho de que no fuera una persona que bebe mucho, le afectó aún más.

Zee había desaparecido, seguramente ya estaba apunto de follarse a alguien, y Dew estaba por irse.

-¡Iré a bailar! ¡Ven conmigo o haz algo! ¡Diviértete, Ta, por favor! -luego de eso se perdió entre las personas en el centro que no paraban de bailar.

Estaba por pedir otro trago cuando alguien llegó a su lado. El aroma de este lo golpeó de inmediato, dejándolo aún más atontado.

Vainilla y chocolate blanco. Omega

–¡Dos vasos de vodka, por favor!

El omega tenía el cabello rizado, con algunos mechones cayendo por su frente. Vestía una camisa negra algo transparente, y un pantalón negro también. El chico se giró a verlo.

-¡Hola!- sonrió dejando ver sus adorables mejillas abultadas

-Hola -respondió Ta.

Barcode se dió cuenta de que Ta ya no tenía nada en su vaso- ¿Qué te pido? ¡Tienes cara del tipo que siempre pide whisky!

Ta sonrió asintiendo- ¡Soy ese tipo!

Barcode asintió y llamó al barman para pedir otro vaso de whisky -¡Yo invito!

Ta asintió. Cuando recibió su bebida giro para ver al omega, le guiño un ojo y le dió un trago al whisky.

-Soy Barcode- Se había acercado hasta el oído de Ta.

-Un gusto, Barcode. Soy Ta- Le susurro
de igual manera

Barcode sonrió, para luego terminar de un solo trago su vodka, tomó a Ta de la mano y comenzó a guiarlo al montón de gente que bailaban y se manoseaban como si no hubiera un mañana. Ta simplemente se dejó llevar.

Cuando estaban entre toda la gente, Barcode se puso frente a Ta, colocando sus brazos en el cuello del alfa, mientras esté colocaba sus manos en la cintura del contrario.

Ta pudo darse cuenta que eran casi de la misma altura, sólo era unos centímetros más grande que el omega. Teniéndolo así de cerca, pudo darse cuenta que tenía los ojos miel, pudo apreciar el color rosado en sus labios y en sus mejillas.

Barcode se giró, dejando su trasero pegado a la entrepierna del alfa, comenzando a menear sus caderas al ritmo de la música. Ta suspiró y colocó sus manos en la cadera del omega, apretando cuando el rizado se frotó más fuerte contra su miembro, el cual comenzaba a endurecerse dentro de sus pantalones.

El omega recorría con sus manos su propio cuerpo.

-Alfa...-jadeo apenas. Ta con dificultad pudo escucharlo.

Dejó salir un pequeño gruñido, apretando al omega más contra sí  pegando su nariz a su cuello. Barcode se giró quedando frente a Ta, para susurrar en su oído:

-Mi auto está afuera...

Ta asintió sin estar seguro a qué accedía y se dejó llevar por el omega. Tomó su mano que lo guiaba hacía la puerta del lugar.

-Mi auto está aquí a la vuelta -. Le informo para luego empezar a besarlo.

El omega colocó sus brazos en el cuello del alfa, mientras que los brazos del contrario estaban en su cintura. Muy a su pesar, Barcode se separó para caminar lo que faltaba para llegar a su auto, quitó la alarma y abrió la puerta de atrás.

Se metieron al auto siendo un lío de besos y manos traviesas tocando el cuerpo del otro.

Todo sucedió rápido ante la cabeza borrosa de Ta.

De pronto tenía al omega desnudo encima de él, restregándose en su miembro. Agradece que el lugar estaba oscuro.

-Alfa- Gimió muy bajito Barcode.

Bajo una mano para tomar el miembro de Ta y alinearlo a su entrada, para así comenzar a penetrarse.

Ta gimió cerrando sus ojos. Tenía tanto tiempo sin follar, que temía terminar en dos segundos, y más teniendo a ese lindo omega saltando sobre su regazo.

Tomó la cadera del omega para aumentar sus movimientos, probablemente dejaría marcas en el lugar, pero poco le importaba. Se acercó hasta el cuello del omega para comenzar a besarlo, dejando marcas rojizas por todo el lugar.

-Oh por la luna—. Gimió Barcode cuando una porción de su cabello fue jalado, dejando más a la vista su blanquecino cuello.

Ta gruñía sintiéndose fantástico. El Omega se sentía fantástico. Se movía tan bien, que probablemente le haría perder la cordura. Su aroma estaba por todos lados, todo lo que respiraba era Barcode, Barcode y más Barcode.

De un momento a otro, Ta acostó a Barcode en los asientos, para después volver a embestir contra él.

Barcode ya era un desastre de gemidos. Arqueaba su espalda y apretaba los brazos de Ta, que se encontraban a los costados de su cabeza, cada que el miembro del alfa tocaba ese punto dentro de él.

El mayor veía fascinado al otro. El como cerraba sus ojos con fuerza y mordía su labio cuando embestía muy duro y rápido. Él como su cuerpo brillaba a causa del sudor.

Veía el rubor en sus mejillas, lo rojo en su cuello y algunas partes del pecho.

Cuando Ta había tenido la intención de tocar el miembro del omega para ayudarlo a correrse, no fue necesario, pues este con una embestida más fuerte que las otras, que tocó su punto sensible dentro de él, causó que se corriera, manchando su pecho y el de Ta

-¡Ta!

El alfa deseo siempre escuchar la voz del omega gemir de esa manera su nombre. Fue suficiente para que el mayor se corriera y su nudo comenzará a hincharse.

-Carajo- Jadeo, sintiéndose expandirse dentro del omega.

-Alfa.... -Gimió apenas Barcode, cuando sintió el nudo completamente hinchado, se corrió por segunda vez.

Ta miró maravillado la situación, se acomodaron como pudieron. Ta intentando no lastimar al omega por su nudo, y sin intentar aplastarlo.

-El puto condón...-se acordó Ta.

-No -escarraspeo Barcode- no es  necesario...ya sabes.

-Ah ya. Bien, bien....

Se quedaron ahí quince minutos en lo que el nudo de Ta bajó. Quince minutos en los cuales no hablaron ni nada por el estilo. Ta salió del omega despacio, tomando su pantalón para sacar un clinex que tenía para limpiar el omega.

Le pasó la ropa al menor. Ambos se vistieron en silencio. Ta noto cuando el omega hizo una mueca al sentarse correctamente.

-¿Estás bien?

-Si...solo fuiste más agresivo de lo que suelen ser. Llevo una mano a su espalda baja.

-Uh, lo siento - Susurro tomando sus cosas que estaban tiradas.

-Estuvo bien, en realidad, así que...-encogió de hombros.

-Bueno. Un gusto charlar contigo, Barcode. Ahora, tengo que irme.

Barcode le dedicó una sonrisa que Ta devolvió. Salió del auto para caminar hasta la entrada del antro. Llamó a sus amigos diciéndoles que tomaría un taxi hasta su apartamento.

Llegó a su destino dando casi las tres de la mañana. Se quitó los zapatos y se desnudo, quedando solamente con su boxer para caer rendido en su cama.

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