Han pasado 17 años desde que me convertí en un vampiro, lo bueno de vivir de esta forma es que solo creces hasta una edad.

Mi apariencia era la de un adolescente de 18 años y a veces se volvía un poco tediosa, más aun cuando empiezan a indagar sobre tu pasado, el pasado que aún no encuentro una respuesta. Mi vida siempre se trató de escapar, hacia diferentes países, encontrando algún lugar donde encajar.

Las personas a lo largo del tiempo sospechaban de mí porque siempre me veía joven y nunca envejecía e mismo, se cuestionaban como un niño de 18 años podría vivir solo y con tanta riqueza.
Siempre les mentia a los directores de mí colegio, diciendoles que mis padres eran ricos e estaban de viaje por Europa, yo mismo era el que me firmaba el boletin de mis notas y las autorizaciones del instituto pero hubo un tiempo que las mentiras salieron a la luz y los directivos empezaron a indagar profundamente, nunca entendí que era lo que encontraban en la internet pero el director se cuestionaba todo y de nuevo tenía que huir a otro sitio.

El último año de graduación lo hice unas seis veces en distintos colegios pero en mi último colegio me indagaron y escapé nuevamente. Fue ahí cuando viaje a Corea del Sur, uno de los lugares más fantásticos que tenía lo último en tecnología.

Yo era uno de los pocos que quedaban de la raza de los hannya, una especie de vampiros de Japón con habilidades únicas, muchos hermanos fueron muriendo, a lo largo de este camino por las batallas de nuestro imperio, porque la policía los mataba con una bala de Plata al descubrir que eramos unos vampiros, que nos claven con el crucifijo nunca serviria de nada, solo eran mentiras de Hollywood al igual que el agua vendita. Nunca viví ese momento pero nos hicimos fuertes y descubrimos nuevas formas de protegernos del sol a través del avance de la ciencia.

Los inmortales no solo nos dedicamos a beber sangre, también estudiamos carreras universitarias para sobrevivir y patentar que teníamos una vida normal.

Seúl era el único lugar donde fui aceptado por la sociedad, las chicas se enloquecían por los Idols y eso lo noté cuando baje del avión por primera vez y un grupo de adolescentes rodeaban una banda de kpop .

En el mundo del k-pop ser joven era un requisito, una divinidad sagrada con mucho significado para la sociedad coreana pero no era fácil, ya que tenías que ser talentoso en todo y nunca fallar, ni siquiera delante tu entrenador.

Tu imagen importaba mucho y no debía estropearse, esa parte me gustaba mucho porque era una persona con mucho talento pero lo que más me impactaba era el comportamiento de varias muchas fans obsesivas, se comportaban como locas por estar locas cerca de un Idol, se obsecionaban al punto de querer saber la mayor información de esa persona incluso comercializan con esa información obtenida con el fin de poder asistir a más lugares asi, me ponía la piel de gallina con solo pensar que una de ellas supieran mi secreto.

Yo era un trainee que recién emprendía este nuevo mundo, junto con mi amigo Beomgyu y su "amiga de la infancia" llamada Alison, una chica de nuestra edad, nacida en los suburbios de Boston, aún estabamos aprendiendo muchas cosas como aprendices.

Alison no quería ser Idol, sino se preparaba para trabajar como estilista pero su proceso era casi igual que el nuestro.

En sus tiempos libres, practicaba con nosotros, lo que en varias veces note fue que admiraba mucho a Beomgyu y cuando entablaba una conversación con él, sus latidos se aceleraban.

Al ser vampiro tenía poderes especiales como escuchar cosas que los humanos no las pueden oir y sus leer pensamiento de otras personas, lo malo de leer mentes es que puedes descubrir como es realmente.

Beomgyu siempre pensaba en cosas absurdas y aburridas, sus únicos pensamientos se trataban de: "Bueno... Una siestita y listo", " Ay tengo un sueño y tengo que practicar canto", " El ramen está caliente, debí soplarlo antes", " Ahora que subo al colectivo voy a dormir la siesta".

Él era como un oso que invernaba todo el año, trate de que sea un chico mas productivo pero jamàs lo logre, en su me insultaba por intentar volverlo productivo pero lo quería porque era mi mejor amigo.

Los pensamientos de Alison eran muy irritantes, siempre pensaba en cuanta plata podría gastar en comprar ropa y maquillaje, incluso pensaba en que cosas debía hacer para llamar la atención de Beomgyu, le compraba regalos o mismo le cocinaba, me daba pena porque en una oportunidad lo hablé con él y me dijo:

-Es linda pero la verdad, no planeó tener una novia, igual no se lo digas-

Le jure que de mi boca no saldría pero le aconsejé que hablara seriamente con ella, ni siquiera escucho lo último que se durmió.

Mis entrenadores eran muy exigentes y cuando nos veían practicar pensaban cosas como: "Jamás logrará ser Idol" o "no tiene el potencial para lograrlo".

Alison se ponía mal porque los entrenadores le decían que ella podía quedar si cumplía con el "requisito", quedé impactado cuando me contó que ese requisito era entregarse sexuamente con los empresarios, le rogué que no lo hiciera.

-La agencia solo me dio tres días -dijo rota cuando íbamos caminando de regreso a nuestras perspectivas casas

-No debes hacerlo, ningún trabajo debe ser así, los favores sexuales, no existen-le dije sus ojos grises se estaban empañandose.

" Ojala ni fuera así pero debo hacerlo para mantener mis estudios, ya que no tenía salida' pensó

me detuve y la abraze fuerte pero jamás ella me dijo aquellos pensamientos.

Esa misma noche descubrí lo valiosa que era ella al oído susurré que no llorará.

-El señor Jan me tocó, sentí como su mano rozaba mi pierna cuando estaba sentada y intento introducir su mano dentro de mi pollera pero yo me levanté más rápido- no podía creer lo que había ocurrido

-Debemos denunciarlos- sugerí furioso

La acompañe a la comisaria mas cercana y el policía de turno tomo nuestra denuncia, oía las cosas asquerosas que le había hecho anteriormente y quería matarlo .

De regreso la acompañe hasta su casa, ella se negaba porque estaba su padre y interpretaría las cosas mal.

- Ali, no puedo dejarte caminar sola hasta tu casa, es de noche y no me lo perdonaría si te pasa algo- ella se ruborizo en su mente pensaba que era un lindo gesto.

-Gracias Soobin, pero no le digas nada a Beomgyu es un poco celoso a veces-me comento ella

-No creo que le moleste, somos amigos además después de cosas que escuche, pienso protegerte, no se cómo se le ocurre hacerle esas cosas a las mujeres- de la bronca que me genero con el puño cerrado golpie el poste de luz, me imaginé la situación

- La verdad me molestó pero no puedo comentarlo en casa, es amigo de mi padre- enseguida miro al suelo y de nuevo iba a llorar,levanté su cabeza y dije:

-Da, da,da, da,da...- ella se reía y empeze a bailar en la calle la canción de oh my girl, nuestra banda favorita

-Por favor Soobin, no lo hagas - se ría pero intentaba ocultarlo

Su padre salió de la casa y dejé de bailar al verlo. Daba un poco de miedo, ya que era grande y de torso robusto, lo saludé con una reverencia y me ignoro, solo regaño a su hija por llegar tarde, ella permanecía en silencio, entro a la casa sin despedirse. Su padre le gritaba dentro de su casa por haber llegado tarde, me sentia muy mal por la vida que pa

Oí el chillido de una rata, la busque y la metí en una bolsa para la cena, eran mis favoritas, amaba verlas sufrir. Me encantaba verlas correr para todos lados como un inocente cachorrito débil.

Entro a la casa y dejo la bolsa sobre la mesa, necesitaba el cuchillo en la cocina.

La saqué de la bolsa e intento defenderse pero cuando estoy a punto de matarla, escucho una risa de una mujer, provenía del cuarto.

Dejo el cuchillo clavado en la mesa de madera y suelto al roedor, se había escapado pero en algún momento la iba a matarlo.

Me dirijo al dormitorio, podía escuchar su respiración dentro del ropero,no podía verla pero sus pensamientos la delataban.

Abrí el armario y vi una coreana de pelo rosa con un short oscuro y una remera rosa bebé.

-¿Qué haces en mi casa?- le pregunté y la ayude a salir de ahí

-pues... Quería verte-dijo ella tenía una voz dulce, era una mentira, no era la primera vez que nos encontrabamos, deseaba verme desnudo y rumorear que estuvo con un idol.

-Tienes para verme a la salida de mis prácticas, te firmaba un autógrafo y te ibas- fui creído con ella, fingía ser una persona amable

- ¡Que grosero!- se quejo

Los humanos cuando les gustaba mucho algo, eran acosadores y manipuladores pero ella no lo iba a lograr lo que quería, iba a echarla de mi casa cuánto antes.

La lluvia empezó a caer, se venía una gran tormenta y no quería que le pasará algo.

-Puedes quedarte hasta que pare -exclame y ella sonrió

"Oh dios mío voy a quedarme en la casa de Soobin, me preguntó si dormirá en bóxer debería hacer un posteo en Twitter" pensaba la niña

Estaba furioso por las cosas que pensaba y hambriento, tenía un pedazo de carne en mis manos, pensaba que sería más fácil matarla. Me acerque a su boca y la besé en mi cama, quedo sorpendida y enseguida intento tocar mi miembro pero le quite su mano en varias oportunidades, solo quería comerla.

-Quítate la remera-le ordene

Ella no me hizo caso, yo mismo se la quite, tenia un busto pequeño quizás estaba entrando en la adolescencia, me genero miedo matarla, me recordaba a cuando era niño y mi creador fue quien me obligó matar a una niña pero como no quería, me hizo ver como la mataba.

Enseguida le ordene que se la colocará.