14. ❝UN ESTUPIDO ENGAÑO❞
CUANDO REGRESARON AL HOTEL TODOS SE PUSIERON A BUSCAR EN LA HABITACION, prácticamente destruían la habitación más de lo que ya estaba.
Buscaban bajo cojines, almohadas, baños, colchones, sabana, cocina, bajo el sofá, en las cocinetas, incluso en el refrigerador y hasta en el interior de la estufa y nada.
─ Maldita sea, ya buscamos por todas partes y esa estúpida bolsa no aparece ─ Meredith era la más desesperada de todos y como no, la vida de su hermano dependía se ochenta mil dólares.
─ Ya se los dije, la busque esta mañana antes de irnos y no esta aquí ─ mencionó Alan observando a los chicos buscar.
─ Puta ─ Phil miro a su amigo ocurriendosele una idea, No se lo pedía a Meredith porque quería arreglar esto muy rápido ─ Stu ¿Tienes mucho en el banco?.
─ Cómo diez mil o tal vez más, los hiba a usar para la boda.
Phil le resto importancia ─ Pues ya te casaste, ya cumpliste además olvida a Melissa es de lo peor ─ regaño.
─ Bueno, al parecer a él no le importa ─ aunque Meredith ya lo aceptaba poco a poco no podía evitar hacer esos comentarios tan toscos.
─ Si, Doug me dijo que se cogio a un piloto o algo así ─ Dijo Alan sin ningún tipo de tacto.
Meredith rodó los ojos.
─ Era el bartender de un crucero, Iugh ¿Que pasa con ustedes?.
Meredith se dispuso a Mirar a Phil quien alzo las cejas dando a entender si todo estaba bien aló que ella solo asintió.
Alan les dio una gran idea cuando sacó el libro que había tenido desde el principio, el libro del Black Jack.
Y al final del día con Ayuda de Jade y un poco de coqueteo de Meredith que lograba distraer a los guardias lograron ganar el dinero suficiente para poder recuperar a Doug.
─ ¡Si! ─ Meredith festejo cuando termino de contar el dinero ─ Es suficiente para recuperar a mi hermano eh incluso nos sobra ─ jadeo emocionada sonriendo a su esposo y amigos.
─ Alan, estuviste chingon.
─ Igual que tu Phil ─ Alan miro ala castaña quien sonreía emocionada ─ Tu también estuviste increíble, Meredith.
Ella le sonrío por primera vez tomándolo por sorpresa ─ Mer para lo amigos, Alan ─ Phil y Stu se miraron sonrientes al ver que al fin se llevaban bien.
─ Hay que regresar en la semana y asaltar la ciudad.
Meredith asintió ante tal idea ─ Si y tal vez podamos ir a una de esas fiestas locas en la noche, aunque esta vez no tomaremos mucho, quiero acordarme de lo que hago ─ bromeó haciéndolos reír.
─ O nos concentramos para que Doug regrese bien ahora ─ intervino Stu no queriendo pensar en esa loca idea.
─ Oh ya me acorde, el siguiente Fin no pudo Los Jonas Brothers durante concierto, pero cualquier otro fin de semana que ustedes quieran puedo.
Meredith sonrió al acordarse de algo ─ Ah, Ya me acordé, Bts dará un concierto la próxima semana, ya compre boletos y compre uno más ─ Miro a su esposo ─ Phil ¿Quieres ir conmigo?.
─ Claro, quiero vigilar que mi esposa no se lanse sobre ese tal jungkook a arrancarle la ropa locamente ─ bromeó sacandole una risa.
─ Genial, pero si hay comeback, no quiero que digas enfrente de él que soy tu esposa porque soy capas de golpearte y divorciarme de ti en ese mismo lugar ─ amenazó, el la miro incrédulo ─ Lo siento Phil, Pero Jungkook fue mi primer esposo.
Stu miro con burla al castaña quien sonrío divertido antes de volver al tema de Doug.
─ Bueno, podría decirse que la suerte ya está de regreso ¡Ya volvimos Baby! Mierda, volvimos.
Celebraron muy amistosamente y en el camino Alan cantaba algo sobre mejores amigos así que para ocultar su voz Meredith prendió la radio que soprendentemente todavía funcionaba.
La canción De Permission to dance de Bts comenzó a sonar, Meredith de inmediato comenzó a cantarla y los demás no dudaron en seguirla.
─ ¡'cause we don't need permission to dance!.
Cuando llegaron al punto de encuentro, Meredith apago la radio y se encontraron con que El chino y sus guardaespaldas ya se encontraban hay y Meredith esperaba con ansias volver a ver a su hermano.
Se quedaron observando ala camioneta que no hacía ningún movimiento.
─ ¿Y ahora que? ─ solto Phil confundido después de algunos minutos.
─ Dales la señal ─ respondió Alan recibiendo miradas confundidas de todos ─ Para que sepan que el trato es un hecho.
─ ¡Claro que es un hecho! ─ exclamó Phil de forma obvia ─ ¡El sabe que es un hecho!.
Meredith rodó los ojos ─ Maldita sea ─ ignorando las miradas de sus amigos, tocó el claxon con fuerza tres veces seguidas, miro a Alan ─ ¿Contento?.
─ Claro que sí.
Los de la camioneta de enfrente comenzaron a bajar y ellos copiaron su acción, Meredith bajo por el lado de Phil para que Stu bajara por el otro lado al contrario de Alan quien bajo por la ventana dejando confundidos a los demas.
─ Ya esta, aquí tenemos su dinero ochenta mil en efectivo ─ pronunció Phil señalando el maletin en las manos de Stu mientras Meredith permanecía a su lado con las manos entrelazadas con las de Phil.
─ Avientamelo y les daré a Doug.
─ Ah bueno, antes que nada no nos dijo su nombre ─ Meredith rodó los ojos, lo menos que le interesaba era saber el nombre del maldito que había secuestrado a su hermano.
─ Señor Chaw, Leslie Chaw.
Meredith hizo una mueca, definitivamente era uno de los nombres que jamás apreciaría en su vida ─ Lindo nombre ─ mintió dando una sonrisa falsamente amistosa.
─ Gracias chiquilla, la chiquilla si sabe ─ Chaw se río junto con sus guardaespaldas señalando a Meredith.
Stu aclaro su garganta trayendo de vuelta la conversación ─ Señor Chaw un placer me llamo Stu y le agradeceríamos mucho si nos diera la oportunidad de ver a Doug para entregarle el dinero y verificar si esta bien, si a usted le parece ─ pidió lo más calmado posible.
─ Estoy de acuerdo ─ aplaudio un par de veces ─ Traiganlo.
Meredith sonrió aliviada cuando vio a su hermano o bueno eso creía, Stu aprovecho para lanzarle el dinero al guardaespaldas del chino encontrando el dinero exacto. Todo hiba a bien o eso creyeron hasta que se reveló la cara de Doug encontrando a alguien completamente diferente a su hermana.
Este hombre era afroamericano.
─ ¿Que mierda? ¡Ese no es doug! ─ señaló furiosa al chico quien parecía confundido.
─ ¿De que hablas chiquilla? Dijiste que era tu hermano, hay lo tienes ─ Parecía que el maldito se burlaba de ella.
Río incrédula señalando su rostro ─ ¿Te parece que esto se parece a esa mierda? ─ y no buscaba ofender, tenían que entenderla le habían prometido que regresarían a su hermano y terminaron regresando le a alguien completamente diferente.
─ ¡Oye! ─ se quejo la víctima completamente ofendido, callo al recibir una mirada fulminante por parte de la chica ─ ¡Pinché Alan! ¿En que carajos me metiste ahora? ─ dirigió su enojo hacia el recién conocido.
─ ¿Lo conoces? ─ le pregunto Phil tomando de los hombros a Meredith buscando darle tranquilidad lo cual no funcionaba para nada.
─ Si, este fue el que me vendió el rufilin ¿Que onda?.
─ Yo no te vendí ningún rufilin ─ se defendió el contrario confundido.
─ Espera ¿El te vendió el rufilin?.
─ ¿Rufilin? Nisiquiera se que es eso.
─ ¡A quien le importa! ─ grito Phil soldando a Meredith con cuidado, su amigo estaba desaparecido y hablaban puras estupideces ─ ¿Donde esta doug?.
─ ¡Yo soy Doug!.
Meredith rodó los ojos ignorando a Alan y al Doug falso, miro al chino quien parecía completamente tranquilo y se disponía a volver ala camioneta ─ ¡Oye! No puedes dejarnos a alguien que nos es mi hermano y largarte con el dinero ¡Eres un imbecil! ─ chilló enojada cuando Chaw solo se dispuso a reír.
─ Ese no es mi pedo.
─ ¡¿Cómo chingados no?! ¡Danos lo ochenta mil y llevatelo contigo!.
─ ¡Si! ¡No nos importa una mierda este tipo! ─ exclamó Meredith apretando con los puños con rabia.
─ No, no, no, no sean Gachos yo seré su doug.
─ ¡Cierra la boca! ─ le gritó de vuelta la única chica haciendo que retrocediera hasta volver con Stu y Alan.
Y para finalizar lo único que hizo el chino fue insultarlos eh insinuar cosas sucias para después marcharse en su camioneta llevándose consigo el dinero y dejando al grupo de amigos con una preocupación gigante.
¿Donde mierda esta mi hermano?
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