Capítulo 4. Pasto y cuevas

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Ese día, Naomi y Haruno ayudaban a Atsushi a quitarse el maquillaje - ¡ah! ¡Atsushi! ¡Te dijimos que debes quitarte el maquillaje antes de dormir!

― Lo si-siento, estaba tan cansado

― Quítenselo bien, hoy tenemos una misión – menciono Dazai

― Hoy solo irán ustedes, tengo mucho trabajo – menciono Kunikida

― ¿Qué? ¿no lo pusiste en tu horario?

― Aunque quería y necesitaba, el presidente me pidió unos trabajos extras

― Vale

Atsushi fue limpiado, Yosano se puso una mascarilla con él – Yosano-sensei ¿cree que lo logré?

― No sé pequeño, en el corazón no se manda pero procura no recibir mucho rechazo de su parte

― ¿me revisará?

― Solo que la mascarilla acabe, ahora guarda silencio por cinco minutos

― Si

Después de la mascarilla, Yosano reviso el estómago de Atsushi – no puedo escuchar ni un sonido

― Esto lo vi el otro día en televisión, se lo hacen a las mamás

― Pues sí, pero tu tendrás flores, no hijos

― Flores hijos de Akutagawa ~ - menciono el albino en un sueño despierto

Yosano suspiro decepcionado pero sonrió de lo tierno que sonaba, parecía que el albino estaba cada día más enamorado y las raíces no estaban creciendo mucho, estaba aliviada de ello. Le dio una paletita al albino por portarse bien, y Atsushi por fin se fue con Dazai – ese chico en serio es una pieza de ternura – miro sus archivos – pero debe confesarse pronto... Oh cruel destino del amor, ¿Por qué haces esto a los menos afortunados?

Dazai y Atsushi caminaban hacia el bosque - ¿Cómo te fue hoy Atsushi-kun?

― Imagine las flores como hijos de Akutagawa

― Creo que debes de dejar de usar maquillaje

― ¡n-no pude evitarlo! – menciono sonrojado – crecen dentro de mí por él

― Tiene lógica pero sigues siendo un chico y él no te ha escuchado decir que lo amas

― Lo haré pronto, mi cita fue genial, ahora tengo más material para verlo

― Atsushi-kun... - le llamo curioso – tengo una duda enorme

― ¿si Dazai-san?

― Dime... Ya pensaste en hijos entonces... ¿te has tocado pensando en él?

Atsushi se puso de color rojo intenso de inmediato, Dazai comprendo que había pasado así que no paro de reír y siguieron su camino

Al llegar al centro del bosque, Chuuya y Akutagawa esperaban – Así que también fueron dejados

― Ya sabes cómo son las cosas, los demás tienen trabajo también

― Bien, bien bastardito ¿quieres un juego de cartas antes?

― ¡si! – miro a ambos menores – Atsushi, Akutagawa, trabajen juntos.

El mafioso lo miro y el albino se sonrojo – vamos, empecemos

― Cla-claro

Atsushi y Akutagawa se sentaron en el pasto, estaban espalda con espalda y respiraban profundamente, después de varios minutos el mafioso por fin hablo - ¿Por cuánto tiempo nos tendrán haciendo este tipo de cosas?

― Aun no pasan los 10 minutos de meditación que ordeno Chuuya

― Cállate Jinko, no importa cuánto medite, no tiene sentido que mi mente quede en blanco

― ¿Por qué? ¿problemas?

― Que te importa maldito animal

Atsushi trago saliva – bueno, solo lo pensé, ya que nos estamos ayudando...

― Guarda silencio

Atsushi suspiro, Chuuya los miro – OI ¿Por qué pierden el tiempo? – Se quejó – Atsushi, ¿entrenaste con Kunikida-san?

― Si Chuuya-san

― Entonces ponte de cabeza en el árbol, Akutagawa vigila su tiempo, luego cambian

― Chuuya, Chuuya, te sigo contando

― Oh si, cuéntame el chisme

El albino se sintió abandonado pero quizá era lo que necesitaba para tener mejor momento con el mafioso, subió al árbol, se colgó de la rama, el azabache lo miraba de brazos cruzados - ¿Por cuánto tiempo crees que haremos estas cosas?

― Me parece ridículo tener que pasar tiempo contigo

― Akutagawa puedes llegar a ser cruel

― ¿Qué no sabes? Soy un mafioso

― Aun siendo un mafioso, podrías ser buena persona. Gin lo es

― No hables de mi hermana tan fácilmente

El agente se quedó callado, ya no tenía otra cosa que mencionar, además comenzó a sentir su sangre ir a la cabeza, debía concentrarse y aguantar o Akutagawa lo llamaría débil y querría cortar sus conversaciones.

Por su lado, Akutagawa aunque miraba al albino recordó las palabras de su hermana "una confesión" Todo este tiempo ha estado de peor humor ¿el motivo? No se había podido quitar al tigre de su cabeza, ¿Cuántas veces pudo haberle ganado? ¿Cuántas veces lo dejo vivir? ¿Por qué lo dejo vivir?

Su vista se enfocó en él, el pequeño tigre había cerrado sus ojos para soportar mejor la sangre en su cabeza, sus brazos colgaban, con su cabello en dirección al pasto pudo ver mejor su rostro, tenía una frente mediana, sus cejas claras, pestañas cortas, sus labios eran diminutos, no tenía nada de especial, mucho menos en su estilo, aun así se quedó completamente intrigado, viendo cada facción, recordó a la chica con la que paso su noche anterior, sus ojos. Ahora entendía de donde le recordaba, aunque no creía que fuese posible.

Recuerda ver sus ojos en diversas ocasiones, apuñalándolo o golpeándolo, sus ojos eran únicos, de un color lila común pero el dorado en él era extraño, ¿Cómo tenía doble color en su ojo? Su pupila seguía siendo negra.

El mafioso estaba tan concentrado que los mayores captaron su atención en los menores - ¿estás seguro de esto?

― Estoy más que seguro, además eres el único que estaría de mi parte

― Un agente enamorado de un mafioso... Sobre todo siendo hombres – el mafioso sonrió – pero no soy nadie para juzgar. No me queda de otra más que ayudarte con tus locos planes

― Habla más bajo, no quiero que se enteren que estas de mi lado

― Suena a que tramas algo

― Hagamos esto un poco más entretenido Chuuya.

Por el lado de los menores, Atsushi no soporto más, abrió los ojos llevándose la atención de los ojos grises que le observaban, intento levantarse pero sus piernas estaban dormidas – ughm

― Maldito inútil – menciono el azabache bajándolo con Rashomon y dejando al chico golpear su cara

― Pudiste bajarme de mejor manera

― Pudiste aguantar menos y bajar normalmente

― Nada te hace feliz – se quejó el albino

El mafioso estaba listo para desatar una guerra entre ambos pero los mayores fueron los que llegaron – Atsushi-kun aguantaste bastante tiempo

― Claro que yo aguanto más – menciono Chuuya

― Nakahara Chuuya, tú haces trampa, usas la gravedad para que tu sangre no vaya a tu cabeza

― Cállate, gano y punto.

Los menores se miraron entre sí, estaban cansados siempre de escuchar ese tipo de regaños, los mayores claro, se dieron cuenta – bien, no hagamos esto más largo. Pasaran la noche aquí

― ¡¿QUÉ?! – gritaron ambos

― Se quedaran hoy, la noche, y mañana, vendremos por ustedes en la noche.

― Dazai-san esto es injusto

― No pienso pasar mi noche de descanso con el maldito saco apestoso de tigre

― A ver ¿saben cuántas veces tuve que incluso dormir espalda a espalda con Dazai? No se baña, tiene vendas, siempre huele a cloroformo y a residuos de hongos venenosos o humedad por sus intentos de suicidio, así que se callan y se aguantan

Dazai miro con mala cara a Chuuya - ¿en serio?

― Es la verdad

― Tu olías a cigarro y alcohol destilado, sin mencionar cuando fuiste por las alcantarillas

― ¿quieres hablar de olores? Hablemos de tu aliento en la mañana después de probar el gas

― Oye, Mori-san me corto la entrada a la bóveda de fármacos

― Por qué estabas acabando con todo en ella, no sé cuántas mezclas hacías era terrible

Ambos mayores discutían mientras los menores volvieron a mirarse, sabían que no pararían de pelear, así que llegaron a un trato con miradas, Atsushi tomo a Dazai y Akutagawa a Chuuya – TE VEO AQUÍ A LAS 20 HORAS HIJO DE PUTA

― TE ESTARÉ ESPERANDO PEQUEÑO MEDIOCRE

Obviamente los menores los miraron pero solo dieron media vuelta - ¡SE QUEDARAN AQUÍ, SOBREVIVIRÁN JUNTOS! – gritaron ambos volviéndose a ir.

Atsushi giro para ver a Akutagawa - ¿ahora qué hacemos?

― Si nos vamos se darán cuenta, necesitamos un lugar donde dormir

― ¿cerca del rio? Podría ser una roca por la marea

― Vamos Rio arriba, estaremos seguros ¿puedes ver más allá?

― Claro – le sonrió el albino.

Subió al árbol como un tigre lo haría usando sus garras y patas, llego a la copa usando su vista, no era muy lejos, asomo su cabeza, el mafioso lo esperaba – la montaña está cerca, llegaremos antes de que oscurezca

― Perfecto, baja y vamonos

Atsushi bajo del árbol y caminaron juntos, en está ocasión el guía fue el menor quien con su olfato se guiaba de mejor manera entre el bosque que de por si tenía fama de ser denso. Mientras el albino caminaba normal Akutagawa por alguna razón iba de brazos cruzados y siguiendo al menor con una cara de pocos amigos. Atsushi podía sentir como Akutagawa estaba apuñalándolo constantemente con sus ojos – A este paso no podré confesarme... - se dijo así mismo.

Llegaron al punto alto del rio, habían algunas columnas rocosas y el mafioso llamo a Rashomon haciendo una cueva – Jinko, ve por madera

― Claro señor mafioso mandón – menciono con molestia

Aunque el mafioso salió de la cueva para golpear al albino, no lo vio. – ese maldito tigre por lo menos sabe correr. – Continuo haciendo algo profundo y seguro, no quería tener que lidiar con animales. Tomo hojas de los árboles y uso a Rashomon para crear una manta y estar protegidos.

Atsushi regreso con madera y algunas rocas tanto normales como unas blancas, el azabache lo miro - ¿rocas?

― Evitaran que el fuego de una fogata se extienda – lo miro - ¿hojas?

― Evitará que animales entren, entre ellos insectos

Mientras el mafioso creaba la manta, Atsushi hizo un hueco en la tierra, puso las rocas y la madera, comenzó a intentar encenderlo hasta que el mayor se cansó de verlo – Jinko, aprovecha tus garras y pesca algo, yo enciendo el fuego

― Está bien

Sin pensarlo comenzó a quitarse los guantes y sus botas. El mafioso lo vio - ¿Qué haces?

― Si me aviento al rio mi ropa estará mojada por un promedio de una hora aun con la fogata, podría resfriarme y dudo que cuides de mi

― Bien pensado, quítate todo entonces

Atsushi se sonrojo aunque el mafioso no pudo verlo, siguió desvistiéndose pero el mafioso se quedó pensando ¿Qué era lo que había dicho? ¿Lo peor de todo? había subido la mirada para mirarlo, su espalda, era plana sin chiste, lo que llamo un poco más su atención fueron sus piernas. No representaba heridas aunque podía ver el final de su quemadura cerca de su cadera. Atsushi sintió su piel erizada en todo momento, quería desvestirse rápido para dejar de tener la mirada del mayor fija en él, dejo su ropa doblada a un lado y salto al rio, fue en ese momento cuando el azabache salió de su transe. Atsushi por su parte se dedicó a buscar peces

Akutagawa miro al cielo, no tardaba en anochecer, logro encender el fuego mientras Atsushi ya llevaba algunos pescados.

El mafioso se divirtió de ver al tigre tomando a los peces con sus colmillos, se acercó clavando en madera a los que estaban en el césped – Jinko ¿te diviertes? – cuestiono mirando al albino traer más

― Bueno, suelo comer bastante y aunque lo dudes, si es divertido

― ¿Qué tiene de divertido pescar?

― ¿quieres intentarlo?

― Rashomon puede tomarlos a todos sin problema

― Si puede hacerlo sin problema ¿Por qué me mandaste a mojarme?

― Eso no es tu asunto

― ¿Qué? ¿acaso te da miedo?

― No me da miedo

― Tienes miedo

― Jinko

Atsushi le sonrió – entonces ven, mójate un poco

― No soy un animal para mojarme así como si nada en el rio. Continua con lo tuyo

El mafioso dio media vuelta para retirarse, Atsushi era rápido aun en el agua, se acercó, tomo al mafioso de la espalda y ambos se quedaron en al agua. Akutagawa rápidamente salió viendo al agente quien reía sin parar. El mafioso comenzó a reír pero de inmediato se controló y se detuvo.

― ¿no es genial el agua de rio?

― No, no lo es

― Ahora estaré mojado

El azabache salió del agua, Atsushi se hundió en ella, grito debajo del agua, ya no sabía que más hacer.

En la oscuridad de la noche, lo único que secaba al albino era la fogata, el mafioso dejo su ropa extendida en una roca que el albino acerco, para colmo de Atsushi, el mayor llevaba su ropa dejando al menor en ropa interior – fue buena idea que te quitaras tu ropa

― Cállate, me dejaste desnudo en pleno bosque – se quejo

― Bueno, mejor tu que yo. Necesito tela para defenderme y tú solo te transformas y ya

Se quedaron nuevamente en silencio, Atsushi estaba distraído viendo el fuego, sus pensamientos iban más allá, ¿valía la pena todo el esfuerzo que estaba haciendo? El mafioso simplemente... era un mafioso.

Por su parte, el mayor miraba al albino curioso, su cicatriz en su cintura le llamaba la atención, sus ojos peculiares lo distraían. - ¿realmente me gusta? – se cuestionó así mismo. – Jinko

― ¿mmm?

― Tú tienes mayor experiencia de sentimientos y esas cosas ¿no? ¿Cómo sabes cuando alguien te gusta?

Las orejas de Atsushi se alzaron, sus ojos brillaron, su rostro se ruborizo ligeramente, el rostro del mafioso seguía serio y con una mirada que seguro lo mataría si no respondía – no es... Algo sencillo de explicar

― Tengo suficiente intelecto para comprender palabras que vengan de ti

Sí, eso había dolido miro fijamente la fogata, no quería dar más de sus sentimiento pero aun así continuo – cuando alguien te gusta... tu corazón late cuando vez a esa persona, ¡no! – expreso serio y miro al azabache – solo con el hecho de pensarlo, tu corazón late, sientes que tu piel se eriza con su mirada, sientes que tu estomago... crecen flores... Te sientes decaído si no te habla, incluso olvidado o abandonado. Si está enojado puedes sentir la presión y cuando está en problemas no dudas en ayudarlo. Salvarías su vida una y mil veces aun cuando te odie... - volvió a mirar al fuego – aun cuando tu vida dependiera de él... podrías darla sin problema solo por amarlo...

El azabache se quedó asombrado viendo al albino, esté siguió perdido en el fuego, el azabache tocio y el menor lo miro – ah, perdona – menciono – creo que iré a dormir

― De acuerdo, yo vigilaré

― ¿puedo entrar a la cueva?

― Si, adelante.

Atsushi entro, se recostó en la tierra y suspiro agotado, ¿Cómo había dicho todo eso?

Por su lado, el azabache se quedó, miro al cielo – así que... - toco su pecho – esto es amor...

Con la noche más oscura, Atsushi dormía profundamente cuando el azabache se acercó para despertarlo, el menor estaba temblando por frio, Akutagawa se sentó a su lado y dejo su gabardina encima del menor – si ganas te lo diré. – confeso mientras Atsushi dormía pacíficamente.

Al día siguiente, Atsushi despertó cuando algunos rayos de sol que atravesaban las hojas, el azabache estaban acostado a su lado, se levantó y miro la gabardina encima de él. Sonrió ligeramente sonrojado y se permitió acercarse un poco la gabardina sintiendo aquello como si fuese un cálido abrazo.

Lo primero que hizo fue levantarse, llevo la gabardina a que le diera el sol y pesco un poco más, preparaba el desayuno cuando el mafioso salió de la cueva – no me despertaste

― Tu tampoco lo hiciste anoche

― No pude, eras un tronco. – se quejó - Por más que te hable

― ¿seguro? Usualmente me despiertan muy fácil

― Claro que si, así que cállate

― De acuerdo...

― Sobre anoche

― N-no diré nada, somos un equipo ¿no?

― Solo cuando la ciudad nos necesite, de allí en fuera, no somos nada

― De acuerdo...

― No pienses en citas, concéntrate en mi

El albino se sonrojo – si supieras que solo pienso en ti – pensó – claro, entrenaré duro

Regresaron al campo a entrar como si nada. Aunque jamás lo admitirían, fue su mejor entrenamiento, sin los mayores ordenándoles y distrayéndolos, pudieron combinarse perfectamente, cada ejercicio lo hacían como si fuesen uno solo y cada movimiento los hacia más fuertes.

El mafioso comprendió que el albino era un gran aliado y el menor entendió que en efecto, el mayor no era del todo malo.

No importaba que, había sido la mejor noche que había pasado, y el mejor entrenamiento, no solo por su buena conexión, si no que su ropa olía igual al mafioso.

Ser un tigre tenía sus ventajas, tenía bien identificado el olor de cada persona pero mayormente de Akutagawa.

Dazai y Chuuya llegaron casi a la anochecer, ahora podrían descansar. 

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Como sabrán está historia suele tener datos curiosos sobre las flores, por el momento no pondré los datos curiosos por el hecho de que mi computadora se descompuso, puedo publicar por que tuve un permiso para usar la computadora de mi trabajo pero solo será por hoy y no se cuando podré volver a publicar capítulos

No sé preocupen, editaré el capitulo desde mi celular para darles sus datos curiosos, esperenlos

Datos curiosos:

¡Gracias por leer!