Capítulo 7.-Una Salida De Amigos

Apenas y había podido dormir por la sensación que su corazón estaba teniendo en toda la noche, no iba a negar que sentía emoción aún por salir con Bakugou en una ¿Cita de amigos?. Vale se valía gritar de la emoción pero suficiente había tenido con que en la mañana hubiera escupido una condenada flor que había resultado ser un geranio rojo
según el significado era pensar constantemente en la otra persona .

Estaba nervioso eso era un hecho, pero bueno ya no había vuelta atrás.

Tanto que había llegado veinte minutos antes de lo previsto, la puntualidad era algo que definía a alguien. Se sentó en una banca a esperar la llegada de sus amigos, sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente.

Por extraño que pareciera se sentía bastante cansado y tenía mucho sueño, aunque quisiera no hacerlo parecía que se estaba quedando dormido. No tenía control de sus acciones.

Sus pasos eran rápidos debía correr lo más rápido posible porque debía llegar antes de que Yuki fuera el vencedor.

Sus cabellos azules se mecían al compás de sus movimientos rápidos y delicados, su Yukata blanca con girasoles tenían unas cuantas manchas de tierra por la caída que había tenido momentos atrás, pero no le importaba. Debía ganarle a Yuki y proclamarse el vencedor para así obtener su preciado premio.

—Joven Haru, tenga cuidado— exclamó una sirvienta que cargaba lo que parecían ser unas sábanas.

El volteó a mirarla un poco aún cuando corría, le sonrió un poco y siguió su camino.

La muchacha negó con la cabeza, su pequeño amo a pesar de tener doce años era muy inquieto.

Pero era la alegría de esa enorme casa.

El chico se acercó rápidamente al árbol donde se podía observar una cinta ropa atacada a un pequeño palo que estaba enterrado en el pasto. Cuando la tuviera en sus manos se proclamado el ganador del juego, no pudo evitar sonreír ante eso.

Pero justo a un metro antes de poder tenerla, salió un chico de cabellos verdes y ojos rosas que la tomó sonriendo burlona mente. La edad que aparentaba era de quince o dieciséis años.

Haz perdido Haru— mencionó haciendo que el chico de ojos amarillos se detuviera de golpe.

No es justo, hiciste trampa— renegó el niño.

No lo hice, ahora ya cállate. Esa fue la condición si yo ganaba, que guardarias silencio— sentenció el mayor.

No le quedó de otra que guardar silencio, Yuki se acostó en el pasto mirando el cielo azul, Haru se acercó con lentitud para sentarse a un lado abrazando sus piernas. El silencio fue el que gobernó mientras cada uno estaba en sus pensamientos, uno disfrutaba del silencio mientras el otro estaba inquieto por romper lo.

Yuki, ¿Puedo preguntarte algo?

-Lo acabas de hacer Haru— respondió mientras cerraba los ojos y comenzaba a respirar con lentitud.

Los cálidos rayos del sol chocaban con su cara haciéndolo ver un poco angelical.

Bueno, otra pregunta— hizo un puchero.

Yuki no respondido, se quedó un momento pensativo haciendo que Haru le mirará.

De acuerdo— accedió.

¿YO... YO TE GUSTÓ?—preguntó con un sonrojó en las mejillas y cerrando los ojos.

El chico de cabellos verdes abrió los ojos con sorpresa y miró a su amigo, por instinto llevó su mano a la cabeza del pequeño y le acarició con ternura y lentitud. Haru abrió los ojos mirando el rostro de su acompañante, lucía bastante tranquilo y parecía dar una respuesta favorable; su corazón latía rápidamente diciéndole que estaba en lo correcto.

Por supuesto que me gustas Haru, eres mi mejor amigo— sonrió levemente haciendo que el corazón de Haru se rompiera.

La escena y el momento de magia se habían roto, el no correspondió a sus sentimientos y era un poco razonable entre ellos existía una diferencia de cuatro años.

Su corazón le comenzó a doler, así era el sentimiento de ser rechazado por alguien a quien querías. Era un completo tonto al creer que el lo querría de otro modo, también era un tonto por enamorarse tan joven pero se dice que el amor juvenil es tonto pero hermoso.
No se dio cuenta cuando había comenzado a llorar, se sentía patético. Yaki lo miraba confundido y un poco asustado; era seguro que no entendía el motivo del porque estaba llorando. Lo único que atinó a hacer fue abrazar a aquel que lo había declarado su mejor amigo.

Tu también eres mi mejor amigo y siempre lo serás— enterró su cara en el pecho de el.
Mientras unas fuertes ganas de gritar le se guardaban en su corazón.

El escenario cambio a el acostado en su cama, hoy cumplía catorce años de edad y cinco meses atrás Yuki había cumplido dieciocho años y también se había casado.

Dios, por favor aleja me de el. Ya no quiero sufrir más, no dejes que nos volvamos a encontrar— murmuró mientras lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos.

Sus ojos estan rojos por todo lo que a llorado y tiene unas enormes ojeras, su cuerpo está débil.

El doctor dijo que no sobrevivirá el mes, y el con ansias desea ya su muerte.

Sus pensamientos son interrumpidos por los bullicios de sus empleadas.

Yuki, el amigo de nuestro amo será padre, su esposa Ochaka está en cinta— exclamó una emocionada.

Y algo nuevamente se rompe más en el cuerpo de Haru.
Un violento ataque de tos sacude su cuerpo, toma el pañuelo que descansa a su lado para ponerlos sobre su boca.

Cuando lo retira este está reñido de rojo y en el hay pétalos de cerezo.
De un momento a otro su garganta le comienza a doler y provocar una horrible sensación, por instinto comenzó a arrallarse el cuello.

Su padre y su madre entraron tratando de tranquilizarlo, pero no lo lograron, escuchó que el doctor entró a la habitación, y entonces lo pudo ver.

Sus característicos cabellos verdes que conocía perfectamente y esos ojos rosas que le miraban fijamente con tristeza, como pudo susurro un «Te Amo», en su corazón sabía que probablemente el no entendió pero no importaba, era el fin.

Un dolor en su pecho es lo último que siente mientras la sangre escurre de su boca y cierra sus ojos.

Finalmente abre los ojos y observa las miradas preocupadas de sus amigos, Mina sostiene un pañuelo con una mancha roja en el mientras Denki y Sero suspiran con alivio.

¿Porque lo miran así?.

Sintió que algo estaba saliendo de su boca, probablemente era saliva por lo que pasó su mano para quitarla pero al momento de observar que era ese líquido notó que era sangre.

—¿Sacaste una flor?— le preguntó Mina extendiendo le el pañuelo.

—Si pero en la mañana, tuve un sueño algo loco y supongo que fue por eso- respondió este al tomar el pañuelo—. Gracias Mina.

Denki se sentó a su lado, el también estaba sufriendo por ver a su amigo pasar por todo eso.

—¿Qué hora es?— preguntó para hacer que olvidarán el tema del Hanahaki.

Sero observó su celular para después bloquearlo y guardarlo.

—Diez minutos después de la hora acordada, cuando llegamos estabas dormido y no despertabas a pesar de que te hablábamos y sacuiamos— Kirishima abrió los ojos sorprendido por lo que Sero había dicho.

Se había quedado dormido media hora, en ningún momento sintió ni escucho nada.

—Incluso estuve a punto de darte unos cuantos toques con mi electricidad pero Mina me detuvo al ver que comenzaba a salirte sangre de la boca y la nariz— le completo Denki.

Soltó un suspiro, todo lo que le estaba sucediendo era completamente extraño y horrible.

Ese era el precio por enamorarse de alguien.

—¿Y Bakugou?

—Aún no viene ni tampoco mencionó nada de faltar hoy en el grupo— contestó Mina.

Al parecer el rubio no llegaría a la cita con sus amigos, si no había accedido a una salida grupal ¿que oportunidades tenía de salir a una sola con el?.

—Supongo que tendremos que ir sin el— mencionó levantándose de la banca para guardar el pañuelo.

—¿Estas seguro?, La salida era para que ambos estuvieran juntos y nosotros nos hiciéramos a un lado— le cuestionó la única chica del grupo.

—Lo estoy, ya habrá oportunidad de estar con el— contestó.

Denki también se levantó para sonreír y darle una suave palmada en la espalda y agregar.

—Eso no será necesario porque ahí viene el rey de las explosiones.

Todos voltearon a mirar a donde Denki miraba y vieron que Bakugou se acercaba con las manos en los bolsillos, parecía relajado pero por una extraña razón se haría a la mierda por los comentarios de sus subordinados.

—Hombre, finalmente llegas. Te estábamos esperando—Sero le había saludado diciendo eso.

Mientras el rubio volvia a su expresión de odiar a todo el mundo.

—Cierra la boca cara plana- respondió este.

—Bakugou, me alegro que vinieras— sonrió Kirishima.

—Callate pelo de mierda- contestó esté.

—Vale chicos, tranquilos. Que tenemos que pasarla bien en esta tarde— sonrió Mina.

Kirishima asintió, intercambiaron unas palabras para finalmente ingresar al metro. La tarde tenía que ser perfecta, tenía que ser lo.










Nota: Chale ya un buen de tiempo sin actualizar este fic, pero digamos que valer verga está cabron en estos días y me ha tomado tiempo.
El fic lo actualizaré cada mes o mes y medio. También si no les gusta el fic por las parejas o por lo pinche puerco que escribo no es necesario poner mis libros en listas como: Horrible, Asco, Cosas Estúpidas, Mierda de Libros. Simplemente díganme para bloquearlos y ya.

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