Sacrificio

No durmió en toda la noche, no planeaba hacerlo, tenía que saber si estaban bien y así fue como dos días después trepando por un árbol y parándose en una de las ramas él se asomó por aquella ventana donde el había entrado muchas veces en el pasado para contemplar mientras ella dormía, sin embargo esta vez fue diferente ya no era la joven inocente de cabellos castaños si no que ahora era toda una mujer, no se había tomado el tiempo para notarlo, junto a ella abrazaba a una pequeña persona, la hija que ambos habían creado en una noche de amor, era tan bella como lo era su chica y hasta tenía su mismo carácter aunque todos decían que se parecía a él siempre decía lo mismo " Es tan hermosa como Tenten".

Quería abrazarlas a ambas, protegerlas y que supieran que siempre las quería, había pensado en ir las a visitar en estos días sin embargo no se atrevió a hacerlo ya que ella seguía muy enojada con él. Y ahora estaba ahí trepado en un árbol con su traje ANBU preparado para salir en una misión, solo paso unos minutos para contemplar lo que había perdido en segundos.

Y así fue como de un salto se retiró del lugar, regresaría el mismo día, solo deseaba verlas de nuevo y escuchar sus voces. Se concentro en su misión. No era del todo difícil, tenían que llevar unos pergaminos a una aldea cercana y regresar con la respuesta, no tuvieron ninguna interrupción y por la tarde ya se encontraban en camino a Konoha.

-En Konoha-

-Ves así y luego lo doblas por aquí-una hoja de papel resultó en sus manos en forma de una flor de loto y las enseño a su hija. En la mañana le pusieron el tratamiento y en la tarde planeo jugar con su hija, regresarían a Suna mañana por la mañana.

-Mmmmm... mira okaasan lo logre-sonrió alegremente mientras la mostraba en sus pequeñas manos el papel doblado en forma de flor.

-Vaya tienes talento-Tenten no podía negar que su hija era muy inteligente.

-Okaasan ¡le haré una a Lee-san!

-Está bien linda- le miro con ternura mientras veía como la pequeña tomaba una hoja de papel.

Un estruendo se escuchó de repente seguido de los escombros del departamento, ella había protegido a su hija con su cuerpo impidiendo que los escombros le hicieran daño.

Una serpiente gigante se encontraba como la culpable de la destrucción, arriba de ella un chico con gran sonrisa.

-Que aburrido- bufó el chico con una sonrisa satisfecha.

La castaña se levantó poco a poco tosiendo por los escombros vio a su hija entre sus brazos la cual tenía una expresión asustada.

-¿Estás bien?- preguntó alarmada mientras la levantaba mientras ella se encontraba de rodillas y revisaba en busca de heridas, pero no encontró ninguna y suspiro de alivio por un breve momento.

-Okaasan...- la pequeña miraba por encima de Tenten hacia el ninja causante de todo el destrozo la castaña enseguida volteo hacia el atacante y le dedicó una mirada de odio.

-Vaya eso no fue tan difícil, ¿qué hay con la seguridad de Konoha hoy en día? ha decaído que decepción-la castaña se incorporó si saber lo que pasaba pero sabía perfectamente tenía que proteger a su hija de cualquier modo.

-Oye tu mujer-habló de nuevo señalándola-no pongas resistencia y dame a la heredera del Byakugan-ella lo fulminó con la mirada, para luego volver con la pequeña quien se encontraba escondida tras suyo.

-Hana, quiero que vayas a esconderte vete de aquí y no vuelvas- dijo de manera seria sin dejar de ver al chico.

-Okaa...san...- la pequeña apenas articulo un hilo de voz cuando Tenten la interrumpió de manera brusca.

- ¡Es una orden! ¡Vete ya!- la niña dio dos pasos torpes hacia atrás asustada antes de salir corriendo en dirección opuesta.

-¿A dónde crees que vas?- dicho eso el ninja sacó un látigo y lo lanzó en dirección al pie de la niña mientras corría, un movimiento rápido por parte de Tenten logró que no alcanzará su objetivo si no que sostuviera una Katana invocada por ella, la pequeña se había tropezado y se quedo mirando atemorizada ante lo que pasaba y estaba sorprendida de que su madre la hubiera salvado, de pronto Tenten la miró seriamente.

- ¿Qué esperas?, ¡te dije que te fueras!- habló con una mirada severa la castaña volteando a ver a la pequeña.

Jamás le había hablado así a su hija pero era la única manera de que entendiera que tenía que irse de ahí por que corría peligro, la pequeña ojiperla se levantó torpemente y corrió a ocultarse entre los escombros, la chica la observó por unos segundos y regresó la mirada a su oponente.

-¿Ah? -su enemigo la observó con curiosidad, el chico llevaba mallones negros y una camisa de mangas largas gris, tenía el cabello corto color miel y una sonrisa divertida -vaya estorbo que eres, hazte a un lado mujer y te dejare vivir.

-Sobre mi cadáver-respondió enojada.

- Bien será un placer-estiró el látigo tratando de derribar la espada y así fue se la arrebato de las manos de ella y la tomo entre las suyas- es una lástima siendo tan linda, lo que me hará disfrutar más cuando te mate.

Saco otro pergamino que encontró entre los escombros e invocó otra katana más encordaba que la anterior.

-¡Ha! que divertido-rió el chico bajándose de la serpiente que desaparecía en una nube de humo.

Ella se aproximó a chocar espadas con él que era más fuerte que ella en cada estocada, un dolor en el pecho la invadió, dio dos pasos retrocediendo de su enemigo.

"Ahora no" pensó de inmediato pero era demasiado tarde empezó a toser.

-¿Ah? ¿Estás enferma? que patético déjame acabar con tu sufrimiento.

Cuando terminó la oración desapareció de la vista de la chica para encontrarse detrás de ella blandiendo el arma, en cuanto lo percibió ella choco su katana en defensa después se giró y atacó inmediatamente pero él era más rápido que ella y no dejaba darle ni un solo golpe que no fuera de defensa, finalmente ella retrocedió sacando un pergamino y desenrollándolo.

-Eso no servirá de nada-antes de que ella pudiera reaccionar el enemigo partió el pergamino en dos, para sorpresa de ella después de ver los dos pedazos desunidos encontró una patada que la hizo volar y chocar con un pared doblarse del dolor entre escombros- hahaha que patética y bien ¿dónde estará esa mocosa?

Se alejó de donde Tenten se levantaba lentamente pero perdió el equilibrio y cayó de rodillas apoyándose en sus mano, tosió más fuerte hasta escupir sangre, definitivamente no dejaría que tocarán a hija debía defenderla a como diera lugar así se levantó tomando la katana que había tirado en el impacto y se encaminó hacia el chico.

-¡Aún no he terminado! - gritó la castaña entre jadeos, el ninja volteo con indiferencia y sonrió con demencia de nuevo.

-Así que... todavía te puedes mover... si tanto quieres morir te complaceré.

Algo la atravesó de manera rápida de inmediato un dolor la invadió intensamente, de minuto a otro el ninja no se encontraba en frente de ella bajo su mirada temblorosa hacia su estomago del que sobresalía la punta de una de sus mismas armas.

-Yo ya he... terminado contigo-le susurro por detrás mientras le retiraba la katana atravesaba, ella no fue capaz de mantenerse de pie así que cayó de rodillas pero se apoyó de un mano para no caer completamente y con la otra mano presionaba su herida.

No, no podía acabar de esa manera, se llevarían a su hija y ella no había sido capaz de mantenerse con vida.

-¡Okaasan! - abrió los ojos atemorizada Hana se encontraba corriendo hacia su dirección había salido de su escondite estaba a unos metros de ella.

-No... -un hilo de voz salió de sus labios temblorosos.

-Je ¿Okaasan?-el chico se acercó a Tenten y le susurro en el oído en tono divertido- así que...lograste que un Hyuga se metiera en tu cama te felicito no muchas lo logran, vaya que eres interesante mujer lástima que te interpusieras en mi camino apuesto que me hubieras satisfecho magníficamente.

-Mal...dito... - susurro con odio fulminándolo con la mirada pero él se alejo de ella.

-Cállate... basura-la pateó de nuevo y salió volando por segunda vez pero en esta ocasión no tenía fuerzas para levantarse, se preguntó en ese momento si acaso nadie vendría a ayudarla mientras su vista se nublaba, pero alcanzó a ver la silueta de su hija llegando a donde se encontraba ella.

-¡Okaasan!- la pequeña se arrodillo al lado de Tenten mientras las lágrimas salían de sus pequeños ojos, la castaña quiso quitarlas una por una, inconscientemente su mano llena de sangre se levantó con las últimas fuerzas que tenía y acarició la mejilla de la niña manchándola un poco.

-Ha...na...pon...te...a...salvo-la mano de la castaña cayó al momento que su vista se nubló y perdió todo contacto con el mundo.

-¡Okaasan levántate! - la niña movió el cuerpo de su madre esperando una reacción-¡Okaasan! no me dejes sola...okaasan...

Pero Hana vio que su madre no se movía a responder a su llamado, eso la asustó demasiado y su voz se fue ahogando en lágrimas mientras desesperadamente agitaba el cuerpo inerte de tu madre.

-Es inútil niña se acabo para ella vendrás conmigo-el ninja se acercó y la pequeña volteo a su dirección, de momento supo de sus intenciones pero no tuvo miedo, un enojo llenó sus ojos y saco torpemente un pequeño pergamino de su pantalón y lo extendió en el suelo sus manos temblaban y sus lágrimas no pararon.

-¿Ah?, ¿pero qué es esto? -el chico la miró confundido.

Ella invocó rápidamente una marioneta casi de su tamaño que Kankuro le había dado para alguna emergencia, el manejo de sus hilos era torpe y trató de moverla a defensiva el muñeco se movió lenta y torpemente. Sin embargo no fue suficiente, el chico sonrió divertido quien no había interrumpido por mera curiosidad.

-Eres igual de testaruda que aquella mujer... siendo tan pequeña, es una lástima pero no te puedo matar eres una pieza invaluable que mi jefe quiere de colección.

Se aproximó hacia ella, la cual no tuvo tiempo de reaccionar cuando él agarró la marioneta por la cabeza y la aventó a un lado destruyéndola, la niña se asusto aún más y retrocedió temblorosa mientras el ninja saco una cuerda y en cuestión de minutos hizo que la niña estuviera inconsciente para después amarrar sus manos y pies, la cargo en su espalda como un saco. Otro ninja yacía a escasos metros arriba del postrado en un edificio alto con sus manos unidas formando un Jutsu, de un salto apareció el chico con la pequeña en su espalda y se quedó a su lado.

-La tengo, retira el Jutsu y regresemos.

-Enseguida-después de un movimiento de manos, ambos se retiraron inmediatamente.

-Minutos más tarde-

Después de unas cuantas horas regresaron a Konoha de su misión, Neji tenía inquietud de ver a Tenten y a su hija, escuchó murmuros de la gente en cuanto regresó, no le importó, se dirigió a la torre del Hokage.

Nada, Naruto se encontraba en una parte de la cuidad que había sido atacada, según le dijo un ninja asistente que no le dijo por completo lo que pasaba, él tenia un mal presentimiento debía ir con Tenten enseguida y así fue pero desde lejos vio escombros, el departamento de ella se encontraba justo ahí y varios ninjas reunidos alrededor de algo después vio a Hinata la cual lloraba, cuando volteo fue una con expresión de dolor.

-Neji-onii...- todos los presentes voltearon pero ninguno se acercó excepto Hinata quién le impidió el paso pero él la aparto rápidamente, realmente no entendía nada hasta que la vio, todo su mundo se derrumbo en un segundo, Tenten se encontraba en el suelo ensangrentada y lastimada mientras Sakura hacia un trabajo de sanación en su estomago en la cual tenía una herida y enseguida vio una katana se imaginó justamente lo que paso.

-Neji... - la voz de Lee era de dolor- lo siento...pusieron un Jutsu en toda la aldea... nadie pudo hacer nada...

Él escucho perfectamente a Lee pero aun así ignoró aquellas palabras para aproximarse a la castaña y se arrodilló a un lado, Sakura terminó en ese momento la sanación.

-Detuve la hemorragia, esta... delicada... una katana la atravesó pero no perforó ningún órgano interno por suerte pero su enfermedad... perdió mucha sangre la llevaremos al hospital ahí tratemos de estabilizarla, haremos lo que podamos para mantenerla viva.

De nuevo entendió lo que le decían pero lo ignoró por completo, extendió una mano y con torpeza a detuvo en la mejilla de ella, un gran peso cayó sobre él en ese momento, se sintió culpable, si él hubiera estado ahí ella no hubiera salido lastimada definitivamente él hubiera dado la vida por protegerla a ella y a...

-Hana...-reaccionó al instante y observo por todos lados-¿donde está Hana?

-Se la llevaron-contestó Naruto enojado-creemos que ella los detuvo por un tiempo y como ya dijo Lee pusieron un Jutsu en la aldea, nadie se dio cuenta.

-¿Quién hizo esto? -el odio estaba en sus palabras mientras que apretaba los puños fuertemente.

-Tenemos poco rastro de ellos, creemos que son de la aldea de la lluvia.

Los mataría, a cada uno de ellos, fueran cuanto fueran, los haría pagar por tocar lo más importante para él.

-Cuiden de ella, iré tras ellos-dijo levantándose con la mirada enfurecida.

-No iras solo-Lee habló decidido mientras levantaba un puño.

-No te metas Lee, es asunto mío.

-Y el mío también, Tenten es mi amiga y Hana es importante para mí también.

-Yo también iré, no dejaré que nadie venga para atacar a mi aldea solo porque si- Naruto estaba decidido al igual que Lee. Finalmente Neji suspiró rindiéndose, en ese momento no podía pensar con claridad ni mucho menos detenerlos.

-Sólo no me estorben-dicho esto se marchó y ambos lo siguieron.

Y bien ¿que les pareció? espero que les haya gustado no olviden comentar gracias a los que ya lo hicieron se los agradezco de verdad gracias, recuerden cualquier critica constructiva es bienvenida pronto publicaré el siguiente capítulo así que no se preocupen ;) es un placer servirles :3

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