Orgullo

Espero que disfruten de este capítulo, sin más por el momento aquí esta.(lamento si se me fue alguna falta de ortografía, lo revise lo mejor que pude :D)

Sus ojos se mantuvieron en la misma posición toda la noche, su rostro no tenia expresión alguna, en su mente solo se veía la expresión de Hana, tan serena, su sonrisa, era de lo más linda, era todo lo que esperaba de una hija, he incluso más de lo que espero, y así entendió a todos, a Naruto cuando supo que Hinata estaba en cinta, incluso también a Shikamaru cuando le dieron la noticia, ahí estaba con una hija suya que tenía que recuperar, siempre pensó que el no tener a Tenten era su castigo más grande ante su estupidez pero se equivocó, era el tener una hija y que ni siquiera le dijera padre, le hacía sentir el mayor enojo posible.

"Otousan", su imagen a pareció de nuevo en su mente diciendo esas palabras que tanto añoraba escuchar. No se iba a rendir no importa lo que costara se ganaría la confianza de su hija.

Se levantó temprano camino hacia lo que era la casa de la castaña tenía que aclarar las cosas con ella, Hana salió de repente antes de que Neji entrara.

- ¿Ah?... ¡Hyuga-san!-su rostro era una combinación de sorpresa y alegría, le dedicó una sonrisa, tenía su vestimenta ninja, su camisa morada y shorts azules, a diferencia de ayer esta llevaba el pelo recogido en una coleta alta, su fleco caía en su rostro y su mirada se volvió serena.

-Ohayou Hana-respondió el con una media sonrisa.

-Ohayou Hyuga-san, ¿iras a ver a Okkasan?

-Así es, ¿a dónde iras?

-Iré con mi Sensei, a la academia- la pequeña lo atravesó caminado y se detuvo después al quedar del otro lado con una sonrisa y sus manos que se tomaban en la parte de atrás de su espalda.

-Ya veo-la observó sin borrar la sonrisa de su rostro-...Hana...

- ¿Hai?

-No necesitas llamarme tan formalmente-le dolía que lo llamara como un desconocido, sin embargo eso era para ella.

-Pero... Okkasan siempre dice que les tenga respeto a mis mayores. -se llevó un dedo a la comisura de su labio y se formó una expresión de confusión en su rostro sin dejar de mirar a Neji.

-Así es, pero si un mayor te dice que no le llames de cierta forma también se tiene que tener respeto.

- ¿Ah?... ya entendí, y... ¿cómo quiere que lo llame? -Regresando a su pose original con una sonrisa de nuevo.

"Otousan", pensó en pronunciarlo, pero no haría ningún bien solo la confundiría y la alejaría de él, necesitaba hacer lo contrario.

-Dime Neji solamente- Hana hizo un puchero, le hizo recordar a Tenten cuando se confundía o le incomodaba algo.

- ¿Qué sucede?

-Le diré Neji-san, así los dos estaremos iguales- él sonrió de lado.

-Bien, estoy de acuerdo.

-Neji-san me tengo que ir llegare tarde -él desvió la mirada un momento para ver la ventana de la casa de la castaña, ella miraba por la ventana, al ver que le regresaba la mirada se metió de nuevo.

-Está bien, ve con cuidado.

-Hai-la pequeña siguió su camino y empezó a correr, él la observó por un momento para después dirigirse a la casa enfrente a él y entró en ella.

- ¿Puedo pasar? -preguntó ya adentro viendo a Tenten seriamente, llevaba el cabello suelto y una camisa china de color roja de las que ella acostumbraba ponerse y un pantalón corto.

-Ya lo hiciste-respondió secamente.

- ¿Te sientes mejor? -se acercó a ella y a siguió hacia la cocina.

-Si lo estoy gracias-dijo mientras acomodaba lo que parecían unos manteles, él no dijo nada más sólo la observo.

- ¿Se te ofrece algo? -hablo sin voltear de lo que estaba haciendo, se sintió incomoda al sentir la mirada de Neji a sus espaldas.

-Sí, arreglar las cosas- directo a lo que iba, ella se dió cuenta que en todo este tiempo no había cambiado nada.

-No quiero oírte, si iré contigo a Konoha- dijo la chica volteándose mostrando enojo.

-No, no es eso- él se acerco un poco más.

- ¿Entonces?, ¿Qué esperas ahí parado?

-Tu perdón

-No-tanta seguridad de parte de él la enojo aún más.

- ¿Por qué? - seguía tan seguro de sí mismo.

-Por el bien de mi hija- recalcó ella.

- ¿En que se supone que le hará esto bien Tenten?

-No estará confundida acerca de quién es.

- Es nuestra hija, una Hyuga es lo único que tiene que saber, lo que le has ocultado todos estos años.

-No es porque yo quisiera...

-Vaya, ¿es encontrar de tu voluntad?, ¿Quién te tiene amenazada?, ¿Kankuro?

-No lo metas en esto.

-He notado lo lista y curiosa que es, ¿no te ha preguntado sobre sus ojos?

-Lo hace todos los días...

- ¿Y tú que le dices?

- Yo le digo que es especial eso es todo.

- Eso es verdad pero crecerá y no se creerá eso tan fácilmente, buscará respuestas que yo le puedo dar.

- No voy a discutir contigo- cruzó los brazos decidida a acabar con la discusión.

- ¿Se puede saber a qué le tienes miedo Tenten? - se acercó a ella tomando su muñeca de la mano izquierda, él estaba enojado, por la actitud que ella tomaba no era madura.

-Neji suéltame ahora - enojada lo retó con la mirada.

- No hasta que me escuches-ella forzaba la muñeca para que la soltara pero él no cedió, lo que hizo que la desesperación de ella se volviera más fuerte.

- ¡Ya basta! -estaban a punto de salirle lágrimas en los ojos, el simple contacto de la mano de Neji no le agradaba en lo más mínimo.

-No, escucha quiero más que tu salud cuando regresemos a Konoha, quiero que te quedes conmigo- la acercó a él acortando más la distancia, no estaba seguro de lo que estaba haciendo al tratarla de esa manera, tantos años de angustia hacia ella se resumían en estos momentos.

- Eso no va a pasar- ella lo miró con odio mientras seguía forzando la muñeca.

-Bien, hare que pase-estaban discutiendo, no pensaba en las palabras solo salían.

-Me lastimas-decidió suplicar pero no resultó, sus miradas no se apartaban una de la otra, permanecían ahí constantes de cada movimiento mutuo.

-No te voy a soltar-él sabía que eso era un error y que ella lo odiaría más que ahora pero a él no le importaba.

La chica hizo un brusco movimiento con la mano libre le trato de darle una cachetada, sin embargo vio enseguida lo que trataba de hacer y agarro la otra muñeca, antes de que llegara a golpearlo.

-Deja de ser tan orgullosa-a pesar de estar enojado no levantó la voz, si no que hizo todo lo contrario hablo entre dientes.

-Aprendí del mejor- escupió sus palabras intentando escapar de su agarre.

-Eres una infantil.

- ¡Déjame en paz!, no te necesito, todo estaba bien antes de que llegaras a mi vida de nuevo, ¡Hana no te necesita!

- ¿Cómo lo sabes?

-Suéltame ya Hyuga.

-No te volveré a soltar nunca más... te amo-dijo al fin sin pensarlo, no supo cuando la había aprisionado contra la pared más cercana al lado de la alacena de la cocina, ella sólo se quedó callada por un momento, esa última palabra le hizo recordar todo en ese instante, le hería, le lastimaba verlo ahí diciendo esas cosas, no era un dolor físico por el agarre en el que él la tenía, sino más bien uno más fuerte, debía alejarlo antes de que le doliera mas como hace algunos años. La castaña apretó los dientes.

- ¡Te odio! -no sabía cómo describir el dolor pero pensó que todo seria resumido en esas palabras.

- ¡Ha!, ve y díselo a otra persona yo no te creo.

- ¿Por qué no?, es la verdad- su tono era más hiriente.

-Porque si me odiaras lo vería en tus ojos- abrió los ojos perpleja ante lo que él le dijo con demasiada seguridad en su voz, estaba en lo correcto, no lo odiaba pero si algo era cierto es que después de todos esos años ella seguía sumida en el mismo hoyo en el que cayó una vez que él la dejo sola, no podía odiarle y lo más importante no podía mentirse a sí misma para poder hacerlo.

- ¿Te digo por qué?- el continuó hablando, ella era la única persona que lo oía hablar tanto acerca de sus sentimientos, no lo hacía con nadie más porque nadie lo merecía- por que cuando me ves lo haces con ese sentimiento que para mí siempre ha sido inexplicable, ese cariño es el mismo que cuando miras a Hana también pones esa mirada, fui idiota por haberte dejado ir, estoy aquí para estar de nuevo contigo-acercó su cara a ella viendo sus labios y los quiso unir, pero ella se apartó su cabeza hacia el lado contrario, la chica tenia la mirada baja y la respiración un poco agitada-esperé todos estos años para probar de nuevo el dulce sabor de tus labios, fue una dura y nada sencilla espera Tenten-le susurró al oído.

La castaña volteó para contestar pero era demasiado tarde se encontró con los labios de Neji arremetiendo en los suyos, ella no respondió se reusaba a hacerlo no quería caer de nuevo en ese sentimiento que la acompañó en todos sus años sin él, mientras ella se sumía en su abstinencia él comenzó a mover su boca intentando acaparar todo rastro de la de ella para que correspondiera el beso, la chica seguía resistiéndose, soltó sus muñecas para tomar el rostro de ella en sus manos y besarlos con desesperación después sólo tomaba su rostro con una mano mientras la otra decidió sostener su cadera para que ella reaccionara pero no hizo exactamente lo que Neji pensaba que haría.

Un fuerte y agudo sonido se oyó en la cocina, de un instante a otro tenía la cara volteada y el cachete rojo mientras la mano de Tenten a medio camino de lo que había sido aquella cachetada.

-¡Idiota! ¿Qué es lo que pasa contigo? ¡No tienes derecho! -dijo empujándolo bruscamente, y fue ahí lo cuando reaccionó molesto.

- ¿por qué?, yo siempre lo tuve, sólo estas confundida eso es todo.

- No lo estoy- susurró con furia.

- Sí, si lo estas y no quieres verlo.

- No...

- No quiere ver que regresé...

-No, cállate-se tapó los oídos cuanto deseaba que él desapareciera, que fuera una pesadilla más de las que ella tenía desde que él la dejo.

-Esta es la realidad, ¡regrese por ti!

-No...-sus lágrimas estaban a punto de salir para derramarse una a una, reteniendo dolor, desesperación, tenía miedo.

-¡Regrese!, mírame, siénteme, estoy aquí...-la abrazó, ella estaba inmóvil con los ojos abiertos sin corresponder el abrazo-llora tienes todo el derecho de hacerlo, ódiame por haberte dejado sola, quiéreme por no haberte dejado de amar todos estos años, golpéame cuantas veces quieras, bésame cuando tu lo desees... pero jamás me dejes de nuevo, cuando lo hiciste tuve que contenerme muchas veces para no salir corriendo de Konoha para secuestrarte y traerte de vuelta, me sentía desesperado, estoy aquí suplicando tu perdón, por favor acéptalo, eres lo único que le da sentido de la vida, tú y Hana me regresaron el sentido a vivir.

Por fin dejó salir un camino de lágrimas de sus ojos hacia abajo atraídas por la gravedad, ensombreció más su mirada, lentamente sus brazos se levantaron para corresponder el abrazo, débilmente lo hizo.

-No hay nada que perdonar Neji, tendrás que ganarte mi confianza de nuevo, y si le haces daño a Hana jamás te perdonaré...

Su tono de voz era serio, se separó de ella y la observó, sus flecos tapaban sus ojos mientras las lágrimas salían, en esta ocasión le tomó por los hombros y trato de verla directamente a los ojos.

- Escúchame bien yo jamás le haría daño a Hana, ya te hice mucho daño Tenten me arrepiento y mi castigo por eso es haber perdido más que tu confianza.

No hubo más que silencio en esa pequeña habitación, los dos sabían que ya no había nada que hablar, su relación estaba destrozada. Se separó de ella sin dejarla de observar.

-En unos cuantos días nos iremos tienes que estar lista.

-Lo sé-dijo sin importancia y limpió el camino de lágrimas con su muñeca, de nuevo ese incómodo silencio, los dos lo odiaban pero ninguno estaba dispuesto a romperlo. Se quedaron así un tiempo, él la miraba pero ella sólo trataba de escapar de hacer contacto con él hasta que ella hablo.

- ¿Quieres un poco de té? -probó con un tono desinteresado, como si no hubieran estado discutiendo, mientras tomaba unas tazas y las ponía en la mesita del comedor al lado a ellos.

-Siempre me gustó que me prepararas té, te sale bien-respondió sentándose en la mesa.

-Gracias-sirvió en las dos tazas.

- ¿Te acuerdas cuando me lo preparaste la primera vez?-sonrió el Hyuga mirando a la taza, aquel color café claro, un té delicioso, dulce pero no tan cargado, en el punto exacto así lo describía él.

-Como olvidarlo estabas hospitalizado, tus brazos no se podían mover debido a una misión tipo S, fue mi culpa quedaste así por protegerme, me ofrecí a cuidarte, a darte de comer y prepararte té como agradecimiento por salvarme.

-Me cuidaste día y noche, y yo siempre decía que eras una testaruda por quedarte también por las noches no dormías mucho.

- Tú eras el del orgullo en alto, me regañabas a cada rato...

-...fue una noche en que me diste un sorbo de té y una gota se resbaló por mi labio, me dijiste que no me moviera, acercándote lo limpiaste con tus dedos y luego...

-Nos quedamos mirando como tontos el uno al otro...- tomó asiento delante de él, dando un sorbo a su taza.

-Hasta que yo decidí besarte-finalizó él con una sonrisa a medias.

-Cómo no recordarlo me sonroje demasiado, fue días después cuando supe que estaba enamorada de ti-mencionó con nostalgia-que buenos momentos.

- ¿Son sólo eso?

- ¿Qu...?

- ¿Es así como quieres que lo recordemos?, ¿cómo buenos momentos?, para mi es el inicio de algo.

-Que ya terminó... - esas palabras le dolieron.

-Me arrepiento de todo lo que hice, soy un idiota.

-Sí, lo eres-ella sonrió de nuevo con una expresión nostálgica. El ojiperla le tomó un sorbo de té.

-Gracias.

-Lamento que no sea el té importado al que estas acostumbrado.

-Este es más delicioso que algún otro que haya probado.

-Me alegro que te...

-No me rendiré-interrumpió, ella lo observó tenia la mirada sombría sonaba decidido-regresarás conmigo, no podré estar sin ti de nuevo, no lo soportaría.

-Eso no sólo lo decides tú.

- Lo intentaré y sé que lo lograré esta vez no me rendiré tan fácil, volverás a amarme- sólo lo miró, él estaba decidido, "es sólo cuestión de orgullo" pensó ella convenciéndose desconfiando de sus palabras.

-Será mejor que vaya por Hana ya casi es hora de comer y debemos tener todo listo para irnos.

-Te acompaño.

-No es necesario-se levantó sin mirarlo.

-Claro que lo es.

- ¿Qué es lo que buscas con mi hija? -preguntó confundida.

-Que reconozca que es una Hyuga-ella sólo lo observo, sabía perfectamente del orgullo de Neji como para dejar las cosas así, salió de la casa seguido de él y fueron de camino a la academia de Suna. Vieron a Hana y ella corrió hacia ellos.

-Okkasan, Neji-san-los recibió con una sonrisa.

-Tenemos que irnos vine por ti dile a tu Sensei partiremos a Konoha tenemos que alistarnos.

-¡Eso es genial!, Okkasan, Neji-san ¿va a ir con nosotros?

-Sí, y ¿sabes?, conocerás a muchas personas, entre ellos Lee.

-Qué emoción al fin conoceré al tío Lee.

-Así que despídete de Yukkio y Kanora.

- ¡Hai!- la pequeña se fue.

-No le hablaste de mi pero si de Lee, me siento ofendido de alguna manera.

-Si le hable de ti, sólo que no sabe que eres tú.

-¿Mmm?

-Le hable acerca del equipo Gai y de Konoha, es la única forma en que no protesta para irse a dormir.

-Ya estoy lista-después de unos minutos la pequeña regresó con una mochila con sus cosas.

-Bien-la castaña le dedicó una sonrisa a Hana y esta respondió, Neji las observó a las dos... definitivamente eso era lo que él quería para toda una vida.

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