Sentía que en cualquier momento su cabeza estallaría por todo lo que estaba sobre pensando

La cago

Todo se fue al carajo en cuanto escucho a Jooyeon mencionar a su banda favorita. No pensó cuando lo llevo a la sala de vinilos o cuando le dio aquel llavero y ahora el menor conocía un poco más de el, no de Hyeonji cómo debería de estar haciendo, no lo malentiendan, el darle ese regalo fue una acción que le nació, pero eso había dejado una pequeña grieta en la máscara de Hyeonji, dejando libre a Hyeongjun y se suponía que eso no debía pasar, Jooyeon debía conocer a Hyeonji, no a Hyeongjun

-¿Estás bien Yeyi?- escucho que le pregunto su padre, ambos estaban en el comedor, cenando

-si papá- afirmo rápidamente, dando un bocado de lo que había en su plato

-¿Cómo estuvo tu tarde? ¿Te divertirse con tus amigos?- cuestionó

-si- contesto de manera automática- ¿Y Jisung?

-sigue arriba, llegó algo raro de su cita- comento el mayor con un poco de preocupación

-¿Cómo estuvo tu día?- pregunto ahora el menor

-mucho papeleo- respondió antes de continuar con su cena.
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-¿Puedo pasar?- pregunto desde la puerta, recibiendo una respuesta afirmativa desde el interior, cuando entro, vio a su hermano envuelto en las sábanas- ¿Todo bien hyung?- pregunto con delicadeza, mientras dejaba el plato de comida que había llevado en la mesita de noche

-nada está bien Yeyi- contesto el mayor sin darle la cara

-¿Tu cita salió mal?- pregunto, sentandose en la orilla de la cama, recibiendo débiles sollozos cómo respuesta- ¿Que paso hyung?

-¿Por qué tengo que renunciar a todo lo que amo?- exclamó mientras atraía las mantas más hacia él- ¿Por qué siempre que soy feliz algo tiene que pasar para que todo se vaya al carajo?

-¿Que paso con Minho?- volvió a cuestionar

-se declaró- reveló, aún sin dar la cara

-¿Y eso es malo?

-en otra vida no, pero en esta es algo prohibido- expresó- mamá me lo prohibió, verlo otra vez, que dejara de hablarle, si no la obedecía les haría algo a ti y a Hyeonji

Hyeongjun suspiro, no era la primera vez que su madre hacia algo así, en realidad, su crianza se basa en en amenazas y castigos, siendo Jisung la principal víctima, pues, al querer siempre mantener a sus hermanos en óptimas condiciones, se ha sacrificado por la felicidad de los menores, aunque eso cueste su propia felicidad.

Le gustaría decir que esa mañana despertó gracias a los rayos de sol que entraban por la ventana, más no fue así, en cambio, fue por los gritos del primer piso, que señalaban la llegada de su madre de su corto viaje a las islas Jeju, lugar al que había ido acompañada de sus amigas

-¡HYEONGJUN!- exclamaba la mujer desde el piso de abajo, con pereza, salió de la cama y posteriormente de la habitación, bajo las escaleras de manera lenta hasta llegar donde su madre, que estaba de brazos cruzados en la sala

-¿Que pasa madre?- pregunto adormilado, tallando uno de sus ojos

-¿Que paso en la habitación de pintura?- cuestionó la mujer

-Hyeonji invito a sus amigos a pasar la tarde- contesto, viendo como parecía encenderse una flama en los ojos de su progenitora

-que gracioso Hyeongjun, dime la verdad ¿Que paso en ese cuarto?- demandó nuevamente

-eso paso- se defendió el menor- quieres que sea Hyeonji ¿Verdad? pues ella es muy sociable y no dudaría en invitar a sus amigos a casa, así que eso hice, Jooyeon, Seungmin y Jiseok estuvieron aquí, vimos películas y luego fuimos a pintar- no espero respuesta, solo se dio la vuelta y volvió a subir- por cierto, lo que le hiciste a Jisung sobrepasa tu nivel de cinismo- dijo antes de subir el último tramo de escaleras y volver al habitación

Entro al baño y cuando salió de el, ya aseado, empezó a buscar algo que ponerse, eligiendo una playera blanca de manga corta, un chaleco de lana color salmón y un pantalón negro. Se sentó frente al espejo y empezó a cepillar la peluca que había sacado del armario y luego se la puso, haciendo dos coletas bajas, una en cada lado. Siguió con el maquillaje, simple pero que hacia que pareciera más su hermana. Era tedioso prepararse solo, siempre era en compañía de Jisung, pero está vez requería que su hermano no estuviera enterado hasta después, quería ser un poco de ayuda para su hermano

Tomo el primer par de tenis blancos que encontró y agarro la bolsa que su hermana usaba cuando salía. Salió del cuarto, su madre seguía en la sala pero solo la ignoro, salió de la resistencia y se encamino hacia la cochera, donde sabía que estarían los choferes

-Changwoo, necesito que me lleves a casa de Jooyeon- pidió al hombre que limpiaba los neumáticos de uno de los autos, específicamente del negro

-en seguida joven Hyeongjun- el mayor se enderezó y fue en busca de las llaves, para acatar la petición del chico.

Llegó a su destino en menos de lo que esperaba, bajo del auto y camino hacia la puerta, luego de tocar un par de veces fue recibido por quién esperaba ser recibido

-¿Hyeonji? ¿Que te trae por aquí?- pregunto el mayor mientras cerraba la puerta

-solo venía a pedirte un favor, Minho oppa- respondió, actuando lo mejor posible

-¿Es sobre Jisung?- Han asintió- entonces no pierdas tu tiempo, el fue muy claro ayer- Minho se cruzó de brazos y parecía molesto- solo fui un juego para el, no le importo nada

-eso no es cierto- comento- aunque no lo creas, eres muy importante para mi hermano, si te trato mal fue por miedo

-¿Miedo a que? ¿A una relación estable?- contra atacó de manera brusca

-miedo a perderme a mi y a Yiye- fue su respuesta, captando más la atención del azabache- mamá no quiere que Jisung se relacione contigo y lo amenazó con lastimarnos- contó- por años, Jisung a renunciado a su propia felicidad para garantizar la mía y la de Yiye, está vez no fue la excepción, el te quiere mucho, lo haces más feliz de lo que crees, pero, parece que a mamá no le importa que suframos si eso significa más dinero, poder y fama para ella

-tu madre es horrible ¿Sabes?- Hyeongjun sonrió al captar el humor sarcástico del mayor, señal de que estaba pensando en sus palabras

-la peor- afirmo- por favor, no te alejes de Jisungie, hace mucho que no lo veía sonreír tanto como lo hace contigo

-no planeaba hacerlo- el castaño sonrió, pensando el lo afortunado que era su hermano al tener a alguien que no se alejaría de el.