Sujetó mis manos y me besó. No me dejó ni hablar.

Su lengua exploró mi boca, él actuaba impaciente, fue un cambio drástico de actitud a como llegó.

Sus besos sabían a pizza y refrescos, de seguro estuvo con los chicos... ¿habrá hablado con ellos sobre lo nuestro?

No creo que hablara de esto con los chicos, he oído que los chicos no suelen hablar de sus sentimientos con los demás, eso es horrible.

Su lengua dejó mi boca para lamer mis labios, soltó una de mis manos y acarició mi labio con su pulgar, abrió mi boca y volvió a usar su lengua hacia la mía.

Me ahogaba con sus besos, volvió a ser intenso. Su mano libre rodeó mi cuello con rudeza, empecé a sentir un cosquilleo en mi entrepierna.

Dejó libre mi otra mano y me acarició mi pecho por debajo de mi blusa, apretó un poco el pecho y empezó a jugar con el.

Intenté alejarlo, fue muy repentino todo, directo y sin dejarme respirar. Quisiera que esta noche fuera como inició; besos suaves, caricias lentas y el acurrucado en mi pecho, no este espectáculo de dominación por parte de él.

Su mano bajó a mi vientre y subió mi blusa hasta mis pechos, los descubrió y bajo su rostro para besar de mi ombligo hasta mis pechos.

Intenté alejarlo, pero el era mas fuerte. Rogué por aire y me lo concedió, intenté quitármelo de encima pero no pude.

Agitado, se acercó a mi oído.

Kaminari: Susurrando: -Tu eres mía... él no te tiene en las noches... yo si... eres mía...

Acercó su boca a mis pechos y empezó a besarlos, me dejó marca tras marca alrededor de mi pezón para después empezar a succionarlo.

Empecé a ceder. Mientras el lamia mi pezón erecto, yo acariciaba su pelo mientras con uno de mis jacks acariciaba mi entrepierna por encima de mi ropa interior.

Cambio de pecho mientras yo gemía levemente, abrí un poco las piernas y el se acomodó entre ellas para seguir jugando con mis pechos.

Sus manos sujetaron mi cintura, las mías estaban en su cabeza acariciando su pelo.

Dejo mis pechos perlados con su saliva y con besos llega de nuevo a mi boca, su lengua volvió a entrar en mi boca; mis brazos cruzaron su cuello mientras sus manos volvían a jugar con mis pechos.

Sus dedos presionaron mis pezones y por sus dedos soltó pequeñas descargas de electricidad.

Ahogue un gemido en el beso que me regaló. Lo abracé aun más, me regaló mas descargas mientras lo rodeaba con mi jack para mantenerlo cerca mío.

Llego el punto de que me faltaba el aire, puse la punta del jack con el que lo rodee en su oído para que me dejará de besar y poder respirar. Agitada, trataba de controlar mi respiración mientras gemía por las descargas que él daba en mi pecho.

Estaba sudada, con saliva escurriendo por mi boca, despeinada, gimiendo y con la mente nublada, todo por solo pequeñas descargas.

Pasó sus manos por mi cintura y acarició mi vientre; amo cuando hace esto, se siente muy bien.

A pesar del sudor en mi piel, el sigue acariciándome. Sentí un beso en mi cuello que se extendió a mi vientre, saboreaba mi piel lentamente mientras le regalaba gemidos ahora pequeños.

Beso mi ombligo mientras pasaba sus manos a mi cintura; con besos, llevó su cara enfrente de mi entrepierna.

Solo tenia mi short y mi ropa interior y aun así sentía su respiración en mi intimidad.

Me encogí, recogí mis jacks y mis piernas. Su cabeza estaba entre mis piernas y sus manos acariciándolas. Sujetó fuerte mis muslos para dejar libre camino hacia mi entrepierna.

La olió primero, me morí de la vergüenza por eso; morí más cuando se acercó para darle un pequeño beso por encima de mi short. Eso fue suficiente para soltar el gemido más fuerte y placentero de mi vida. Por suerte o por milagro no lo hice despertar, pero si querer más.

Me regaló pequeños besos que me hicieron gemir más, sentí mis piernas dormidas y mi entrepierna húmeda; quería más... pero todavía no estoy lista para eso.

Puse mi jack en su oído y se detuvo, calmé mi respiración y, con cuidado de no despertarlo, lo senté.

Se quedó quieto un momento, yo lo miré después de volverme a recostar. El se levantó y salió de mi habitación.

Me acomodé la pijama y me asomé para ver si él llevo bien a su habitación; al levantarme, sentí un pequeño hormigueo en mi entrepierna, sonreí por eso.

Me asomé en su habitación y lo vi dormido en el suelo, con el trasero arriba y salivando; se veía tan lindo.

Momo: -¿Ahora tú eres la que lo visita?

Jirou: Asustada -Mierda, casi grito; ¿Qué haces aquí?

Momo: -Subo a patrullar, he tomado algunos datos sobre la conducta de Kaminari, entre ellos el tiempo que tarda en tu habitación, estoy aquí para confirmar mis datos

Jirou: -¿Puedo ver esos datos?

Momo: -Claro, te los daré en un momento

Momo fue por sus anotaciones, yo dejé a Kaminari dormir.

Momo: -...Y eso sería todo

Jirou: -Gracias, esto me ayudará mucho

Momo: -¿Para que te sería útil?

Jirou: -Para saber como me puedo divertir con el

Momo: -...No se si admirar o preocuparme por tu conducta

Jirou: -Mejor déjame dormir

Momo: -Descansa

Dejé las notas que me dio en mi escritorio y me volví a acostar.

Vi la playera que traía puesta, con mi jack la acerqué, ¿olerá a el?

Me ganó el morbo, olí un poco y todas las sensaciones que el me regaló esta noche las volví a sentir.

No pude evitarlo, acaricié mi entrepierna por debajo de mi roma interior mientras olía la playera. Me sentía una pervertida, pero me sentía tan bien que no me importaba.