Hacia Los Generadores.

El Jefe Maestro emergió, observando a la distancia cómo los Covenant luchaban contra los Centinelas. Ambos bandos caían en combate, los alienígenas siendo abatidos y las máquinas siendo destruidas por igual.

Corriendo a toda velocidad, 117 esquivó disparos de plasma y rayos de energía, moviéndose con precisión entre los atacantes. Giró bruscamente en una esquina, activando un panel que cerró la compuerta detrás de él. Los sonidos de la batalla continuaron al otro lado, con los enemigos disparándose entre sí.

Sin detenerse, miró hacia una puerta que se abría frente a él, revelando el exterior. Afuera, un gran número de Covenant se movilizaban, y la voz de Cortana rompió el silencio.

Cortana: (Aún no he localizado los restos de la nave, pero necesitamos ganar tiempo. Si el monitor o los Centinelas logran activar el arma principal de Halo sin el Índice.) -El Jefe Maestro no esperó. Corrió hacia los Covenant a toda velocidad, quienes se apresuraban a tomar sus armas y apuntarle.

-(La maquinaria de esta estación es el mecanismo de disparo principal del Halo. Hay tres generadores de impulso fásicos que amplían la señal de Halo, permitiéndole disparar a través del espacio profundo.) -Con un movimiento fluido, 117 se detuvo en medio de dos Élites que apenas alcanzaron a reaccionar ante su velocidad.

-Los niveles de energía son enormes. Ni siquiera puedo calcular el alcance del impulso. Si destruimos o dañamos estos generadores, el monitor tendrá que repararlos antes de poder usar Halo. Así ganaremos tiempo.) -Sin dudar, el Spartan apretó el gatillo. Una bala atravesó el casco de uno de los Élites, derribándolo al instante. Cortana continuó hablando mientras marcaba un nuevo objetivo.

-(He señalado en tu visor el generador de impulso más cercano. Debemos avanzar y neutralizarlo.)

Jefe Maestro: "Entendido". -Girando su arma rápidamente, 117 disparó a quemarropa contra el otro Élite, eliminándolo antes de que pudiera alzar su rifle. Los Grunts cercanos quedaron paralizados, observando con horror la rapidez y letalidad del Spartan. Pero 117 no perdió el tiempo: disparó varias veces, eliminando a los pequeños soldados y a unos Jackals que no lograron levantar sus escudos a tiempo.

Cortana: (Jefe, necesitamos que tomes un Banshee. Será la única manera de llegar al generador a tiempo.) -En el visor de 117 apareció un marcador que indicaba un transporte enemigo aproximándose. Guardó su rifle en la espalda y corrió con rapidez, confundiendo a los pocos Grunts que quedaban. En un movimiento ágil, activó sus propulsores, impulsándose hacia un Banshee que sobrevolaba la zona.

El Spartan aterrizó sobre el vehículo, sorprendiendo al Élite que lo pilotaba. Con un rápido movimiento, lo sacó de la cabina y lo lanzó al vacío. Mientras el alienígena caía, 117 tomó el control del Banshee y giró la nave para apuntar a las fuerzas Covenant que quedaban en el suelo.

Los disparos de plasma del vehículo alcanzaron a los soldados enemigos, quienes intentaron huir sin éxito. Uno a uno fueron eliminados, hasta que no quedó nadie con vida.

Cortana: (Perfecto. Sigamos. El punto de navegación nos llevará al generador). -Con un movimiento suave, 117 giró el Banshee hacia el cielo y aceleró, ascendiendo rápidamente en dirección al objetivo.

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Unos Grunts vigilaban la zona, relajados, hasta que un sonido los alertó. Antes de que pudieran reaccionar, un Banshee los golpeó de lleno. Los pequeños alienígenas salieron despedidos, cayendo a toda velocidad hacia el suelo.

El Jefe Maestro descendió rápidamente del vehículo, moviéndose con precisión hacia una entrada que conducía al interior de la estructura.

Avanzó por un pasillo estrecho, girando a la derecha hasta atravesar una puerta. En el centro de la sala, algo brillaba intensamente. Cortana habló con rapidez:

Cortana: (Ese es el generador que estábamos buscando. Dame un momento.) -El Spartan observó el generador con atención, pero antes de que pudiera reaccionar, una explosión naranja iluminó la habitación. La onda expansiva lo hizo retroceder unos pasos. Miró su mano, notando que su escudo se había desactivado.

-(Misión cumplida. El generador de impulsos se ha sobrecargado; utilicé la energía de tus escudos para lograrlo.) -Mientras el escudo del Spartan comenzaba a regenerarse, Cortana continuó:

-(El núcleo central del generador ha perdido parte de su capacidad defensiva. Buen trabajo. Ahora, dirígete al siguiente objetivo.) -El Spartan se movió hacia la puerta por donde había llegado, pero antes de alcanzarla, varios Centinelas entraron flotando. Sus rayos de energía chispearon en el aire mientras disparaban hacia 117.

El Jefe Maestro se cubrió detrás de una esquina, esquivando los ataques mientras las máquinas avanzaban, cortando secciones del suelo con sus rayos.

Con precisión calculada, 117 salió parcialmente de su cobertura, disparando ráfagas rápidas con su rifle. Algunos Centinelas se desplomaron al suelo, desactivados, pero otros respondieron cargando nuevos ataques.

El Spartan ideó rápidamente un plan. Apuntó y disparó a un Centinela en el lateral, desestabilizando su vuelo. La máquina comenzó a girar de manera errática, lanzando su rayo indiscriminadamente. El ataque cortó a otros Centinelas y destruyó partes de la sala antes de que 117 aprovechara la apertura y disparara un tiro certero al núcleo del Centinela inestable, desactivándolo por completo.

Con el camino despejado, el Jefe Maestro corrió hacia la salida. Su misión era clara: detener la activación de Halo y evitar la extinción de toda la vida en la galaxia.

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El Banshee descendió hacia la zona de un puente natural, donde varios Covenants combatían contra Centinelas. La batalla era intensa. Un último Elite, en un acto desesperado, se lanzó contra un Centinela, ambos cayendo a gran velocidad hacia el vacío.

Los Grunts no tuvieron mejor suerte; fueron eliminados rápidamente por los Centinelas restantes. Sin embargo, estos también sucumbieron bajo los precisos disparos del Banshee, el cual aterrizó suavemente. El Jefe Maestro descendió del vehículo con su arma lista.

Cortana se hizo escuchar desde su sistema:

Cortana: (Entra por esa puerta. Ese es el comienzo del camino hacia el siguiente núcleo.) -El Spartan asintió sin decir nada y comenzó a correr hacia la puerta indicada, pasando entre los cadáveres de Covenants y las máquinas destruidas.

Atravesó la puerta y se movió con rapidez por el pasillo de la izquierda, girando después a la derecha para cruzar otra puerta. Al llegar a una nueva zona, se encontró con un puesto Covenant. Sin detenerse, sacó una granada de plasma mientras pronunciaba con tono seco:

Jefe Maestro: "Tomen un regalo." -Activó la granada y la lanzó con precisión hacia un grupo de Grunts. Uno de ellos quedó atrapado por el dispositivo, y antes de que pudiera reaccionar, el Elite a su lado exclamó con furia:

Elite: ¡Ungoy idiota! -El Jefe Maestro, anticipándose a la explosión, se agachó rápidamente mientras la granada alcanzaba su máximo nivel de energía.

*¡Boom!*

La granada detonó con fuerza, eliminando a todos los Covenants que se encontraban en la zona. El impacto provocó una reacción en cadena, haciendo que otras granadas almacenadas en un área resguardada explotaran también.

En ese momento, Cortana habló desde su interfaz, proyectando su imagen en la pantalla del casco del Spartan.

Cortana: (Jefe, tenemos un arma de destrucción masiva que detener. Procura no acabar explotando junto con los Covenants que nos encontremos.) -El Jefe Maestro no respondió. Sin perder tiempo, comenzó a avanzar hacia la salida más cercana. La puerta se abrió automáticamente cuando llegó, conduciéndolo hacia un puente exterior.

A su izquierda, el ruido de disparos llenaba el aire. Al otro lado del puente, pudo ver a un grupo de Covenants visiblemente aterrados mientras disparaban frenéticamente contra los Floods. Estas abominaciones, utilizando los cuerpos reanimados de humanos y Elites, avanzaban hacia ellos con rapidez, devolviendo el fuego con armas capturadas.

Tanto el Spartan como Cortana sabían que debían actuar con urgencia. La destrucción del anillo era imperativa; de lo contrario, sería solo cuestión de tiempo antes de que los Flood superaran en número tanto a los humanos como a los Covenants.

Sin dudarlo, el Jefe Maestro comenzó a correr hacia el otro extremo del puente, enfocado en su misión.

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Cinco minutos después...

El Spartan retrocedía rápidamente hacia la zona de un ascensor, manteniendo su posición mientras disparaba contra una multitud de infectadores Flood que emergían de una habitación cercana. Las criaturas, en su insaciable hambre por expandirse, se movían con rapidez, acortando la distancia con cada segundo.

Sin titubear, el Jefe Maestro tomó una granada de su cinturón, la activó y la lanzó justo cuando las puertas del ascensor se abrieron.

*¡Boom!*

La explosión destrozó a los infectados, despejando momentáneamente el camino. Sin perder tiempo, el Spartan entró al ascensor y tocó la pantalla para iniciar el descenso.

El mecanismo se puso en marcha con un leve zumbido, pero su breve momento de calma fue interrumpido por un extraño sonido proveniente de arriba. Alertado, levantó la vista justo a tiempo para ver cómo más infectadores Flood emergían de las paredes, deslizándose rápidamente hacia el interior del ascensor.

*¡Bang, bang, bang, bang, bang, bang!*

Los disparos del rifle de asalto resonaban en la estrecha entrada mientras las balas impactaban contra los infectadores Flood que se acercaban. Cada uno de ellos estallaba en un estallido de vísceras al recibir los impactos, quedando finalmente solo uno. Cuando el ascensor finalmente llegó al nivel inferior, el Spartan continuó disparando mientras los últimos infectadores saltaban hacia él. Finalmente, el último de ellos explotó en un torbellino de energía y restos.

Justo entonces, un sonido detrás del Jefe Maestro llamó su atención. Un Grunt, infectado por el Flood, luchaba contra el control de su cuerpo, gritando de dolor mientras intentaba apuntar con su arma de plasma. Antes de que pudiera disparar, apretó el gatillo, y su cabeza estalló en una explosión sangrienta.

Cortana comentó con desagrado:

Cortana: (Eso fue desagradable. Al menos ahora podemos ir al generador. Con un vehículo adecuado, llegar allí debería ser más sencillo.) -El Jefe Maestro no respondió, observando un vehículo Covenant detenido en la zona.

(Ghost.)

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