El Longsword continuaba alejándose de los escombros flotantes de lo que una vez fue el anillo de Halo. Una alarma se activó en la cabina, llenando el espacio con un sonido penetrante.

Cortana: (Apaga los sistemas de armas. Necesitamos toda la energía para los motores y el oxígeno.) -117 asintió, tocando los controles rápidamente. Los sistemas de armamento se desactivaron, y la alarma cesó. El silencio en la cabina solo era interrumpido por el zumbido constante de los motores.

El Spartan se puso de pie, dejando el asiento del piloto, y caminó hacia una de las ventanas. Allí, contempló los restos del anillo, ahora completamente destruido. Las explosiones esporádicas iluminaban la oscuridad del espacio, creando un espectáculo de caos y devastación.

A lo lejos, las últimas naves de la flota Covenant eran consumidas por las explosiones. No habían logrado escapar a tiempo.

Jefe Maestro: ¿Lo consiguió alguien más? -Cortana tardó unos segundos en responder, escaneando los alrededores.

Cortana: (Escaneando... solamente polvo y ecos. Somos los únicos. Hicimos lo que debíamos hacer.) -El Spartan no respondió. Bajó la mirada, sus pensamientos oscuros y pesados. Imaginó todas las vidas humanas que se habían perdido, atrapadas en el anillo, incapaces de escapar antes de la explosión.

-(Por la Tierra. Por todas las especies de la galaxia. Una flota completa del Covenant destruida. Y también los Flood... No había otra opción.) -117 regresó al asiento del piloto y se dejó caer pesadamente en él. Su mirada se perdió en el infinito mientras las palabras de Cortana resonaban en su mente.

-(Halo... se acabó.) -El Spartan tomó una pausa antes de responder. Sus manos alcanzaron lentamente su casco.

Jefe Maestro: No. Solo creo que esto es solo el comienzo. -Se quitó el casco con un movimiento firme y lo colocó a un lado. La presión del momento parecía disminuir mientras sus pensamientos lo llevaban a un lugar diferente, a algo que no lograba comprender del todo.

El silencio regresó a la cabina, pero en su mente surgía un nombre, uno que había estado rondando desde que interactuó con los sistemas de Halo.

-(en sus pensamientos, murmurando): ¿Quién es... Rito Yuki? -Las imágenes que lo habían atormentado en ciertos momentos dentro del anillo regresaron fugazmente. Un nombre, unas visiones incompletas, fragmentos de datos que no podía descifrar.

El Longsword continuó alejándose, dejando atrás los restos de Halo y del conflicto que, aunque parecía haber terminado, solo era el comienzo de algo mucho más grande.

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